jueves, 10 de abril de 2014

Yokozawa Takafumi no baai Vol. 3 Capítulo 5 Parte 10

Publicado por KanaAmai en 17:33

Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Retraducción: DrL 











Continuación del Capítulo 5

     -Mierda... esto está bastante mal... -suspiró echando un vistazo por sobre el hombro para ver su espalda en el espejo del tocador cuando el timbre sonó anunciando que alguien estaba llamando a su puerta. Apresurándose a ponerse una camisa, vio a través de la mirilla y encontró a Kirishima del otro lado.
     -¡Aquí estoy~!
     -¿... Te importaría irte entonces? -Yokozawa consideró a medias cerrar la puerta otra vez ante el modo intencional en que Kirishima se presentó, pero comprendiendo que él haría una escena si lo hacía, eventualmente invitó a pasar al sujeto con solo una poca de desconfianza.
     -Vamos, yo solo quería intentar presentarme así por una vez en mi vida. Pero ahora que estoy aquí, bebamos un trago. -Ataviado con una de las yukata suministradas por el hotel, Kirishima alzó la mano para mostrar la botella de shochuu que traía consigo. La bolsa plástica que llevaba en la otra mano parecía estar llena de agua mineral para preparar mizuwari.
     -¿Y qué diablos es eso?
     -Lo compré antes en la tienda de abajo. Aparentemente es una especialidad local.
     -Sí que viniste preparado. -Sabía que Kirishima estuvo husmeando en la tienda, pero no se había imaginado que el sujeto ciertamente fuera a ir a comprar bebidas alcohólicas. Probablemente él había echado un vistazo mientras Yokozawa estuvo ocupado ayudando a Hiyori a elegir souvenirs.
     -También traje hielo. Y asimismo, me tomé la libertad de tomar prestados algunos de los bocadillos de Hiyori.
     -Solo asegúrate de comprarle más luego. ¿Ya está durmiendo? -preguntó mientras sacaba dos vasos.
     -Sip. Su batería estaba agotada cuando salió de la sala de baño. Cualquiera estaría exhausto luego de jugar tanto. Por como lucen las cosas, ella no se despertará sino hasta mañana. -En efecto, ella estuvo tambaleándose como un barco a punto de hundirse durante toda la cena en el restaurante del hotel antes. 
     -Ella parecía estar bastante cansada incluso en la cena. Y tú también, debes estar exhausto por el trabajo. Aún nos queda mañana, ¿por qué no regresar temprano?
     -Bien, gracias a cierta personilla, tomé una buena siesta más temprano en la tarde y me siento bastante recargado. De hecho, puede que se me haya pasado la mano; no estoy ni un poco cansado ahora.
     -Idiota, ya no eres un niño. -Parecía ser que mientras Yokozawa y Hiyori estuvieron jugando, Kirishima realmente se había quedado dormido.
     -Nah, está bien. Pero vamos, quédate aquí conmigo un rato. Es una orden de tu superior.
     -Tú no eres mi superior directo, lo sabes. -Seguro, debido a sus roles en la compañía, Kirishima estaba por encima suyo, pero ellos estaban en departamentos completamente diferentes y por ello, el sujeto no estaba en posición de darle órdenes. 
     -Entonces, ¿accederías con pedido sincero de tu amante?
     -Dios que eres molesto. Si no te quisiera aquí, no te hubiera permitido entrar en primer lugar. 
     -Ooh, ¿qué es esto? Creo que estás manteniendo el factor tsun al mínimo esta noche. 
     -Ya cállate.
     A decir verdad, Yokozawa tampoco había podido dormir. Con el paso de las horas, su piel quemada por el sol había comenzado a arder e incluso el más mínimo contacto enviaba oleadas de dolor a través de su cuerpo en ese momento. Aunque su rostro y brazos, los cuales ya se habían bronceado, no estaban tan mal, su espalda, que recién se exponía al sol por primera vez este verano, estaba sensible de punta a punta. No esperaba poder dormir como la gente esa noche en absoluto.
     -Y bien, ¿por qué no llevas una yukata? Yo lo estaba esperando...
     -Era demasiado pequeña; no es como si pudiera remediarlo. ¿Eso es algo que tú generalmente "esperas"? Y, ¿por qué demonios la tuya es tan grande? -Yokozawa raramente encontraba una yukata que le quedara en los hoteles o posadas, así es que siempre llevaba su propia ropa de cama. Pero observando a Kirishima ahora una vez más, el ruedo le llegaba hasta los tobillos y las mangas no eran de un largo extraño.
