Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 4
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: Haruna
Continuación del capítulo 8...
Tal y como había
sospechado, el consuelo de Kirishima solo le había dado una tranquilidad
pasajera.
-…
Hiyori aún no había perdonado a
Yokozawa por no haberle dicho nada sobre su cumpleaños. La mayoría de los días,
ella se dedicaba a llenarle el correo de historias que le habían sucedido en el
colegio o de fotos de Sorata. Pero en toda esa semana no había recibido ni un
solo mensaje de ella, y tampoco había respondido ninguno de los e-mails que él
le había mandado.
Naturalmente había estado reflexionando
sobre su falta de tacto, pero nunca se había esperado que su enfado fuera a
durar tanto. De todas formas no había
nada que pudiera hacer al respecto ahora.
Se encontró a sí mismo revisando su
móvil una y otra vez, como un adicto esperando sin esperanzas por su dosis,
pero no llegaba ningún mensaje, y él se dedicaba a revanarse los sesos
intentando encontrar una forma para rogar por su perdón.
-Yokozawa-san, ¿le pasa algo? Lo he
visto un poco decaído últimamente…
-…No es nada.- Hiyori seguía
enfadada con él, por supuesto que estaba
deprimido. La expresión alegre de Hemni le molestaba más de lo normal ese día.
-Sin embargo esa no parece una cara de “no es nada”. ¿Acaso
tuvo una pelea con su novia? Oh, espere, usted dijo que no tenía, ¿verdad?
-…- Echó una mirada mordaz a Hemni
por su comentario irrespetuoso, pero como no estaba mirando a Yokozawa no
sirvió de nada.
-¡Anímese! ¡No parece usted mismo
cuando no actúa de forma fuerte e intimidante!
-…Métete en tus propios asuntos.-
Si hubiera sido Kirishima con quien se hubiese peleado, habría sido capaz de
encontrar alguna solución a todo el asunto, pero se trataba de Hiyori. La culpa era enteramente suya,
pero aun cuando había intentado todo lo posible por quitarle el enfado, aún no
había podido ganarse su perdón. Se estaba quedando sin opciones.
-Oh, ¡Oiga! ¿Por qué no discute sus
preocupaciones con Kirishima-san? Él parece ser del tipo que entiende cómo
piensan las mujeres.
-Idiota… como si yo fuera…- A hacer algo como eso, empezó a decir,
pero se detuvo. Pedirle ayuda a Kirishima parecía ser la única opción que le
quedaba para arreglar las cosas, y aunque no estaba totalmente seguro de que
Kirishima pudiera hacer algo por ayudarle, él era el padre de Hiyori y por lo
tanto seguro que entendía a su hija mejor que nadie.
-… ¿Yokozawa-san?
-Olvídalo. Además, ¿crees que
deberías estar parloteando aquí conmigo? Si ya has terminado con el trabajo que
tenías, estaré encantado de encontrar algo más que puedas hacer.
Ante la sugerencia de Yokozawa,
Hemni se puso rojo y rápidamente volvió a su mesa, centrando su atención en la
pantalla de su ordenador. –Esto… ya tengo suficiente. ¡Con lo que tengo está
bien!
Tras asegurarse de que nadie más le
estaba prestando atención, Yokozawa sacó su teléfono móvil y miró a la
pantalla. Una vez más no había ningún mensaje nuevo de Hiyori. -…- Tras
pensarlo un poco, envió un mensaje a Kirishima. Esto querría decir que una vez
más se encontraría en deuda con el hombre, pero a veces era necesario un
sacrificio pequeño por un bien mayor.
*-*-*-**-*-*-*-*-*-*
A cambio de ayudarlo con sus
problemas, se decidió que beberían juntos en el apartamento de Yokozawa. En
parte porque Yokozawa realmente no quería hablar de su triste historia en un
lugar público, pero también porque se lo había pedido especialmente a Kirishima. Compraron
algo de comida y alcohol en el camino a casa, y cuando llegaron Yokozawa
encendió las luces de su apartamento.
No había tenido la oportunidad de
limpiar mucho últimamente, pero dado que no pasaba demasiado tiempo en casa, no
estaba realmente desordenado, y aunque había un poco de polvo en los rincones
de la entrada, dudaba que Kirishima pudiera darse cuenta de ello.
