sábado, 27 de abril de 2013

Yokozawa Takafumi no baai Vol.2 Capítulo 3 parte 12

Publicado por KanaAmai en 18:24


Tipo: Novela/Traducción
Título: Yokozawa Takafumi no Baai 2
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor / Circulo: Nakamura Shungiku
Clasificación: R-18
Idioma: Español
Fuente: SeptemberScanlation
Notas:  Agradecimiento especial a DrL por ayudarnos con esta novela :D. Por favor, disfruta y siéntete libre de enlazar la gente A ESTE LUGAR para leer.
Otra pequeña nota: Capítulo perdido y recuperado =)
Traducción: DrL

Capítulo 3 parte 12



Como si ascendiera de las profundidades del mar en el que se hubiera hundido, Yokozawa lentamente despertó a la consciencia, y mientras despertaba del sueño nocturno, se encontró mirando atontado hacia el cielo raso.
     Había pasado un buen tiempo desde la última vez que durmió tan bien. Usualmente él se veía forzado a despertar de un sueño como el barro, pero hoy se despertó sintiéndose extraordinariamente refrescado.
     -... Muero de hambre -murmuró para sí mismo sin darse cuenta, y lentamente se incorporó en la cama. ¿Acaso siquiera tenía algo de comer en la cocina?
     -Apuesto a que sí. Buen día, ¿cómo te sientes?
     -No puedo quejarme... espera, ¿qué? ¡¿Por qué estás aquí?! -el tipo había asomado la cabeza en la habitación como si fuera la suya sobresaltando a Yokozawa.
     -¿Qué, perdiste la memoria otra vez? Y después de que te cuidé toda la noche, maldito desagradecido.
     -¿Eh..? -los procesos mentales de Yokozawa frenaron en seco ante el comentario que invocaba una sensación de déjà vu. La primera vez, él había empalidecido del shock, pero esta vez, su cara sencillamente ardió sonrojada.
     Todas esas cosas que dijo e hizo porque pensó que todo era un sueño, todo eso había sido real. Incluso haciendo a un lado la parte del "cuidarte toda la noche para que te repongas", había dicho tantas cosas insoportablemente vergonzosas.
     Kirishima se rió al ver al obviamente agitado Yokozawa: -Espera, no me digas que pensaste que todo era un sueño o algo, ¿o sí?
     -¡..! -contuvo una respuesta, y los hombros de Kirishima se sacudieron con más fuerza.
     -Justo en el blanco, ¿ah? Pensé que estabas siendo un tanto honesto entonces... Así que se trataba de eso, ¿ah? Bueno, lo tengo todo archivado en mi memoria de largo plazo así que supongo que no me importa cual haya sido la cuestión.
     -¡Olvídalo! Ahora. Mismo.
     -De ninguna~ manera; es demasiado bueno como para desperdiciarlo.
     Ante la respuesta de Kirishima, Yokozawa se masajeó la frente. El dolor había disminuido, pero ahora un nuevoestrés lo estaba atacando.
     Aun así... cuando lo pensó con detenimiento, ya era un poco tarde para preocuparse de que Kirishima lo viera en un estado vergonzoso. Quizás ser demasiado sensible a ello solo le daba al oponente más oportunidades. En otras palabras, si le pudiera devolverle la pelota al tipo, no tendría que soportar tantas burlas como ahora. 
     De hecho, no se veía siendo tan osado en ningún futuro cercano, pero al menos pretenderlo era el primer paso. 
     -... Haz lo que quieras -se levantó de la cama y pasó al lado de Kirishima en dirección a la cocina, donde lleno un vaso con agua y se lo tomó de un solo trago.
     -Ahora, esa sí que es un respuesta inesperada. Generalmente das más pelea que eso.
     -Como si pudiera soportar lidiar contigo por cada pequeño asunto. Y, olvídate de eso, ¿en serio has estado aquí todo el tiempo? -él ni siquiera tenía un sillón en el que el tipo hubiera podido tomar una siesta. Aunque sí tenía un futón extra para invitados, actualmente este estaba guardado bien en el fondo de su armario, así es que el único lugar en el que alguien podría descansar era en la cama. Lo cual significaba que Kirishima bien podría no haber estado exagerando cuando declaró que había cuidado de Yokozawa a lo largo de toda la noche.
     -Más o menos hasta el amanecer. Me fijé que estuvieras bien y luego me di una vuelta por mi casa un rato. Oh, también me aseguré de alimentar a Sorata.