     -La que había en nuestra habitación era demasiado pequeña, así que hice que me la cambiaran por otra. Algo bueno, pues yo no traje pijamas. ¿Quieres que pida una para ti también ya que estamos? 
     -No tiene sentido tomarse el trabajo. Probablemente solo los molestaremos si la pedimos a estas horas de la no... ¡ayy! -Yokozawa trató de acomodarse en el sofá dejando escapar un aullido de dolor. Había olvidado por completo su quemadura solar al estar allí hablando con Kirishima.
     -¿Ves? ¡Te dije que te pusieras protector solar! -rió Kirishima mientras tomaba su mizuwari mirando la expresión de dolor en el rostro de Yokozawa por el rabillo del ojo.
     -Pensé que estaría bien siempre y cuando me quedara con la camisa puesta...
     -Seguro, pero te la quitaste casi de inmediato quejándote de que te hacía calor. Tu nuca también está recolorada. Pero luego, me imaginé que esto pasaría y te traigo unos regalos. -Kirishima agitó una botella de lo que resultó ser gel refrescante para tratar quemaduras por exposición solar-. Traje algunos productos para niños solo por si acaso, pero parece que Hiyo no lo necesitaba. ¿Quieres que te lo aplique en la espalda por ti?
     -Está bien, lo haré yo mismo. -Yokozawa sacó la botella de las manos de Kirishima; si él fuera a pedirle al sujeto que hiciera eso, no había forma de decir que clase de libertades se tomaría.
     La quemadura solar se debía a exposición a rayos UV, así que la única forma de conseguir algún tipo de alivio era simplemente enfriar su cuerpo. Levantándose la camisa, comenzó a aplicar el gel refrescante en su piel. Dado que este era un producto para niños, carecía del elemento mentolado, pero aún era lo suficientemente refrescante como para sentirse bien. Sin embargo, tenía que estirarse para alcanzar las partes de su espalda más severamente dañadas.
     -Te dije que yo lo hería por ti; vamos, dámelo.
     -¡Y yo dije que está bien!
     -Dios que eres tan condenadamente tímido.
     -¡Sigo diciéndote que no soy tímido! -Yokozawa se acomodó de nuevo la camisa y se volteó para esconder su espalda. Era ridículo, había estado retozando toda la tarde llevando tan solo un par de ligeros shorts de baño, ¿y ahora se sentía incómodo? Haciendo un esfuerzo por ocultar su vergüenza, cambió de tema por su cuenta-. Aun así, debimos arreglar las cosas con esos vándalos de antes. Diablos, yo iba a agarrarlos y entregarlos a la policía. 
      -No es como si pudiéramos remediarlo. Después de todo, yo no tenía la más mínima idea de que los estaban buscando por otros crímenes. -Ellos se habían puesto en contacto con las autoridades por los mocosos y fue allí cuando les notificaron sobre otros incidentes desafortunados que involucraban a los muchachos. Parecía que ellos habían estado apuntándole a niños de familias que estaban de visita en la playa extorcionándolos para sacarles dinero. La razón por la cual aún no les habían atrapado todavía se debía probablemente a que todas sus víctimas habían sido turistas esperando evitar cualquier inconveniente al no hacer una denuncia policial.
     De seguro que a Hiyori la asustaron pero dado que no la habían lastimado y no le habían robado en realidad, aparentemente era difícil para la policía involucrarse. Sin embargo, en un esfuerzo por hacer tanto como pudieran para ayudar, ellos habían tomado la fotografía que Kirishima les hubiera sacado a los muchachos.
     -Espero que consigan atraparlos pronto, al menos...
     -Dada su forma de actuar, estoy seguro de que pronto saldrán de su escondite. Después de todo, ellos dijeron que aumentarían el número de oficiales patrullando, así que dudo que permanezcan libres por mucho tiempo.
     -... Y bien, ¿Hiyo mencionó estar asustada desde entonces? -Esa era la única cosa que le preocupaba verdaderamente. Aun si ella no sufriera ningún daño físico, pudiera ser que se ganara algunas cicatrices emocionales. Temiendo que hacer mucho alboroto por el asunto solo le pesaría a Hiyori, Yokozawa evitó tocar la discusión en absoluto.
     -Tú apareciste rápidamente, así que dudo que ella haya sufrido ningún trauma o algo. Muy por el contrario, ella seguía hablando una y otra vez de cuan increíble había estado su Oniichan. Debo admitir que para ser honesto me sentí realmente un poco celoso.
