Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 5
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: Haruna
Continuación del capítulo 9
-¡Que tengas un
buen día, Oniichan!
-Ve a por ellos.
Ten cuidado.
-Es…está bien.
Al estar de pie en
el genkan siendo observado por unos sonrientes Kirishima y Hiyori, Yokozawa
recordó cómo siempre ese momento era tan endemoniadamente embarazoso. Su respuesta sin vida era un patético intento por
ocultar su vergüenza. Simplemente no se podía tranquilizar con esos dos
sonriendo con esas expresiones que decían abiertamente que sabían cuan
avergonzado estaba.
-¿Seguro que no te
olvidas de nada?
-No que yo
sepa…-Se aseguró de que llevaba consigo su teléfono, y su portátil estaba en el
maletín. Se fijó en que llevaba su cartera también, así que no había nada más
que pudiera olvidar.
-Cuando nos vamos,
siempre decimos “¡Itekimasu!”, ¿cierto?
-…- Las palabras
de Yokozawa se atascaron en su garganta en cuanto Kirishima señaló aquel punto
que parecía haber olvidado. Los saludos y ese tipo de cosas eran una parte
importante de las interacciones. Él sabía
que tenía que decirlo. Pero había intentado con tanto ímpetu evitarlo que
resultaba incómodo hacerlo. Aún por
esa frase tan trivial, era simplemente embarazoso decir aquello en frente de la
cara de Kirishima ahora.
Si hubiera estado
solo Kirishima delante habría podido soltar un “que te den” y haberse largado, pero Hiyori estaba allí también, así
que llegados a ese punto, a regañadientes dijo: -…Itekimasu.
Entonces salió
rápidamente del genkan, desesperado por salir de aquel apartamento lo más
deprisa posible. –Ugh…- Dejó salir un suspiro y se puso en camino.
La razón por la
que había estado vagueando en el apartamento de los Kirishima en la tarde de un
lunes fue porque tenía el día libre. Pero a pesar de no tener que trabajar ese
día, las preparaciones para la feria estaban todavía en marcha, así que tenía
un montón de trabajo del que ocuparse. Por lo que se había ido algo más pronto
esperando poder llegar a casa y dejar hecho algo de trabajo.
Kirishima
normalmente se dedicaba a molestarlo para que no se llevara trabajo a casa,
pero debido a aquella feria que se celebraría ese año, había mostrado su
entendimiento y lo había apoyado ayudando a Yokozawa en todo lo que podía.
Repasando
mentalmente su lista de cosas que hacer al día siguiente, se subió al ascensor
y se perdió un momento en el suave balanceo del aparato mientras descendía,
hasta que de repente se paró a mitad de camino.
Dio un paso hacia
atrás para dar espacio al nuevo pasajero que haría su entrada, pero sus ojos se
abrieron cuando escuchó que lo llamaban por su nombre. -¿Yokozawa-san?
-Oh, hola.- El
hombre esperando a entrar en el ascensor no era otro que Iokawa. El tío de uno
de los compañeros de clase de Hiyori. Él era un encargado de ventas como
Yokozawa que trabajaba para Libros Fujino. Sus suaves rasgos estaban interrumpidos
por las gruesas gafas de montura negra que llevaba. Se habían conocido cuando
Iokawa había acompañado a su sobrino a casa de los Kirishima para darle a
Hiyori un regalo de cumpleaños. Tras encontrarse otra vez en un bar habían
llegado a conocerse un poco peor tras una breve conversación.
Por alguna razón,
Yokozawa parecía encontrarse con aquel hombre por accidente bastante a menudo,
y aquellos encuentros podían deberse principalmente a que Yokozawa pasara tanto
tiempo en casa de los Kirishima, cosa que hacía que aquellos encuentros siempre
fueran algo incómodos.
-Buenas tardes.
¿Acaba de salir del apartamento de Kirishima?
-Ah…sí.- No era
como si estuviera haciendo algo malo,
pero no podía ser sincero en cuanto a su relación, por lo que no tenía más
opción que responder a Iokawa con una sonrisa poco entusiasta.
-Oh… ¿Será que
pasó la noche allí?
-Uh… bueno, algo
así… sí.
-Debo confesar que
estoy celoso por la buena relación entre ustedes dos.
Yokozawa empezó a
sentirse algo inquieto por el poco tacto de aquella pregunta indiscreta. En un
intento por desviar la atención de Iokawa, él también le hizo una pregunta.
-¿A dónde se
dirige, Iokawa-san?
-A comprar alguna
cosa. Me acabo de dar cuenta de que tengo la nevera vacía. Es algo que suele
pasar cuando uno vive solo, ¿no cree? Oh, pero tú te ves como alguien que se
organiza muy bien con esas cosas.
-Para nada. Todo
lo que hago cuando llego a casa es dormir, así que mi nevera está prácticamente
vacía.- La única razón por la que se estaba volviendo un experto en la cocina
era debido al tiempo que pasaba en la casa de Kirishima. Nunca había odiado cocinar, pero siempre había sido
como una obligación el cocinarse para sí mismo, por lo que se había dedicado a
comer fuera o a optar por la comida rápida o cualquier cosa de un combini.
-Oh, ¿no cocinas?
Cuando pasé por la casa de Kirishima estabas usando un delantal, así que asumí
que se te daba bien la cocina.
