Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: DrL
Capítulo 5
La reunión de ese día para discutir las políticas de ventas tenía a todos en ascuas desde el principio. A pesar de que el aire acondicionado estaba ajustado en un nivel bajo con el propósito de ahorrar energía, el aire todavía llevaba una sensación fría, y con casi todos mordiéndose la lengua en esta tensa situación, el único que aún continuaba hablando con una perfecta lengua afilada era Kirishima Zen, editor en jefe de la revista mensual Japun.
-Este desastre es es culpa de todos ustedes, así que decídanse de una buena vez; estoy seguro de que esta es solo una mísera obra más de las miles de la compañía, pero para los autores, todas y cada una de las piezas que sacan es una batalla. ¡Tomen las cosas más en serio!
Todos los presentes estaban demasiado asustados como para siquiera mirar a Kirishima directamente a los ojos mientras éste los regañaba. Tal vez debido a la serenidad que usualmente mantenía, cuando permitía que su habitual semblante se esfumara, el tipo era como el hielo, tanto que incluso Yokozawa estaba empezando a sudar frío, lo cual significaba que con seguridad, los demás estaban temblando de miedo.
Asumiendo el cargo de representante del departamento de ventas, Yokozawa agachó cabeza: -... Nos disculpamos sinceramente -la razón por la que Yokozawa, ampliamente conocido como el "Oso Salvaje" en toda Marukawa Shoten, estaba a la defensiva desde el vamos se debía simplemente a que la culpa recaía en los hombros del departamento de ventas por completo.
Ellos recién se habían dado cuenta de su increíblemente enorme error tan solo el día anterior; varios días antes, un empleado, quien fuera transferido repentinamente a una corporación afiliada, había estado aparentemente atrasado con el trabajo. Dado que todo aquello en lo que estaba involucrado ese empleado eran asuntos que necesitaron tratarse mucho tiempo atrás, Yokozawa y los demás miembros de su equipo se dieron con la responsabilidad de hacerse cargo de una montaña de postprocesamiento.
Naturalmente, esto no se debía a ningún error por parte del mismo Yokozawa, pero no obstante, la ineptitud del departamento de ventas claramente la había arruinado, hundiendo a todo el departamento consigo.
Para empeorar las cosas, la cabeza del departamento de ventas había partido de vacaciones fuera del país la semana anterior, y como resultado, a pesar de que aún había otros miembros del departamento de ventas con mayor rango que Yokozawa, era él quien estaba a cargo de la venta de comics y, por ende, se vio lanzado al frente de batalla.
Ellos probablemente sospecharon que, dado lo bien que parecían llevarse los dos, ellos saldrían relativamente bien librados, pero Kirishima no era el tipo de persona que suavizaría sus ataques por algo tan simple como eso.
-Supongo que no tiene ningún sentido llorar sobre la leche derramada, así que en lugar de reflexionar sobre el desastre que causaron, enfóquense en arreglarlo. Por el momento, tráiganme una versión revisada de las políticas de ventas para el final del día.
Desconfiando de sus oídos, Yokozawa devolvió la pregunta al hombre del otro lado de la mesa: -Para el final del día... ¿de hoy?
Era casi imposible revisar completamente desde el principio en medio día una serie de políticas de ventas que, en primer lugar, tardaron meses en compilarse. Y más aún, había más que unos cuantos asuntos que ellos todavía tenían que atender para corregir los errores que se habían cometido.
-Tú me oíste. Si no ponemos las cosas en orden para cuando se lancen los nuevos volúmenes, entonces esto no tiene ningún sentido.
Ante el lógico pero frustrante argumento de Kirishima, los asociados a derecha e izquierda de Yokozawa temblaron conteniendo el aliento.
-... Me haré cargo, entonces.
Si este hubiera sido un asunto con él, Yokozawa hubiera continuado intercambiando mordaces palabras con Kirishima, pero en un esfuerzo por guardar las apariencias, no tenía mas opción sino agachar cabeza y ceder. Así lo habían lanzado al centro de atención, con súplicas de aquellos a su alrededor de que no empeorara las cosas, lo cual dejó a Yokozawa lleno de frustración por no tener otra opción mas que ofrecer una tibia respuesta.
-¿Qué hay con esa vaga respuesta? Si estás tan "ocupado" que ni siquiera te puedes tomar unos días de vacaciones, no tendrías que tener ningún problema para hacerte cargo de esto, ¿cierto? Después de todo, tú estás casado con el trabajo, ¿o no? -presionó Kirishima mientras observaba a Yokozawa tragando con dificultad.
-¡..!
-Te estoy preguntando a ti personalmente. ¿Puedes hacerlo? ¿O no? ¿Cómo es?
-... De acuerdo, entonces. Me aseguraré de tenértelo listo para el final del día, sin falta -cedió eventualmente con los puños bien apretados a ambos lados de su cuerpo. Sus compañeros de trabajo furtivamente dejaron salir el aliento que estuvieron conteniendo, pero esto era ahora un asunto de orgullo personal para Yokozawa. Podría suceder que hubiera quejas luego, pero todo lo que tenía que hacer ahora era asegurarse de hacerse responsable personalmente.
Además, Kirishima no era el tipo de hombre que haría demandas imposibles. La mismísima razón por la cual él estaba siendo tan insistente con este tema probablemente tenía que ver con el hecho de que era Yokozawa quien estaba sentado del otro lado de la mesa.
Aparte, Kirishima tenía razón en esto, si ellos no hacían su movida ya fuere ese día o al día siguiente, la compañía sufriría una pérdida significativa.
Si el empleado que estaba en falta hubiera sido uno de los subordinados de Yokozawa, este tipo de errores estúpidos jamás hubieran ocurrido en primer lugar, pero él no podía andar por ahí hablando mal de los errores de un superior por un lado, y por el otro, la persona que estuvo en falta había demostrado previamente ser bastante competente en su trabajo.