      -¿Perdón? ¿Cuál demonios es el punto en estar celoso de tu propia hija? -Yokozawa se quedó boquiabierto por el shock ante la confesión de Kirishima. Aunque en principio consideró que solo se trataba de una broma de mal gusto, parecía que él en realidad estaba un poco irritado. Honestamente, hay límites para comportarse como niño. 
     -¿Puedes culparme? Yo también quería verte actuando como todo un chico malo.
     -¿"Un chico malo"...? Sabes, yo no hice mucho. De hecho, si yo no le hubiera quitado los ojos de encima a Hiyori... -Si él no se hubiera permitido separarse de Hiyori, ella no tendría que haber pasado por una experiencia tan horrenda, se recordó Yokozawa desalentado. Que ella hubiera experimentado algo tan horrible en el viaje que tanto anhelara era la última cosa que él hubiera deseado.
     -Quizás, pero tú la salvaste, así que todo salió bien al final, ¿cierto? Aparte, yo soy su padre, yo mismo debí estar cuidándola. Cuando lo piensas, yo soy quien está en falta aquí.
     -Eso es... -Yokozawa trató de refutar su punto, antes de darse cuenta de que esta era solo una discusión sin fin. Mientras se tragaba sus palabras, Kirishima terminó la conversación por sí mismo.
     -Solo, dejemos de discutir sobre quien está en falta. Después de todo, probablemente tú termines pateándote el trasero incluso si yo no digo nada. Además, los que realmente están en falta son esos vándalos. 
     -... Tienes razón. -Kirishima obviamente había visto a través de Yokozawa, leyendo sus intenciones como un libro, y siempre terminaba consiguiendo sobrepasarlo. 
     -Y en serio, creo que Hiyo estaba más preocupada por como accidentalmente me llamó "papá". ¿Crees que bromeé demasiado? 
     -Sabes, si no lo controlas, ella comenzará a odiarte.
     Aunque Yokozawa solo resaltó la peculiaridad haciendo un esfuerzo por distraerla de sus preocupaciones, se estaba dando cuenta de que podía ser que él en realidad haya herido sus sentimientos.
     -Estoy seguro de que está bien. Aunque en algunos años más ella probablemente no ya quiera tomase de las manos conmigo... Ugh, supongo que esto significa que tendremos que terminar con estos viajes durante la escuela primaria, ah...
     Yokozawa sintió que su corazón se estrujaba ante el obvio desaliento de Kirishima. Parecía que él aún se estaba preocupando por lo que Yokozawa dijera antes; pensando que tal vez había ido demasiado lejos, trató de alentarlo.
     -... Vamos, estoy seguro de que Hiyo estará bien.
     -¿Hum?
     -Después de todo, ella está loca por ti; nunca te llamaría "asqueroso" o algo así. No con la forma en que ella alardea de ti a tus espaldas. 
     -¿... Estás tratando de levantarme los ánimos? 
     -¿Tienes algún problema con eso? -Yokozawa se puso incómodo bajo la mirada lasciva que Kirishima estaba posando en él.
     -Supongo que realmente soy amado, ¿ah?
     -No te dejes llevar.
     -Venga, no te avergüences~.
     Kirishima le dio una palmada en la espalda: -¡¡Ayy...!! -y Yokozawa soltó un aullido de dolor. La piel que ardía por su quemadura solar estaba excesivamente sensible, incluso al más leve de los roces. Yokozawa volvió una mirada de reproche a Kirishima, quien inmediatamente ofreció una irónica sonrisa de vergüenza.
     -Ah, lo siento, fue mi culpa. Lo olvidé.
     -¡Ya dame un maldito respiro; si hiciste eso a propósito te juro que yo...! -Gracias al gel, una gran parte del ardor se había aliviado, pero las porciones de su espalda que él no pudo alcanzar aún dolían ferozmente. En este punto, era mejor tomar otra ducha de agua fría.
     -... Tomaré otra ducha. No puedo dormir así. -De seguro todo el gel que se había aplicado se iría bajo la ducha, pero él esperaba aprovechar esta oportunidad para calmar tanto su cuerpo como su mente.
     Entró en el cuarto de baño quitándose la ropa y tirándolas a un lado, luego se empapó con agua fría desde la cabeza a los pies. Mientras su enardecido cuerpo se enfriaba bajo la ducha, el dolor comenzó a ceder. Ahora que el dolor era menos intenso que antes, probablemente podría dormir, siempre y cuando permaneciera boca abajo.
      Yokozawa se quedó de pie allí, dejando que la ducha cayera sobre él como un monje en entrenamiento, cuando se dio cuenta de que la puerta de vidrio se estaba abriendo. Volteándose preocupado, encontró a Kirishima parado justo detrás de él.


