Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 4
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: Haruna
Su apasionado
revolcón no duró demasiado. Y aunque la razón inicial por la que había invitado
a Kirishima había sido dejada a un lado tras haber aceptado el reto de
Kirishima (solo para caer de nuevo rápidamente en sus manos), Yokozawa no la
había olvidado. Simplemente estaba recuperándose.
-Fiuu, ¡comí como un cerdo! Yokozawa, té.
-Eres un invitado, joder. Intenta ser un poco más educado, ¿podrías?- Se
quejó, pero dado que ya se había levantado para ir a servir el té que le había
pedido, solo podía echarse la culpa a sí mismo. Era precisamente porque
consentía a Kirishima de esa manera que se le había subido a la cabeza.
-Entonces, ¿qué era exactamente de
lo que querías hablar…?
-¡No lo olvides! ¡Estamos aquí para hablar de Hiyo!
-Oooooh, cierto, cierto. Perdona.
-…- Miró duramente a Kirishima por haberse
disculpado tan a la ligera. Yokozawa tenía serias dudas sobre si aquel hombre
podría darle algún consejo serio.
-Bueno, personalmente no creo que
haya nada de lo que preocuparse.
-¿Entonces por qué demonios no
responde a ninguno de mis mensajes?- Si todo lo que tenía que hacer era
disculparse, entonces iría al apartamento en ese mismo momento y agacharía la
cabeza rogando perdón. Pero considerando que ella podría encontrar su obstinada
persistencia como una molestia, era incapaz de dar ese paso.
-Nah, está bien. Ella solo se ha
cogido un berrinche, eso es todo.
-Solo lo dices porque eres su
padre.- La relación de Yokozawa con Hiyori podía describirse como la de unos
amigos, (aunque con algo de diferencia de edad entre ellos) y a pesar de que
Yokozawa sabía cómo lidiar con la gente de su edad, sentía la brecha
generacional cuando se trataba de una niña pequeña de diez años.
La primera vez que se conocieron,
cuando era más pequeña, su lado infantil había sido más prominente, pero
últimamente ella había empezado a mostrar más madurez, su lado adulto. Ante
ello, Yokozawa no tenía duda de que pronto aparecería el mal humor
característico de las chicas que empezaban la pubertad, lo que era una razón
más por la que no quería echar todo a perder.
-Te estás preocupando por nada,
confía un poco en Hiyori. Ella no es tan poco comprensiva.
-Bueno, sí, lo sé, pero aun así…
-Si estás tan preocupado, ¿por qué
no hablas con ella tú mismo? Pregúntale qué puedes hacer para que volváis a
estar bien. Las indirectas parece que no funcionan con ella después de todo.
-Sí… tienes razón. Supongo que sería
lo mejor…- Hiyori no era del tipo que hacía daño a alguien sin una buena razón;
las únicas veces en que ella realmente se cabreaba era cuando estaba seriamente
molesta por algo.
Suspiró para después sorber el té
caliente. Sentía que había podido ordenar de alguna forma sus sentimientos
ahora que Kirishima había escuchado su triste historia. –Oh, eso me recuerda,
¿no dijiste que tenías algo que querías hablar conmigo también?- Cuando había
ido a decirle que quería discutir algo con él antes, Kirishima también le había
mencionado que quería hablar con él sobre cierto asunto.
-Claro, caro, escúchame bien: hay
algo serio que está pasando en la
familia Kirishima. Algo malo.
-¿Algo serio…?- Yokozawa al momento
se puso en guardia, encontrándose con la expresión seria de Kirishima. ¿Había…
pasado algo con Hiyori?
-Escúchame e intenta no desmayarte por
el shock, ¿vale?
-¿Qué demonios estás intentando
revelar? ¡Suéltalo de una vez!- Espetó con su irritación aumentando.
-Este sábado… Hiyo tiene una cita.
-¿¡UNA CITA!? ¡Es demasiado joven
para eso!- Su silla hizo un ruido estridente a levantarse, y una lata de
cerveza que se encontraba sobre la mesa cayó derramando su contenido. Por
suerte estaba prácticamente vacía, así que el daño fue mínimo, pero Yokozawa
tenía cosas más importantes de las que preocuparse en ese momento.
