miércoles, 9 de abril de 2014

Cuento Corto 1

Publicado por KanaAmai en 18:08

Tipo: Novela/Traducción
Título: Yokozawa Takafumi no Baai
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor / Circulo: Nakamura Shungiku
Clasificación: Shonen-ai
Idioma: Español
Fuente: SeptemberScanlation
Notas: Agradecimiento especial a DrL por ayudarnos con esta novela :D. Por favor, disfruta y siéntete libre de enlazar la genteA ESTE LUGAR para leer.

Traducción: DrL 
QC: Kana_chan






Sekai-ichi Hatsukoi-Yokozawa Takafumi no baai
(Cuento corto - Completo)





Hiyo había estado haciendo bastante alboroto desde hacía rato frente a la televisión viendo el video reproduciéndose en la pantalla que mostraba las anteriores festividades del día de deportes tal como fueran grabadas con una videocámara casera que Kirishima había pedido prestada.

-¡¡Ah, mira, mira!! ¡Ahí estás, Oniichan!

 -Sí, sí, ya veo... 

Yokozawa hizo una mueca, viendo de reojo para encontrarse a sí mismo en la pantalla, parado en la línea de largada. Viéndose así a sí mismo, era fácil notar que él era una buena década más joven que la mayoría de los demás padres quienes estuvieron parados a su lado, un hecho que resultaba aún más vergonzoso por lo inusualmente encendido que estuvo en ese momento.

-¡Oniichan~! ¡Da lo mejor~!

-¿Qué quieres decir con da lo mejor? ¡Ya sabes como terminó!

-¡Oh vamos, no hace daño darte ánimos! Ah, ¿¿te estás sonrojando, Oniichan??

-No -. 

Claro que no lo estaba, solo que no podía soportar esto. En primer lugar, la razón por la que Yokozawa había participado en la carrera de obstáculos para padres y tutores fue porque a Kirishima le habían endilgado a último minuto algún trabajo del que no podía zafarse. Aunque Hiyori no había protestado ni un poco, aun luego de que su padre le hubiera informado que él no podría participar en las actividades del día deportivo de su escuela, ella había estado más que contenta al saber que Yokozawa iría en su lugar.

 Sin embargo, una vez que él se hubiera ofrecido participar, Yokozawa había jurado que no se avergonzaría a sí mismo, y así, muy lejos de la vista de Kirishima o Hiyori, Yokozawa había estado corriendo unas vueltas todas las mañanas y haciendo un poco de entrenamiento muscular para prepararse para ese día.

Al final, Kirishima había terminado de almorzar con su autor a tiempo para llegar al programa de la tarde, pero apenas si podía correr vestido como estaba con traje y zapatos, así que Yokozawa igual tuvo que participar.

Al sonido de la pistola, Yokozawa había salido a la carrera, sorteado los obstáculos uno por uno, convirtiéndose fácilmente en el primero en alcanzar una pequeña mesa donde yacían varias tarjetas colocadas boca abajo. Sin vacilar, levantó la tarjeta más próxima a sus pies, y reflexivamente miró en cierta dirección. Sin embargo, inmediatamente después, recobró sus sentidos y se dio vuelta para mirar en la dirección opuesta, y salió corriendo otra vez.

-¡¡Kyaa!! ¡Oniichan, eres tan guay!

 Ahora Yokozawa había partido y corría hacia donde Hiyori estaba sentada con los demás chicos de 5to. grado. Agachándose levantó a Hiyori de donde ella estaba sentada en la primera fila y salió de nuevo hacia donde estaban apostados los maestros que hacían de jueces corriendo con todas sus fuerzas. Luego de hacer que ellos le sellaran su tarjeta como testimonio de que había superado la prueba, se dirigió hacia la meta, dejando a los demás participantes mordiendo el polvo mientras cruzaba la línea de llegada. Hiyori, cuyos ojos se habían abierto de par en par de la sorpresa cuando Yokozawa la había cogido en sus brazos, era ahora toda sonrisas, encantada de que Yokozawa consiguiera quedarse con el primer lugar.


-¡Estuviste increíble, Oniichan! ¡Pero realmente me diste un susto cuando me alzaste!