     -¡¿Qu-qué demonios estás haciendo?!
     -Yo también voy a entrar; hazte a un lado. -Kirishima ya se había quitado suyukata y su ropa interior, abriéndose camino en la cabina de ducha completamente desnudo y, aunque no era precisamente la primera vez que Yokozawa lo veía en tales condiciones, él inconscientemente desvió la mirada.
     -¡Si quieres darte una ducha, usa tu propia bañera! -El compartimiento era demasiado pequeño para acomodar cómodamente a dos hombres de más de un metro ochenta de altura. Al pararse bloqueando la puerta como lo hacía Kirishima, evitaba que nadie más entrara o saliera.
     -... Tienes que saber que no estoy aquí por una ducha, ¿cierto?
     -¡En-entonces al menos espérame afuera!
     Los brazos de Kirishima rodearon sus flancos para acomodarse en sus caderas acercándolo para susurrarle al oído: -Ya no puedo esperar más.
     -¡¿...?! -Yokozawa se quedó sin aliento ante la confesión.
     -Recuerdas que te dije... que era mejor que te prepararas, ¿cierto? ¿Qué tal te fue con esas fantasías?
     -¿Quién demonios haría...?
     - lo harías; al menos eso es lo que sugiere tu rostro.
     -No lo hice. -Y ciertamente, no se había consentido con ninguna fantasía en concreto. En  efecto, no pudo hacerlo. No tenía suficiente experiencia para siquiera tratar de imaginar. Incluso si tenía los conocimientos básicos de lo que podría suceder, resultaba difícil ponerse en esa situación.
     -Y bien... ¿qué imaginaste? 
     -¡Ya te dije que no lo hice...! -Yokozawa agachó la cabeza, desesperado por evitar que Kirishima viera su rostro, y en represalia, Kirishima dejó un suave beso en su nuca. La piel, ya ardiente por la quemadura, se puso aún más caliente ahora.
     -Yo mismo imaginé toda clase de cosas. Sobre lo que te haría...
     -¡¡!!
     -Pero primero, te lavaré el cuerpo.
     -Gracias pero no, gracias; no soy un niño.
     -No te preocupes, me aseguraré de hacerte cosas que nunca le haría a un niño.
     -Eso no es lo que quiero decir. -Pero sus protestas parecían caer en oídos sordos, y tomando en mano el jabón de cortesía, Kirishima hizo espuma y lentamente comenzó a esparcirlo en su espalda. Las palmas de sus manos lo rozaban suavemente para no agravar su piel sensible dando origen a sensaciones totalmente nuevas. Yokozawa luchó por contener los suspiros que amenazaban con escapar de sus labios, pero las manos de Kirishima continuaron su sensual asalto. 
     -Rayos, estás realmente quemado... Ahora incluso tienes líneas blancas por tus shorts.
     -¡No... las toques! -Yokozawa golpeó los dedos que comenzaban a repasar las líneas alrededor de sus caderas pero fallaron en alejar completamente a Kirishima; él debió agarrarlo por la muñecas para detener sus movimientos por completo-. Oye. Espera. -A pesar de saber perfectamente bien que era bastante inútil ordenarle que se detuviera, él no podía simplemente permanecer allí parado y soportarlo. Pero como era de esperarse, Kirishima continuó presionando, haciendo caso omiso de sus deseos.
     Sus dedos se contornearon sobre él como entes vivientes, llevando a Yokozawa a nuevas alturas, y la sensación de aquello combinado con el suave deslizamiento del jabón casi lleva a Yokozawa a gritar: -¡Ha... ng...!
     -¿Sabes...? Puedes ser tan ruidoso como quieras aquí. Nadie te escuchará fuera. No tienes porque contenerte como siempre. 
     -¡¡!! -Sin importar el hecho de que nadie más podría oírlo, no podía soportar permitirse gritar en un tono humillante. Después de todo, la persona que menos quería que lo oyera en tales condiciones estaba parado allí mismo.
     -Ya... basta...
     -¿Y qué bien nos haría eso a ninguno de los dos? ¿Qué, quieres dejarme que te vea mientras te haces una paja?
     -¿Quién diablos te permitiría...?
     -Supongo que tienes razón. Después de todo, yo soy mejor en eso.
     -Eso no es lo que yo... -Pero Kirishima rozó sus dedos sobre la punta de su hombría y la espina dorsal de Yokozawa se derritió. Apretando los dientes, contuvo el gemido que amenazaba con escapar de sus labios mientras las manos de Kirishima exploraban más allá.
     Si Yokozawa dejaba que todos sus pensamientos y lógica se esfumaran, podría pasar por esto sin sentirse tan avergonzado todo el tiempo; pero por alguna razón, siempre estaba tan exageradamente consciente de las acciones de Kirishima. Diablos, los niños de secundaria de hoy en día eran probablemente más sofisticados que Yokozawa en este punto.
     Quizás si ellos no estuvieran tan alejados en edad, no estaría tan consciente; la forma en que Kirishima le recalcaba la diferencia en sus niveles de experiencia solo agravaba este complejo en él.
     -Eso es... suficiente...
     -Bueno, eso fue rápido.
     -Cierra... el pico... -Su respiración salía en forma de jadeos pero al menos le quedaba fuerza suficiente para escupir una o dos maldiciones.