     -Lamento los inconvenientes; en serio -se disculpó nuevamente.
     -¿Quién dijo que era un inconveniente?
     -... Gracias.
     Cuando Yokozawa cambió sus palabras, Kirishima le devolvió una sonrisa que parecía decir "buen chico": -De nada.
     A menudo se preguntaba si en momentos como este él estaba en el mismo nivel que Hiyori a los ojos de Kirishima. Diablos, quizás él estaba en un nivel aún más bajo en el escalafón.
     -¿Qué hora es?
     -Poco más de las dos de la tarde.
     -¡Ah maldición, estamos totalmente atrasados! -sabía que no serviría de nada entrar en pánico, pero tenía que notificar a la oficina, y levantó el tubo del teléfono que se encontraba sobre el escritorio en su habitación. ¿Acaso su jefe siquiera le creería si le decía que había estado en cama resfriado cuando Yokozawa no había tomado ni un solo día de licencia por enfermedad desde que entró en la compañía?
     Ya se encontraba más o menos bien ahora, pero probablemente sería mejor tomarse el día libre y descansar en lugar de ir a trabajar ahora mismo. Al menos hoy no tenía ninguna cita con clientes.
     -¿A quién estás llamando? ¿Comida a domicilio? -interrogó con curiosidad Kirishima, observando a Yokozawa, teléfono en mano, tratando de pensar que decirle a su jefe.
     -¿Acaso eres un idiota? ¡Por supuesto que estoy llamando a la oficina! Y, oye, ¿no tienes que estar allí también? -dijo bruscamente, expresando la preocupación que se le viniera a la cabeza de repente. El hecho de que Kirishima estuviera allí significaba que él también se estaba ausentando del trabajo. Ambos tenían un montón de días de vacaciones pagos acumulados, pero ninguno tenía cargas de trabajo lo suficientemente ligeras como para usarlos a gusto y paladar. 
     -Yo también me tomé el día libre. Ellos se las pueden arreglar sin mí por un día. Y de paso me aseguré de avisar que estabas enfermo, así que no te preocupes.
     -¿Ah? ¿Por qué demonios estás tú avisando que yo estoy enfermo? 
     -Si no lo hacía, hubiera sido una inasistencia injustificada, ¿no? Cuando se lo dije a tu jefe, él respondió: "Supongo que incluso los demonios se enferman de vez en cuando".
     -... -Yokozawa solo pudo suspirar ante la respuesta expresada con total tranquilidad. Parecía que no había escape de estar en boca de todos en la oficina. No quedaba más opción que rearmarse y devolver la jugada. 
     -Bueno, ahora que ya está todo dicho y hecho, ve a darte un baño. Yo me haré cargo de cocinar.
     -¿ te harás cargo de cocinar? -alzó la voz, pues no podía dejar pasar eso sin hacerlo notar. ¿Qué demonios trataba de hacer Kirishima, quien era un completo fracaso en la cocina? ¿Acaso era siquiera buena idea permitirle poner un pie en la cocina?
     Ante la obvia ansiedad de Yokozawa, Kirishima alardeó: -No te burles de mí, yo soy un padre, lo sabes. Puedo hacer algo sencillo como unas gachas de arroz.
     -¿Estás seguro de que puedo confiar en ti..?
     -Solo déjamelo a mí -la confianza que tenía el tipo era, en sí misma, un tanto terrorífica. Sin embargo, a pesar deno poder sacudirse la preocupación, no podía luchar contra su deseo de lavar su cuerpo todo transpirado.
     -Bueno, que no se te vaya la mano.
     -Sí, sí, vete -y así, con dolorosa renuencia, Yokozawa se dirigió al tocador.
     Con el cuerpo libre de transpiración, la mente de Yokozawa también se aclaró. Se vistió con ropa casual y regresó a la sala de estar cuando al parecer había concluido la preparación de la comida.
     -¿Terminaste?
     -En realidad la hice cuando todavía dormías. No quería alardear de que podía hacerlo y luego echarlo a perder, ¿sabes? -la comida sobre la mesa parecía ser una selección al azar de platos sacados del refrigerador. Mientras acercaba una silla a la mesa, Kirishima sirvió un poco de las gachas de arroz de una cacerola y se la pasó.
     -¿Es suficiente?
     -Por ahora, seguro -estaba hambriento, pero si sabía mal, podría ser que no se lo pudiera terminar todo. Alzó una cucharada colmada de gachas humeantes, y miro fijamente; luego se armó de valor.