-No tenía mucha opción con el asunto, ¡solo tenía que agarrarte y correr!

-¡Je je, sip! ¡Todas mis amigas estaban muertas de envidia también! ¡Dijeron que yo era como una princesa!


Sin embargo, justo cuando Yokozawa se permitió un momento de descanso al ver su imagen desapareciendo de la pantalla, Kirishima se coló con la única pregunta que él absolutamente no quería tratar en ese momento: 

-Eso me recuerda, ¿qué estaba escrito en esa tarjeta?


-... Eso es un secreto.

-¿Qué? ¿Qué problema hay? ¡Dime! Hey, Hiyo, ¿qué decía?

-¡No puedo decirte, papá! ¡Es el pequeño secreto de Oniichan y mío~! Y, tengo planes con Yuki-chan mañana, ¡así que me voy a la cama! ¡Buenas noches!

-Que demonios, ¡dime! ¿Por qué están ustedes haciéndose los tontos así?

-Tú escuchaste a Hiyo, es un secreto. No puedo decirte -

Yokozawa había puesto una expresión calmada y de superioridad, pero por dentro estaba estallando en sudor frío, todo nervios.
La tarjeta tenía Tu persona más importante escrito en ella.

Yokozawa asumió que se había escrito así con la intención de que el padre que la levantara, corriera y agarrara a su hijo, pero en el momento en que él había leído esas palabras, sin pensar, buscó a Kirishima en la multitud.

-Sin embargo, cuando levantaste esa tarjeta, ¿no me miraste por un segundo?

-N-no. Estaba buscando a Hiyo.

-Bueno, no ibas a encontrarla mirando en los asientos de los padres.

 -¡Ya sé eso! Solo cometí un error, eso es todo 

No había ninguna endemoniada forma de que Yokozawa fuera a permitir que Kirishima supiera que la primera persona en quien había pensado cuando leyó: persona más importante, fue en él. Sin embargo, ante el titubeo de Yokozawa, Kirishima no cedió en su investigación, ni un poco.

-¿Será quizás que tú no quieres que yo sepa lo que estaba escrito en esa tarjeta?

 -No es eso. Te estoy diciendo, ¡no fue nada! No te salgas de tus casillas con eso... Ah, Hiyo, ¿no es casi hora de que estés en cama? No pienses que solo porque es fin de semana puedes quedarte despierta pasada tu hora de dormir. Ve a lavarte los dientes.

-¡Ya está listo! Sora-chan~ ¡vamos a la cama!

Al escuchar su nombre, Sorata levantó su cabeza desde donde había estado enroscado en el sofá, luego bajó de un salto y siguió a Hiyori a su habitación. Los dos se habían vuelto bastante unidos, comportándose como si hubieran sido amigos por el tiempo más largo.
Viendo a Yokozawa observar al par marcharse juntos con una leve sonrisa en su rostro, Kirishima saltó en voz baja: -Intentaste escaparte justo ahora, ¿no? Pero debo decir que encuentro este titubeo tuyo un tanto sospechoso...


Yokozawa se estremeció cuando Kirishima dio en el clavo. 

-¿Por qué demonios estás tan obsesionado con esa estúpida tarjeta de todos modos? Es un prueba para un día de deportes de una escuela primaria...


-Porque ahora mis sensores se están activando.

-¿Ah? ¿Qué se supone que significa eso? No te entiendo para nada.


Yokozawa se alejó de Kirishima, moviéndose como si fuera a agarrar su lata de cerveza vacía, pero subsecuentemente encontró sus brazos sujetos a su espalda. 

-Tratando de huir, ¿no?


-Yo, ¡no lo estoy! ¡Estaba tratando de coger mi cerveza, eso es todo..!

-Confiesa.

-De. Ninguna. Manera.

-Si no lo haces, me temo que tendré que sacártelo a besos.

-¿Qué clase de endemoniada amenaza es es..? -

Girando atónito de cuanto se oían como una pareja coqueteando justo ahora, Yokozawa rápidamente encontró sus labios capturados, justo como Kirishima había jurado. Su aliento fue robado por el beso mientras sus labios eran prácticamente acosados. 

-¿Qué... estás haciendo?