-Con permiso~ Joder, este sitio
sigue tan vacío como siempre…
-Cállate.- La verdad era que no
había forma de negar aquel ambiente desolado, pero la falta de cosas en ese
piso era en gran parte debido a Sorata. Dada la tendencia del gato a saltar y
escalar, no podía dejar cosas por en medio, y aunque Sorata ya no iba por allí
muy a menudo ahora que vivía con los Kirishima, no había tenido la oportunidad
de cambiar nada. –Prepararé todo, siéntete como en tu casa.
-¿Necesitas ayuda?
-Solo estarías en medio, siéntate.-
Metió las cervezas a la nevera y, tras lavar el arroz, sacó la máquina que lo
prepararía y unos platos en los que poner lo que habían comprado. Aun cuando se
trataba de comida instantánea era demasiado triste dejarla en sus envases de
plástico.
-Realmente puedes saber mucho de una
persona mirando su estantería de libros… No solo tienes todo organizado por el
nombre del autor, sino que también están colocados alfabéticamente de acuerdo a
la Editorial a la que pertenecen.
¿Qué demonios eres, una librería?
-Es fácil encontrar las cosas de
esta forma. Asegúrate de poner lo que saques en el lugar en el que lo
encontraste.- A pesar de que le había dicho que se sentara, por lo visto
Kirishima había decidido ir a mirar el contenido de las estanterías de la
habitación de Yokozawa. Tenía un poco de curiosidad por saber lo que el hombre
estaba haciendo, pero no había nada por lo que regañarlo. No tenía nada que
pudiera ser vergonzoso a la vista, de hecho, dudaba que tuviera algo que
mereciera ser escondido para empezar.
-Pero qué… ¡me dijiste que no
querías esa revista! Y ahora voy y me entero de que compraste tu propia copia. Te habría dado una gratis si me lo
hubieras dicho…
-Oye, ¿¡qué demonios haces rebuscando
entre las cosas de alguien sin permiso!?- Dijo mientras entraba a la habitación
rápidamente. Estaba seguro de haber
escondido esa revista donde nadie pudiera encontrarla, pero cuando vio a
Kirishima en frente de la estantería… no había nada en sus manos.
-… Así que realmente la compraste.
-…- Apretó sus dientes al darse cuenta
de que Kirishima, quien lo miraba con una gran sonrisa en la cara, lo había
engañado ¿Cómo había podido ser tan estúpido?
-… ¿Quieres una copia extra de
repuesto?
- Joder, no.- La “revista” de la que
hablaba Kirishima, no era otra que aquella de que contenía la entrevista con la
sesión de fotos para la que Kirishima había posado recientemente. Habían
mantenido en secreto el hecho de que se la había comprado, guardándola en los
más profundo de su armario, ya que le avergonzaba el tenerla colocada a la
vista en su estantería.
-Aww, ¿qué? ¿De repente nos ponemos
tímidos?
-No.
-Ahora esa respuesta agresiva hace todo aún más sospechoso. Suéltalo,
¿para qué ibas a usarla?
-¿¡Quién demonios iba a usarla para nada!?
-Ah… ¿acabas de imaginarte esos usos? Te estás poniendo rojo, lo sabes. Probablemente estabas pensando en algo
sucio, ¿verdad?
-Quién iría a…
-¿Debería adivinarlo? Veamos…
probablemente terminaste…
-¡Para de una vez!- Espetó para después empujar a Kirishima sobre la
cama mientras él continuaba riéndose sin piedad. Sabía que no podía competir
contra él si se trataba de una discusión, pero aunque Kirishima pudiera ser más
fuerte que él físicamente, Yokozawa confiaba en que si lo tomaba por sorpresa
podía tener una oportunidad. -¿Cuánto tiempo más planeas seguir molestándome?
-Ooh, alguien está muy dispuesto
hoy. La verdad es que no puedo decir que me moleste que las tornas hayan girado
de esta manera.
-… ¿Cómo demonios te las arreglas
para ver todo de forma tan positiva?- No importaba cuánto se enfadara con él,
todas su quejas le entraban a Kirishima por un oído y le salían por el otro.
Kirishima rió suavemente, con ambas
manos bien sujetas, mientras que Yokozawa dejaba caer su cabeza de forma
derrotada. –Porque estoy enamorado de ti.
-Se supone que deberías hablar en
sueños después de dormirte.- No podía
seguir el ritmo de las bromas de Kirishima, pero cuando intentó moverse para
levantarse, se dio cuenta de que sus caderas estaban siendo atraídas hacia
abajo, causando que casi cayera encima de Kirishima. –Pero qué demonios…
-Tú
fuiste el único que me empujó, ¿cómo
puedes considerarte un hombre después de hacerme ilusiones?