     -Esto... en realidad está bastante pasable -las gachas que cautelosamente se había llevado a la boca tenían un sabor normal, no sabían ni pastosas ni quemadas. Incluso haciendo a un lado su estómago vacío, era más que aceptable.
     -¿Cierto? Conseguí que mi madre me enseñara la receta y la practiqué. Después de todo, Hiyo solía tener fiebre a menudo cuando era más chica.
     -Ah, ya veo.
     Dado que no había tenido mucho apetito el día anterior, esta era su primera comida decente en veinticuatro horas. Se terminó todo el plato y pidió un segundo, solo deteniéndose para tomar un respiro luego de terminar su tercer cuenco. No estaba lleno, pero entendía que no era una buena idea llenarse de comida cuando aún se encontraba en vías de recuperación.
     -Gracias por la comida.
     -Pues de nada -mientras Yokozawa se tomaba lo último de su té de cebada, Kirishima agregó- Toma un poco más del medicamento. Ese resfriado volverá si bajas la guardia pensando que ya estás totalmente recuperado.
     -Sí, sí -llevó sus platos al fregadero y se tomó la medicina que había dejado en la cocina. Luego de lavar sus platos rápidamente, regresó a la sala de estar, donde Kirishima se encontraba tomando un té.
     -... ¿Te importa si te pregunto algo?
     -¿Qué?
     -Últimamente has estado actuando... realmente extraño. ¿Cuál es el problema?
     -¡! -Yokozawa soltó un grito ahogado ante la inesperada pregunta. Ciertamente él había estado prendado de algo por hacía un tiempo... pero había tratado de evitar, de la mejor manera que pudo, que Kirishima lo notara.
     -No tienes que decir nada si no quieres... o bueno, eso era lo que yo estaba pensando, pero no soy un adivino, lo sabes. Tienes que decirme si algo te está dando vueltas por la cabeza.
     -...
     -Yokozawa.
     Yokozawa tomó una resolución cuando escuchó que decían su nombre suavemente; si en este punto huía, nunca superarían esto. Seguro, no había garantías de que algo fuera a cambiar incluso si lo decía todo, pero al menos su corazón se sentiría más ligero de lo que estaba manteniendo el secreto guardado en su interior.
     Se acomodó en su silla colocándose de lado y apoyando su codo en el respaldar; no tenía las agallas de decir esto de frente, a la cara de Kirishima. Abrió y cerró la boca varias veces antes de encontrar finalmente las palabras que necesitaba y entonces habló.
     -Yo solo... me estuve preguntando si tú estabas... realmente bien. Conmigo.
     -... ¿Qué quieres decir?
     -Tu casa es realmente agradable, y Hiyo es adorable. Pero... no es realmente un lugar en el que yo deba estar, ¿ves?
     -... -parecía como si Kirishima se hubiera quedado sin aliento; aparentemente al fin había comprendido lo queYokozawa estaba tratando de explicar.
     -Tu esposa, ella... ella es realmente hermosa, y yo me siento como... que no tengo nada en común con ella.
     Al darle finalmente forma a la palabras, se avergonzó de lo mucho que sonaba como una maldita chica adolescente, y ahora que lo había notado, no podía dejar de pensar en ello.
     El tiempo que pasó en la casa de Kirishima fue agradable y relajante, y quizás era precisamente eso lo que lo había preocupado de esta manera. Ponerse nervioso por esta clase de cosas, sin embargo, no era la más masculina de las cualidades, y se preparó para que se rieran de él; pero Kirishima solo soltó un leve suspiro de comprensión.
     -... Ahora lo entiendo. ¿Y es por eso que no te gusta que hagamos esas cosas en casa?
     -... -en cualquier ocasión en que Kirishima tratara de tocarlo, en ese mismo lugar en que se encontraba la foto de su esposa, sentimientos de culpa y vergüenza lo habían embargado, y por ello se encontró poniendo distancia entre los dos. Al principio había sido inconsciente, pero una vez que se dio cuenta, su actitud se tornó anormalmente incómoda.
     -Bien, en cuanto a tu primera pregunta: debes ser tú, y nadie más.
