domingo, 3 de mayo de 2009

Yokozawa Takafumi no baai Vol.2 Capítulo 3 parte 11

Publicado por KanaAmai en 22:34
Título: Yokozawa Takafumi no Baai 2
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor / Circulo: Nakamura Shungiku
Clasificación: R-18
Idioma: Español
Fuente: SeptemberScanlation
Notas:  Agradecimiento especial a DrL por ayudarnos con esta novela :D. Por favor, disfruta y siéntete libre de enlazar la gente A ESTE LUGAR para leer.
Otra pequeña nota: Capítulo perdido y recuperado =)
Traducción: DrL

Capítulo 3 parte 11





Podía sentir que alguien estaba cerca. Pensando por un momento que necesitaba alimentar a Sorata, recordó vagamente que el gato se encontraba en la casa de Kirishima ahora, su embotada mente no estaba funcionando bien.
La gente gusta decir que la enfermedad lo vuelve a uno tímido, pero Yokozawa sentía que esto era bastante apropiado para describir como se sentía ahora. Aun si no podría precisamente depender de Sorata, la mera presencia o ausencia de un gato tenía efectos marcadamente diferentes en su nivel de ansiedad.
Pero si lo que estaba percibiendo no era Sorata, ¿entonces quién era..?
El rostro de Kirishima inmediatamente se dibujó en centro de su mente, pero eso no era muy probable. Sus padres rara vez lo visitaban... y solo había un amigo que tenía la llave de su departamento.
Pensando que quizás se trataba de él, lo llamó: -... ¿Masamune?
-Lo siento, no soy Takano.
-¿Ah..? -se sobresaltó ante la inesperada voz que le llegó desde la sala de estar, y luego de un rato, su consciencia retornó completamente.
-¿Cómo te sientes? Debe ser bastante malo como para que te tire a la cama de esta forma...
-¿Kirishima-san..?
-Bingo -replicó con una amarga sonrisa y colocó algo frío sobre la frente de Yokozawa; probablemente un gel de enfriamiento de una hoja. La fría sensación sobre su afiebrado y enardecido cuerpo era increíble.
-¿Qué estás haciendo aquí..? -por un momento sintió pánico pensando que tal vez esto se trataba solo de una alucinación inducida por su elevada fiebre y parpadeó largamente varias veces.
Ante esta reacción, Kirishima forzó un suspiro: -Cuando bajé al piso de ventas, me enteré de que habías salido temprano, lo cual es bastante raro, y Henmi mencionó que te veías un tanto pálido, así que me preocupé y vine a ver como estabas. La luces estaban encendidas, pero no atendías la puerta sin importar cuantas veces llamara, así que me puse como loco y pensé que quizás habías colapsado.
-Estaba durmiendo; no es como si pudiera evitarlo -no había escuchado el timbre en absoluto. El medicamento para el resfriado que había tomado antes de meterse en la cama había cumplido con su cometido y había dormido como un tronco.
-Bueno es por eso que entré por mi cuenta. ¿No te alegra haberme dado esa llave extra ahora?
-Tú la tomaste sin mi permiso, imbécil... -al disparar con sus habituales réplicas abusivas, la sonrisa de Kirishima se tornó un poco más agradable. Se sentía como si hubieran pasado años desde la última vez que había visto esa sonrisa, y sintió como sus emociones, que habían estado en ascuas en su interior, finalmente se relajaban. No permitió que esto aflorara en su rostro, pero lo golpeó fuerte en el pecho.
-Si no te sentías bien, debiste llamarme, ¿qué hay de malo en depender de mí en momentos como estos? Aunque, supongo que puedo entender porque no querrías... ¿Pero qué tal si algo hubiera pasado?
-... Lo siento... -se había confiado demasiado pensando que mejoraría si tan solo tomaba algún medicamento y guardaba reposo, pero también hubo una parte de él que no había estado completamente segura de que esto era algo con lo que debía ser egoísta.
-Sabes que se supone que debes ser caprichoso con los demás cuando estás enfermo. ¿Tienes sed? Compré unas bebidas deportivas.
-Tomaré un poco -se incorporó en la cama y acercó a sus labios la botella que le ofrecieran. Incluso más sediento de lo que esperaba, se tomó toda la botella de un solo trago.
-¿Tienes hambre?
-No tengo apetito... -sentía que si intentaba comer algo sólido, la urgencia de vomitar, que finalmente se había calmado, regresaría.
-Bueno si vas a tomar algún medicamento, tendrás que poner algo en tu estómago. Oh sí, traje unas manzanas; ¿quieres que corte unas para ti? Siempre lo hago para Hiyo cuando tiene fiebre.
-¿Pensé que no podías pelar manzanas?
-¿De qué estás hablando? Puedes cortar una manzana sin problemas sin necesidad que pelarlas. No te preocupes, las lavaré bien.
-... Paso. Ya tomé algo antes de ir a dormir.
-Entonces deberías volver a dormir. Oh, pero cámbiate la ropa antes de eso. Te enfriarás con esa ropa tan transpirada. ¿Dónde guardas tu ropa para dormir?