-Solo asumí que el no confesar era tu forma de decir que querías que te besen.

-¡No hagas tus propias conjeturas así nomás!

-¿No te gustó?

-Eso no es algo que haces aquí afuera, al descubierto -

Otra cosa sería si ellos hubieran estado en la habitación de Kirishima; pero esta era la sala de estar, donde ellos compartían las comidas y jugaban con Hiyori. Él no quería asociar nada que no fuera una atmósfera normal, de todos los días, con este lugar.

-Ah~ está bien. Hiyori se duerme rápido.

-No está bien. Es importante hacer distinciones en este tipo de situaciones. Quizás esta noche esté bien, pero nunca se sabe cuando algo saldrá mal en el futuro.

-En serio que eres cabeza dura cuando se trata de cosas como esta; aunque debo decir, que me encanta eso de ti.

-...

Sin embargo, justo cuando él se preguntaba si debería escapar tímidamente de los labios que se habían acercado otra vez, la voz de Hiyori los alcanzó: 

-¡Papá!


-¿..? -

Yokozawa se arrancó a sí mismo lejos de Kirishima justo cuando sus labios habían estado a punto de rozarse. Afortunadamente, ellos estaban casi sentados en el piso en este punto, y así habían quedado cubiertos de la vista por el sofá, de modo que no había forma que Hiyori los hubiera descubierto.
En marcado contraste con Yokozawa, quien intentaba evitar que su corazón se sintiera como si fuera a salir por su garganta, Kirishima puso una expresión fresca y serena en su semblante.

-¿Qué pasa?

Jugueteando consigo misma, Hiyori se acercó a Kirishima, quien lentamente se posicionó de nuevo en el sofá, sentándose correctamente.

-Hum, ¿crees que... puedas sacar una foto de Yuki-chan del video que filmamos..?

-Seguro, solo deberías llamarnos mañana y hacerme saber de donde sacar la imagen. Te enseñaré como usar el software de la cámara.

-¡Sí! ¡Gracias, papá! ¡Entonces, le enviaré un mensaje de texto a Yuki-chan y le haré saber! ¡Buenas noches a ustedes dos! 

Sus preocupaciones se esfumaron, Hiyori les mostró una sonrisa brillante y regresó a su habitación.
 Yokozawa dejó salir el aliento que estuvo conteniendo ante la repentina interrupción y sintió como la tensión abandonaba su cuerpo. Se sentía como si acabara de perder unos buenos diez años de su vida por lo sucedido en los últimos cinco minutos.

-Fiu, eso estuvo cerca~

Yokozawa le lanzó una mirada fulminante a Kirishima, quien a pesar de sus palabras no parecía sentirse ni un poco preocupado, en lo más mínimo. 

-No me vengas con esa porquería de "estuvo cerca". ¡Es por eso que dije que no podemos hacer ese tipo de cosas aquí! -

Él mantuvo sus quejas en un tono bajo para asegurarse de que Hiyori no los escuchara.
A esto, Kirishima se encorvó para acercar su rostro al de Yokozawa, diciendo casi en un suspiro: 

-Sin embargo, tú estabas totalmente dispuesto a ello.


-¡Quién estaba..! -pero su visión se volvió borrosa al admitirse a sí mismo que la acusación... no era enteramente infundada. Si él realmente no lo deseaba, fácilmente podría haber protestado más encarnizadamente.

-... ¿Y? ¿Continuamos desde donde lo dejamos?

-¡Ni de broma! -Yokozawa reaccionó con tono agudo, ignorando la mano que Kirishima había puesto en sus hombros.




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-Muy bien entonces, eso concluye la reunión para la decisión del tiraje de este mes. Muchas gracias, y espero verlos a todos otra vez el próximo mes.

Cuando Yokozawa dio por terminada la reunión, todos los miembros presentes se levantaron de sus asientos para salir. La reunión del día terminó yendo relativamente bien, concluyendo con pocos problemas o asuntos en el camino.
Echando una mirada a su reloj, Yokozawa notó que habían terminado marcadamente temprano. Con esto, ahora podía asegurarse una oportunidad para hablar, y miró a Kirishima, quien estaba sentado en diagonal frente a él.