     Su cuerpo, que acababa de ser enfriado bajo la ducha, estaba calentándose incesantemente una vez más y en este punto, estaba listo para explotar con el calor acumulándose en su interior. Desesperado por llegar a un fin, se encontró incapaz de contenerse más, y cuando Kirishima lo agarró con firmeza, todo frente a sus ojos se puso en blanco: -Ha... ah... ¡ngh!
     Yokozawa alcanzó el clímax con ansias estremeciéndose mientras fluían hilos blancos. Al fin, su temblor se calmó y soltó un suspiro en el despertar de su clímax dejando que la sensación de liberación y languidez se filtraran a través de su cuerpo.
     Sin embargo, justo como consiguiera finalmente que su respiración regresara a la normalidad, Kirishima lo congració con palabras de elogio: -Buen chico~.
     -Calla. -El cumplido, que parecía más adecuado para un niño que acababa de conseguir pararse de manos, molestaba, y lentamente Yokozawa extendió la mano para cerrar el grifo de la ducha. Los blancos hilos de la eyaculación de Yokozawa se mezclaron con las burbujas que caían sobre su cuerpo y se arremolinaron juntos por el drenaje; mientras permanecía de pie bajo la ducha fría también su mente comenzó a enfriarse.
     Luego de varios largos minutos, cuando finalmente se calmó, giró su mirada hacia un lado y se sobresaltó: -... Y bien, ¿qué harás con esto? -La hombría de Kirishima, justo en su campo de visión, se proyectaba hacia arriba casi cómicamente erecta y deseosa, y su postura abierta y descarada dejó a Yokozawa sintiéndose extrañamente avergonzado, incapaz de fijar su mirada directamente a pesar del hecho de que ambos eran hombres-. Te encargarás de ello, por supuesto. Ahora veamos... en vista de que es una ocasión especial, ¿quizás haga que me satisfagas oralmente? 
     Kirishima estiró su mano y agarró el mentón de Yokozawa, el sugerente brillo en sus ojos y el modo en que pasó un dedo siguiendo la línea de su labio inferior envió un estremecimiento de anticipación a lo largo de su espina dorsal.
     -... Peeeero estoy bastante seguro de que eso será demasiado reto para ti. Después de todo, dudo que jamás hayas hecho eso.
     -Yo... puedo manejar eso, al menos -protestó Yokozawa por reflejo. Quizás esa fue la intención de Kirishima desde el vamos, desafiarlo a aceptar, pero Yokozawa al menos entendía bastante bien que eso era más que nada desesperación de su parte. El remordimiento inmediatamente colmó su interior pero no tenía ninguna intención de retirar lo que acababa de jurar-. Pero no quiero oír ninguna queja si apesto haciéndolo.
     Se arrodilló en el lugar y estiró una mano para agarrar la hombría de Kirishima, entonces Kirishima, inusualmente nervioso, respondió: -¿Estás... estás hablando en serio?
     -¿En serio crees que yo bromearía con algo como esto?
     -No tienes porqué esforzarte, en serio. -El tono vacilante en su voz sugería que su desafío de antes no había sido más que una broma. Quizás él asumió que Yokozawa simplemente estaba entonado en ese momento, pero él no había ingerido suficiente alcohol esa noche como para afectar su juicio. Si estaba embriagado de algo, probablemente sería el viaje en sí mismo.
     -Cállate si no quieres que te muerda -le recordó con agudeza, luego volteó el rostro y acalló la parte de él que quería acobardarse antes de abrir su boca ampliamente. Repasó su lengua sobre el dorso de la hombría de Kirishima, lamiendo en línea recta por sobre la cabeza hasta la punta.
     -¡¿En serio que tú...?! -Los murmullos de incredulidad de Kirishima llegaron hasta los oídos de Yokozawa y ciertamente, él mismo tenía dificultades para creer cuan precipitadamente se comportaba esa noche.
     Esta era la primera vez en su vida que él intentaba practicar la felación; aunque nunca se sintió particularmente asqueado al pensar en ponerlo en práctica, cada vez que se puso en esa situación mentalmente, se sintió débil por la sensación de sentirse abrumado.
     -Si... si es demasiado para ti, puedes detenerte cuando quieras, ¿entiendes?
     -Te dije que te callaras.
     Yokozawa nunca tuvo sentimientos por mucha gente antes, así que aunque no podía estar enteramente seguro de que era, estaba bastante seguro de que no era gay. Después de todo, nunca se sintió excitado por el cuerpo de otro hombre cualquiera y también tuvo una o dos novias con los años. Diablos, nunca hubiera imaginado antes de ese día que jamás tendría razones para introducir el pene de otro hombre en su boca.
     Ni siquiera se lo habían practicado a él tan a menudo tampoco, y mientras recordaba que Kirishima podía contarse a sí mismo como una de esas pocas parejas, hizo a un lado los sentimientos de vergüenza que amenazaban con despertarse y continuó moviendo su lengua alrededor de él con insistencia.
     -Ngh... haa...