-Bueno, sí que
cocino algo, pero es una molestia cocinar para uno mismo. Normalmente vivo a
base de comida rápida y del combini, de verdad.- Cocinar requería la motivación
de saber que alguien realmente quería
comer lo que preparases. Quizá una persona golosa podría hacer algo así, pero
él personalmente creía que era agotador darse
el trabajo de preparar una comida que solo iba a disfrutar una persona.
Pero ahora estaba
esforzándose al máximo en preparar comidas deliciosas y nutritivas para Hiyori.
Merecía la pena todo ese trabajo cuando alguien te decía que tu comida estaba
buenísima.
-Debo admitir que
me sorprende que tengas un lado perezoso.
-¿De verdad te
sorprende?
-Pareces el tipo
de persona que se toma todo muy en serio y que quiere hacer todo correctamente.
Siempre pensé que eras del tipo que siempre lo da todo en cualquier cosa.
-Oh, para nada, yo
rara vez...- Sentía como si Iokawa lo estuviera sobreestimando, pero justo
cuando estaba a punto de sacar al hombre de su error, el ascensor soltó un alto
CLANG.
-¡¿Qué…?!
El sonido fue
rápidamente seguido por la sensación de que el aparato estaba siendo tirado
hacia arriba. Yokozawa se acercó a la pared para no caerse dado que casi perdía
el equilibrio. Entonces el ascensor se detuvo completamente, y no porque hubiera llegado a su destino.
-¿Se ha
estropeado?
-Eso parece…
Aun esforzándose
por escuchar, no era capaz de oír ningún sonido de maquinaria moviéndose, todo
lo que quedaba era solo un inquietante silencio. Al recordar el accidente que
había aparecido en las noticias donde un ascensor había caído en picado, sintió
un escalofrío recorriéndole toda la espina dorsal. En el peor de los casos no
podían hacer nada para cambiar el hecho de que ambos estaban indefensos en esa
situación, así que no debían intentar ser positivos. Sería lo mejor para su
salud mental.
El ascensor justo
estaba descendiendo, así que aun si el cable se rompiera por alguna razón, el
impacto no sería fatal. Podrían sufrir algunos rasguños y moretones, pero nada
que pusiera sus vidas en peligro.
-Me pregunto si
podríamos abrir las puertas…- Pero tras intentar pulsar el botón de “abrir las
puertas” así como al de otro piso, a pesar de que se iluminaba, el ascensor se
negaba a ceder.
-Supongo que esto
significa que estamos atrapados…- Susurró Yokozawa con un suspiro al valorar la
situación. Aunque sería genial que el funcionamiento se reparara rápidamente,
fácilmente podrían estar allí atascados por horas.
El único lado bueno de la situación era que tan solo estaban ellos dos ahí, por
lo que no había niños ni ancianos que pudieran sufrir daños más serios.
-¿Deberíamos pedir
ayuda entonces? Veamos… Creo que debemos pulsar este botón.- Iokawa presionó el
botón de llamada de emergencia e inmediatamente fueron conectados con la
agencia de mantenimiento.
-¡Agencia de mantenimiento al habla! ¿En qué
podemos ayudarlo?
-El ascensor se ha
estancado y nos hemos quedado atrapados.
El personal al
otro lado de la línea se empezó a disculpar profusamente por el incidente. –¡Lo sentimos muchísimo! ¿Se encuentran todos
bien?
-Estamos bien,
nada de lo que preocuparse.
-Enviaremos a alguien en seguida, ¿podría
darnos algunos detalles más?
-Creo que estamos
parados entre la primera y la segunda planta, pero aparte de eso no creo que
pueda decirles mucho más. Los botones se iluminan cuando los pulsamos, pero al
ascensor no responde. ¿Cuánto tiempo estima que estaremos aquí hasta que
podamos salir?
-Veamos… Me temo que no puedo darles una
respuesta sin ver el daño en persona, pero nos encargaremos de solucionarlo lo
más rápido posible. ¡Lo sentimos muchísimo, pero sean pacientes por favor!
-Gracias.
-Podría ser difícil que los móviles funcionen
dentro del ascensor, así que si necesitan algo, por favor vuelvan a pulsar el
botón de llamada.- Sonaba como si realmente sintiera todos los
inconvenientes y la llamada se cortó tras escuchar otra tanda de disculpas.
Aquello había sido muy mala suerte, pero al menos habían podido contactar con
la agencia de mantenimiento rápidamente.
-Pues parece que
así están las cosas.
-Sí…- Si así era
como iba a terminar pasando la tarde, bien podría haberse quedado en la casa de
los Kirishima un rato más. Realmente podía ponerse a adelantar algo de trabajo,
pero sería un poco grosero hacerlo con alguien al lado.
-Yokozawa-san,
¿estás bien de tiempo? Yo solamente iba a comprar, así que no se puede decir
que esta situación me esté resultando terrible, pero…
-Tan solo iba a
casa a trabajar un poco, pero no hay nada que se pueda hacer al respecto de
todas formas. Al menos no es un día laboral.- Era una pena que fuera a
malgastar su tiempo así, pero no servía de nada darle vueltas al tema. Si
aquello le hubiera sucedido una mañana yendo al trabajo, habría estado furioso.