Sin embargo, dada su impresionante habilidad para dar vuelta una conversación, casi todo a su alrededor estaba envuelto de un denso humo. Solo recientemente había salido a luz que aparte, él había estado relegando su trabajo en novatos desprevenidos, haciendo parecer como si todo fuera su propio trabajo. Para colmo, había rumores de discrepancias financieras también.
Yokozawa y su grupo no fueron puestos al tanto de la razón por la cual se había transferido al hombre, pero probablemente tenía que ver con una acumulación de tales incidentes. En serio que ellos, de hecho, se dieron cuenta tarde de todo lo que había estado pasando, y los lamentos tales como "si solo nos hubiéramos dado cuenta antes" simplemente se reforzaron en la medida que más cosas salían a la luz.
Yokozawa se había elogiado a sí mismo por sobrepasar los rangos y aceptar responsabilidades supervisando las ventas de comics por sobre gente superior a él tanto en edad como en años de trabajo en la compañía, pero considerando todo ahora, no podía descartar la posibilidad de que sus superiores simplemente se hubieran dado cuenta de que estos deberes no podían confiárseles a ese hombre.
En el preciso momento en que terminó la reunión, todos se hicieron repeluz, probablemente ansiosos de salir de esa atmósfera tan rápido como les fuera posible. A Yokozawa también le hubiera gustado hacer lo mismo pero aún tenía algo que decirle a Kirishima.
Echando un vistazo para asegurarse de que ahora estaban solos en la sala de reuniones, llamó al hombre que aún estaba sentado frente a él: -Kirishima-san.
-¿Hum?
-¿Te importaría escuchar unas palabras?
A pesar de que ya se había asegurado de que la puerta estuviera cerrada, Yokozawa mantuvo su voz baja por si acaso alguien todavía estuviera dando vueltas fuera de la sala. Él no podía permitir en absoluto que alguien más en la oficina oyera la conversación que estaban a punto de tener. Tomando un poco de aire, aventuró: -Realmente... lamento que hubiera sucedido este asunto y estás en todo tu derecho de reprenderme por esto, pero te agradecería que no traigas a colación tus asuntos personales conmigo en la sala de reuniones.
-Ah, así que te diste cuenta, ¿no? -Kirishima se rascó la nuca casi a propósito, haciendo la vista a un lado. Ahora su semblante no mostraba absolutamente nada de la fría indiferencia que había mostrado tan solo unos momentos atrás, y con una sensación de alivio ante este hecho, Yokozawa se permitió soltar un suspiro.
-Sí, claro que lo voy a pasar por alto.
Afortunadamente, parecía que nadie más en la sala lo había notado, pero Yokozawa había captado totalmente la sutil indirecta que había lanzado Kirishima.
Todo ese ridículo de que "él estaba casado con su trabajo" probablemente había sido dirigido en respuesta a que justo el día anterior Yokozawa había argumentado que le sería difícil conseguir tomarse unos días juntos.
Varios años atrás, Marukawa Shoten había implementado un sistema en el que uno tenía que presentar una solicitud por adelantado para poder tomar días de vacaciones, todos debían indicar que días deseaban y subsecuentemente serían notificados sobre cual sería su intervalo vacacional. Kirishima había sugerido que ellos pidieran los mismos días libres e hicieran un viaje familiar juntos, pero Yokozawa no tenía idea de cuando podría alejarse del trabajo con el que estaba lidiando en ese entonces, así que tuvo que rechazar al sujeto por el momento.
Yokozawa aceptó buena parte de las responsabilidades que habían estado a cargo del empleado transferido y no había la más mínima esperanza de que él pudiera poner todo en orden en tan solo unos cuantos días. Además, cuando ellos tocaron el tema de tomarse unas vacaciones el día anterior, aún no se habían siquiera enterado del asunto que acababan de discutir en la reunión tan solo unos momentos antes.
-Bueno, tú te ves tan lindo cuando estás en aprietos... que yo no pude contenerme.
-¡No creas que te vas a salir con la tuya con eso de "no pude contenerme"!
Por supuesto, la única razón por la que Yokozawa podía tener una discusión tan franca con alguien que técnicamente era su superior se debía pura y exclusivamente a la relación secreta que ellos mantenían actualmente. Aunque no le había confesado esto a nadie, ciertos asuntos habían llevado a que ellos dos estuvieran saliendo en los últimos meses, y a pesar de no poder sacudirse la sensación de cuan inverosímil resultaba su situación, era no obstante, la cruda verdad.
-Es tu culpa por ser tan frío~ -dijo Kirishima hecho un mohín cuando Yokozawa levantó la voz impensadamente, y la impropia expresión que él lucía solo servía para aumentar aún más su irritación.
Resultaba probable que nadie se hubiera detenido a considerar la idea de que el carismático editor en jefe que conseguía controlar su brigada de editores individualistas pudiera comportarse de un modo tan infantil; Yokozawa había perdido la cuenta de cuantas veces había deseado poder sacarle una foto y mostrarla en la oficina como prueba de ello.
Con un cuerpo en forma y una altura suficiente como para competir con el más de metro ochenta de Yokozawa, nadie podía negar lo apuesto que era. Él tenía un aire tranquilo a su alrededor que excedía sus treinta y tantos años de edad, y la voz que emanaba de sus delgados labios, con su tono de timbre bajo y suave, era hermosa.
Sin embargo, aunque él permanecía eternamente imperturbable sin importar que clase problemas se acumularan en su trabajo, exhibía un sorprendente abanico de emociones en privado; tan torpe que ni siquiera podía pelar una manzana, y aun así, propenso a sentir intensos celos también. Tal vez los únicos que tenían conocimiento de ese lado de Kirishima eran su familia y Yokozawa.
-Y no es como si pudiera remediar nada de esto; luego de hacer un escándalo por este tema como ayer, si no lo arreglo, tú serás quien termine pagando los platos rotos.