     Él no había asumido que Kirishima lo estuviera tratando como un reemplazo para nadie, solo quería saber por qué, y ante la claramente disgustada expresión de Yokozawa, mientras permanecía sentado allí en silencio, escuchando, Kirishima murmuró entre leves risas: -... Puedo ver que no estás satisfecho con esa respuesta.
     -...
     -Aunque supongo que para esta misma época el año pasado no hubiera esperado estar saliendo contigo.
     -Tampoco yo -si él se hubiera dicho hace un año lo que estaría haciendo ahora, nunca lo hubiera creído. O bien se hubiera reído de ello o se hubiera recordado malhumoradamente no decir malos chistes.
     -Sin embargo, te he estado prestando atención por hace ya bastante tiempo.
     -¿Ah? -ante la repentina confesión, sin pensarlo, Yokozawa se volvió hacia Kirishima. Esta era la primera vez que escuchaba esto.
     -Supongo que la primera vez que me percaté de ti... fue durante una reunión. Fue algo así como "guau, ellos sí que trajeron a un verdadero novato guerrero esta vez", y decidí mantenerte bajo observación.
     -¡¿Observación?! -dudó de su sentido de audición ante la nada romántica palabra, pero parecía que había oído bien.
     -Eras realmente mordaz y sarcástico, pero mucho más sensato de lo que parecías, y trabajabas dos veces más duro que los demás. Además era un tanto graciosa la manera en que perdías los estribos cada vez que alguien te provocaba.
     -¡Vete a la mierda, te estoy haciendo una pregunta seria aquí! -los comentarios de Kirishima no sonaban nada sinceros, y estaba comenzado a cabrearlo que el tipo no estuviera tomando esto en serio.
     -Y te estoy dando una respuesta seria. Sin embargo, supongo que no me di cuenta de que estaba enamorado de ti hasta que me senté a tu lado en ese bar. Solo... que finalmente se me prendió la lamparita en cuanto a porque siempre había estado interesado en ti.
     -¿Qué..? -las palabras expresadas con tanta franqueza hicieron arder en llamas la cara de Yokozawa. Fue él quien demandó seriedad, pero el que Kirishima fuera así de directo y honesto sencillamente... daba vergüenza. Entonces, cuando los ojos de Yokozawa aún nadaban en el bochorno, Kirishima lanzó otra bomba.
     -Y en realidad... no fue una coincidencia, el que yo fuera a ese bar en el que tú estabas esa noche.
     -¿Qué?
     -Yo te vi entrar, y, en un principio lo dejé pasar, pero seguía molestándome, así que terminé regresando. Luego comenzaste a hablarme a .
     -Es-espera espera espera, espera un minuto. ¡¿Por qué demonios te tomarías la molestia de regresar?! -había estado lloviendo a cántaros esa noche, un diluvio que te hubiera hecho pensar dos veces antes de siquiera intentar caminar hasta la estación. No podía dilucidar porque alguien en esa situación regresaría.
     -Te lo dije, ¿no? Que tú habías picado mi interés. Supongo que si tuviera que dar una razón, quizás diría que yo solo... tenía un presentimiento de que las cosas resultarían así.
     -...  
     -Algo así como el destino, ¿verdad? Te escuché refunfuñar y quejarte, y todo lo que eso me hizo pensar fue "este tipo sencillamente debería enamorarse de mí entonces".
     -Tú... en serio que tienes un mal gusto de porquería -¿enamorarse de un borracho quien lo persuadiera de que tomaran un trago juntos? No era nada poco estúpido, y Yokozawa añadió una maldición para ocultar su vergüenza.
     -Rayos, tú sí que no puedes ser honesto, ¿no? Se supone que tú debes decirme "seguro que tú sabes escogerlos" en momentos como estos.
     -Idiota -dijo brevemente. Como si alguna vez él fuera a poder decir algo tan desvergonzado como eso.
     -Y bien, ¿qué más quieres saber? Probablemente debería hablarte de Sakura, ¿ah? Supongo que nunca antes hablamos realmente sobre ella... 
     Se estremeció; era la primera vez que escuchaba su nombre saliendo de los labios de Kirishima: -... Sí... -asintió, todo nervios, y se reacomodó; sería grosero escuchar a alguien hablar sobre un ser querido fallecido mientras se mira hacia otro lado.