Pensó en llamar a
Kirishima, pero no estaba seguro de que fuera a haber señal, y además tampoco
quería preocupar a esos dos sin motivo.
-Bueno creo que
vamos a pasar un buen rato aquí, ¿nos sentamos?
Debían ir
preparándose para pasar allí al menos una o dos horas, así que sería mejor
evitar gastar energía innecesariamente. Sabiendo eso, Yokozawa dejó su móvil
dentro de su maletín para evitar gastar la batería. –Sí.
Se sentó en el
suelo del ascensor y dejó su maletín a su lado. Si aquello hubiera sido una
película, podrían haber hecho palanca para abrir las puertas o podrían haber
escapado a través de alguna escotilla en el techo. Pero aquello era imposible
porque se trataba de ficción. En el
mundo real, solo podían sentarse y esperar a que el técnico llegara.
Aunque normalmente
no habría tenido problema en estar en un ascensor, al pensar en que estaban
allí encerrados juntos, le hacía tener la sensación de estar atrapado. Si
hubiera estado solo, probablemente se las habría arreglado… pero estaba allí
con Iokawa, solos.
Un pesado silencio
se impuso entre ellos, y quien finalmente rompió el extraño ambiente fue
Iokawa. –Umm, siempre he querido preguntártelo… ¿De qué librerías te encargas,
Yokozawa-san?
Ante la pregunta,
Yokozawa se dio cuenta de que tan solo necesitaba mantener el trabajo como tema
de conversación. Después de todo, era la única cosa que tenían en común, y
aunque había diferencias entre manejar mangas o libros para niños, ambos eran
encargados de ventas de casas de publicación.
-Realmente no soy
responsable de un área en concreto. Me encargo de las ventas de mangas, así que
normalmente me puedes encontrar en tiendas que los vendan.
-Eso me recuerda a
que nos encontramos en Ikebukuro, ¿verdad? Supongo que la tienda más importante
allí debe ser… ¿Libros Marimo?
-Así es. Voy por
allí bastante a menudo.
-Ellos han puesto
una buena esquina para libros de niños también. Suelo pasarme por el área de
manga cuando estoy por el vecindario, ¡así que podemos habernos cruzado y ni
siquiera habernos dado cuenta!
-Es posible.-
Libros Marimo era un tienda enorme, por lo que había tantos representantes de
ventas de tantas Editoriales que casi se pisaban unos a otros. Era bastante
probable que Iokawa hubiera estado entre ellos.
-El personal de
Libros Marimo siempre se esfuerzan por que sus expositores se vean agradables,
¡pero el puesto de mangas siempre es el más llamativo! A menudo me dejo llevar
por sus recomendaciones, todos se ven realmente interesantes, ¡es como si no
pudieras equivocarte!
-Hay un empleado
medio tiempo que realmente siempre hace un trabajo increíble con los
expositores del sótano.- La razón por la que destacaba más que otras áreas era
porque el estudiante de arte al cargo de las estanterías de manga shoujo ponía
más entusiasmo del que le pedían. Le gustaba decir que lo hacía simplemente
porque quería, pero cualquiera que fuera la razón, Yokozawa le estaba
agradecido.
-Oh, ¿en serio?
¡Ese tipo de esfuerzo debe emocionar a cualquier editor!
-A parte de
Marimo, ¿a qué otros sitios sueles ir?
-A veces voy a
Kinbouchou. Pero no tenemos realmente un personal amplio de ventas, así que voy
a donde sea que me necesiten. He tenido un montón de viajes de negocios fuera
de la ciudad este año.
-Yo también suele
tener algunos viajes de negocios. Pero siempre es agradable ver tus libros
llenando las estanterías de nuevas librerías que visitas por primera vez.
-Totalmente de
acuerdo. Es genial ver cómo publican tu stock. Adoro ver los libros en los
expositores e imaginas “ooh, apuesto a
que los estudiantes vienen a esta librería a menudo” o “me pregunto si los padres traerán a sus
hijos aquí”.
El tipo de
clientes variaba drásticamente dependiendo de dónde estuviera localizada la
librería, así algunos ofrecían más libros para niños de primaria y otros se
encargaban más bien de los trabajadores de oficina. Libros Marimo era más bien
popular con las familias.
-Ahora que lo
pienso… ¿Pasas la noche en casa de Kirishima-san a menudo?
-¿Eh?- Yokozawa se
sacudió por la pregunta al haber sido tomado totalmente por sorpresa.- Oh, no.
Simplemente ayer asistieron a la boda de unos familiares y yo hice de chófer
después del trabajo.- Aunque estaba diciendo la pura verdad, su tono de alguna
manera sonó como si estuviera ocultando algo. Solo podía esperar que Iokawa no
notara su nerviosismo por el cambio de tema.
-¡Oh, ya veo!
¡Suena divertido… una boda! Yo estuve en la de un viejo amigo el año pasado, y
fue realmente hermoso. ¡Me puse algo inquieto! Como que sentí un poco lo que
estaba pasando el padre de la novia.
-Eso me recuerda a
que él dijo algo parecido.- Comentó Yokozawa al pensar en las palabras de
Kirishima. –Que él sintió algo de empatía por el padre de la novia, lo que le
hizo empezar a pensar en un montón de cosas de ese tipo.