     Yokozawa echó un vistazo hacia arriba con los ojos entreabiertos para encontrar las cejas de Kirishima juntas casi dolorosamente y con su respiración forzada y entrecortada; sin importar cuan mala fuera la técnica de Yokozawa, Kirishima obviamente estaba siendo encendido por esta, lo cual alivió a Yokozawa infinitamente.
     Habiendo llegado tan lejos, Yokozawa juró hacer que el sujeto alcanzara el clímax aunque fuera solo por pura fuerza de voluntad y mientras chupaba con impaciencia la punta, la hombría de Kirishima se expandió en su boca. El roce de piel con piel, el calor, el pulso que podía sentir con su contacto disparó la sangre a su cabeza.
     -¡Nn... hngh...! -Los dedos que Kirishima hubiera hundido en sus cabellos se deslizaron hacia su nuca y Yokozawa desdeñó las suaves cosquillas antes de alejar sus dedos cuando las atenciones hicieron que perdiera su enfoque.
     Ahora determinado, puso a trabajar su lengua incluso con más ferocidad, obligando desesperadamente a que Kirishima fuera más y más lejos. Pero aunque estaba bastante cómodo comenzando todo este proceso, no tenía enteramente claro como terminarlo. Trató de recordar las veces que se lo hicieran a él, pero siempre estuvo totalmente abrumado y no podía recordar ningún detalle.
     Además, no podía precisamente preguntárselo al sujeto ahora mismo; nunca hubiera imaginado que estaría luchando más con la confusión que con la vergüenza en ese punto.
     Luego de un debate interno, decidió terminarlo haciendo que Kirishima alcanzara el clímax con sus manos como siempre y calculando su tiempo con cuidado, hizo un movimiento para retirar su boca, cuando encontró su cabeza firmemente sujeta en posición.
     -¡...!
     Kirishima estuvo parado tranquilo y de lo más bien todo ese tiempo pero ahora comenzó a penetrar la garganta de Yokozawa y justo cuando la sensación de la hombría de Kirishima raspando el techo de su boca se volvió casi insoportable su boca se llenó con chorros de un líquido tibio.
     -¡¿?! -Nerviosamente tragó lo que pudo y hacia el final el agarre de Kirishima se debilitó. Yokozawa alzó la vista de repente y soltó una tos de ahogado limpiando sus labios con el dorso de su mano-. ¡¿Qué mierda estabas...?!
     -Lo siento... no pude evitarlo...
     -¡Con un demonio que "no pudiste evitarlo", lo hiciste a propósito! -Por más que tratara de negarlo, Yokozawa sintió una definitiva intención voluntaria en el agarre de Kirishima. Su garganta aún se sentía como si algo estuviera raspando contra su superficie y aunque tragar no hubiera sido enteramente desagradable par él, las agallas que tenía el tipo de intentar hacerle una jugada, molestaba más que nada.
     Yokozawa fulminó a Kirishima con su mirada, quien retornara una disculpa enteramente sin remordimiento: -Te dije que fue mi culpa, así que, ¿quieres que yo también te lo haga para compensarte?
     -¡Gra-gracias, pero no, gracias! -Yokozawa intentó escurrirse fuera de la cabina pero su pie inmediatamente se chocó con la puerta de vidrio; sabía que no había donde escapar.
     -Ya, ya, no seas tímido. Tenemos toda la noche.
     -¡...!
     Yokozawa se quedó sin aliento, entonces Kirishima tomó su mentón en una de sus manos llevándolo hacia adelante. Yokozawa no podía apartarse de esa mirada candente que Kirishima posó en él.