-El trabajo y la diversión son dos temas separados.
-¿Dice el tipo que acaba de mezclarlos magníficamente hace cinco minutos?
-¿Yo..?
-... Rayos, tú... -el ceño de Yokozawa se frunció profundamente ante las insistentes e ilógicas objeciones de Kirishima al tiempo que se masajeaba las cienes.
El asunto en cuestión había salido a la luz cuando el par se estaba dirigiendo de regreso a casa la noche anterior, justo cuando estaban discutiendo el asunto de tomarse unos días de vacaciones para su viaje. Yokozawa no tuvo otra opción mas que rechazar la oferta dejando a Kirishima de mal humor.
Luego de recibir la llamada, Yokozawa había dejado atrás a Kirishima y regresó a la oficina sin demora, donde permaneció con sus compañeros de trabajo hasta bien entrada la noche revisando documentos una y otra vez, todo el tiempo incapaces de dar con el empleado en cuestión y habiendo terminado perdiendo toda la noche.
-Lo siento pero, ¿puedes esperar con esto de las vacaciones al menos hasta que todo se acomode aquí? No puedo simplemente dejar todo y escaparme de viaje ahora mismo.
-Sí, sí, lo sé... Maldición, no puedo creer que ese imbécil haya huido dejando que todos los demás arreglen sus porquerías... -aunque pudiera ser que él comprendiera la situación, resultaba obvio que no podía contener su desagrado. Su enfado con Yokozawa parecía ser un coletazo por todo este asunto en general-. De acuerdo, regresaré a mi división a organizar las cosas con mi gente, así que regresa a tu escritorio y espera, aunque lamento decir que probablemente no pueda dejar que te vayas temprano esta noche -sin embargo, a quien se necesitaba pedir disculpas en realidad, pues su padre tendría que quedarse hasta tarde por horas extras de trabajo, era a Hiyori-. Oh, y también, solo haz un reporte para mí sobre el estatus de todo para algún momento del día de mañana. Estoy seguro de que hay un montón de cosas que tienes que discutir, así que solo envíame lo que tengas antes de irte esta noche.
-¿Ah?
-Hablaré con el equipo de edición para ver si podemos ayudar de alguna manera y te llamaré después. Solo llama a mi extensión si necesitas preguntar algo, me aseguraré de estar disponible -esta réplica tan rápida como el viento dejó a Yokozawa estupefacto. ¿Acaso estaba imaginando cosas o era esto completamente diferente de lo que acababa de discutirse en la reunión?
-Pero, antes dijiste que querías...
-No... yo solo estaba descargando mis frustraciones con tu gente de ventas; quiero decir, mis editores ahora tienen que ver como les van a explicar esto a nuestros autores, ¿sabes? Además, con tu jefe fuera del mapa, ustedes necesitaban que les pusieran un petardo en sus traseros. Después de todo, últimamente noté que algunos de ellos andan en las nubes. Lamento habérmelas agarrado contigo.
-Oh... no, eso es... en serio, está bien -lo habían pescado con la guardia baja, no esperaba precisamente que Kirishima fuera a disculparse, y justo como había señalado Kirishima, no podía negar que la tensión entre ellos había disminuido varios grados-. Solo que no quería que ellos pensaran que podían mandarte al frente y las cosas se solucionarían como por arte de magia. Sabes que ellos dependen demasiado de ti.
-¡..! -Yokozawa se quedó boquiabierto al darse cuenta al fin de que fue lo que puso a Kirishima de tan mal humor. Obviamente él había adoptado esa actitud con pleno conocimiento de lo que estaba pasando alrededor de Yokozawa, y aunque sus sentimientos personales indudablemente habían jugado un rol en su enfado con él, debió haberse sentido igualmente frustrado con el hecho de que habían usado a Yokozawa como felpudo.
-También, mi madre estará cuidando a Hiyo esta noche, así que no tienes porque preocuparte por los asuntos de mi casa.
Los padres de Kirishima vivían a tan solo unos pasos, y en gran parte fue gracias a su ayuda que él había podido criar a su hija y aun así conseguir tener una carrera vibrante. Su madre era una mujer brillante y de buen talante que trataba a Yokozawa con toda la amabilidad del mundo a pesar de que el desvergonzadamente se sentía como en casa, y aunque nunca había conocido al padre de Kirishima, había oído que, a diferencia de su hijo, era una persona tranquila.
-De acuerdo entonces, estoy seguro de que yo también me estaré quedando hasta tarde, así que me iré directo a casa cuando termine. ¿Te importaría cuidar a Sorata por mí?
-Seguro, lo cuidaré bien. Sé que tienes mucho entre manos, pero cuento contigo.
-Déjamelo a mí, ¿quién te crees que soy?
-Entonces esperaré grandes cosas de ti, Takafumi.
-¡..! -Yokozawa sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo cuando Kirishima fijó su mirada directamente en él mientras se ponía de pie y el casual uso de su nombre de pila lo dejó sintiéndose sacudido. Sin importar que él se considerara como alguien bien plantado, nunca podía mantener las apariencias en frente de Kirishima. Resultaba tan frustrante, más de lo que pudiera expresar con palabras, sentirse como si fuera un niño de primaria en su primer amor; pero esos sentimientos de intranquilidad se esfumaron tan solo un momento después.
-Rayos, esto realmente pasó en el peor momento. Sin embargo, supongo que no tiene remedio, solo tendremos que dejar esto para más tarde.
-¡¿..?! ¡No vayas por ahí toqueteando el trasero de la gente al pasar!
El gesto de coqueteo de Kirishima arruinó completamente el momento, disipando cualquier calidez que se hubiera estado acumulando en su pecho. Hizo a un lado la mano de Kirishima de un golpe y dio unos cuantos pasos hacia atrás para asegurarse de que el tipo no pudiera darse más gustos.