     La mirada de Kirishima se alejó, y luego de un rato, finalmente habló: -Nosotros... eramos compañeros en la secundaria. Mismo año. Ella era la presidenta de la clase, y yo era el payaso de la clase; así que al principio, nos llevábamos como perros y gatos. Ella me regañaba por cada pequeña cosa, yo no podía soportar cuan irritante era ella.
     Claro que lo daba por hecho, pero cuando Yokozawa consideraba que incluso Kirishima alguna vez había sido un niño, lo dejaba con una sensación extraña. No podía imaginar que clase de niñez había tenido el sujeto.
     -Sin embargo, supongo que comencé a pensar en ella como una mujer cuando me di cuenta que no tenía una complexión realmente fuerte. Ella se hacía la dura frente a todos, y cuando la vi jurando que ella preferiría morir antes de permitir que alguien la viera débil, eso... me tocó. Quizás yo siempre estuve interesado en ella de alguna manera, pero bueno... yo era un muchacho de secundaria.
     El pecho de Yokozawa se encogió ante la dulce expresión que floreció en las facciones de Kirishima mientras éste se permitía perderse en los recuerdos. No sabía bien como explicar la sensación; no eran celos, sino algo completamente diferente.
     La mirada en sus ojos mientras observaba sus manos... era la misma que le dedicaba a Hiyori de tiempo en tiempo; una mirada absolutamente desbordante de amor y afecto.
     -Pienso en esto cuando veo a Hiyo también, pero... las chicas tienden a madurar mentalmente más rápido que los chicos, así que incluso cuando ambos nos dimos cuenta de que estábamos interesados el uno en el otro, nopude decirle nada, y cuando entramos en el mismo instituto, seguí llenándome de excusas... por lo que que ella terminó declarándose primero.
     -Suena como si ella hubiera tenido un carácter bastante masculino.
     La mujer de la foto parecía ser toda una belleza llena de gracia, pero la imagen que Kirishima pintó para él con sus palabras, sonaba más como si ella hubiera sido una jovencita determinada y firme.
     -Sip, no creo haber ganado jamás una pelea con ella. Y eso me recuerda que fue ella quien me propuso matrimonio también; nos comprometimos tan pronto como nos graduamos de la universidad -con su manera de hablar tan suelta y su actitud desenfadada, Kirishima a menudo se veía como el tipo de hombre que jugaba demasiado, pero él era extraordinariamente resuelto-. Ahora que lo pienso... quizás ella estaba apurada. Con el pasar de los años, su fuerza había comenzado a flaquear, y luego de tener a Hiyori, fue un constante ir y venir del hospital... Ella dio una gran pelea, pero... ¿qué se puede hacer?
     -...
     Aun a su edad, Yokozawa no tenía idea de que se suponía que se debía decir en momentos como este. Sin importar cuanto tratara de simpatizar, solo aquellos que han estado allí, quienes lo han experimentado, podrían realmente comprender como se sentía; y él no tenía idea de cuan doloroso debió ser separarse del compañero con el que había compartido su vida desde la secundaria por la muerte.
     -... Puedo entender someramente lo que quieres preguntar. Estás pensando "que tal si ella estuviera aquí ahora", ¿cierto?
     -... -Yokozawa, sin palabras, levantó la cabeza ante el acertado comentario de Kirishima. 
     -Después de todo, los humanos no pueden evitar preguntarse "¿qué tal si?". Diablos, no puedo ni decir cuantas veces deseé poder simplemente... volver atrás en el tiempo. Pero, ahora mismo, todo lo que tenemos es el presente.
     Las palabras de Kirishima perforaron su pecho. El hombre debió pasar incontables noches agonizando por todo esto completamente solo; sus palabras guardaban el peso de los deseos y preocupaciones reprimidos a más nopoder.
     -Ahora bien, no estoy negado el pasado que llevo conmigo. Incluso ahora, todavía amo a Sakura, y atesoro todos los recuerdos que tengo con ella. Pero, ya no la tengo a mi lado. No puedo cambiar esa realidad, y debido a que eso es parte de mi pasado, yo soy quien soy ahora... Es igual para ti, ¿cierto?
     -¡! -Yokozawa se sobresaltó cuando la pregunta le fue devuelta.
     "Tú no tienes que olvidar cuanto lo amaste antes."
