Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 4
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: Haruna
Continuación del capítulo 7
-¿Has terminado ya los bentous? Se ven
deliciosos.
-Los tengo enfriándose ahora mismo, así que,
que no se te ocurra ir y probar nada.
-¡No los he tocado!
-Es por eso que te digo que no lo hagas.- Kirishima había entrado a
la cocina justo cuando Yokozawa terminaba de colocar la comida que había
preparado en las cajas. Había tenido que dar un golpe a una mano amenazante
antes de que pudiera hacer daño alguno. Los bentous estaban llenos de cerdo con
jengibre como plato principal, la comida que Kirishima había pedido ya la noche
anterior.
Al estar cansado por haber sido
arrastrado a la cama en cuanto puso un pie en el apartamento la noche anterior,
no había sido capaz de reunir las fuerzas necesarias para ponerse a cocinar. Y
mientras su intento de fingir que dormía ante Kirishima se convirtió en
verdadero sueño, su estómago vacío le recordaba que en algún momento tendría
que comer, quitándole la libertad de dejarse ir por el sueño. Pero aun cuando
fue capaz de salir de la cama, no tenía la energía suficiente como para
preparar nada, así que saciaron su hambre con algunas sobras, dejando la carne
de cerdo como la comida de hoy.
En algún momento, Kirishima había
comprado dos cajas de bentou, asegurándole a Yokozawa que, “Me he preocupado de
comprar dos diferentes, nadie se dará cuenta.” Yokozawa habría preferido que
tuviera ese cuidado por la discreción en otros asuntos, pero era quizá pedirle
demasiado.
-Ni un solo dedo sobre ellos,
¿entendido?- Le recordó.
-Sí señor~ Entendido.- Dijo
Kirishima, y con esa promesa Yokozawa se fue a la habitación para poder
cambiarse. Como sabía que en algún momento llegaría la ocasión de quedarse a
dormir, había sido previsor y había dejado un traje y una camisa allí. Después
de todo, ningún encargado de ventas que se precie se atrevería a llevar dos
días seguidos la misma ropa. Quitó el plástico protector que cubría la ropa de
trabajo y se colocó primero la camisa y después los pantalones. Había empezado
a hacer el nudo de su corbata cuando de repente, Kirishima sintió la necesidad
de hacer uno de sus comentarios.
-Si fuera tú no me pondría esa
corbata.
-Es la misma corbata que llevo
siempre con este traje.- Y además, solo tenía tres corbatas allí, y ninguna a
parte de esa quedaba bien con el traje que llevaba.
-Prueba algo nuevo de vez en cuando.
¿Qué te parece esta?
-…Esa es tuya.- La corbata que Kirishima le había ofrecido era de un tono
más bien llamativo, con un modelo que Yokozawa nunca habría elegido por sí
mismo. Podría quedarle bien a Kirishima, pero Yokozawa no estaba seguro de que
él pudiera hacerle justicia.
-Y como ya he dicho, está bien.
Además, se supone que debes llevar algo de tu amante cuando te quedas a pasar
la noche con él.
-¿Quién dice eso?
-Solo confía en mí. Te verás genial con ella, ten. Hasta la ataré por ti,
mira al espejo.
-…Hazlo a tu manera.- El hombre
parecía seguir con el entusiasmo de la noche anterior. Deslizó sus brazos por
debajo de los de Yokozawa, obligándolo a levantarlos ligeramente para que así
Kirishima pudiera hacerle el nudo de la corbata cómodamente.
-…Es difícil atar la corbata de otra
persona…
-Entonces deja que lo haga yo mismo,
Dios…
-¿Qué te pasa? Era solo un
comentario. Ya casi he acabado, así que cállate y déjame terminar.
-Sí, sí…- Probablemente no estaba
acostumbrado a hacer aquello dado que el propio Kirishima casi nunca llevaba
corbata. Yokozawa no podía evitar pensar que habría sido más rápido si lo
hubiera hecho el mismo. Era incapaz de relajarse por ver cómo Kirishima seguía a
lo suyo, así que cerró los ojos para distraerse. El calor de su cuerpo que se
filtraba a través de su espalda, el peso de la cabeza de Kirishima que
descansaba sobre su hombro, la presencia de sus dedos… Todo ello contribuía a
que Yokozawa permaneciera en un estado de alerta. ¿Cómo se suponía que podía
describir esa sensación de malestar…?
-Ya está. ¿Qué opinas?- Ante la
pregunta de Kirishima, abrió los ojos nuevamente y se miró al espejo. Aunque se
resistía a contribuir en aumentar el ego de Kirishima, tenía que reconocer que
no estaba mal del todo.
-…Está bien, creo.
-Venga, no seas tímido. Lo digo en
serio, te ves genial.