-¿Cuál es el gran problema? Yo solo estoy jugando a las tocaditas con mi amante; oh espera. Tú estás casado con tu trabajo, ¿no es así?
-¡Ya es suficiente! -al alzar la voz, Kirishima soltó una gran risotada. A pesar de que sabía que nunca sucedería, Yokozawa deseaba realmente que el sujeto dejara de jugar así con él. A veces era casi imposible decir cuantas de las palabras y acciones de Kirishima eran bromas; ¿en realidad él era así de relajado... o solo lo fingía? No había forma de decirlo.
En cualquier caso, eso no hacía nada para cambiar el hecho de que Yokozawa no tenía idea de cual era la mejor manera de responder en momentos como este.
-Ah... -justo cuando soltó un suspiro recordó súbitamente que tenía algo que quería discutir con Kirishima; quiso ocuparse de eso la noche anterior, pero con todas las cosas yéndose al cuerno, perdió su oportunidad.
Abrió la boca para hablar, pero justo en ese momento, el sonido del ringtone de Kirishima hizo eco a través de la sala de reuniones y, rápidamente cerró su boca otra vez. Si se trataba de una llamada por asuntos laborales, no estaría bien meterse en el medio. Realmente quería sacarse esto de encima antes de que Kirishima regresara al piso de edición, pero parecía que había perdido la oportunidad una vez más.
-Sí, habla Kirishima. Ah, Kyou-san. ¿Qué sucede? Es raro que me llames a mi celular.
Parecía que la persona al otro lado de la línea era Ijuuin Kyou, autor del manga que fuera un explosivo éxito de ventas de Marukawa Shoten: Za Kan. Kirishima había sido su editor a cargo por muchos años, y aunque la mayoría de los autores tendían a cambiar editores con el paso del tiempo, solo Ijuuin era diferente. Yokozawa no entendía bien los detalles, pero al menos sabía que ellos habían estado juntos desde antes de que él siquiera se uniera a la compañía, así que debía ser bastante tiempo.
Ijuuin parecía tener el desagradable hábito de salirse completamente de quicio cuandoquiera que se acercara una fecha límite, y Kirishima era el único que podía controlarlo al llegar a ese punto. A veces lanzando furiosos reproches, y otras, simplemente siguiéndole la corriente, pero siempre consiguiendo sonsacarle un manuscrito de alguna manera. No sería una exageración llamarle "domador de bestias" en ese sentido.
Los autores tendían a ser un grupo bastante estrafalario e individualista por naturaleza, pero eran raros aquellos con los que resultaba extraordinariamente difícil trabajar, con el relativamente famoso novelista, Usami Akihiko, posicionado cómodamente a la cabeza del montón. Aunque Yokozawa nunca fue testigo de su carácter de primera mano, había oído muchas veces las quejas de su editora a cargo por rumores.
Para que se pusiera tanto esfuerzo en obtener manuscritos de estas personas, sus trabajos debían ser extremadamente fascinantes, y ocultar de los lectores esta faceta poco agraciada era uno de los trabajos de la compañía editorial. El mismo Yokozawa también creía firmemente que la compañía debía hacer lo mejor posible para mantener los trapitos sucios del negocio editorial lejos de la vista del público.
Aunque los autores y las obras que lanzaban eran comprensiblemente dos bestias totalmente diferentes, si un autor apareciera como alguien demasiado intenso o severo, ellos corrían el riesgo de que sus trabajos no fueran recibidos adecuadamente por los lectores. Y después de todo, los lectores tenían derecho de disfrutar la obra tan pura y simplemente como fuera posible.
-Estoy seguro de que puedo conseguir hacerme un tiempito mañana así que iré yo mismo. Eso debería ser más rápido. ¿Cómo va tu agenda?
Yokozawa no podía descifrar la voz de Ijuuin por el teléfono, pero podía inferir su ánimo por la mitad de la conversación del lado de Kirishima. Como un editor y un autor que han trabajado juntos por tanto tiempo, el par parecía no solo simples socios de trabajo sino verdaderos compañeros. Quizás esa confianza que yacía entre los dos les permitía mostrar sus puntos débiles el uno al otro y tratar cualquier asunto con una franca discusión. Ellos probablemente... habían pasado por mucho juntos de esa manera.
A menudo él había escuchado de la impecable habilidad de Kirishima en su lugar de trabajo, pero no fue sino hasta hace poco que él, de hecho, comenzó a prestarle verdadera atención cuando estaba en ello. Dado el largo tiempo que hacía que ellos se conocían, esta clase de interacción era de esperarse, pero cuando consideraba que Ijuuin, con toda probabilidad, conocía un lado de Kirishima que él no... lo dejaba sintiéndose extrañamente deprimido.
-...
Se sentía extraño, como si hubiera algo atascado el fondo de su garganta, y que si habría la boca descuidadamente, un suspiro de desaliento saldría dando tumbos. Aunque tratara de recordarse tanto como le fuera posible que solo se trataba del autor de Kirishima al otro lado de la línea, el ambiente entre los dos, que él no tenía ningún derecho de penetrar, lo dejó sintiéndose extrañamente alienado. Realmente debió estar en otra ese día para estar tan nervioso por una simple conversación telefónica relacionada al trabajo.
Entendía perfectamente bien cuan ruin se tornaba en los asuntos del amor; era exactamente eso lo que hacía que se enfadara consigo mismo.
-... Me estoy yendo.
La conversación no parecía que fuera a terminar en ningún futuro próximo, y sin esperar la respuesta de Kirishima, rápidamente se retiró.
Continuará...
Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: DrL
Capítulo 5
La reunión de ese día para discutir las políticas de ventas tenía a todos en ascuas desde el principio. A pesar de que el aire acondicionado estaba ajustado en un nivel bajo con el propósito de ahorrar energía, el aire todavía llevaba una sensación fría, y con casi todos mordiéndose la lengua en esta tensa situación, el único que aún continuaba hablando con una perfecta lengua afilada era Kirishima Zen, editor en jefe de la revista mensual Japun.