     Esas palabras... quizás ellas fueron brindadas en base a la propias experiencias de Kirishima. Incluso ahora, él aún no podía decir cuales habían sido las verdaderas intenciones de Kirishima en ese momento. 
     Continuar amando a alguien... y nunca olvidar que solías amar a alguien... ellos eran tan parecidos y aun así tan diferentes. Yokozawa se estaba dando cuenta de esto por primerísima vez.
     -Yo nunca, nunca pensé en ti como en el reemplazo de ella. Y nunca pensé que tú tuvieras algo en común con ella. Sí... supongo que si tuviera que sugerir algo que ustedes dos comparten... sería el hecho de que yo sencillamente quiero hacerte feliz, en serio.
     -...
     Su pecho se estrujó ante la confesión de Kirishima, y mientras se debatía luchando por contener las emociones que se agolpaban en su interior, Kirishima habló en un tono diferente: -¿Sabes cómo... se suele preguntar a quien salvarías si estuvieran pendiendo de un risco?
     -¿Qué hay con esa frase así de repente? -ante la expresión de confusión en el rostro de Yokozawa, Kirishima batió sus manos frente a él, urgiéndolo a escuchar solamente.
     -Si yo me viera en esa situación... salvaría a Hiyori. Sin pensarlo dos veces. Pero, luego me quedaría allí parado, esperando y confiando... que tú saldrías a flote por tu cuenta.
     La astuta respuesta inspiró risas: -... Esa es una manera bastante conveniente de decir las cosas -mientras él reía, frotó su dedo en el rabillo del ojo con indiferencia, allí donde las lágrimas amenazaban con derramarse.
     -¿Y qué hay de ti? ¿Me salvarías?
     -Como si tú necesitaras que te salven -la declaración de Kirishima de "esperar y confiar" había alejado todas las preocupaciones y la ansiedad que se habían apoderado de Yokozawa.
     En el ejemplo de Kirishima, él probablemente hubiera hecho hasta lo imposible para salvar a Takano antes de que éste siquiera se acercara al borde del risco. Había sido por demás sobreprotector, incapaz de sacudirse los recuerdos de ese período horrendo. Takano en su peor momento había necesitado con desesperación de alguien que lo ayudara, pero ahora era diferente. No solo podía valerse por sí mismo ahora, sino que también había comenzado a ir hacia adelante por sí mismo. El único que se había quedado varado, parado en el mismo lugar, había sido el propio Yokozawa.
     Y había sido todo gracias a Kirishima el que él pudiera finalmente verse a sí mismo desde un punto de vista objetivo como ahora.
     -Yo quiero pasar el resto de mi vida contigo, desde ahora hacia el futuro. ¿Y tú?
     -Yo...
     Él no quería decir algo a la ligera, y mientras pensaba por un momento, eligiendo sus palabras con cuidado, Kirishima se rió con autodesprecio y le dijo irónicamente: -... Así que en serio tú prefieres a Takano, ah...
     -¿Ah? -¿por qué había saltado ese nombre justo ahora?
     Ante esta respuesta, que denotaba confusión, Kirishima aclaró evasivamente: -Es solo que... ¿No lo recuerdas? Tú lo estabas llamando ayer...
     -Oh... -en este punto recordó que cuando sintió que había alguien cerca, en su estado medio adormilado, él había mencionado el nombre de Takano sin pensarlo. Kirishima debió estar molesto por esto.
     -Supongo que cuando todo llega a un punto crítico, es a él a quien recurrirías, ¿ah? Aunque supongo que nopuedes exactamente depender de alguien que apenas puede limpiar su propia casa...
     -¡No es eso! -le interrumpió, refutando las infundadas especulaciones de Kirishima en pánico. Él no habíallamado a Takano, a él solo se le había escapado sin pensar el nombre del único amigo que iba con cierta regularidad por su departamento.
     -¿Entonces cómo es?
     Ante la presión vagamente fastidiosa de Kirishima, Yokozawa disparó avergonzado: -Yo solo... ¡no esperaba que estuvieras aquí ayer! Después de todo, yo fui quien te echó el otro día; ¡no podía pedir que estuvieras aquí!
     -Sabes que no tienes que preocuparte por ese tipo de cosas conmigo.
