Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: DrL
Continuación del Capítulo 5
Yokozawa no había asimilado ni una sola oración del libro que había agarrado para hojear luego de verse desinteresado por cualquier cosa que estuvieran pasando en la televisión, y con cada vuelta de página, se vio en la necesidad de volver atrás y releer una vez más.
Kirishima se encontraba atrasado en su regreso a casa esa noche luego de hacer una parada en el hospital con la policía.
Sorata estaba durmiendo, sin importarle nada en el mundo, en su lugar habitual. Yokozawa había intentado jugar con él por un rato haciendo el inútil intento de ignorar su propia agitación, pero tal vez el gato había visto a través suyo, rehusándose a darle ni la hora. De todos modos, Sorata no estaba con el mejor de los humores esa noche, posiblemente debido a que Hiyori no estaba en casa.
Con la certeza de que ella solo estaría preocupada al oír que su padre había estado involucrado en un accidente, la habían enviado a pasar otra noche con sus abuelos con la explicación de que Kirishima estaría trabajando hasta tarde. Y así, habían dejado a Yokozawa a cargo de cuidar el departamento con Sorata.
Echando un vistazo al reloj colgado en la pared, Yokozawa revisó su teléfono celular una vez más en busca de llamadas perdidas; ya había perdido la cuenta de cuantas veces había hecho lo mismo esa noche.
-Dios, simplemente no puedo tranquilizarme... -Soltó un suspiro y justo en ese momento alcanzó a oír el sonido de una llave abriendo la cerradura en el genkan, sobresaltándolo. Levantando la cabeza, el sonido familiar de la voz de Kirishima, igual que siempre, llegó a sus oídos.
-Estoy en casa~.
-¡! -Yokozawa salió a las desbandadas hacia la entrada corriendo en su encuentro con Sorata pegado a sus talones y encontró a Kirishima quitándose los zapatos en el genkan con pocos cambios en él más allá de unos vendajes envueltos alrededor de su tobillo y la parte superior de su brazo-. ¿Estás... bien?
-Sip, como puedes ver, estoy tan fuerte como un roble. -Hablando así, meneó su tobillo para demostrarlo.
-Oye, que no se te vaya la mano. Pero... no tienes heridas serias, ¿cierto?
-Es tal y como dije en mi mensaje de texto: sacaron una radiografía pero no había fracturas en el hueso, así que el doctor me declaró en perfecto estado. Nada de que preocuparse. -Kirishima había sufrido nada más que una torcedura y un raspón al caer por las escaleras.
Tomando el bolso de Kirishima de sus manos, Yokozawa regresó a la sala de estar. Por pequeñas que fueran sus heridas, no podía permitir que el sujeto se quedara parado así todo el día.
-¿Quieres algo de beber?
-Una cerveza helada, si no te importa... es lo que me gustaría decir, pero me imagino que será mejor que lo deje por esta noche.
-Más te vale que sí. Nada de alcohol para ti hasta que te hayas recuperado. -Acomodó a Kirishima en el sofá y le llevó un vaso de té de cebada en lugar de una cerveza.
-Gracias.
-¿Qué hay de la cena?
-Comí un katsudon en una tienda al lado de la estación de policía. Yo hubiera preferido que me lo enviaran pero pensé que no era precisamente momento para andar diciendo bromas. -Al parecer, mientras Yokozawa estuvo preocupado a más no poder, Kirishima en cambio había estado disfrutando la situación en la que se encontraba. Existía una gran posibilidad de que a él se le hubieran aflojado algunos tornillos cuando tuvo esa caída.
-Sabes, se dice que los síntomas de un golpe en la cabeza no aparecen sino hasta mucho después del hecho. ¿Estás seguro de que no deberías ir para una revisión exhaustiva?
-No me golpeé la cabeza, así que no deberías estar preocupando la tuya. Me aseguré de prepararme cuando me caí; supongo que todas esas cosas que aprendí de niño me resultaron bastante útiles, ¿ah?
-¿Cosas que "aprendiste de niño"?
-Tomé lecciones de judo en un dojo cerca de casa cuando era pequeño. Sin embargo, lo dejé antes de entrar en la secundaria.
-Ya veo... -Ahora parecía que ese movimiento de torcerle el brazo por la espalda y la volteada en la cama de hacía unos meses en el hotel eran gracias a su entrenamiento en judo. Yokozawa estuvo seriamente preocupado de que le fuera a quebrar el brazo en ese entonces.
-A decir verdad, yo pensé que era un gran dolor en el trasero en ese momento, pero ahora estoy contento de que me lo bancara.
-¿Qué tal si le agradeces a tus padres quienes te hicieron tomar las lecciones en primer lugar?
-Cierto. Si hubiera caído mal, dudo que hubiera salido de esa con solo una torcedura...