-Este desastre es es culpa de todos ustedes, así que decídanse de una buena vez; estoy seguro de que esta es solo una mísera obra más de las miles de la compañía, pero para los autores, todas y cada una de las piezas que sacan es una batalla. ¡Tomen las cosas más en serio!
Todos los presentes estaban demasiado asustados como para siquiera mirar a Kirishima directamente a los ojos mientras éste los regañaba. Tal vez debido a la serenidad que usualmente mantenía, cuando permitía que su habitual semblante se esfumara, el tipo era como el hielo, tanto que incluso Yokozawa estaba empezando a sudar frío, lo cual significaba que con seguridad, los demás estaban temblando de miedo.
Asumiendo el cargo de representante del departamento de ventas, Yokozawa agachó cabeza: -... Nos disculpamos sinceramente -la razón por la que Yokozawa, ampliamente conocido como el "Oso Salvaje" en toda Marukawa Shoten, estaba a la defensiva desde el vamos se debía simplemente a que la culpa recaía en los hombros del departamento de ventas por completo.
Ellos recién se habían dado cuenta de su increíblemente enorme error tan solo el día anterior; varios días antes, un empleado, quien fuera transferido repentinamente a una corporación afiliada, había estado aparentemente atrasado con el trabajo. Dado que todo aquello en lo que estaba involucrado ese empleado eran asuntos que necesitaron tratarse mucho tiempo atrás, Yokozawa y los demás miembros de su equipo se dieron con la responsabilidad de hacerse cargo de una montaña de postprocesamiento.
Naturalmente, esto no se debía a ningún error por parte del mismo Yokozawa, pero no obstante, la ineptitud del departamento de ventas claramente la había arruinado, hundiendo a todo el departamento consigo.
Para empeorar las cosas, la cabeza del departamento de ventas había partido de vacaciones fuera del país la semana anterior, y como resultado, a pesar de que aún había otros miembros del departamento de ventas con mayor rango que Yokozawa, era él quien estaba a cargo de la venta de comics y, por ende, se vio lanzado al frente de batalla.
Ellos probablemente sospecharon que, dado lo bien que parecían llevarse los dos, ellos saldrían relativamente bien librados, pero Kirishima no era el tipo de persona que suavizaría sus ataques por algo tan simple como eso.
-Supongo que no tiene ningún sentido llorar sobre la leche derramada, así que en lugar de reflexionar sobre el desastre que causaron, enfóquense en arreglarlo. Por el momento, tráiganme una versión revisada de las políticas de ventas para el final del día.
Desconfiando de sus oídos, Yokozawa devolvió la pregunta al hombre del otro lado de la mesa: -Para el final del día... ¿de hoy?
Era casi imposible revisar completamente desde el principio en medio día una serie de políticas de ventas que, en primer lugar, tardaron meses en compilarse. Y más aún, había más que unos cuantos asuntos que ellos todavía tenían que atender para corregir los errores que se habían cometido.
-Tú me oíste. Si no ponemos las cosas en orden para cuando se lancen los nuevos volúmenes, entonces esto no tiene ningún sentido.
Ante el lógico pero frustrante argumento de Kirishima, los asociados a derecha e izquierda de Yokozawa temblaron conteniendo el aliento.
-... Me haré cargo, entonces.
Si este hubiera sido un asunto con él, Yokozawa hubiera continuado intercambiando mordaces palabras con Kirishima, pero en un esfuerzo por guardar las apariencias, no tenía mas opción sino agachar cabeza y ceder. Así lo habían lanzado al centro de atención, con súplicas de aquellos a su alrededor de que no empeorara las cosas, lo cual dejó a Yokozawa lleno de frustración por no tener otra opción mas que ofrecer una tibia respuesta.
-¿Qué hay con esa vaga respuesta? Si estás tan "ocupado" que ni siquiera te puedes tomar unos días de vacaciones, no tendrías que tener ningún problema para hacerte cargo de esto, ¿cierto? Después de todo, tú estás casado con el trabajo, ¿o no? -presionó Kirishima mientras observaba a Yokozawa tragando con dificultad.
-¡..!
-Te estoy preguntando a ti personalmente. ¿Puedes hacerlo? ¿O no? ¿Cómo es?
-... De acuerdo, entonces. Me aseguraré de tenértelo listo para el final del día, sin falta -cedió eventualmente con los puños bien apretados a ambos lados de su cuerpo. Sus compañeros de trabajo furtivamente dejaron salir el aliento que estuvieron conteniendo, pero esto era ahora un asunto de orgullo personal para Yokozawa. Podría suceder que hubiera quejas luego, pero todo lo que tenía que hacer ahora era asegurarse de hacerse responsable personalmente.
Además, Kirishima no era el tipo de hombre que haría demandas imposibles. La mismísima razón por la cual él estaba siendo tan insistente con este tema probablemente tenía que ver con el hecho de que era Yokozawa quien estaba sentado del otro lado de la mesa.
Aparte, Kirishima tenía razón en esto, si ellos no hacían su movida ya fuere ese día o al día siguiente, la compañía sufriría una pérdida significativa.
Si el empleado que estaba en falta hubiera sido uno de los subordinados de Yokozawa, este tipo de errores estúpidos jamás hubieran ocurrido en primer lugar, pero él no podía andar por ahí hablando mal de los errores de un superior por un lado, y por el otro, la persona que estuvo en falta había demostrado previamente ser bastante competente en su trabajo.
Sin embargo, dada su impresionante habilidad para dar vuelta una conversación, casi todo a su alrededor estaba envuelto de un denso humo. Solo recientemente había salido a luz que aparte, él había estado relegando su trabajo en novatos desprevenidos, haciendo parecer como si todo fuera su propio trabajo. Para colmo, había rumores de discrepancias financieras también.