-Supongo que debió
ser extraño para él estar entre los invitados teniendo en cuenta que él mismo
tiene una hija. Hiyori-chan es muy adorable, así que me imagino que no querrá
entregarla. Nuestro Yuuto terminará siendo un pesado al que dar calabazas.
-No creo que eso
sea verdad. Fueron de tiendas juntos y vieron una película el otro día, ¿no?
-¡¿Eh?! ¡¿Desde
cuándo tiene citas?!
Parecía que Iokawa
no andaba muy enterado de las salidas de su sobrino, y Yokozawa no sabía cómo
explicarse.- Ah, no, No quería decir… No creo que realmente fuera una cita…- No pudo evitar poner una sonrisa
amarga ante la expresión esperanzada de Iokawa.
Desafortunadamente,
dada la actitud de Hiyori, no parecía que viera al chico como un chico, tan solo era uno más de sus
amigos. Y precisamente por eso Kirishima no andaba detrás de esa relación, sino
que en cambio tan solo observaba con calma.
Aunque él y
Kirishima los habían espiado en su salida juntos, Yokozawa sospechaba que
aquello en gran parte había sido porque Kirishima simplemente quería divertirse
un poco con Yokozawa.
-Es algo triste
que lo único que pueda hacer como su tío sea animarlo. Pero bueno, supongo que
debería preocuparme de mis propias
relaciones… ¿Alguna vez has pensado en casarte, Yokozawa-san?
-¿Eh?- Esa fue la
única estúpida respuesta que pudo dar al ver de nuevo cómo la conversación se
dirigía a él. Era un tema delicado para sacarlo así de repente, y aunque la
cara de Kirishima se había aparecido un momento por su cabeza, rápidamente lo
relegó a una lejana esquina de su mente.
-Bueno, cuando uno
tiene nuestra edad, tus padres empiezan a presionarse sobre ese tipo de cosas
¿no? Te molestan preguntando sobre si has encontrado a alguien ya. Aunque desde
que me dejaron no me han dicho ni una sola palabra respecto a matrimonio…
-Ah, entiendo…-
Viendo el camino que había tomado aquella pregunta, dio un suspiro de alivio.
-Supongo que ya
estoy en la edad de sentar cabeza. Aunque debo admitir que no me apetece para nada.- Las palabras de
Iokawa, acompañadas de un suave suspiro de resignación, parecía reflejar la
realidad de su generación. Yokozawa había soportado comentarios similares de
sus familiares, pero le habían hablado en el mismo tono que alguien podía
hablar del tiempo, así que más o menos había podido evitar sus preguntas.
-No creo que
tengas que preocuparte tanto por eso.
-¿Así que tú estás
en la fase de “nunca me casaré”, Yokozawa-san?
-Más bien siento
que si hay alguien con quien quieres casarate, entonces hazlo, pero si no, no
hay necesidad de forzarlo. Aunque por supuesto entiendo que cada uno tiene su
opinión al respecto, y siempre está la visión de la “caza de cónyuge” como una
forma más de encontrar a la persona indicada.
Todo esto venía
por eso del “lazo del destino”… Por cada persona que decía haberse enamorado a
primera vista, probablemente había muchísimas otras que se habían sentido
atraído por alguien pero que nunca habían llegado a nada.
Yokozawa mismo
nunca había estado interesado en el matrimonio. Simplemente nunca lo había
visto como algo necesario en su vida. Sus padres siempre habían estado tan
ocupados que nunca tuvo realmente esa “vida de familia feliz”. Pero habían sido
buenos padres, y nunca habían tenido problemas, sabía que le querían. Incluso
ahora, a pesar de la distancia entre ellos, seguían manteniendo una buena
relación. Quizá era porque sus padres eran más bien indiferentes, que nunca
había pensado en el matrimonio como algo necesario.
De todas formas
nunca había aspirado a tener una vida hogareña antes… pero tras ver la relación
padre-hija entre Hiyori y Kirishima su punto de vista había empezado a cambiar
un poco. Tener a alguien de quien preocuparse, una familia que proteger, te
daba la fuerza necesaria para enfrentar el día a día. Probablemente Hiyori era
la razón por la que Kirishima siempre
estaba lleno de energía.
Yokozawa no podía
evitar sentir un gran respeto por la forma en que Kirishima destacaba en el
trabajo a la vez que no descuidaba a su hija. Cada día desde que él y Kirishima
empezaron a verse se sentía casi como un sueño, y siempre estaba deseando que llegara el día siguiente
para volver, algo que nunca le había pasado desde su infancia.
-¿Entonces puedo
tomarme eso como que no hay nadie con quien quieras casarte ahora mismo?
Yokozawa se
sobresaltó ante la pregunta que Iokawa le había lanzado mientras estaba
distraído. No le gustaba discutir su vida privada de esa forma, pero tampoco
quería mentir deliberadamente. -…Soy feliz solo con estar con alguien que me
importe sin tener que ponerle nombre a esa relación.
Después de todo,
Kirishima era un hombre, y los matrimonios gay no era algo que la ley japonesa
contemplara, y a parte estaba el hecho de que la sociedad todavía no lo
aceptaba del todo. Además, aunque esos problemas desaparecieran mágicamente,
aún estaba Hiyori. Ella era la
prioridad de Kirishima sobre todo, era natural que Yokozawa quedara en un
segundo plano.
