Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 4
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: Haruna
Continuación del capítulo 7
Yokozawa y
Kirishima no hablaron ni una sola palabra en lo que les quedaba de trayecto,
por lo que el silencio se instauró entre ellos hasta que llegaron a la oficina.
Como ambos se dirigían al mismo lugar, no había forma de que pudieran separarse
en ningún punto del camino, y de esa forma caminaron envueltos en una atmósfera
bastante incómoda.
Se habían vuelto a ver en la reunión
que acababan de tener, pero no habían cruzado palabra alguna en ella. Tras
echar una mirada fugaz de disconformidad a Kirishima, quien se veía ocupado
hablando con los otros editores, Yokozawa se puso en pie para abandonar el
lugar.
Sabía que las situaciones como
aquella era mejor solucionarlas antes que después, pero no quería ser el
primero en dar el paso, y además, tampoco había encontrado un buen momento para
empezar una conversación aun si hubiera querido. Así que solo podía esperar.
Mientras soltaba un suspiro resignado sintió cómo una mano le tocaba el hombro
por detrás haciéndole dar un respingo.
-¿Podemos hablar, Yokozawa?
-…Oh, eres tú, Masamune.
-¿Qué te pasa hoy? No es propio de
ti suspirar así.
-¿Eso crees? Quizá es porque no pude
dormir mucho anoche.- Lo que no era una mentira. La noche anterior se había
esforzado por seguir el ritmo de Kirishima, quien no había dado muestras de
aflojar ni un momento.
-¿Te encuentras bien?
-Sí. Si paso de esta semana entonces
las cosas irán a mejor.
-Bueno, no te presiones demasiado…
Oye, ¿acaso tus gustos cambiaron?
-¿A qué te refieres?- Tomó una expresión
de extrañeza ante el comentario, pues le había tomado totalmente desprevenido.
-No, solo… es sobre tu corbata. No
es realmente un modelo que te hubiera visto usar antes. No solías ponerte ese
tipo de cosas, ¿cierto?
-…Oh, yo solo… la tenía por ahí…-
Ninguno de sus compañeros de ventas lo había mencionado, así que se había
olvidado completamente del hecho de que estaba usando una de las corbatas de
Kirishima. Nunca se habría esperado que fuera Takano de entre todo el mundo el
que se diera cuenta del cambio, y por ello ahora se sentía un tanto nervioso.
-Oye, ¿por qué te pones nervioso?
Si intentara salir con alguna excusa
solo haría que pareciera todo aún más sospechoso, así que tras un momento de
vacilación, dejó caer un comentario inofensivo.- … ¿Piensas que se ve raro?
-… ¿Supongo que está bien? No te
queda nada mal de hecho.
-O-oh, está bien…- Sus labios
inconscientemente se tornaron en una sonrisa por el cumplido, pero al darse
cuenta rápidamente volvió a su expresión serena. No había discutido esa mañana
mientras Kirishima le anudaba la corbata.
Llevó sus dedos hacia arriba para
tocar ese nudo que Kirishima le había hecho.
¿Por qué… había acabado discutiendo
sobre algo que parecía ahora tan insignificante…?
-Oh, perdona, dejando eso a un lado,
sobre la convención que se avecina…- Yokozawa volvió a su modo de trabajo,
centrando toda su atención en la discusión con Takano, pero al momento sintió
como si alguien estuviera observándolo. Miró de reojo hacia su lado y allí
encontró a Kirishima con su mirada de acero puesta en él.
-¡¡…!!
- … ¿Yokozawa? ¿Me estás escuchando?
-Sí, por supuesto.- Respondió
rápidamente, pero era incapaz de sacar la expresión de Kirishima de su mente.
Siendo honesto, ya no seguía teniendo sentimientos por Takano. Y aunque aún se
sentía un poco avergonzado por cómo había actuado antes, todo lo que quedaba
era un simple cariño de amistad.
Las palabras tranquilizadoras de
Kirishima “No tienes por qué olvidar
cuanto lo amaste” le habían permitido ser capaz de arreglar todos sus
sentimientos. Si se hubiera obcecado en que la única forma de avanzar era
olvidándolo, probablemente habría hecho que ese rechazo le hubiera afectado aún
más, y probablemente no habría sido capaz de recuperarse.
¿Qué demonios le pasaba a Kirishima
hoy…? Justo cuando pensaba que el hombre estaba de buen humor, su ánimo de
repente había desaparecido. Definitivamente debía haber un límite para el
término “emocionalmente inestable”.
-Entonces contaré con tu ayuda al
respecto.
-Oh, sí, por supuesto. Déjamelo a
mí.
-… ¿Pasa algo?
-No es nada.- Sin haberse dado
cuenta, Kirishima ya había salido de la sala de reuniones. El Kirishima de
siempre probablemente solo habría caminado hasta ellos para colarse en medio de
la conversación diciendo algo como “¿Así
que de qué hablan ustedes dos?”
-Todo listo entonces. Te mandaré un
e-mail cuando sepa los detalles.
-Por supuesto, entendido.- Entonces
Takano se marchó, y fue en ese momento cuando Yokozawa se dio cuenta de que era
el único que quedaba en aquella vacía sala de reuniones. El silencio que quedó
le resultó bastante inquietante, por lo que rápidamente salió de aquella
habitación.