Yokozawa y su grupo no fueron puestos al tanto de la razón por la cual se había transferido al hombre, pero probablemente tenía que ver con una acumulación de tales incidentes. En serio que ellos, de hecho, se dieron cuenta tarde de todo lo que había estado pasando, y los lamentos tales como "si solo nos hubiéramos dado cuenta antes" simplemente se reforzaron en la medida que más cosas salían a la luz.
Yokozawa se había elogiado a sí mismo por sobrepasar los rangos y aceptar responsabilidades supervisando las ventas de comics por sobre gente superior a él tanto en edad como en años de trabajo en la compañía, pero considerando todo ahora, no podía descartar la posibilidad de que sus superiores simplemente se hubieran dado cuenta de que estos deberes no podían confiárseles a ese hombre.
En el preciso momento en que terminó la reunión, todos se hicieron repeluz, probablemente ansiosos de salir de esa atmósfera tan rápido como les fuera posible. A Yokozawa también le hubiera gustado hacer lo mismo pero aún tenía algo que decirle a Kirishima.
Echando un vistazo para asegurarse de que ahora estaban solos en la sala de reuniones, llamó al hombre que aún estaba sentado frente a él: -Kirishima-san.
-¿Hum?
-¿Te importaría escuchar unas palabras?
A pesar de que ya se había asegurado de que la puerta estuviera cerrada, Yokozawa mantuvo su voz baja por si acaso alguien todavía estuviera dando vueltas fuera de la sala. Él no podía permitir en absoluto que alguien más en la oficina oyera la conversación que estaban a punto de tener. Tomando un poco de aire, aventuró: -Realmente... lamento que hubiera sucedido este asunto y estás en todo tu derecho de reprenderme por esto, pero te agradecería que no traigas a colación tus asuntos personales conmigo en la sala de reuniones.
-Ah, así que te diste cuenta, ¿no? -Kirishima se rascó la nuca casi a propósito, haciendo la vista a un lado. Ahora su semblante no mostraba absolutamente nada de la fría indiferencia que había mostrado tan solo unos momentos atrás, y con una sensación de alivio ante este hecho, Yokozawa se permitió soltar un suspiro.
-Sí, claro que lo voy a pasar por alto.
Afortunadamente, parecía que nadie más en la sala lo había notado, pero Yokozawa había captado totalmente la sutil indirecta que había lanzado Kirishima.
Todo ese ridículo de que "él estaba casado con su trabajo" probablemente había sido dirigido en respuesta a que justo el día anterior Yokozawa había argumentado que le sería difícil conseguir tomarse unos días juntos.
Varios años atrás, Marukawa Shoten había implementado un sistema en el que uno tenía que presentar una solicitud por adelantado para poder tomar días de vacaciones, todos debían indicar que días deseaban y subsecuentemente serían notificados sobre cual sería su intervalo vacacional. Kirishima había sugerido que ellos pidieran los mismos días libres e hicieran un viaje familiar juntos, pero Yokozawa no tenía idea de cuando podría alejarse del trabajo con el que estaba lidiando en ese entonces, así que tuvo que rechazar al sujeto por el momento.
Yokozawa aceptó buena parte de las responsabilidades que habían estado a cargo del empleado transferido y no había la más mínima esperanza de que él pudiera poner todo en orden en tan solo unos cuantos días. Además, cuando ellos tocaron el tema de tomarse unas vacaciones el día anterior, aún no se habían siquiera enterado del asunto que acababan de discutir en la reunión tan solo unos momentos antes.
-Bueno, tú te ves tan lindo cuando estás en aprietos... que yo no pude contenerme.
-¡No creas que te vas a salir con la tuya con eso de "no pude contenerme"!
Por supuesto, la única razón por la que Yokozawa podía tener una discusión tan franca con alguien que técnicamente era su superior se debía pura y exclusivamente a la relación secreta que ellos mantenían actualmente. Aunque no le había confesado esto a nadie, ciertos asuntos habían llevado a que ellos dos estuvieran saliendo en los últimos meses, y a pesar de no poder sacudirse la sensación de cuan inverosímil resultaba su situación, era no obstante, la cruda verdad.
-Es tu culpa por ser tan frío~ -dijo Kirishima hecho un mohín cuando Yokozawa levantó la voz impensadamente, y la impropia expresión que él lucía solo servía para aumentar aún más su irritación.
Resultaba probable que nadie se hubiera detenido a considerar la idea de que el carismático editor en jefe que conseguía controlar su brigada de editores individualistas pudiera comportarse de un modo tan infantil; Yokozawa había perdido la cuenta de cuantas veces había deseado poder sacarle una foto y mostrarla en la oficina como prueba de ello.
Con un cuerpo en forma y una altura suficiente como para competir con el más de metro ochenta de Yokozawa, nadie podía negar lo apuesto que era. Él tenía un aire tranquilo a su alrededor que excedía sus treinta y tantos años de edad, y la voz que emanaba de sus delgados labios, con su tono de timbre bajo y suave, era hermosa.
Sin embargo, aunque él permanecía eternamente imperturbable sin importar que clase problemas se acumularan en su trabajo, exhibía un sorprendente abanico de emociones en privado; tan torpe que ni siquiera podía pelar una manzana, y aun así, propenso a sentir intensos celos también. Tal vez los únicos que tenían conocimiento de ese lado de Kirishima eran su familia y Yokozawa.
-Y no es como si pudiera remediar nada de esto; luego de hacer un escándalo por este tema como ayer, si no lo arreglo, tú serás quien termine pagando los platos rotos.
-El trabajo y la diversión son dos temas separados.
-¿Dice el tipo que acaba de mezclarlos magníficamente hace cinco minutos?
-¿Yo..?
-... Rayos, tú... -el ceño de Yokozawa se frunció profundamente ante las insistentes e ilógicas objeciones de Kirishima al tiempo que se masajeaba las cienes.