     -... Sin embargo, yo como que tenía esperanzas de que tú vinieras -él no había deseado admitir algo tan vergonzoso, pero si permitía que este malentendido continuara, ellos simplemente terminarían desencontrándose otra vez.
     -... Rayos, di ese tipo de cosas de frente.
     -¡..! -Yokozawa se quedó sin aliento cuando sus rostros se acercaron con un rápido movimiento. Su corazón dio un gran vuelco, y pudo sentir como se aceleraba su pulso hasta en la punta de sus dedos- ¡Estás... demasiadocerca, demonios!
     -¿Tímido?
     -¡Oye, ya basta! -incapaz de ver a Kirishima a los ojos, Yokozawa desvió la mirada.
     Él solo se había dado cuenta hasta hace poco... pero a él parecían gustarle de veras la facciones del rostro de Kirishima. No podía contar cuantas veces se había pescado perdido en el aspecto que mostraba el hombre con sus ojos entreabiertos mientras leía un libro o una revista. Quizás él siempre tuvo un no se que por las personas atractivas y nunca lo notó siquiera.
     -Vamos, mírame -gimoteó Kirishima, expresando su descontento, incapaz de soportar que Yokozawamantuviera su cara volteada lejos de él. Se inclinó sobre la mesa y agachó su cabeza para echar un vistazo desde abajo y encontrarse con la desviada mirada... en cuyo punto Yokozawa aprovechó su oportunidad y atacó.
     -¡Dije que ya basta..!
     -¡¿?!
     Estiró una mano bruscamente y agarró el cuello de la camisa de Kirishima jalándolo hacia adelante, y selló sus labios. Kirishima se quedó mirando con los ojos abiertos de par en par por el shock que le produjo la facilidad con que Yokozawa alcanzó su objetivo.
     -Solo cierra el pico por un rato -gruñó su orden Yokozawa, soltándolo inmediatamente. Aunque estuviera momentáneamente complacido de que su venganza hubiera salido tan bien, se encontró inmediatamente lamentando sus acciones.
     -... Guau, estás bastante proactivo hoy. Nunca hubiera esperado que  me sedujeras a ... 
     Su voz flaqueó ante la inesperada reacción: -Sedu... ¡no interpretes las cosas a como que te plazca!
     -Vamos, no hay necesidad de ser tímido~
     -Sabes, yo no ando por ahí de tímido contigo todo el tiempo.
     -¡Excelente, entonces pongamos manos a la obra ya que estamos en onda!
     -¡Tienes una idea muy equivocada si crees que esto es estar en onda en primer lugar! ¡Oye, suéltame! ¡¿Qué estás haciendo?!
     -¿Tienes que preguntar? Rayos, que zopenco tan poco romántico.
     Yokozawa continuó protestando violentamente, pero Kirishima no mostró ninguna señal de escuchar. Muy al contrario, en su lugar, agarró el brazo de Yokozawa y lo levantó de su asiento, fingiendo ignorancia a las claras.Yokozawa se encontró siendo arrastrado hacia su habitación y lanzado al borde de la cama, donde Kirishima se le subió encima mientras él permanecía echado sobre su espalda.
      -¡..! -su aliento se quedó atrapado en su garganta ante la posición; Kirishima lo mantenía tumbado bajo suyo agarrándolo por los hombros mientras lo miraba desde arriba.
     -... ¿Estás nervioso?
     -Ni con un demonio.
     -Tomaré esa negación embroncada como un "sí". Aún estás recuperándote, así que solo quédate ahí y relájate.No te preocupes, aquí no está Hiyori, así que te la puedes tomar con calma.
     -Esta es mi casa, por supuesto que ella no está aquí.
     -Tampoco está Sorata, así que solo por hoy, puedes darte el lujo de ser abierto y honesto, vamos. Oh y, ¿a propósito? No puedes poner como excusa eso de "no me he dado un baño" esta vez.
     -...
     Ante este comentario de Kirishima, que le ganaba de mano en la contienda, Yokozawa se dio cuenta tardíamente de que acababa de salir de la ducha. Aprovechando la oportunidad, ya que la voz de Yokozawa se encontraba detenida en su garganta, Kirishima selló sus labios con un beso, deslizando su lengua por su boca y derritiendo su cuerpo: -Ngh... nn...
     Maldición, este tipo sí que era bueno besando. Si ellos hubieran estado de pie, sus piernas se hubieran rendido justo ahora. Nunca le había disgustado el toque de sus cuerpos, pero odiaba tener sus sentidos al desnudo y expuestos a la vista de todos. Quizás era por esto que la armadura que siempre llevaba encima era tan gruesa.