-¡..!

Pero aunque típicamente, Kirishima sería el que buscaría los ojos de Yokozawa y lo miraría fijamente hasta que él se pusiera incómodo y se diera vuelta, esta vez fue Kirishima, quien desvió su mirada; añadiendo un insulto a la injuria al salir como una flecha de la sala de reuniones con una incomprensible expresión amarga.

-... Rayos, se escapó...

-¿Dijo algo? -ante la maldición murmurada por Yokozawa, Henmi, sentado a su lado, volvió hacia él una cara llena de dudas.

-Solo, hablándome a mí mismo. ¿Puedes hacerte cargo del resto por tu cuenta?

-Bueno, sí, pero, ¿va a algún lado?

-Sí, lo siento; toma estos documentos y regresa sin mí - y con esta vaga excusa, se levantó del lugar y se puso en movimiento para perseguir a Kirishima. 

-Cual demonios es su problema...


Kirishima había estado actuando extraño toda la mañana. Había aprovechado toda oportunidad que tuvo para mirar a Yokozawa; pero ni una vez, había hecho por realmente darse una vuelta y molestarlo en persona. Yokozawa había esperado que, con la reunión terminada, ellos finalmente tuvieran una oportunidad para hablar, pero el hombre, una vez más, se había escabullido. 
Volando por el pasillo y sobrepasando a varios compañeros de trabajo, finalmente alcanzó a Kirishima, parado solo frente al ascensor. 

-¡Oi!

Kirishima se dio vuelta al oír su voz, pero su usual sonrisa no estaba ni cerca de verse. 

-¿Hum? ¿Qué pasa? -todo esto era bastante desconcertante.

-Necesitamos hablar.

-Entonces, ¿puede esperar? Tengo planes ahora mismo.

Yokozawa sintió una oleada de irritación dentro suyo por el modo en que Kirishima miró su reloj a propósito. 

-La reunión terminó temprano; seguramente tienes al menos diez minutos libres. 


-Acabo de recordar algo que tenía que hacer, así que...

-Dame un respiro; entra aquí -y antes de que nadie pudiera siquiera intentar detenerlos, empujó a Kirishima dentro de la sala de reuniones libre más próxima. Cerrando la puerta detrás de ellos, se colocó a sí mismo directamente en frente de esta de modo que Kirishima no pudiera escapar.

-¿Para qué demonios estás siendo tan pesado?

-¡Esa es mi línea! Has estado evitándome toda la mañana... ¿Acaso hice algo?

Eso era lo que realmente había estado preocupándole. Sabía que ciertamente tenía una manera algo ruda de hablar y podía fácilmente lastimar a alguien sin darse cuenta. No era imposible que él hubiera dicho algo hiriente sin pensar.

-Yo; no, no es... no es así... -mientras Yokozawa lo miraba fijamente, el rostro de Kirishima se derritió en la misma expresión incómoda que mostrara antes, y desvió la mirada.

Yokozawa había notado que siempre que Kirishima se sentía acorralado, tendía a voltear sus ojos hacia arriba y a un lado; esto significaba que estaba ocultando algo. Confirmando esto ahora, continuó presionando su caso: -Entonces, ¿cómo es?


-Solo... no es nada de lo que necesites preocuparte, ¿okay? De hecho, diría que es mi propio problema...

-¿Por qué demonios necesitarías evitarme a mí si algo anda mal contigo?

-Realmente... no puedo explicarlo ahora mismo -el modo cauteloso de Kirishima de poner excusas estaba verdaderamente comenzando a cansar a Yokozawa. Si había hecho algo malo, él realmente hubiera preferido que el tipo simplemente diera un paso al frente y se lo dijera de una vez.


-¿Pero mira sino serás un genio para discutir por estúpidas nimiedades?

-Hey, no le llames discutir por pequeñeces. Llámale... demostrar mi punto, enfáticamente. Y, de todos modos, realmente no es nada. Pero, daré un paso al frente y diré esto de antemano: no lo hice a propósito. Yo solo... sucede que lo vi, eso es todo -continuó dándole vueltas al asunto de la conversación, ofreciendo nada más que excusas.