-No te estoy haciendo ilusiones.- Tan solo pretendía parar las provocaciones de
Kirishima, pero no parecía que hubiera funcionado del todo.
-Mmm, volver a casa por la mañana no
debería estar mal de vez en cuando. Hiyo se está quedando con mi madre después
de todo, y ella se encargará de Sorata, así que…
-Espera, ¿te refieres a pasar la noche?
-No te importa ¿verdad? ¿Y ya
estamos en la cama, así que por qué no nos aprovechamos de la situación?
-¡No te traje para eso!- Él quería
intentar preguntar a Kirishima sobre su problema con Hiyori, no tenían tiempo
para andar haciendo otras cosas.
-Vamos, déjate llevar un poco. No es
como si no lo desearas.
-~~~~~ngh, ¡mira donde tocas!- Kirishima había empezado a pasear sus dedos de forma descendente por su espina dorsal, enviando un escalofrío a través de toda su espalda. Las cosas iban a ir en aumento si seguían así de cerca. Así que con algo de vacilación, Yokozawa intentó de nuevo levantarse, pero dado que el fuerte agarre que Kirishima tenía sobre sus caderas, todo lo que podía hacer era moverse un poco para dejar algo de distancia entre sus rostros.
-Es tu culpa por ser tan sensible.
-Deja de echarme la culpa por todo.
-Ah, ya veo. Así que simplemente es
que soy así de bueno. También estoy
de acuerdo en que eso es parte del problema.
-No era un cumplido, ahora déjame
ir, joder. No estoy de humor para esto hoy.
-¿En serio, hoy?- Kirishima deslizó
sus piernas entre las rodillas de Yokozawa, rozándose contra su entrepierna
insistentemente, haciendo que su algo endurecido miembro se convirtiera en una
erección debido a la atención inesperada.
-¡…!
-Con que no estás de humor, ¿eh?
-Para de una... ¡to-todo el mundo
reaccionaría de la misma forma si alguien le hiciera eso!
-Ah, pero la naturaleza de un hombre
es algo delicado. No estarías en ese estado si realmente no lo quisieras.
-Hng… para… eso…
-¿Por qué te haces el tímido justo
ahora? Si ambos ya conocemos nuestros cuerpos de proa a popa.
-¡Deja…de decir frases tan raras!
¿¡Solo cállate un rato, podrías!?
-Oye, tú sabes cómo mantenerme en
silencio, ¿verdad? ¿O acaso necesitas una demostración?
-¡Cállate!- En ese punto, era más
fácil simplemente rendirse a las provocaciones del hombre, y tras quitarse el
nudo de la corbata y desabotonar el cuello de su camisa, Yokozawa se inclinó
sobre Kirishima para besarlo, introduciendo su lengua en un arrebato de indignación.
-Hnn…ngh…- Las manos de Kirishima
acariciaron sus caderas en respuesta a su “ataque”. Como Yokozawa tenía la
intención de mantener su ventaja, deslizó su rodilla para presionar la
entrepierna de Kirishima. Había decidido presionarlo de esa manera y echarle un
buen polvo, cuando el hombre de repente pasó sus manos por la espalda de
Yokozawa para acabar dándole un apretón en el culo. Yokozawa se congeló, con
sus extremidades paralizadas, y tomando ventaja de esta abertura en su
armadura, Kirishima los hizo girar para cambiar posiciones con un suave
movimiento. -¿¡Qué…!?
-Sí… creo que me gusta más de esta
forma. ¿A ti no?
-¡N-no me pidas que esté de acuerdo contigo!
-¿Oh? ¿Así que preferirías montarme?
-¡No me refería a eso!- Con la esperanza de volver a llevar la
ventaja, luchó por intentar cambiar de nuevo las posiciones, pero no tenía
caso.
-Tut tut, qué inocente.- Usando su
mano izquierda para presionar sobre la clavícula de Yokozawa y así mantenerlo en
su sitio, Kirishima se deshizo de su cinturón con la derecha.
Habiendo aceptado que ya no sería
capaz de volver a cambiar la posición, Yokozawa buscó la cintura de Kirishima
para devolverle el favor, pero debido a cómo lo tenía sujeto, no podía estirar
su mano lo suficiente. – ¡Nngh…!