     -Sabes... estabas bastante lindo en la agonía de la fiebre.
     -... ¡Ngh, porque ..! -se sonrojó al escuchar que le volvían a recordar un tema que debió quedar cerrado. Ya era bastante malo saber que alguien lo había visto en tal estado, con todo su buen juicio tirado por la ventana, pero él solo quería morir recordando como no había estado seguro de que era real y que era un sueño en ese momento.
     -Bueno, jamás me sonríes de esa manera usualmente... Aunque lo haces para Hiyo con bastante facilidad.
     -¿Cuál demonios es el punto de estar celoso de tu propia hija? Y si fuera por ahí sonriéndote así todo el tiempo, ¡sería asqueroso!
     -Nono es así. Yo pensé que fue lindo.
     -... Oh cierto. Ese es justo el tipo de persona que tú eres; lo olvidaba -sus fuerzas lo abandonaron de cara al serio y honesto hincapié de los sentimientos de Kirishima, y aventó sus miembros explayados en la cama. Era estúpido seguir luchando contra él en este punto. Era claro que él estaba discutiendo solo por discutir, y ser irracionalmente testarudo solo hacía más feliz al tipo.
     -Aun así, no puedo creer que todavía tenga que recordar a mi edad eso de "guau, el amor puede ser un verdadero dolor de cabeza a veces". Sentirme preocupado y lamentar las cosas inmaduras que haya dicho o hecho, ponerme nervioso por el más simple y pequeño de los comentarios...
     Yokozawa se encontró cautivado por la sonrisa del avergonzado Kirishima; quizás todos los comentarios francos y abiertos que hacía a menudo solo servían... para disfrazar este lado suyo.
     -Quizás esto es a lo que la gente se refiere cuando dice eso de "encontrar el amor en los años dorados".
     -¿De qué diablos estás hablando? Aún no soy tan viejo -le retrucó Kirishima y luego rió con fuerzas. Si el primero en enamorarse era el que estaba condenado a salir lastimado, entonces ninguno de ellos saldría sin un rasguño de esto, probablemente. 
     -... Yo me siento igual.
     -¿Ah?
     -Yo me pongo todo... nervioso por ti también, ¿sabes?. Así que, hazte responsable.
     -¡¡!!
     Yokozawa estiró su mano nuevamente y enroscó sus dedos en el cuello de la camisa de Kirishima, jalándolo hacia adelante y robando sus labios. Forzó la entrada de su lengua e inició un provocativo beso, luego deslizó su mano libre por la nuca de Kirishima, mientras él permanecía allí atolondrado, y profundizó su beso aún más. Haciendo a un lado todo sentimiento de vergüenza, atrevidamente arrasó con la boca de Kirishima; si mostraba siquiera una pizca de timidez aquí y ahora, quedaría a merced del tipo.
     Lentamente se apartó y susurró: -Ahora esto... soy yo seduciéndote.
     Y aunque unos cuantos lamentos se quedaron merodeando en el fondo de su mente, ya no había vuelta atrás.

Continuará...  

9 comentarios:

  1. Que capítulo mas lindo owo es tan hermoso... Me encanta<3

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  2. Eso... es una verdadera reconciliación.
    He dicho.
    ¡Gracias!

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  3. wooo!!! me los imagino!! me encanta esta novela ahora el proximo cap :3

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  4. etoo... la historia de zakura y zen se parece un poco demasiado a kaichouwa maid sama.... bueno...solo digo....(no es que crea que sea una copia solo digo que me recordo ese manga/anime)

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    1. Cierto ami también me recordo mucho a kaichou demasiada similitud

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  5. Deosss jamas pensé ver esta faceta de yokozawa awwwww me encanta es tan es tan ������ uke atrevido xD gracias por la traducción :3

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  6. Me gusta mucho este capítulo, la plática profunda sobre su pasado y la forma en que se expresa Kurishima me hicieron llorar en su tiempo.

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