Finalmente, Yokozawa no pudo soportar más la irritación, y alzó su voz: -Si tienes algo que decir, ¡solo escúpelo!

-¡Lo siento! ¡Realmente no pretendía verlo! -Kirishima súbitamente se cubrió la cara con ambas palmas de sus manos, en un claro gesto de disculpas. Pero, solo disculparse no hacía nada para aclarar la razón.

-... Sin embargo aún no entiendo de que te estás disculpando.

-... Es esa condenada tarjeta, del evento del día de deportes -murmuró finalmente, pero falló en exponer más.

-¿Tarjeta..?

-Ya sabes, de cuando corriste por mí en esa carrera.

-¿De qué carrera estás..? ¡Ah! -y ahora, él finalmente comprendió de que se trataba todo este asunto de la disculpa. En el día de deportes de Hiyori, Yokozawa había corrido la carrera de obstáculos en lugar de Kirishima como su tutor. 

Parecía que Kirishima de alguna manera había visto que estaba escrito en la tarjeta que Yokozawa había levantado en esa carrera. Yokozawa y Hiyori se habían rehusado a decirle a Kirishima que estaba escrito en la tarjeta, queriendo mantenerlo en secreto entre ellos, pero...

-Cuando fui a llevar la ropa limpia de Hiyori a su habitación, se cayó de su bliblioteca por accidente. Fue solo después de que la levanté que me di cuenta de que era esa tarjeta -probablemente él estaba balbuceando como un criminal confesando un crimen del cual él ni siquiera había sido acusado, por puro sentimiento de culpa. -¡Quiero decir, en serio yo solo pensé que decía "familia" o algo así! Yo... nunca hubiera esperado que eso estuviera escrito en ella...

-...


El hecho de que estuviera siendo tan implícito en su manera de hablar... quería decir que había descubierto lo que significaba que él hubiera sido la primera persona a quien Yolozawa mirara luego de ver las palabras persona más importante en la tarjeta . Pensándolo aun ahora, su inconsciente acción había sido absolutamente embarazosa.

 Yokozawa abrió la boca para decir su parte antes de que Kirishima pudiera burlarse de ello, pero cuando levantó la vista, se dio cuenta de que Kirishima estaba sonrojándose. En un esfuerzo por sacudir la incómoda atmósfera, pasó una mano por su pelo. 

-Diablos, ¿para que te estás poniendo todo colorado?


-No, es solo... No puedo realmente.. verte a la cara ahora.

-¿Ah?

-¡No hay remedio! Nunca hubiera imaginado que tú pensarías así, eso es todo...

-¿Qué estás..? -ver a Kirishima totalmente alterado por todo este asunto terminó haciendo que la propia cara de Yokozawa lentamente se calentara. Parecía que el sentirse atípicamente avergonzado por sus acciones, de un golpe había dejado a Kirishima incapacitado para mirar a Yokozawa.

En circunstancias normales, este hubiera sido el punto en el que Yokozawa le hubiera ofrecido un rápido rechazo, "¿Qué demonios estás haciendo hablando tonterías que no te van?", pero quizás la vergüenza de Kirishima era contagiosa, ya que se encontró a sí mismo incapacitado para articular palabras en ese momento.

Al quedarse sin palabras que decir, el par solo miró fijamente a sus pies en mutuo silencio, y el que rompió esta incómoda atmósfera entre ellos terminó siendo un pequeño entrometido sin tacto.


-¡Oh, aquí está, Yokozawa-san!

-He-Henmi...

Parecía que Henmi no había notado la extraña atmósfera impregnando la sala de reuniones y continuó con el balbuceo a su propia velocidad. 

-¡Lo estuve buscando por todas partes! Necesito preguntarle sobre el... ¿eh? ¿Qué están haciendo aquí dentro? Sus caras están coloradas; el termostato no estará averiado, ¿o sí?


 -No es nada. ¡Vayámonos Henmi!

-¿Eh? ¡Es-espere! ¡Yo fui el que vino a buscarlo a usted!


Esta vez era el turno de Yokozawa para salir corriendo y escapar, y rápidamente se escabulló de la sala de reuniones.


Era improbable que su palpitante corazón fuera a calmarse en ningún momento pronto.




Fin

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