Cuando Yokozawa se detuvo a pensar en las posibilidades de la situación, comenzó a temblar nuevamente. Si el sujeto se hubiera golpeado la cabeza contra el concreto... probablemente no estaría allí intercambiando ocurrencias a diestra y siniestra con él de esa manera.
-Oh, y también... por favor no le digas a Hiyo lo de esta noche, ¿sí? No quiero preocuparla.
-Entiendo. Pero si no quieres que ella se entere, más vale que se te ocurra alguna forma de explicar como fue que te lastimaste. -Aunque resultaba probable que ocultara el tobillo torcido usando pantalones, había una prominente raspadura decorando la parte de atrás de su brazo, la cual se ganara al ser empujado al piso, que era bastante llamativa para ser poco más que una marca superficial.
-Esto probablemente dure un tiempo, ah... ¿Crees que ella se la crea si le dijo que solo me caí en la oficina?
-Si me lo preguntas a mí, creo que tendría más que una leve sospecha.
-Sí...
Yokozawa se acomodó al lado de Kirishima, quien permaneciera sumido en sus pensamientos de como explicarse frente a Hiyori, antes de reacomodar su postura y aclarar su garganta explícitamente. Ellos no podían quedarse allí sentados charlando como si nada toda la noche.
-... Y bien, vas a explicarme porque diablos te atacó esa mujer, ¿cierto? -El mensaje de texto de Kirishima contenía una breve descripción de lo que había ocurrido, pero Yokozawa aún no había oído todos los detalles del incidente.
Presumía que todas las llamadas telefónicas y mensajes de texto que habían estado fastidiando a Kirishima últimamente eran de esa mujer; para decirlo abiertamente, lo habían estado acosando.
-... Sí, lo haré -respondió con un leve suspiro, sugiriendo que no estaba muy feliz de discutir el tema. Sin embargo, Yokozawa no tenía la más mínima intención de dejar que lo que sucedió ese día pasara de largo. Luego de una poca de vacilación de parte de Kirishima, al fin comenzó a hablar desafectadamente: -... Estoy bastante seguro de que lo mencioné antes, pero la primera vez que la vi fue en la entrevista. Y solo para aclarar, yo no la contacté ni una vez.
-Así que entonces, ella tenía sus ojos en ti desde esa vez.
-A decir de ella, aparentemente ella "sintió que era su destino" cuando me conoció.
-...
Yokozawa buscó una respuesta, quedándose en silencio. La gente era perfectamente libre de alimentar esa clase de vuelos de la imaginación si así lo deseaban, pero era un dolor en el trasero que esa clase de sentimientos fueran impuestos en los demás sin su consentimiento.
-Comencé a tener la impresión de que ella estaba un tanto mal cuando me invitó a salir a por unos tragos luego de la entrevista. Ella me invitó a salir luego de que nos separáramos del editor a cargo, así que rechacé su oferta, pero ella seguía persiguiéndome con eso, así que yo terminé diciéndole que ese día no era un buen momento para mí y que quizás podríamos dejarlo para otro día.
-¿Y ella se lo creyó? Entonces, ¿por qué demonios le darías tu número de teléfono celular?
-¡No pude evitarlo! Si no lo hubiera hecho, entonces ella no me hubiera quitado los ojos de encima. Además, había mucha gente a nuestro alrededor, así que no podía ser grosero con ella. No podía permitir que ella hiciera una escena o algo así. Sin mencionar el hecho de que no tenía ni idea de que ella estaba tan loca...
-Cierto... -A primera vista, Kayama lucía como cualquier ser humano normal, con una apariencia acorde y una forma común y corriente de manejarse y comportarse. Aunque él pensara que la mujer era un tanto obtusa luego de presenciar su conversación con Kirishima en el bar, nunca la hubiera tomado como una persona de esas que empujan a alguien por las escaleras.
Quizás Kirishima no le había presentado a Yokozawa... debido a que él ya había comenzado a albergar sospechas en ese punto.
-Yo como que asumí que podría safar hasta que el artículo fuera a la imprenta, lo cual aparentemente fue mi ruina. Nunca imaginé que ella llegaría tan lejos como para seguirme a casa...
-¿Y qué? ¿Quieres decir que no fue una coincidencia que nos topáramos con ella en ese bar?
-Así parece. -Tal vez la extraña reacción de Kirishima ante su aparición en ese momento se debió a que él ya se sentía incómodo de estar con ella para ese entonces. Ahora no cabía duda en la cabeza de Yokozawa de que ella había inventado la parte de su encuentro con una amiga.
-Y esas cartas que trataste de ocultarme... ¿todas esas eran de ella?