Si la relación de
Yokozawa y Kirishima se veía alterada en un futuro, probablemente sería por el
cambio que podría suponer el hecho de que Hiyori creciera. Por supuesto, ella
ahora mismo solo era una niña de primaria sin ninguna preocupación, pero una
vez que llegara a la Secundaria y a la Preparatoria, ella podría acabar dándose
cuenta de la verdadera naturaleza de su relación.
Ya era bastante
extraño que un soltero como Yokozawa se paseara por la casa de un padre solero
y su hija. Kirishima siempre se preocupada de respaldarlo, así que al menos
evitaba ser visto como un extraño que se dedicaba a vagabundear por el
complejo. Pero de haber sido él uno de los vecinos de Kirishima habría
encontrado toda esa situación un poco
extraña.
No le sorprendería
que Hiyori empezara a sentirse incómoda delante de él. Si él llegara a ver en
algún momento que ella se comportaba de forma distinta, se marcharía tan rápido
como fuera posible. Él pensaba en ellos dos (no solo Kirishima, sino también
Hiyori) como algo realmente importante para él. Preferiría morir antes que
hacerles daño.
-…
Yokozawa se
congeló antes sus propios pensamientos. Quizá esta era la extraña sensación que le había embargado la noche
anterior.
Fácilmente podía
imaginarse un futuro feliz para ellos… pero no era capaz de verse a sí mismo con ellos en él. Si hubiera sido un
familiar, o incluso un viejo amigo, podría haber intentado inventar alguna
excusa para su relación. Pero estaba lejos de ser normal que un hombre fuera parte de esa pequeña familia feliz.
-Supongo que el
matrimonio es una especie de contrato. Al contrario que una aventura romántica,
un matrimonio sella tu relación a ojos de la ley. ¿No es un poco inquietante
que alguien que se supone que quiere pasar el resto de tu vida contigo no
quiera dar el paso final y casarse? No se puede atar los sentimientos de las
personas a uno mismo, pero puedes al menos tener cierta tranquilidad, y todo al
módico precio de un trozo de papel.
Aunque Yokozawa
estaba de acuerdo con gran parte de la teoría de Iokawa, era difícil aplicarla
a la relación homosexual que mantenía con Kirishima.- Puede que tengas algo de
razón, pero creo que todo depende de los sentimientos de la pareja.- La
estabilidad de una relación requería trabajo y la buena voluntad de ambas
partes. Quedarse sentado recibiendo el amor de tu pareja podía hacer que la
relación se volviera unilateral, pero por otra parte, ser demasiado entrometido
podría, en cambio, convertirse en algo molesto.
Yokozawa se veía a
sí mismo totalmente como alguien del tipo “demasiado entrometido”, y pensando
en las cosas que había dicho y hecho en el calor del momento, tras calmarse, a
menudo se daba cuenta de que era insoportablemente irritante. Por ello, había empezado
a esforzarse por tomarse un minuto para respirar antes de actuar.
Aun así a veces se
dejaba llevar, pero al menos tenía el consuelo de que Kirishima era una persona
comprensiva. Dado que él mismo tenía unas tendencias similares, no se veía en
posición de juzgar a Yokozawa. En ese sentido se compenetraban bastante, como
si ambos fueran piezas de un mismo puzle.
-Eres muy sensato,
Yokozawa-san. Sabes bien quien eres y no dejas que nadie se entrometa. Te has
ganado mi respeto con honores.
-Tampoco es para
tanto… Todavía me queda mucho que aprender. Esto no es más que una máscara.-
Antes sus palabras, recordó lo que Kirishima había dicho… que solo mostraba una
pequeña parte de él. Sonrió interiormente al ver que habían dicho cosas
similares.
-¿En serio?
-La gente solía
sentirse un poco intimidada ante mí por cómo levanto mi voz a menudo. Tú eres
alguien que se adapta mejor al puesto de encargado de ventas debido a tus
buenas maneras.- No pudo evitar una sonrisa torcida al recordar cómo había sido
su actitud hasta hace muy poco.
Tras
haber recibido un sermón por parte de Kirishima, empezó a fijarse más en su
actitud frente a los demás, y aunque a veces se dejaba llevar y gritaba a algún
pobre empleado, ahora siempre se aseguraba de arreglar las cosas después. Al
principio se habían preocupado por si acaso tenía fiebre o alguna enfermedad
preocupante, pero las interacciones en su trabajo se habían vuelto más
agradable solo al hablar un poco más. La atmósfera a su alrededor había
cambiado también, e incluso sus estadísticas de ventas habían mejorado.
Yokozawa
siempre había pensado que la motivación era algo que tenía que crearse uno
mismo, así que los cambios a su alrededor lo habían sorprendido. El hecho de
que nunca se hubiera dado cuenta del verdadero origen de la motivación y que
solo se hubiera centrado en la habilidad,
era evidencia de cuan inocente había sido.
-¿Eso
crees…? Mi senpai en el trabajo me dice que soy perseverante, pero que me falta
energía…
-En
vez de forzarte a hacer algo a lo que no estás acostumbrado, ¿por qué no te
centras en mejorar algo que ya se te da bien?
-Algo
que ya se me bien, eh… Pero me temo que no sé qué se me puede dar bien.