-¿Cuánto tiempo más planeas estar
colgado de mí? Si ya has terminado suéltame.- Se encargó entonces de apartar
los brazos de Kirishima que en ese momento se encontraban rodeando su cintura,
liberándose por fin de ese abrazo. Un día de semana por la mañana era un mal
momento como para dejarse llevar.- Sabes… No hace falta que vengas a la oficina
conmigo. ¿Por qué no te tomas un descanso de vez en cuando?- A diferencia de la
sección de ventas, los editores tenía unos horarios muy flexibles. Hiyori no
volvería hasta el día siguiente por la noche, por lo que Kirishima podría haber
salido de casa algo más tarde de lo habitual.
-¿Qué? ¿Acaso no quieres que vaya
contigo?
-No me importa en lo más mínimo. No
soy un niño que necesita que alguien
le cuide.
-Mira que eres idiota. Ser un niño
es divertido. ¿Qué hay de malo en
revivir la infancia?
-Tú eres mucho más jodidamente
idiota de lo que yo podría llegar a ser nunca.- El hombre, en vez de enfadarse
por la respuesta, simplemente soltó una carcajada.
Pasó por el baño para tomar prestado
un poco de uno de los productos para el pelo de Kirishima y volvió a la cocina,
donde encontró las cajas de los bentous ya listas.
-Ya envolví nuestros bentous.
-…Sí, ya lo veo.- Ambos tenían ya el
nudo hecho, que aunque no era perfecto, podía pasar. El hombre realmente quería ayudar de alguna forma.
–Bien, Sorata, nos vamos ya. Cuida de la casa mientras no estamos.- Le dijo al
gato, quien se encontraba sentado sobre su torre del salón mirando a la
ventana. Esa pieza había sido un impulso de Kirishima, quien había visto esa
torre cuando visitó una tienda de muebles hacía ya algún tiempo. Sorata al
principio se había visto reacio a usar aquello, pero ahora parecía que
realmente le gustaba.
-Oye, ¿has visto mi reloj, Yokozawa?
-Claro que no, ¿lo dejaste en la
habitación? Y date prisa, vamos a llegar tarde. Me adelantaré para tirar la
basura.
-Oi, espérame un segundo, ¿podrías?
-Te esperaré, abajo.
-¡No! ¡Espérame en el genkan!
Yokozawa simplemente lo ignoró y fue
a coger la bolsa de basura y un puñado de revistas que se podían tirar para
después salir del apartamento. El complejo de apartamentos de Kirishima
permitía que se tirara la basura en cualquier día de la semana. Kirishima solía
encargarse de la basura normal y Hiyori era la responsable de separar lo
reciclable.
Caminando hacia el ascensor Yokozawa
soltó un suspiro resignado. El ánimo que Kirishima tenía por las mañanas
conseguía agotarlo antes incluso de que empezara el día. Pero tenía que
admitirlo, realmente se alegraba de por fin haber encontrado algo de tiempo
para estar a solas. Era simplemente que no sabía cómo reaccionar a tanta energía. –…Dios…
Abrió la puerta del cuarto de la
basura y tiró la bolsa en su lugar correspondiente. A penas había cerrado la
puerta cuando escuchó una voz llamarlo por detrás.
-Buenos días.
-Oh, buenos días, ¿Iokawa-san?-
Cuando se dio la vuelta allí estaba Iokawa, a quien se había encontrado hacía
solo dos noches. Parecía que él había ido a tirar su basura también, así que
Yokozawa detuvo la puerta que se estaba cerrando y la mantuvo abierta.
-Ah, lo siento, muchísimas gracias.
El volver a encontrarse con ese hombre
parecía demostrar que las coincidencias suelen repetirse a menudo.
-Veo que debe de haber pasado la
noche en casa de Kirishima, ¿cierto?
-Oh, ah, sí. Nos pasamos un poco
bebiendo así que…- La suposición de Iokawa, teniendo en cuenta que Yokozawa
estaba allí a esas horas de la mañana, no era para nada descabellada, por lo
que alterarse por cualquier pequeño comentario solo haría que la situación se
volviera más sospechosa. Si eran lo bastante cercanos como para que Kirishima
lo invitara a su casa de vez en cuando, entonces se entendía que él dejara que
Yokozawa se quedara allí por una noche, no era para tanto. No había razón para
que Iokawa pensara nada extraño de su relación de amistad.
-¿Lleva bien la resaca entonces?
-No suelo tener resaca la verdad.
¿Así que siempre va a esta hora al trabajo, Iokawa-san?- Preguntó inocentemente
en un intento de cambiar de tema.