Mientras Yokozawa seguía intentándolo, Kirishima metió la mano en la expuesta ropa interior de Yokozawa,
agarrándolo apretadamente y haciéndole soltar un grito ahogado ante la
sensación de esos dedos envueltos a su alrededor. Con su miembro ya bastante
duro, sus caderas empezaron a temblar ante las sensaciones que le provocaban
aquellos lentos movimientos. Haciendo un gran esfuerzo, se las arregló para
mantener un cierto grado de control sobre su mente, no dejándose llevar completamente
por el placer y haciendo acopio de fuerzas para intentar alejar a Kirishima
No había forma de que pudiera volver
a presionar al hombre sobre la cama, pero se las arregló para al menos
conseguir que se alejara un poco de su cuerpo. Antes de que Kirishima pudiera
retomar su posición, deslizó su mano por su cintura hasta ser capaz de
desabrocharle los pantalones y colar su mano en su interior del mismo modo en
que Kirishima lo había hecho antes.
-Oh Dios, pero qué atrevido eres~
-…Ugh, no utilices ese tono tan
pervertido.
Mientras Yokozawa estaba distraído
por aquella nueva burla, Kirishima vio la oportunidad de volver a tocarlo. –No
deberías bajar la guardia.
-Eso… no es justo…
-Oye, mi plan funcionó, eso es lo
que importa.- Se regodeó, sonriendo como un niño que acababa de hacer una broma
mientras que sus dedos, hábiles y experimentados, seguían llevando a Yokozawa
al límite. Se introdujo aún más en su ropa interior consiguiendo liberarlo por
fin de ella, y una vez expuesto intensificó los movimientos de su mano.
-Haa…¡ah…!- El líquido que se filtró fuera facilitó el trabajo a esos
dedos, y la sensación resbaladiza solo aumentó el placer, haciendo que Yokozawa
perdiera todo sentido de la razón. Aunque intentaba devolverle el favor,
simplemente era incapaz de pensar con la claridad necesaria para centrarse en
su propia mano, y si bien el miembro de Kirishima estaba bastante endurecido,
no se podía saber cuál de los dos estaba más cerca del final.
-Levanta tu cara.
-Para… qué…nngh…!- El agresivo beso
que recibió lo dejó totalmente sorprendido. La lengua de Kirishima se deslizó
en su interior haciendo una barrida a toda su boca. Se quedó desconcertado por
cómo Kirishima succionaba su lengua con tanta fuerza, llegando al punto de
adormecerla.
A penas podía respirar, pero su
cuerpo seguía totalmente caliente, como si la sangre que corría por sus venas
estuviera hirviendo. –Hnn…¡nn!- El calor de su cuerpo seguía aumentando y con
apenas un par de movimientos más de esos dedos, rápidamente llegó al clímax.
–¡¡Ngh…!!- Con una sacudida de sus caderas, su pasión finalmente explotó, y
apretó los dientes antes las olas de placer que le recorrían el cuerpo.
-Oye… yo no me voy a correr solo.
-Cállate…ngh…- Y con la esperanza de
conseguir al menos un poco de venganza, mordió suavemente el cuello del
sonriente Kirishima, como si se tratara de un ratón acorralado tratando de
luchar contra un gato.
Continuará…
Kirishima es el puto amo, fin de todo alegato.
ResponderEliminarMe encanta ese chara, esta parte estuvo bastante buena y Yokozawa queriendo tomar el control sólo me causa ternura. es irónico porque antes no lo habría visto de pasivo. Tenía que existir alguien como Kirishima para que esto sucediera.
Muchas gracias por la traducción, leerlo en español es 100 veces más placentero.
tienes toda la razón!!!!!!! amo esta pareja.
Eliminarpero yokozawa no puede dejar de intentar tomar el control
gracias por la traduccion...
Jajaja siempre será ukezawa... perdón... Yokozawa...
ResponderEliminargracias por compartir!!!!!!
^\\\^
Verlo a Yokozawa tratando de dominar y mantener el ritmo me mato de risa xD y fue muy tierno :')
ResponderEliminarEs un amor yokozawa, el que dice lo contrario que vaya a la hoguera!! (?)
En fin, kirishima es un desgraciado, lo amo <3
(': Yokozawa queriendo dominar el asunto fue lo mejor de la vida <3 me gustaría ver algún día a Kirishima de Uke, aunque segursmente no pasará.
ResponderEliminarTodo fan de esta pareja quiere ver a Ukeshima y Semezawa :'v
EliminarNo realmente.
Eliminarnunca voy ha entender por que le dicen oso y Kirishina siempre resulta dominandolo jajajajaj
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