-Entonces
simplemente plantéate una meta, “Yo quiero ser así”. Podrías intentar parecerte a la persona que te parece ideal,
si es que acaso tienes una.- Aunque él no llamaría a Kirishima su meta, Yokozawa a menudo intentaba imitar
la forma en que se comportaba en la oficina. A pesar de su naturaleza inmadura,
la manera en la que dirigía a sus subordinados y la forma en la que cambiaba
sin problemas de un tema a otro era algo de lo que Yokozawa podía aprender
bastante.
Kirishima
nunca dejaba que las dificultades o los fracasos le derrumbaran. Usaba esos
mismos tropiezos para avanzar aún más, haciendo que se volvieran una ventaja.
Era increíble. Por supuesto nunca
había dicho nada de eso a Kirishima. Se le subiría a la cabeza sin duda alguna
y para evitar esa situación, Yokozawa había decidido mantener sus labios
sellados.
-…Entonces,
te haré mi meta, Yokozawa-san.
-¿Eh?
Espera… no, yo no soy nada especial.- Nunca se hubiera esperado que su propio
nombre saliera de repente y en respuesta empezó a ponerse nervioso. Si hubiera
sido Kirishima, probablemente habría podido salir con alguna respuesta ingeniosa
del tipo “Ve por ello; ¡imítame lo mejor que puedas!”, pero Yokozawa no estaba
ni cerca de tener esa autoconfianza como para hacer algo así.
Por
supuesto tenía cierto grado de seguridad en su trabajo, pero estaba lejos de
ser la meta de alguien. La manera en que se dedicaba por entero a su trabajo
era probablemente evidencia suficiente de que carecía de confianza.
La
parte que carecía de habilidad necesitaba ser repuesta por el trabajo duro, y
aunque pudiera ser que nunca alcanzara el nivel que quería, mantener la
esperanza era lo único que podía hacer.
-Eres
demasiado modesto, Yokozawa-san. Aunque creo que eso es lo más atractivo de ti.
-Gra…gracias.-
Su voz se quebró un poco ante el halago mientras intentaba encontrar una
respuesta. ¿Por qué la mirada de Iokawa le estaba haciendo sentir tan incómodo
en ese momento…?
-Umm…hay
algo que llevo tiempo queriendo preguntarte… ¿puedo?
-Sí…
claro. Siempre y cuando tenga la respuesta.- Él habría aceptado cualquier cosa
con tal de cambiar de tema, pero su sangre se congeló ante la pregunta que
siguió.
-Tú
y Kirishima están saliendo, ¿no?
-…-
Se quedó sin palabras ante aquella pregunta, pero quedarse callado haría que
pareciera que asentía.
-Tenía
la corazonada, pero cuando Kirishima-san llegó al parque para recogerte,
simplemente acabé por confirmarlo.
-Bueno…no,
eso fue…
-¡Cualquiera
podría haberse dado cuenta al ver lo celoso que estaba! Parecía totalmente
asustado y apunto de sacar la artillería pesada.
-…-
Al no saber qué decir, Yokozawa permaneció en silencio, lo que solo dio valor a
Iokawa para que continuara con su conversación unilateral.
-¿Recuerdas
que me dejó mi novia? Todavía habría podido volver con ella si la hubiera
seguido. Pero no lo hice. No pude.
Había
sido una pura coincidencia que Yokozawa presenciara la ruptura de Iokawa.
Aunque hubiera podido parecer que Iokawa se lo había tomado con humor, estaba
claro que aquello le había afectado.
-No
estuvo mal estar con ella, y realmente nos llevábamos bastante bien, pero creo
que solo seguía con ella porque me sentía responsable… Ahora que lo veo en
perspectiva, no estoy siquiera seguro de que me gustara…
Las
palabras de Iokawa produjeron que un escalofrío de incomodidad recorriera su
espalda. -… ¿Qué estás intentado decir?- Tenía un mal presentimiento.
Se
sacudió al ver que la sonrisa había desaparecido del siempre animado Iokawa, y
se estremeció al sentir su mirada intensa sobre él, solo pudiendo relajarse un
poco cuando volvió a poner en su rostro su amable sonrisa. –Estoy diciendo que
solo fue capaz de darme cuenta de ello tras conocerte a ti.
-¿A
mí?
-He
estado pensando en ti desde aquella tarde en la que me dejó. He reflexionado
sobre lo extraño que es el hecho de que no pueda parar de pensar en ti… y
entonces entendí lo que sentí al ver a Kirishima tan celoso. Creo que estoy
enamorado de ti.
-…-
Había tenido la sensación de que esa confesión iba a llegar en cualquier
momento, pero escucharla finalmente le hizo quedarse boquiabierto de todas
formas. Kirishima había sido cauteloso frente a Iokawa, pero nunca pensó (hasta
hoy al menos) que Iokawa realmente albergara esa clase de sentimientos por él.
Sin
necesidad de preguntar, estaba claro que se refería a él en sentido romántico. No era tan lento como para
malentender la confesión de Iokawa. Pero aún no era capaz de asimilar lo que le
estaba sucediendo, y mientras intentaba mantener un semblante tranquilo, por
dentro estaba entrando completamente en pánico.
