YOKOZAWA TAKAFUMI NO BAAI VOLUMEN 4
Capítulo 7 Parte 4
Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 4
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: DrL
Continuación del Capítulo 7
Yokozawa comenzó a tachar ítems en su lista mental; había terminado de preparar la mayoría de los materiales que necesitaría para la reunión de la próxima semana en la que se tomarían decisiones sobre la tirada y la presentación para la siguiente feria también estaba lista para que comenzaran las discusiones al respecto. Todo lo que restaba era hacer una buena revisión y entregárselo a su jefe para confirmar.
Aquel día no había tenido que hacer rondas, así pues, el día terminó usándose solo para la preparación de materiales. A decir verdad, a él no le gustaba mucho el trabajo de escritorio, pero no podía evitarse, y luego de asegurarse de que hubiera trabajado las horas necesarias para la tarea, comenzó a ordenar su área en el escritorio.
Aparentemente, Kirishima tenía una reunión con un autor por la tarde, así que antes, por la mañana, le había informado a Yokozawa que regresaría a casa directamente desde allí una vez que hubiera terminado. Aunque se encontraran en medio de la semana laboral, Yokozawa iría a la casa de Kirishima esa noche ya que Hiyori estaría fuera en su excursión de campamento de tres días y dos noches.
En otras palabras, finalmente tendrían su tan esperado tiempo a solas.
Yokozawa no pudo relajarse desde la mañana, no por tener la cabeza en la nubes como Kirishma, sin duda, sino más bien por encontrarse simplemente nervioso. Ésta no sería la primera vez que estarían a solas en ese departamento, y aun así, el hecho tan severamente remarcado de que ellos finalmente estarían solos por primera vez en años lo tenía con los pelos de punta.
Cuando Yokozawa se puso de pie echando una mirada para asegurarse de que no olvidara nada, su subordinado, Henmi, se volvió hacia él con sorpresa: —Oh, ¿ya se va a casa, Yokozawa-san?
—¿Tienes algún problema con eso?
—No, para nada. Solo pensé que era raro que usted se retire a horario siendo miércoles... Ooh, ¿tal vez tiene una cita?
—Idiota. Nada que ver. Me voy a casa porque ya terminé con mi trabajo. Eso es todo. —Amedrentarse solo atraería aún más la curiosidad de Henmi y en vista de que esto definitivamente no se trataba de una "cita", no estaba mintiendo.
—Entonces..., ¿eso significa que de momento no tiene novia?
Su entrecejo se contrajo ante el inesperado tópico que eligiera profundizar Henmi: —¿Por qué demonios sacarías a relucir eso así de repente?
Henmi se explicó: —Bueeeno, como que... me pidieron que lo averiguara, ¿ve? Si está viendo a alguien o no. ¿Sabe? ¡Usted se ha vuelto bastante popular, Yokozawa-san!
—¿Quién demonios anda preguntando esa clase de cosas? —le preguntó a Henmi, esquivando fácilmente la broma, pero Henmi se rehusó a responder.
—¡No podría revelar eso; es por una cuestión de privacidad!
—Entonces, yo tampoco te diré un rábano. —Si la persona que preguntaba tenía derecho a su privacidad, entonces él también.
—¿¿Eeeh?? Pero yo prometí que lo averiguaría sin pensarlo demasiado... ¡Por favor, dígame!
—¿Quién admitiría tal idiotez?
—Entonces..., ¿puedo ir y decirle que no está viendo a nadie?
Ante una sugerencia tan irresponsable, Yokozawa consideró que lo mejor sería no continuar este tipo de conversación con Henmi: —Di lo que se te antoje. Me voy. Buen trabajo.
—Espe... ¡¡Yokozawa-san!!
Soltando un suspiro de alivio al conseguir escapar de alguna manera del interrogatorio de Henmi, Yokozawa se dirigió directamente al ascensor...: —¿Hum? —, cuando su teléfono celular comenzó a vibrar en su bolsillo. Se trataba de un mensaje de texto de Kirishima, quien se encontraba fuera de la oficina.
"Mi reunión terminó así que me voy a casa."
Si iría directo al departamento desde donde fuera que hubiera tenido la reunión, era casi seguro que llegaría allí antes que él. Yokozawa escribió un mensaje diciendo que él también estaba dejando la oficina y deslizó el teléfono otra vez en su bolsillo justo cuando las puertas del ascensor se abrían.
—Ah, buen trabajo, Yokozawa-san —dijo el ocupante del ascensor, Hatori. Por el sobre que sostenía en sus manos resultaba claro que al menos él aún no se iría a casa.
—Igualmente. ¿Se quedarán en vela otra vez hoy?
—En efecto. ¿Ya se marcha, Yokozawa-san? Bastante temprano tratándose de usted.