-Normalmente salgo un poco más tarde,
pero hoy me desperté temprano por alguna razón. Aun así me olvidé algo en mi
apartamento y tuve que volver, así que todo ha sido una pérdida de tiempo.-
Soltó una risita ante su situación y Yokozawa recordó que en verdad la primera
vez que le vio le dio la impresión de ser una persona algo despistada. –Oh, y
supongo que realmente no le interesará saberlo pero… hablé con mi novia por
teléfono tras el incidente de la otra noche y decidimos romper formalmente.
-…Ya veo.- Quizá él pensó que
Yokozawa merecía saber cómo habían acabado las cosas por el hecho de haberse
visto envuelto en ello. Por su expresión al menos, Iokawa se veía relajado,
nada que ver con la actitud que había visto dos noches atrás.
Cada uno lidiaba con el amor de
forma diferente, y Yokozawa apenas tenía experiencia en el asunto como para ir
dando consejos al resto del mundo, pero realmente pensaba que Iokawa
encontraría a alguien mejor para él en el futuro.
-He estado un poco preocupado por
este asunto últimamente, pero ahora podré centrarme más en mi trabajo. Tengo la
intención de dedicarme en cuerpo y alma a vender, así que para que lo sepa, ¡no
pienso perder contra usted, Yokozawa-san!
Mientras caminaban nuevamente hacia
la entrada del complejo, la declaración de Iokawa llegó a sus oídos cuando
Kirishima justo salía del ascensor. –Demonios, Yokozawa, te dije que espera…ah, ¿Iokawa-san?
-Oh, Kirishima-san. Buenos días.
-Buenos días. ¿También se dirige al
trabajo Iokawa-san? Su preguntaba se parecía mucho a la que había formulado Yokozawa
unos minutos antes. Probablemente ese era el único tipo de conversación que uno
fácilmente podía establecer con un conocido.
-No, he olvidado algo en mi
apartamento, así que estaba volviendo. Justo cuando había conseguido empezar
temprano… ¡Soy tan torpe! Oh, gracias por dejar a mi sobrino pasar a su casa el
otro día. Estaba totalmente agradecido por recibir un regalo.
El sobrino de Iokawa había llevado
un regalo a Hiyori por su cumpleaños, y cuando la chica les preguntó qué tipo
de regalo podría gustarle a un preadolescente, Kirishima y Yokozawa se había
estrujado los cerebros para que se les ocurriera algo apropiado.
-Me alegro de oír eso, parece que
fue una buena decisión el elegir algo entre los dos con Hiyori. Pero una cosa,
¿Cuándo se volvieron Yokozawa y usted tan cercanos?
Un escalofrío recorrió la espina
dorsal de Yokozawa ante tal pregunta. Solo habían estado charlando, no había nada de lo que pensar mal.
-Oh, nos encontramos en un bar hace
un par de noches. Estaba sentado en una silla justo detrás de mí.
-¿Hace dos noches?
-Ah, fue después de la cena de
negocios que te mencioné. Simplemente nos encontramos por casualidad.
-Ya veo, aunque es la primera vez
que oigo algo al respecto.- Sus ojos sin embargo le acusaban: no me dijiste nada.
-No tuve ocasión de comentarlo.- Él
no había tenido intención de ocultarle nada, pero sacar el hecho de que había
estado presente cuando Iokawa había discutido con su novia podía ser una
violación de su intimidad.
-Él de alguna manera se vio envuelto
en mis problemas, y me sabe mal el hecho de que probablemente resulté ser una
molestia en ese momento. ¡Pero tras hablar un poco, me quedé sorprendido al
enterarme de que él es un encargado de ventas como yo!
-¿Encargado de ventas?
-Por lo visto Iokawa-san trabaja en
el departamento de ventas de Libros Fujino.
-¿En serio? Mi hija es una fiel
lectora de sus libros para niños.
-¿De verdad? ¡Eso es genial! Rara
vez tengo la oportunidad de conocer a otros en mi área de trabajo, así que
simplemente me vi envuelto en una conversación con Yokozawa cuando descubrí que
ambos estábamos en el mismo departamento.
-Bueno, supongo que no puedo perder la oportunidad de preguntarlo, ¿de qué hablaron
ustedes dos?- Kirishima tenía una sonrisa en su rostro, en cambio sus ojos no
se reían en lo más mínimo. Entonces Yokozawa supo que el hombre estaba sacando
conclusiones precipitadas por su cuenta, pero intentar aclarar su error solo
expondría sus vidas privadas a Iokawa.
-Solo negocios.- Aseguró Yokozawa. Iokawa
parecía estar haciendo una montaña de un grano de arena respecto a una
conversación que realmente no había sido importante, nada relevante había pasado
entre ellos. No habían hecho más que discutir algunos asuntos sobre sus
trabajos, o sobre problemas con los que lidiaban en el día a día.
-Hmm…solo negocios ¿eh?
-Me encantará hablar de nuevo con
ustedes si se da la oportunidad.