Sabía que tenía que decir algo, pero
no se le ocurría nada, no podía…
-¡¿…?! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!- La extraña sensación de unos labios sobre los
suyos hizo que Yokozawa recuperara sus sentidos para rápidamente apartar a
Iokawa y limpiarse sus labios con la manga.
-Solo
pensé que de esta forma entenderías mejor mis sentimientos.
Yokozawa
solo pudo quedarse sin palabras ante la despreocupada respuesta acompañada por
la tranquila expresión de Iokawa. Habiendo perdido la oportunidad de rechazar
al hombre, intentó buscar algo que decir. –Está bien, escucha…
-Si
no hubiera intentado algo como esto nunca te habrías fijado en mí, ¿no es así?
-Oye…- Y de nuevo otra explicación casual
mientras Yokozawa se estrujaba el cerebro buscando qué decir. Por lo visto
Iokawa no parecía tener vergüenza.
-Yokozawa-san,
por favor sal conmigo.
Se
obligó a calmarse respirando profundamente, intentando parecer indiferente, y
abrió su boca para responder. –Lo siento… me temo que no puedo corresponderte.-
Ni siquiera necesitaba pensarse la propuesta, aquella era la única respuesta
posible.
-¿Es
porque ya estás con Kirishima-san?
-…Así
es.- No tenía sentido intentar esconder más su relación. Si iba a insistir en
que no podía corresponderlo, al menos el hombre se merecía saber la verdadera
razón de su negativa.
-Sé
que nunca podría compararme con Kirishima-san. Es atractivo, no hay nada que
discutir al respecto, y es genial en su trabajo. Pero… yo estoy soltero y puedo
hacer lo que quiera. Estoy totalmente libre de equipaje.
-¿Eh?-
Se quedó helado ante el tono de Iokawa. No porque hubiera sido seducido, sino
por esa palabra: equipaje.
-Antes
dijiste que eras feliz solo con ser capaz de estar con la persona que
quisieras, ¿pero te has fijado en la cara de preocupación que tenías mientras
lo dijiste?
-¡!
-Ah…
Supongo que no. Después de todo eres del tipo que pone sus pensamientos y
sentimientos al final.- Quería golpear a Iokawa para que se metiera en sus
propios asuntos, pero fue capaz de contenerse. Si abría la boca en ese momento
probablemente diría algo de lo que más tarde se habría arrepentido. Pero su
silencio, tan solo animaba a Iokawa a seguir hablando.
-Estás
“feliz”, eso significa que te has dado por vencido, ¿lo entiendes?
-Eso
no es lo que yo…- Pero no era capaz
de responder a su acusación, porque las palabras de Iokawa había tocado la
fibra a Yokozawa. No podía negarlo, en algún lugar en su interior había estado
escondiendo esos sentimientos.
-¿Lo
ves? No puedes negarlo, porque realmente
sientes esa incertidumbre. Tienes que contenerte a ti mismo porque
Kirishima-san tiene a Hiyori, ¿cierto?
-¿Qué…?
-Puedo
entender tus sentimientos. Ella es lo más importante para Kirishima-san. Estoy
seguro de que te preocupas por ella también, así que es lógico que antepongas
sus necesidades a las tuyas. Además, ¿de verdad crees que podrás seguir estando
con Kirishima tan abiertamente cuando ella crezca?
No
era capaz de responder al bombardeo de palabras de Iokawa. Aunque nunca había
pensado en Hiyori como algún tipo de estorbo,
mentiría si dijera que no había pensado ya en que tendría que marcharse llegado
el caso. Pero le sorprendía que Iokawa hubiera visto aquello tan claramente.
-Yo…-
Tenía que responder de alguna manera.
Pero al abrir su boca, el altavoz del ascensor volvió a la vida.
-¡Tengan
nuestras más sinceras disculpas por la espera! ¡Ya hemos terminado con las
reparaciones, así que reiniciaremos el sistema en seguida! Las luces se
apagarán un momento, pero volverán en seguida, así que por favor no se
preocupen.
-Gracias.-
Tras su respuesta las luces parpadearon tal y como les habían avisado. –Gracias
a Dios, han tardado menos de lo que imaginé.
-S…Sí...
-Aunque
no me habría importado pasar algo más de tiempo a solas contigo.
Mientras
Iokawa decía aquellas sugerentes palabras, las luces volvieron a la vida y el
ascensor empezó a moverse. Yokozawa dio las gracias en su interior por que el
ascensor sirviera de distracción dado que había sido incapaz de encontrar las
palabras con las que responder.
-¡Por
favor acepten nuestras más sinceras disculpas por el incidente!
-No
pasa nada. Nos alegramos de que hayan podido venir tan rápidamente.- Tras echar
un vistazo a la hora se dio cuenta de que tan solo habían estado encerrados por
menos de una hora, aunque se le había hecho bastante más largo a Yokozawa.
Quizá porque había estado con Iokawa a solas todo el tiempo. Aquella había sido
una dura conversación y no había tenido la oportunidad de huir a ningún lado.
En
cualquier caso, aunque había
rechazado a Iokawa de palabra… el hombre no parecía haberlo aceptado.
Probablemente tendría que volver a decírselo en otro momento.