El asunto en cuestión había salido a la luz cuando el par se estaba dirigiendo de regreso a casa la noche anterior, justo cuando estaban discutiendo el asunto de tomarse unos días de vacaciones para su viaje. Yokozawa no tuvo otra opción mas que rechazar la oferta dejando a Kirishima de mal humor.
Luego de recibir la llamada, Yokozawa había dejado atrás a Kirishima y regresó a la oficina sin demora, donde permaneció con sus compañeros de trabajo hasta bien entrada la noche revisando documentos una y otra vez, todo el tiempo incapaces de dar con el empleado en cuestión y habiendo terminado perdiendo toda la noche.
-Lo siento pero, ¿puedes esperar con esto de las vacaciones al menos hasta que todo se acomode aquí? No puedo simplemente dejar todo y escaparme de viaje ahora mismo.
-Sí, sí, lo sé... Maldición, no puedo creer que ese imbécil haya huido dejando que todos los demás arreglen sus porquerías... -aunque pudiera ser que él comprendiera la situación, resultaba obvio que no podía contener su desagrado. Su enfado con Yokozawa parecía ser un coletazo por todo este asunto en general-. De acuerdo, regresaré a mi división a organizar las cosas con mi gente, así que regresa a tu escritorio y espera, aunque lamento decir que probablemente no pueda dejar que te vayas temprano esta noche -sin embargo, a quien se necesitaba pedir disculpas en realidad, pues su padre tendría que quedarse hasta tarde por horas extras de trabajo, era a Hiyori-. Oh, y también, solo haz un reporte para mí sobre el estatus de todo para algún momento del día de mañana. Estoy seguro de que hay un montón de cosas que tienes que discutir, así que solo envíame lo que tengas antes de irte esta noche.
-¿Ah?
-Hablaré con el equipo de edición para ver si podemos ayudar de alguna manera y te llamaré después. Solo llama a mi extensión si necesitas preguntar algo, me aseguraré de estar disponible -esta réplica tan rápida como el viento dejó a Yokozawa estupefacto. ¿Acaso estaba imaginando cosas o era esto completamente diferente de lo que acababa de discutirse en la reunión?
-Pero, antes dijiste que querías...
-No... yo solo estaba descargando mis frustraciones con tu gente de ventas; quiero decir, mis editores ahora tienen que ver como les van a explicar esto a nuestros autores, ¿sabes? Además, con tu jefe fuera del mapa, ustedes necesitaban que les pusieran un petardo en sus traseros. Después de todo, últimamente noté que algunos de ellos andan en las nubes. Lamento habérmelas agarrado contigo.
-Oh... no, eso es... en serio, está bien -lo habían pescado con la guardia baja, no esperaba precisamente que Kirishima fuera a disculparse, y justo como había señalado Kirishima, no podía negar que la tensión entre ellos había disminuido varios grados-. Solo que no quería que ellos pensaran que podían mandarte al frente y las cosas se solucionarían como por arte de magia. Sabes que ellos dependen demasiado de ti.
-¡..! -Yokozawa se quedó boquiabierto al darse cuenta al fin de que fue lo que puso a Kirishima de tan mal humor. Obviamente él había adoptado esa actitud con pleno conocimiento de lo que estaba pasando alrededor de Yokozawa, y aunque sus sentimientos personales indudablemente habían jugado un rol en su enfado con él, debió haberse sentido igualmente frustrado con el hecho de que habían usado a Yokozawa como felpudo.
-También, mi madre estará cuidando a Hiyo esta noche, así que no tienes porque preocuparte por los asuntos de mi casa.
Los padres de Kirishima vivían a tan solo unos pasos, y en gran parte fue gracias a su ayuda que él había podido criar a su hija y aun así conseguir tener una carrera vibrante. Su madre era una mujer brillante y de buen talante que trataba a Yokozawa con toda la amabilidad del mundo a pesar de que el desvergonzadamente se sentía como en casa, y aunque nunca había conocido al padre de Kirishima, había oído que, a diferencia de su hijo, era una persona tranquila.
-De acuerdo entonces, estoy seguro de que yo también me estaré quedando hasta tarde, así que me iré directo a casa cuando termine. ¿Te importaría cuidar a Sorata por mí?
-Seguro, lo cuidaré bien. Sé que tienes mucho entre manos, pero cuento contigo.
-Déjamelo a mí, ¿quién te crees que soy?
-Entonces esperaré grandes cosas de ti, Takafumi.
-¡..! -Yokozawa sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo cuando Kirishima fijó su mirada directamente en él mientras se ponía de pie y el casual uso de su nombre de pila lo dejó sintiéndose sacudido. Sin importar que él se considerara como alguien bien plantado, nunca podía mantener las apariencias en frente de Kirishima. Resultaba tan frustrante, más de lo que pudiera expresar con palabras, sentirse como si fuera un niño de primaria en su primer amor; pero esos sentimientos de intranquilidad se esfumaron tan solo un momento después.
-Rayos, esto realmente pasó en el peor momento. Sin embargo, supongo que no tiene remedio, solo tendremos que dejar esto para más tarde.
-¡¿..?! ¡No vayas por ahí toqueteando el trasero de la gente al pasar!
El gesto de coqueteo de Kirishima arruinó completamente el momento, disipando cualquier calidez que se hubiera estado acumulando en su pecho. Hizo a un lado la mano de Kirishima de un golpe y dio unos cuantos pasos hacia atrás para asegurarse de que el tipo no pudiera darse más gustos.
-¿Cuál es el gran problema? Yo solo estoy jugando a las tocaditas con mi amante; oh espera. Tú estás casado con tu trabajo, ¿no es así?