-Bueno, tal y como lo dijo,
aparentemente no es una cita. Ella dijo que simplemente iban a ir de compras,
pero el caso es, que ella va con un chico.
-¡Eso me suena como a una jodida
cita! ¿Con quién va a ir?
-Iokawa-kun, por lo visto.
-¡!- Siendo lógicos, el “Iokawa” al
que Kirishima se refería no sería el tío sino el sobrino, el compañero de clase
de Hiyori. Aunque Yokozawa no sabía cómo se tomaba Hiyori aquello, estaba
seguro de que el chico lo vería como una cita
real. A pesar de que era mejor que Hiyori saliera con un niño del que ya sabían
algo, seguía siendo difícil dejar de preocuparse por que ellos dos quedaran
completamente solos.
Dándose cuenta de que aún estaba de
pie, Yokozawa se aclaró la garganta y volvió a su asiento.- A-así que cuando
dijo que iban a ir “de compras”… ¿a dónde se refería?
-¿Recuerdas ese centro comercial al
que fuimos juntos el otro día? Por lo visto es allí a donde piensan ir.
-¡Eso es totalmente una cita! Apretó los puños, refrenando el impulso de
volver a ponerse en pie. El centro comercial no solo tenía restaurantes, sino
también una sala de recreativos, un cine, espacio para eventos y mucho más. Que
fueran de compras juntos ya era bastante malo, ¡pero sería jodidamente peor que
fuera a ver una película a una sala oscura, a solas, con un niño al que le
gustaba!
Había estado totalmente centrado en
intentar que Hiyori lo perdonara hasta un momento atrás, pero ahora, no podía
importarle menos. Empezó a bombardear a preguntas a Kirishima. -¿Cómo de grande
es el grupo con el que van a ir? No me puedes decir que irán sol…
-Solo los dos, por lo visto.
-¿¡Por qué demonios permitirías algo
así!?
-¡No es como si tuviera otra opción!
Si le digo que no sin ninguna razón en particular para prohibírselo, ¡ella
podría empezar a interesarse más por ese chico! Además, no quiero que piense
que soy una padre pesado que anda molestándola todo el tiempo.- Yokozawa en realidad
entendía lo que quería decir, ¿pero no se suponía que debía jugar el papel del
malo en una situación así?
-¿¡Pero…y si pasa algo!?- La única
vez que había visto al chico, parecía que era bastante serio y educado, así que
no había razón para no entender que Hiyori quisiera pasar tiempo con él, pero
el preocuparse sobre ese tipo de cosas era algo extrañamente lógico.
-Tengo un plan.
-¿Un plan?
Ante la repetición de Yokozawa como
respuesta, Kirishima puso una expresión misteriosa al tiempo que se disponía a
explicar los detalles de dicho plan: -Estoy pensando en seguirla ese día.
-…Eso no es una buena idea.- Contraatacó ante la asombrosamente descarada
sugerencia. Aquello era ir demasiado lejos en violar la privacidad de Hiyori.
-¿Por qué actúas tan arrogante? No
puedes decirme que no sientes curiosidad también.
-Por supuesto que tengo curiosidad,
¿pero y si te ve?
-Simplemente me asegurare de que no
lo haga.
-…- Pensaba que quizá el hombre
tenía todo brillantemente pensado, pero parecía que en realidad no lo había bien.
Podía sentir como un dolor de cabeza amenazaba con aparecer.
-Si sentimos que vamos a ser
descubiertos, podemos simplemente fingir que tenemos una conversación y
perdernos entre la multitud.
-Espera… ¿¡ahora yo tengo que ir contigo!?
-¡Por supuesto! ¿Acaso lo dudabas?
Dos hombres adultos de metro ochenta
destacaban lo suficiente solo con estar. Si eran pillados siguiendo a dos niños
de primaria por el centro comercial, era jodidamente seguro que serían
reportados. Él ya estaba andando sobre arenas movedizas con Hiyori, por lo que
no pensaba que sería capaz de recuperar su buena relación si ella empezaba a
odiarlo aún más de lo que ya lo hacía. Nunca le daría otra oportunidad después
de eso.
-Ve tú solo, no me metas en tu
estúpido plan.
-Entonces qué, ¿no estás preocupado
por Hiyori?