Aun
si había aceptado que Iokawa tenía parte de razón, no había forma de Yokozawa
fuera a elegirlo. Simplemente necesitaba encargarse de ello antes de que
Kirishima se enterara…
-Bueno,
esto ha sido un pequeño desastre. Debe haberte molestado.
El
gerente del edificio y el técnico no eran los únicos esperando a que el
servicio fuera reestablecido, así que cuando Yokozawa levantó la vista para
saber de dónde venía esa voz, vio a Kirishima tranquilamente apoyado sobre una
pared. -¿Qué estás haciendo aquí…?
-Vine
detrás de ti porque pensé que podría llevarte. Cuando llegué aquí vi que el
ascensor no funcionaba. ¿No leíste mis mensajes?
-Oh…
lo siento. No me di cuenta…- La estadía dentro del ascensor había sido
horrible, pero es que además tampoco había tenido ocasión de revisar sus
mensajes. Había estado muy ocupado intentando responder a la descarada
confesión de Iokawa.
Pero
a pesar de no haber querido contactar con Kirishima en un intento por no
preocuparle a él y a Hiyori, parecía que había conseguido totalmente lo
contrario.
-Bueno,
al menos estás bien. Aunque no me puedo creer que acabaras atrapado con él.
Se
quedó helado ante las palabras de Kirishima. No era posible que alguien hubiera
podido escuchar la conversación que habían mantenido dentro del ascensor. –Fue
una coincidencia que nos encontráramos.- Pero una vez más no había nada de lo
que tuviera que avergonzarse. Claro que habría sido embarazoso que hubiera
habido otros testigos en su conversación, pero podía ser sincero con Kirishima
al respecto y no temer ninguna consecuencia.
-Yokozawa-san,
me voy. Ha sido fantástico haber podido hablar tanto tiempo contigo.- Y con una
educada inclinación de cabeza, Iokawa se marchó.
-Ah,
esp…- Lo llamó Yokozawa, preocupado por que su rechazo anterior no hubiera sido
suficiente para parar los pies a Iokawa. Pero se dio cuenta de que aquel no era
el lugar más indicado para seguir con la conversación, así que se tragó sus
palabras y dejó que su brazo extendido cayera a su lado, dejándole un
sentimiento de inquietud.
-¿Qué
pasa?
-Nada.-
¿Qué más podía decir después de todo?
Él ya había explicado sus sentimientos a Iokawa, tan solo no estaba seguro de
que el hombre lo hubiera aceptado.
¿De
todas qué era exactamente lo que veía en Yokozawa? Él sabía muy bien que no era
el tipo de persona del que la gente se enamoraba, y podía contar con una mano
el número de veces que algo así había pasado. Aunque sabía que no había forma
de que fuera a entender nunca qué hacía que la gente se enamorarse cuando ni él
mismo podía entender sus propios
sentimientos. Probablemente estaba en la naturaleza humana el buscar una razón
a todo.
-En
fin, ¿nos vamos ya?
-¿Eh?
¿”Irnos”…? ¿Qué pasa con Hiyo?
-Ella
se quedará en casa, una amiga iba a ir para hacer los deberes juntas. Mi madre
se pasará más tarde. Le dije que estaría a la hora de la cena, así que esta es
nuestra oportunidad.
-Pero,
espera…
-¿Qué
pasa ahora? ¿No quieres que vea tu
casa?
-Eso
no es lo que…
-Venga,
pongámonos en marcha. Tienes trabajo que hacer, ¿cierto?
Y
al no ser capaz de detener a Kirishima mientras este se dirigía al garaje,
Yokozawa al final acabó siguiéndole obedientemente.
Continuará…
cuando sera la continuacion de la novela me quede muy intrigada, espero y sea pronto :3 gracias por la traduccion
ResponderEliminarhe notado que he enviado emnsajes y no quedan guardados o_o!! porqueee
ResponderEliminarbueno graciaspor la traduccion en serio, espero que si lleguen!!
gracias por la traducción y su arduo trabajo! espero con ansias leer las próximas partes =)
ResponderEliminarMuchas gracias por la traducción t el tiempo que se le dedicó, espero la próxima actualización
ResponderEliminarOhhh por dios!! ohh por dios!! OHHH PORRR DIOSSSS!!!!
ResponderEliminaresto se pone cada ves mas interesante no pense que se le declararan a yokosawa ahhhh!!!! ... vamos al otro cap :3
gracias por el capitulo esta genial XDDDDDD !!!
ResponderEliminarInserte meme de -Ya se prendio está mierda- OMG <3 kyaaaaaa no puede evitar gritar cunado lei la confeción, hasta mis compañeros de trabajo me vieron raro, -Sip leo novelas BL en la oficina-, pero por otra parte ese Iokawa en parte me moleso y en parte me gusto, por que fue capaz de hacer ver a Yokozawa sus sentimientos y dudas, solo falta ver como Kirishima aleja al pobre chico de Yokozawa, que siendo cinsera culpa no tiene de enamorarse de nuestro Oso, ya que él es totalmente adorable <3 pobre Kirishima lo que tiene que aguntar por su macho XD <3, muchas gracias por la tradución en verdad se les agradece ;3, y ahora me voy antes de que llege mi jefe :v
ResponderEliminarTE AMO, HAS DICHO TODO LO QUE YO PENSÉ:)))
EliminarAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.
ResponderEliminarOMG! :o
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