Continuará...    
        

6 comentarios:

  1. OOOOh por Dios OOOOOh por Dios OOOOh por DIOOOOOOSSSS..... ah se me paraba el pelo, se me erizaba la piel, el éxtasis no podia escapar de mi,,,, aaaaah esto es demasiado bueno, gracias por ponerlo a nuestra disposición. Además, agrego que realmente me alegra que esté tan bien organizado el blog, pues tengo problemas de la vista e incluso con los lentes en otras partes se me hacía difícil de leer por el contraste de colores pero la adecuación de colores pastel y las letras en negro son ideales en tamaño y en comodidad, gracias nuevamente. No se imaginan lo inmensamente feliz que han hecho en cuerpo, alma y corazón a esta Fujoshi *-*

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  2. demasiada buena la novela gracias por este aporte demasiado lindo yokozawa

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  3. Hace meses dejé de leer la novela justo en este punto de la historia (de lo que me estaba perdiendo XD).
    Bueno, muchísimas gracias por la traducción y todo el trabajo que se necesitó <3

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  4. KIRISHIMA TE AMO!!!!!
    ME ENCANTA... ESTA ES LA SEGUNDA VEZ QUE LA LEO...
    REALMENTE NO HAY NADIE COMO ZEN KIRISHIMA...
    gracias por subirla ^\\\^

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  5. Amo a Kirishima con todo mi alma y mi ser... ES EL SEME SUPREMO ❤❤❤❤

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  6. Yokosawa es un oso bebé , es muy tierno y lindo, basta es muy bonito para este mundo, /llorar.

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