-¡Solo porque esté preocupado no
significa que me crea con el derecho de espiarla!
-No la estaremos espiando, estaremos cuidando de ella.
-Esa es la definición misma de
buscar tres pies al gato.
-No te preocupes por las cosas
pequeñas. Ahora, el primera paso en nuestra estrategia debe ser conocer a nuestro enemigo.
-¿Estás escuchándome?- Kirishima
ignoró su advertencia y en su lugar sacó su agenda y empezó a leer.
-Veamos… Iokawa Yuuto; diez años de
edad. Quinto curso. Algo más alto comparado con el resto de compañeros, con
unas notas razonables, aunque es malo en japonés. Es bueno en los deportes y es
popular tanto con los chicos como con las chicas de su clase, pero no tiene
novia por el momento.
-¿Quién demonios te ha dicho todo
eso?
-Hiyo, por supuesto.
-¿Cómo conseguiste que te lo
contara?
-Solo pregunté. Le dije que quería
saber qué tipo de chico era el que vino a casa el otro día.
-…- El hecho de que ella hubiera
respondido a todo aquello sin pestañear indicaba que no tenía ningún
sentimiento especial por el chico, y aunque aquello le daba cierto alivio a
Yokozawa, no dejó de sentir algo de lástima por el pobre muchacho.
-Entonces… nos reuniremos en la
estación el sábado. Se supone que han quedado a las diez, así que creo que con
que estemos allí a menos diez será suficiente. Tendré que cerciorarme de poder
salir antes que ella… oh, y asegúrate de llevar algo que no sea llamativo.
-Espera un momento, ¡no he dicho que
vaya a ir!- Intentó corregir a Kirishima, quien parecía estar haciendo planes
para los dos como le daba la gana. Pero no parecía prestarle atención en lo más
mínimo y seguía parloteando. Uno de esos días, Yokozawa realmente querría saber
de dónde venía tanta confianza.
-Nah, definitivamente vendrás.
-Ni de broma pienso ir.
-No estaría tan seguro de eso. Mis
predicciones suelen cumplirse.- Respondió con una sonrisa atrevida en el rostro
ante la obstinada negación de Yokozawa.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Tras mucho pensarlo…Yokozawa al
final acabó yendo al lugar donde Kirishima había dicho que se encontrarían. Él
no estaba intentado seguir a Hiyori en su cita, eso quería dejarlo claro. Iba a
ir solo para poder echar un ojo a Kirishima. Pero aunque seguía diciéndose eso
a sí mismo, no podía evitar sentir algo de frustración al haber acabado
haciendo lo que Kirishima quería.
Mirando alrededor intentando
encontrar la figura de Kirishima entre la gente, lo divisó escondido detrás de
una columna mirando hacia la entrada. Un poco más allá, pudo ver cómo Hiyori ya
estaba allí esperando. A pesar de arrepentirse un poco de todo aquello, se
recordó a sí mismo que no podía darse la vuelta ahora.
-… ¿Tienes idea de lo sospechoso te
ves ahora mismo?
-Ja, sabía que acabarías viniendo.
¿No te dije que mis predicciones solían cumplirse?
-…- Más que que sus predicciones se
cumplieran, Yokozawa casi sentía como si hubiera sido forzado a ir con él, y
dándose cuenta de que se vería obligado a jugar a los detectives todo el día,
solo pudo soltar un suspiro de resignación.
-Ven aquí. Hiyo te verá si te quedas
ahí de pie.- Kirishima lo cogió por el brazo y lo colocó detrás del pilar
también. Yokozawa hizo su mayor esfuerzo para ocultarse detrás de una columna
que difícilmente podía ser un buen lugar para que se escondieran los dos.
-De alguna manera siento que
llamamos más la atención escondiéndonos así...- Dos hombres adultos
escondiéndose en las sombras para espiar a unos estudiantes de primaria era
algo más que sospechoso. Si no tenían cuidado, acabarían siendo reportados a la
policía.