Sin lugar a dudas, esto no podía ser otra cosa mas que un sueño agradable. ¿Kirishima aquí, en su casa, cuidándolo en su lecho? Era una situación graciosa. Quizás solo estaba débil, vapuleado por su fiebre.
-... En la gaveta del medio del armario -comúnmente él hubiera protestado diciendo que podía hacerlo solo, pero cuando consideró que esto era solo un sueño, mansamente se permitió ser un poco consentido.
Se cambió la ropa por la que Kirishima había sacado para él y se metió de nuevo en la cama; Kirishima se acomodó a su lado y sacó el termómetro de la mesa de luz.
-Controla tu temperatura.
-De acuerdo... -metió el termómetro bajo su brazo y acomodó su cabeza de nuevo en la almohada. Quizás porque Kirishima estaba sentado a su lado, parecía que la medición tardaba más de lo habitual. Aunque pudiera estar afiebrado y aturullado, no podía negar cuan incómoda se sentía esta situación. Sería difícil incluso fingir estar dormido con lo nervioso que se sentía ahora mismo.
Observó la larga línea de la espalda de Kirishima; dado que en este momento estaba de cara a la puerta,Yokozawa no podía decir como lucía su semblante.
-Lamento... lo del otro día.
Yokozawa se sobresaltó ya que súbitamente se encontró en medio de una conversación dirigida a él y dejó escapar una boba respuesta: -¿Ah?
-Sabes perfectamente bien de que estoy hablando; me refiero a la noche del viernes.
-... -Yokozawa se quedó mudo, sin saber en absoluto como responder a Kirishima cuando éste se volvió hacía él. El silencio continuó por un largo rato, y fue finalmente roto por el pitido del termómetro.
-Déjame ver... 37,5, ah. Todavía un poco alta.
-Al menos mejor que antes.
-La fatiga se estuvo acumulando en ti, ¿no? Últimamente ha estado sofocante, y a ti te encanta sobreexigirte. ¿No te cansas al hacer las rondas?
-No realmente; es parte de mi trabajo -de hecho, desde el punto de vista de Yokozawa, era peor estar anclado detrás de un escritorio todo el día. Pero la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior parecía haber causado más daño del que él se hubiera percatado.
-Supongo; pero eso solo significa que tienes que cuidarte mejor. Prepárate, descansa, y recupera tus fuerzas.
Kirishima se estiró y le despeinó el cabello, y Yokozawa débilmente apartó su mano: -... Oye, te dije que dejaras eso -a decir verdad, a él no le disgustaba en absoluto; solo que se encontraba demasiado avergonzado como para admitir cuan increíblemente bien se sentía la sensación de esos dedos.
-Con esa energía que tienes, estoy seguro de que esa fiebre bajara pronto -Yokozawa volteó su cara para escapar de la dulce mirada que Kirishima le dedicó. La leve aceleración de su pulso se debía, sin lugar a dudas, a su fiebre.
Le ordenó a su corazón que se calmara, y de pronto, Kirishima comenzó a hablar nuevamente: -Sobre esa noche... yo sencillamente terminé en la puerta de tu departamento sin siquiera darme cuenta. No estaba borracho, lo sabes. Solo... que cuando no pude dar con tu teléfono, entré en pánico y como que...
-¿Entraste en pánico?
-De todos modos... no era mi intención culparte de nada. Aunque supongo que puedo darme cuenta de cuan difícil hubiera sido para ti nada más decirme que confiara en ti... -luciendo como si se diera cuenta de que sus palabras sonaban como si estuviera tratando de justificar lo que había hecho, Kirishima se rascó la cabeza incómodo, pero eso no era lo que preocupaba a Yokozawa en este momento.
-¿Así que tú... no estás enojado conmigo?
-¿Por qué pensarías que estaba enojado contigo? -su semblante reflejaba confusión.
-Yo solo... pensé que quizás estabas enojado porque no escuché tu advertencia... ¿Estaba equivocado?
Debido a que había hecho caso omiso de la advertencia de Kirishima, precisamente aquella situación sobre la cual le advirtieran había sucedido. Él asumió que el tipo había estado disgustado por ello. Pero ante esta vacilante confesión de Yokozawa, Kirishima sencillamente rió con amargura.
-Idiota. Yo solo estaba... enfurruñado.
-¿Ah?
-Como dije, estaba celoso de esa chica e indignado por ello. Escupí toda esa porquería de engreído, y mira donde me llevó.
Kirishima se volteó rápidamente, avergonzado, y Yokozawa se encontró incapaz de reprimir la risa ante este gesto tan absolutamente infantil: -Rayos, ¿acaso eres un niño? Aunque, ah... incluso tú te enfurruñas a veces...
-No te rías -pero esto solo consiguió que las risas se incrementaran aún más.
Luego de dejar que sus hombros se sacudieran por la risa un rato, Yokozawa finalmente soltó, con expresión severa, lo que había querido confesar por hacía ya algún tiempo: -En serio no hay nada entre esa muchacha y yo. Cuando ella me preguntó si tenía pareja, le dije que sí. Ella ni siquiera se me declaró.