-A mí también, de hecho, tengo
bastante curiosidad por saber de qué tipo de cosas habla Yokozawa.
-Ya te he dicho que no hablamos de nada especial.- Un sudor frío le
recorría la espalda al pensar que Kirishima realmente podría soltar algo sobre
su relación. Se determinó a no permitir que esos dos conversaran en el futuro y
puso fin a aquella charla.-Oh, ¡pero mira la hora que es! ¡Realmente debemos
irnos ya si no queremos llegar tarde al trabajo!- Dijo mientras señalaba su
reloj.
-Sí, tienes razón.
-Oh, mis disculpas por entretenerlos.
-No pasa nada, fue un placer verlo
de nuevo. Bien, entonces nos vamos.- Kirishima dio una inclinación de cabeza
hacia Iokawa como despedida antes de girarse para empezar a caminar.
-Oye, ¡espera! Ah, lo siento, debo
irme ya.- Yokozawa también hizo su propia inclinación de cabeza antes de correr
un poco para alcanzar a Kirishima, estaba nervioso. Al llegar a su lado empezó
a pensar cómo explicarse. Se dio cuenta al momento de que Kirishima estaba de
mal humor ahora.
-Fuiste
horrorosamente amable con él.- Señaló malhumorado, lo que provocó la irritación
de Yokozawa. No recordaba hacer sido particularmente amable con Iokawa, ni
tampoco creía que hubiera hecho algo como para merecerse la ira de Kirishima.
-Fue una mera coincidencia el que
nos encontráramos antes y solo hablamos un poco. La mayoría del mundo saludaría
a un conocido si se lo encontrara por casualidad, ¿no crees?
-Me pareció que eran algo más que conocidos casuales.
-Los dos estamos en ventas. Es
normal que tengamos cierta afinidad.
-Quizá. Pero no te habría matado el
contármelo al menos.- Quizá simplemente le irritaba el hecho de que algo había
pasado y él no se había enterado. Yokozawa se sentía algo culpable por haber
ocultado ese encuentro de Kirishima, pero en realidad, aquello tampoco era para
tomárselo así.
-Y como dije, simplemente no tuve la
ocasión de contártelo. Has estado muy ocupado últimamente…
-Lo podrías haber mencionado ayer.
-¿Y de quien fue la culpa de que no
tuviera ni un solo momento libre para hacerlo?-
La noche anterior no había sido para nada un buen momento para conversar.
Kirishima debía saberlo mejor que nadie.
-Te habría tomado menos de cinco
minutos el comentar que te lo encontraste.
-Dios, eres realmente molesto. No
tiene nada que ver contigo con quien demonios hablo o dejo de hablar.
-¿Nada que ver conmigo?
-¡…!- Definitivamente se había
equivocado eligiendo las palabras, no debía haber usado ese vocabulario. Aun cuando no fuera asunto de Kirishima, esa no era
forma de hablarle a la persona con la que tenías una relación. Sabía
perfectamente que su actitud era producto de un pequeño ataque de celos, pero
el ser presionado de esa manera le había hecho perder los estribos.- Lo que
quiero decir… es que, no hay nada de lo que tengas que preocuparte… eso es lo
que intentaba…decir…
-No estoy preocupado, sino irritado.- Yokozawa sabía quizá mejor
que nadie lo que los celos podían hacerle a una persona, pero él no había hecho
nada, nunca sería capaz de traicionar a Kirishima. Por lo que el hecho de que
reaccionara de esa forma lo veía hasta un poco insultante. ¿Era él acaso una
persona tan poco confiable? -…Bien, enfádate
si quieres entonces.- Dijo instaurando el silencio entre ambos para el resto
del trayecto.
Había sido solo una tontería, pero de repente sentía que ya no estaban en la misma sintonía.
Continuará...
Gracias son los mejores nadie como ustedes amo esta novela gracias por continuar trabajando en ella
ResponderEliminarGracias por el capítulo, lo he disfrutado mucho, lástima por el final tan triste, espero volver pronto con la continuación :D
ResponderEliminarHello there~
ResponderEliminarA pesar de que ya los leí en ingles, leerlos en español siempre sabe mejor y es más ameno.
Muchas gracias por tomarte el tiempo de traducirlo, seguro será una muy buena traducción.
Animo, espero que más gente comente, porque al fin de cuentas es lo que anima ¿qué no?
Nos vemos~
Súper, he estado leyendo desde hace 2 semanas y no había tenido la oportunidad de comentar. Eres un sol por traducir la novela, soy tu fan n.n
ResponderEliminarLove you~
yayy me encanta un kirishima celoso, espero que las cosas se pongan mas ardientes entre ellos arigato
ResponderEliminarGracias por traducir, está muy interesante.
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