Si dejaba las cosas entre Kirishima
y él de esa forma, sentía que la
situación no haría más que empeorar. Y aún no tenía ni la más mínima idea sobre
cómo arreglar las cosas. Por lo menos creía que él no era el que debía
disculparse. No era consciente de haber hecho algo malo, después de todo,
aunque se sintiera mal por haber herido los sentimientos de Kirishima con su
comentario, la culpa de todo aquello la había tenido desde el principio la
actitud nada tolerante de Kirishima.
¿Pero para empezar, qué era lo que
había molestado tanto sobre Iokawa? Él no había parecido actuar extraño la primera
vez que se habían encontrado.
-Ah, ¡bienvenido de vuelta! Estaba
pensando en comer ramen hoy, ¿qué hay sobre usted Yokozawa-san?- Le habló Hemni
con la cartera en la mano en el momento en que volvió a la planta de ventas.
-Oh, ¿ya es la hora de la comida?
Hoy comeré aquí.
-¡Es extraño que usted haya comprado
comida preparada!
-Eh, sí… bueno.- No era como si lo hubiera comprado sino hecho el mismo,
pero no había razón para sacar a relucir ese hecho.
-Eso me recuerda… ¡a que cuando pasé
por la división de edición de Japun
Kirishima-san estaba enseñando su bentou! Me pregunto si habrá sido su hija
quien se lo preparó. Dios, eso realmente suena genial…
-…Sí, supongo.- Para asegurarse
totalmente de que Hemni no fuera a sospechar que Yokozawa lo había preparado,
optó por ir a comerse su bentou a algún lugar donde Hemni no pudiera verlo.
-¡Quizá intente prepararme algo yo
mismo alguna vez! ¿Eh? ¿A dónde va, Yokozawa-san?
-No es asunto tuyo.- Rápidamente
recogió la caja del bentou junto a sus cosas y se dispuso a buscar un lugar
donde poder comer tranquilo. Pensó que podría hacer sus rondas justo después de
comer, así que también se llevó consigo el material de trabajo que pudiera
necesitar en su maletín.
En primer lugar consideró la opción
de ir a comer a la azotea, pero no podía descartar la posibilidad de que
alguien de la oficina tuviera la misma idea, así que en vez de eso decidió
salir fuera. Había un amplio santuario bastante cerca de la oficina. Tenía
bancos y probablemente no habría demasiados visitantes porque no era la época
de ir a ver las flores. La luz del sol seguía siendo bastante intensa, pero al
menos ya no hacía ese calor sofocante. De vez en cuando estaba bien comer fuera
de la oficina para variar.
Hizo una pausa en el camino para
comprar una bebida en una máquina expendedora antes de buscar algún lugar poco
transitado de los terrenos del templo para sentarse. Mirando alrededor, se
sorprendió de no solo ver a algunas parejas o padres con sus niños sino también
uno o dos hombres de negocios que parecían estar tomando un descanso. Era mucho
más fácil relajarse allí fuera que en la oficina.
-Qué…- Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando
destapó la tapa de su bentou. Recordaba perfectamente que él no había echado
nada encima del arroz esa mañana… pero ahora había una capa de nori sobre él puesta de forma bastante
torpe. Obviamente había sido cortado a mano… y colocado sobre el arroz en forma
de corazón. –Ese bastardo…
Aquello solo podía ser obra de
Kirishima. Él había sospechado que el hombre había estado intentando tocar los
bentous, y probablemente había sido para hacer aquello. Se había quedado sin
palabras ante lo ridículo que podía llegar a ser Kirishima. Si no se hubieran
peleado esa mañana… quizá habría podido reírse de aquello, pero ahora mismo,
todo lo podía sentir era un vacío.
-Por qué mierdas soy yo el que tiene
que estar aquí sentado sintiéndose inquieto…- Su sorpresa rápidamente dejó paso
a la irritación. Se había estado preocupando por aquella situación, pero tras
haber visto el contenido del bentou se empezó a sentir algo cabreado. –Joder,
no hay forma de que yo sea el que de el primer paso.
Sabía que aquello era solo un
orgullo infantil, pero se prometió a si mismo que, al menos por esa vez, no
sería él que cediera.
Continuará...
Buen trabajo Gracias sigan como hasta ahora llenando nuestros corazones de felicidad y claro de Yaoi
ResponderEliminarel yaoi es felicidad *-* xP
Eliminar¡Muchas gracias por la traducción! Me han encantado estas dos partes. Aunque, es la pelea más absurda por la que han pasado estos dos xDD A ver si lo solucionan pronto~
ResponderEliminar¡Ánimos!
Me encanta que Yokozawa se hace mierda el solo de tanto pensar las cosas, es jodidamente adorable -y trolleable- y nadie lo hubiese pensado, anteriormente. Todo un tsundere~
ResponderEliminarPor otro lado Kirishima si es un jodido ridículo con aquello del corazón pero es lindo, nadie puede negarlo.
Gracias por traducir~
Un Kirishima celoso es tan asdasdasdasdas =w=
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