En la semioscuridad de la habitación, claramente podía ver lo atónito que se encontraba Kirishima: -... ¿Cuándo?
-El pasado viernes. Justo antes de que me llamaras -esta era la razón por la cual se sintió tan sacudido cuando recibió su llamada justo en ese momento. Pero el claro disgusto en la voz de Kirishima lo hizo sentir como si estuvieran dudando de él, así que se le había saltado la chaveta.
Si hubiera tratado de devolver la llamada luego de que él y Matsumoto partieran cada cual por su camino, las cosas probablemente no se se hubieran puesto tan mal. Mirando atrás ahora, sabía que se había comportado como un niño.
-¿Así que en otras palabras... fui un completo idiota? ¡Ugh, qué demonios! ¡Maldición! ¡Dime estas cosas antes! -maldijo Kirishima mientras se revolvía el cabello. Probablemente estaba lamentando lo que había dicho entonces justo en este preciso momento.
Los dos habían sentido si todo el asunto hubiera sido un serio problema entre ellos, pero en retrospectiva, no era más que una pequeña riña entre amantes. Una vez que todo fuera aclarado, era algo de lo que en realidad podían reírse.
-Aun así... pensar que tú de hecho te pones celoso...
-Por supuesto que sí; aquí estamos hablando del tipo al que amo. Incluso me envalentoné para ir a la guerra contra ella en el evento de firma de autógrafos y todo; pero tú ni siquiera lo notaste.
-¿Envalentonado..?
Así que por eso fue que él parecía particularmente elocuente ese día. Quizás incluso el momento en que Hiyori había entrado corriendo también había sido obra suya...
Mientras Yokozawa permanecía allí sentado, anonadado de lo inesperadamente cerrado que había sido Kirishima, éste se disculpó avergonzado: -Yo... realmente lamento haber actuado de manera tan infantil.
-Hmf, así que lo reconoces, ¿no?
-Supongo. Puede que tú no te hayas dado cuenta, pero yo soy mucho más posesivo y más proclive a los celos que tú.
-Comienzo a tener esa impresión -sucede que él es particularmente bueno para mantener las apariencias, eso fue lo que Kirishima le había dicho alguna vez. Lo que en este caso significaba, que él había estado tan agitado por la situación que no había podido pretender nada.
-Aun así... tú realmente le dijiste...
-Si ella lo hubiera sugerido solo al pasar eso hubiera sido una cosa; pero cuando me preguntó directamente, nofue como si hubiera tenido otra opción mas que contestar. Y ni siquiera mencioné tu nombre una vez.
-Y... ¿eso fue todo lo que le dijiste?
-... Eso fue todo.
-¿Qué fue esa pausa?
-Nada.
Él no había mencionado todo lo que había dicho solo porque era demasiado vergonzoso.
"... Alguien a quien respeto enormemente."
Si Kirishima se enteraba de que había dicho algo así, no cabía duda de que se hubiera burlado de él sin misericordia. Incluso en un sueño, no podía mostrarse tan abierto.
Tal vez sintiéndose preocupado cuando Yokozawa se quedó anormalmente callado, Kirishima le preguntó con vacilación: -Así que... ¿completamente desilusionado conmigo ahora?
-No... No diré que no fue inesperado, pero...
La expresión de Kirishima se llenó de sospechas cuando la voz de Yokozawa se fue apagando: -¿Por qué ese "pero"?
Luego de un momento de debate mental, Yokozawa sencillamente expresó las palabras tal y como se le venían a la mente: -Yo solo estaba pensando que nosotros realmente... somos tal para cual -él solo podía reírse así de fácil porque esto solamente era un sueño.
El semblante de Kirishima demostró cuan sorprendido estaba por la situación, pero luego de mostrar un momentáneo brillo ahogado en sus ojos, rió: -Supongo que sí...
Con vacilación Yokozawa apretó los dedos que casualmente se enlazaron alrededor de los suyos, y quizás esto solo se debía a su fiebre, pero las manos de Kirishima estaban frías y se sentían maravillosamente en su piel.


Continuará...

9 comentarios:

  1. me encanta :) :) :) :) :)

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  2. No entiendo nada c':
    Y desearía que esto estuviera en un mejor orden y con las imágenes del capítulo.

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  3. FASCINANTE cada vez mas interesante amo esta novela xd <3

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  4. FASCINANTE cada vez mas interesante amo esta novela xd <3

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  5. gracias por su gran trabajo con esta novela, me encanta

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  6. ¡Me envanto! ¡Me super encantó!
    Esta fue una de las mejores reconciliaciones... Ya espero leer la expresión de Yokozawa cuando se dé cuenta de que no es un sueño... 7w7

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  7. Que hermosaaaa la leo despues de mucho tiempo graciasss

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