—Hum, bueno..., sí. —Él y Hatori eran de la misma madera respecto a sus costumbres y adicción al trabajo, así pues, a menudo no se veía a ninguno de ellos dos marchándose del trabajo a horario. Ambos eran competentes, capaces de hacer casi cualquier cosa una vez que se ponían en ello, y obtenían un sentido de valía de un trabajo bien hecho. Así, el tiempo usualmente volaba mientras estaban sentados frente a sus escritorios. En cambio, Kirishima siempre dejaba la oficina tan pronto como le fuera humanamente posible luego de terminar su trabajo diario y casi nunca llevaba trabajo a casa, en parte por el bien de Hiyori, pero también debido a que a él no le gustaba que su carrera se llevara consigo su vida privada.
—¿... Pasó algo bueno?
—¿Q-qué quieres decir con "algo"? ¿Por qué preguntarías eso? —replicó.
—Oh, no. Solo me dio la impresión. —Primero Henmi lo había fastidiado con una "cita", ¿y ahora ésto? ¿Resultaba tan obvio por su expresión...? Tal vez debería echarse un vistazo al espejo...
—En realidad, nada. Aunque las ventas de los nuevos lanzamientos están yendo bastante bien este mes.
—Cierto. Parece que el último fin de semana largo nos dio un buen empuje. Eso me recuerda... Quería agradecerle su consejo sobre ese asunto del otro día.
—Oh, no. Yo debería agradecerte a ti. Y bien..., ¿cómo le está yendo a Yoshikawa-sensei en estos días? Su reciente nuevo lanzamiento tuvo algunas críticas muy buenas y escuché que le está yendo muy bien a su serie. —Yokozawa echó un vistazo a la publicidad que empapelaba las paredes del ascensor.
—Bastante bien, gracias a usted. Aunque se está retrasando con sus compromisos, como siempre... —El semblante de Hatori se tornó inexpresivo mientras fijaba su mirada en un punto fijo en el infinito; parecía ser que él tenía bastante con Yoshikawa Chiharu y que Yokozawa acababa de sacar a relucir un tema peliagudo.
Yokozawa trató de escoger bien sus palabras con la esperanza de mejorar los ánimos: —Bueno..., eso demuestra lo popular que es, ¿cierto? Parece que Yoshikawa-sensei realmente está haciendo lo mejor que puede. También es una bendición para nosotros en ventas que siempre esté tan predispuesta a ayudarnos con nuestras campañas. ¿Tal vez... no deberías ser tan duro con ella?
—Ni hablar. Si le doy la mano, se agarra del codo; y si no consigo que haga lo necesario cuando se necesita, nunca terminará sus manuscritos.
—Ya... ya veo...
Yokozawa había escuchado que Hatori y Yoshikawa eran amigos de la infancia y por su actitud, Hatori le pareció más un tutor que un editor a cargo. Tal vez era esa relación de larga data la que hacía que reaccionara de ese modo. Aunque buena parte de la razón por la cual Yoshikawa-sensei siempre rechazaba las ofertas de eventos de firmas de autógrafos se debía a que ella era una persona tímida, Yokozawa sospechaba que Hatori tampoco quería exponerla demasiado. Si saludar al público conllevaba el riesgo de dejarla exhausta, había explicado Hatori, él prefería que ella se enfocara en terminar sus manuscritos a tiempo.
Su mano de hierro para con sus autores demostraba cuanta importancia le daba a sus éxitos. Él era del tipo de persona que lucha con todo lo que tiene, sin importar el daño que él mismo pudiera recibir, si había alguna cosa que pudiera resultar desfavorable para sus autores.
En los tiempos en que Emerald estaba luchando por ponerse de pie nuevamente, sus editores tuvieron que enfrentar más de una situación difícil, pero todas las dificultades por las que habían pasado en ese entonces habían hecho de ellos la división que eran ahora.
—Si alguna vez hay algo en lo que podamos ayudar nuevamente, por favor, no dude en hacérmelo saber. Yoshikawa siempre está dispuesta a hacer lo que sea que pueda para ayudar.
—Me alegra escuchar eso. Daré lo mejor de mí para romper las ventas de su nuevo libro.
—Cuento con eso.
—Bien, me voy. Buen trabajo.
Se separaron al llegar a planta baja y, luego de pasar por la recepción, Yokozawa salió del edificio. El calor del verano todavía era brutal, pero una vez llegados a mediados de setiembre, al menos las noches se habían vuelto bastante placenteras. A esas horas, el sol todavía no sea había puesto del todo, pero la briza que rozaba sus mejillas resultaba un muy bienvenido alivio. Imprimiendo un leve trote a su paso, Yokozawa se dirigió colina abajo.
Continuará...
excelente gracias por el aporte ^^
ResponderEliminarMuchas gracias por subir los capítulos. Los estoy disfrutando plenamente.
ResponderEliminarBuen trabajo!!