-Sí, pero la mayoría estaban dirigidas a "mi esposa". Mencioné que tenía una hija en la entrevista, pero nunca le hablé de Sakura. -Sakura, la difunta esposa de Kirishima. Al escuchar que Kirishima tenía una hija, indudablemente Kayama había asumido que él tenía una esposa.
-Pero, ¿por qué diablos le escribiría a Sakura-san? ¿Qué estaba escrito en las cartas?
-Cosas como: "tu esposo te está poniendo los cuernos" y "tú no eres adecuada para él así que hazte a un lado"; ese tipo de cosas. Incluso adjuntó una fotografía en una diciendo "Yo soy más adecuada para él", así que era bastante fácil hacerse una idea de quien era el culpable.
-¿Por qué demonios llegaría tan lejos como para...?
-Al parecer ella pensó que podría hacer que nos separáramos. No había forma de que yo fuera a permitir que tú o Hiyori vieran esa clase de porquerías; pero si las tiraba, perdería la evidencia y tampoco podía dejarla en casa, así que comencé a llevarla conmigo. Lo cual fue algo bueno, ya que pude entregárselas a la policía inmediatamente.
Yokozawa se quedó sin palabras ante el modo en que todo este asunto se había desarrollado como si se tratara de una novela de suspenso barata. Esto estaba muy por encima de las conjeturas de Yokozawa, que le estuvieran enviando cartas como si fueran notas amorosas o algo similar.
-Ella sí que era todo un personaje, ah...
-Además, resultó que esta no era ni siquiera la primera vez que ella hacía algo como esto. La policía estaba diciendo que ella probablemente sería condenada esta vez.
-¡¿Condenada?! -Los ojos de Yokozawa se abrieron de par en par por el shock ante el lenguaje para nada suave con el que hablara Kirishima. Aunque sus actos ciertamente constituían un agresión a los ojos de la justicia, Kirishima solo había sufrido heridas menores por su ataque. Él había asumido que ella saldría de esta con poco más que una multa o algo así.
-A ella se le dio por acosar a hombres que rompieron antes con ella, incluso llegando tan lejos como para lastimar a sus nuevas novias. Ella nos vio juntos, pero dudo que haya asumido que yo estaría saliendo con un tipo.
-La mayoría no lo haría. -Pocas personas asumirían que un hombre de la edad de Kirishima con un hijo propio estaría saliendo con alguien del mismo sexo.
-No alcancé a oír todos los detalles, pero parece que cuando de romance se trata, ella comienza a perder la capacidad para diferenciar la realidad de la fantasía. Cuando sus padres oyeron sobre esto por parte de la policía, ellos se apresuraron a ir y se disculparon una y otra vez.
-Ya veo... -En ese punto, Yokozawa recordó que sí, incluso la gente que le causa problemas a otros tienen padres y familiares, y mientras hacía una pausa para considerar los sentimientos de los padres de Kayama, su pecho se estrujó de dolor. ¿Cuántas veces debieron lidiar con tal ansiedad antes de esto...?
-Bueno, al menos estoy contento de que yo fuera su objetivo. Me siento débil de solo imaginar lo que podría haber sucedido si ella hubiera puesto sus ojos en Hiyori... Quizás debería hacer que ella comience a tomar algunas lecciones...
-Probablemente eso te quite un gran peso de encima, al estás seguro de que ella sabe como defenderse sola. -A Yokozawa le asustaba infinitamente no saber que podría haberle hecho a una niña pequeña luego de perder la capacidad para diferenciar la realidad de la fantasía. Si Kirishima no hubiera sido a quien empujara por las escaleras, las cosas hubieran sido aún peor.
Siempre habría personas por allí, como esos vándalos de antes, que le apuntarían al débil; incluso si Yokozawa siempre mantenía la guardia en alto, y aunque todo saliera bien ya que él se encontraba allí en ese momento, se estremecía al pensar lo que podría haber sucedido si Hiyori hubiera estado sola.
Al crecer, ella se encontraría afuera sola más y más seguido; pero ellos no podían encerrarla por estar preocupados por ella. Y así, probablemente no tenían más opciones además de asegurarse que supiera defenderse sola.
-Pero entonces, ¡¿por qué demonios no viniste y me dijiste todas estas porquerías?!
-Bueno, por un lado no podía estar 100% seguro, y si todo resultaba ser que yo me estaba preocupando por nada, eso era lo mejor. No quería preocuparte por algo de lo que ni siquiera estaba seguro.
-¡Bueno, ya sea que me lo digas o no, yo igual me voy a preocupar! ¡¿Realmente crees que soy tan poco confiable?! -Aunque pudiera comprender la postura de Kirishima, manifestando que no quiso preocuparle, Yokozawa seguía sin poder aceptar eso. Quizás no podía culpársele por querer proteger a su esposa o hija en esa situación, pero Yokozawa era un hombre, y uno que no necesitaba esa clase de protección en ese aspecto.