-¡Ya es suficiente! -al alzar la voz, Kirishima soltó una gran risotada. A pesar de que sabía que nunca sucedería, Yokozawa deseaba realmente que el sujeto dejara de jugar así con él. A veces era casi imposible decir cuantas de las palabras y acciones de Kirishima eran bromas; ¿en realidad él era así de relajado... o solo lo fingía? No había forma de decirlo.
En cualquier caso, eso no hacía nada para cambiar el hecho de que Yokozawa no tenía idea de cual era la mejor manera de responder en momentos como este.
-Ah... -justo cuando soltó un suspiro recordó súbitamente que tenía algo que quería discutir con Kirishima; quiso ocuparse de eso la noche anterior, pero con todas las cosas yéndose al cuerno, perdió su oportunidad.
Abrió la boca para hablar, pero justo en ese momento, el sonido del ringtone de Kirishima hizo eco a través de la sala de reuniones y, rápidamente cerró su boca otra vez. Si se trataba de una llamada por asuntos laborales, no estaría bien meterse en el medio. Realmente quería sacarse esto de encima antes de que Kirishima regresara al piso de edición, pero parecía que había perdido la oportunidad una vez más.
-Sí, habla Kirishima. Ah, Kyou-san. ¿Qué sucede? Es raro que me llames a mi celular.
Parecía que la persona al otro lado de la línea era Ijuuin Kyou, autor del manga que fuera un explosivo éxito de ventas de Marukawa Shoten: Za Kan. Kirishima había sido su editor a cargo por muchos años, y aunque la mayoría de los autores tendían a cambiar editores con el paso del tiempo, solo Ijuuin era diferente. Yokozawa no entendía bien los detalles, pero al menos sabía que ellos habían estado juntos desde antes de que él siquiera se uniera a la compañía, así que debía ser bastante tiempo.
Ijuuin parecía tener el desagradable hábito de salirse completamente de quicio cuandoquiera que se acercara una fecha límite, y Kirishima era el único que podía controlarlo al llegar a ese punto. A veces lanzando furiosos reproches, y otras, simplemente siguiéndole la corriente, pero siempre consiguiendo sonsacarle un manuscrito de alguna manera. No sería una exageración llamarle "domador de bestias" en ese sentido.
Los autores tendían a ser un grupo bastante estrafalario e individualista por naturaleza, pero eran raros aquellos con los que resultaba extraordinariamente difícil trabajar, con el relativamente famoso novelista, Usami Akihiko, posicionado cómodamente a la cabeza del montón. Aunque Yokozawa nunca fue testigo de su carácter de primera mano, había oído muchas veces las quejas de su editora a cargo por rumores.
Para que se pusiera tanto esfuerzo en obtener manuscritos de estas personas, sus trabajos debían ser extremadamente fascinantes, y ocultar de los lectores esta faceta poco agraciada era uno de los trabajos de la compañía editorial. El mismo Yokozawa también creía firmemente que la compañía debía hacer lo mejor posible para mantener los trapitos sucios del negocio editorial lejos de la vista del público.
Aunque los autores y las obras que lanzaban eran comprensiblemente dos bestias totalmente diferentes, si un autor apareciera como alguien demasiado intenso o severo, ellos corrían el riesgo de que sus trabajos no fueran recibidos adecuadamente por los lectores. Y después de todo, los lectores tenían derecho de disfrutar la obra tan pura y simplemente como fuera posible.
-Estoy seguro de que puedo conseguir hacerme un tiempito mañana así que iré yo mismo. Eso debería ser más rápido. ¿Cómo va tu agenda?
Yokozawa no podía descifrar la voz de Ijuuin por el teléfono, pero podía inferir su ánimo por la mitad de la conversación del lado de Kirishima. Como un editor y un autor que han trabajado juntos por tanto tiempo, el par parecía no solo simples socios de trabajo sino verdaderos compañeros. Quizás esa confianza que yacía entre los dos les permitía mostrar sus puntos débiles el uno al otro y tratar cualquier asunto con una franca discusión. Ellos probablemente... habían pasado por mucho juntos de esa manera.
A menudo él había escuchado de la impecable habilidad de Kirishima en su lugar de trabajo, pero no fue sino hasta hace poco que él, de hecho, comenzó a prestarle verdadera atención cuando estaba en ello. Dado el largo tiempo que hacía que ellos se conocían, esta clase de interacción era de esperarse, pero cuando consideraba que Ijuuin, con toda probabilidad, conocía un lado de Kirishima que él no... lo dejaba sintiéndose extrañamente deprimido.
-...
Se sentía extraño, como si hubiera algo atascado el fondo de su garganta, y que si habría la boca descuidadamente, un suspiro de desaliento saldría dando tumbos. Aunque tratara de recordarse tanto como le fuera posible que solo se trataba del autor de Kirishima al otro lado de la línea, el ambiente entre los dos, que él no tenía ningún derecho de penetrar, lo dejó sintiéndose extrañamente alienado. Realmente debió estar en otra ese día para estar tan nervioso por una simple conversación telefónica relacionada al trabajo.
Entendía perfectamente bien cuan ruin se tornaba en los asuntos del amor; era exactamente eso lo que hacía que se enfadara consigo mismo.
-... Me estoy yendo.
La conversación no parecía que fuera a terminar en ningún futuro próximo, y sin esperar la respuesta de Kirishima, rápidamente se retiró.
Continuará...
Ese Ijuuin provocando los celos de todo el mundo...
ResponderEliminarSee, pero bien buenote que esta el tipo e.e <3
EliminarEse ijuuin, primero quiere quitarle a misaki a usagui y ahora se mete con yokosawa y kirishima?
ResponderEliminarEse ijuuin, primero quiere quitarle a misaki a usagui y ahora se mete con yokosawa y kirishima?
ResponderEliminarNo se dejan ver la imágenes T___________T
ResponderEliminary las imagenes?! D:
ResponderEliminarExtraño las imágenes :'(
ResponderEliminarGracias por la traducción.
Ijuuin es el imán de los celos xD