Yokozawa abrió la boca para expresar una queja al respecto y fue entonces cuando Kirishima le respondió con expresión de vergüenza y duda en su voz: -Yo solo... no quería verme... tan patético frente a ti.
-... que.
-¿Ser incapaz de lidiar con una chica? Más patético no se puede ser. Es por eso que yo había planeado explicártelo todo luego de haberme encargado de todo.
Yokozawa se quedó boquiabierto del shock ante las acotaciones de Kirishima; que fuera un creído presuntuoso estaba bien y todo, pero el tipo realmente necesitaba controlarlo a veces. Él no podía digerir el hecho de que estuviera hecho trizas por la preocupación todo ese tiempo solo por el orgullo de Kirishima.
-¿Acaso eres un idiota? Yo nunca pensaría que eres patético, sin importar lo que hagas -escupió admitiendo en medio de suspiros.
Kirishima se quedó helado por un momento antes de replicarle estúpidamente: -... ¿Te importaría decir eso de nuevo? ¿Solo una vez más?
-¿Ah?
-Esta vez lo voy a grabar así que, ¿lo dices para mí una vez más?
-¡Idiota! -rugió en respuesta mientras Kirishima sacaba su teléfono celular para activar la función de grabación de voz-. No. ¡Solo lo escucharás una vez!
Yokozawa no estaba para nada emocionado de que su seria admisión fuera tomada para la chacota. Esa no era la clase de cosas a la que uno pudiera animarse a decir muy a menudo y definitivamente no quería que fuera grabada. Obviamente no iba a superar el día con solo un suspiro, eso quedaba claro.
Irritado, se puso de pie y se dirigió a la cocina para servirse una cerveza, cuando unos brazos le envolvieron desde atrás, llevándolo a un fuerte abrazo: -¡...!
-Lo siento. Realmente estoy... verdaderamente apenado.
La frustración de Yokozawa se desvaneció por la honesta sinceridad que envolviera la disculpa, completamente diferente del ligero tono que Kirishima usara antes.
Yokozawa alcanzó a ver el vendaje que envolvía el biceps de Kirishima en su campo visual periférico y una confesión prácticamente escapó de sus labios: -... Cuando vi que te empujaron por esas escaleras... sentí como si mi corazón se detuviera.
-Yokozawa.
Su mente se había puesto totalmente en blanco en ese momento, enviándolo en caída libre hacia un vacío de ira y desesperación, como si todo su mundo hubiera llegado a su fin. Solo fue capaz de recuperar su compostura luego de ver que Kirishima estaba bien.
Posó su mano sobre la que Kirishima tuviera envuelta en él: -Aun si no puedo ayudarte, dime estas cosas. Aunque admito que estoy seguro de que tú podrás salir adelante solo.
Yokozawa nunca, jamás quería volver a pasar por eso otra vez. Quizás él no podría ser de mucha ayuda, pero aun así podía estar allí para él, ser un compañero en quien recargarse para evitar que cayera.
Antes, Kirishima había dicho que si alguna vez Yokozawa se encontraba en problemas, esperaría y confiaría en él. Pero Yokozawa ya había tenido suficiente de esperas en la oscuridad.
Ellos estaban juntos, y eso significaba que él quería compartir no solo los momentos felices sino también aquellos difíciles. ¿Acaso no es eso lo que significa compartir la vida con alguien?
-Me aseguraré de discutirlo contigo como se debe la próxima vez.
-Más te vale que no te olvides de eso. -El leve tono de regaño que envolvía sus palabras probablemente se debía a algún sentimiento de hosca irritación persistente y él se sonrió amargamente ante su comportamiento infantil.
-... Lo prometo. -Y con estas palabras, Kirishima ciñó aún más sus brazos alrededor de Yokozawa.
Yokozawa cerró sus ojos fuertemente y exhaló largamente, al fin capaz de relajar la rigidez que azotara su cuerpo.
Continuará...
Al final, la tipa estaba re loca.
ResponderEliminarYokozawa cada vez demuestras mas sus sentimientos. Terminaron re tiernos :3
Sabia q esa zorra era una loca ¬¬
ResponderEliminarpero Kirishima y Yokozawa estan bien. Eso me vuelve una chica feliz xD
Que escena más tierna . . .
ResponderEliminarWhen Kirishima come katsudon... pinshi Yuri :v ok ya
ResponderEliminarComo cuando te das cuenta que antes de asakura de Super lovers (no me acuerdo muy bien si se llamaba así) era sucesora de esta loca, que les da a las mujeres del yaoi en acosar y luego empujar a los hombres.
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