-¿Por qué demonios llevas una gorra de
todas formas? No te queda nada bien…
-Cállate. Fuiste tú quien dijo que
teníamos que venir disfrazados, y esto es todo lo que tenía…- Él llevaba una
unos vaqueros y una sudadera con capucha que no solía usar, junto a una gorra
de béisbol que había sacado del rincón más profundo de su armario y que le
cubría los ojos en parte. Pero honestamente no podía dejar de pensar de que alguna forma, se veía más sospechoso con ese atuendo sombrío.-
Sí, ¿pero y qué hay de ti? ¿Qué pasa con esas gafas? ¿Son de mentira?
La ropa de Kirishima era de un
estilo que Yokozawa no había visto nunca en él. La mayoría de lo que llevaba
era negro, probablemente llevaba eso para poder mezclarse mejor entre la
multitud, pero la apariencia en general de Kirishima tendía a hacer que la
gente lo mirara.
-En realidad sí que tienen algo de
aumento. Las compré hace tiempo, pero me daban dolor de cabeza si las llevaba
durante mucho rato, así que simplemente las dejé. Tengo que admitir que nunca
pensé que podría usarlas en este contexto…
-¿Y para qué es la cámara entonces?
¿No me digas que vas a tomar fotos de
ellos?
-Pensé que podríamos actuar como
turistas.
-… No te pareces ni un poco a un turista.- De la cabeza a
los pies, nada en él parecía cómodo o casual.
-Bueno, estaremos bien. Nadie se
fijará en nosotros, confía en mí.- Yokozawa no estaba tan seguro de que el
hombre que atraía las miradas solo con estar de pie pudiera decir ese tipo de
cosas… pero si le decía algo, estaría dando una especie de cumplido a
Kirishima. Así que simplemente se calló, optando por cambiar de tema.
-¿Qué le dijiste cuando te fuiste?
-Que tenía que atender algunos
asuntos relacionados con el trabajo.
-¿Cómo demonios esto iba a estar relacionado con el trabajo?
-Oye, realmente no le mentí.
Preocuparse por su preciosa hija es el trabajo de un padre.
-Y eso es lo que la gente llama un juego de palabras.
-Ooh… ¡Iokawa ha llegado!
-…- Por lo visto, Kirishima
realmente no tenía ninguna intención de escucharlo y dándose por vencido en
intentar regañar al hombre, Yokozawa giró su vista hacia la entrada de la
estación tal y como había hecho Kirishima.
Iokawa Yuuto había caminado
tímidamente hasta Hiyori y parecía estar disculpándose por algo… ¿por hacerla
esperar quizá? Él entonces se corrió hacia la máquina de billetes para comprar
uno y luego volver, parecía que había pagado el billete de Hiyori también.
Yokozawa tenía que admitir, que para ser un chico de primaria, era bastante
competente en ese tipo de cosas. Él nunca habría sido capaz de comportarse así
con las chicas cuando tenía la edad de Yuuto.
-Vale, es hora de que nos movamos
nosotros también.- Sugirió Kirishima, empezando a caminar cuando se aseguró de
que Hiyori y Yuuto habían pasado ya por los tornos. Se dirigieron a las
escaleras opuestas que había tomado la pareja y los observaban de forma casual
desde el andén. Yuuto parecía estar nervioso, pero Hiyori se veía tranquila,
sin ninguna diferencia en su actitud.
-Eso me recuerda… ¿qué van a
comprar? ¿Hiyo dijo algo?
-Nop… Se dio la vuelta y se negó a
decirme nada.
-Unas compras tampoco toman
demasiado tiempo. ¿Crees que además irán a ver una película?
-Podría ser… ¿Quieres que vayamos
también?
-… ¿Por qué demonios estás haciendo
esto en realidad?
-Por seguirla y a aparte tener una
cita.
-¿No querrás decir seguirlos en una cita?
-Nop, ya me oíste. Seguirlos, y a
parte…una cita. Piensa en ello como una cita doble.
-¿¡Qué…!?- Él podría haber molestado
a Yokozawa para que fuera con él por ese motivo desde el primer momento.
-Es algo divertido ¿no crees?
-… Me voy.
-¿De qué hablas? Mira… el tren ya
está aquí.- Kirishima estiró una mano para coger a Yokozawa por el brazo y
hacerlo girarse antes de que se fuera, haciendo que se subiera en el vagón más
cercano del tren que acababa de llegar a la estación.
-¡Déjame ir!
-Si haces una escena Hiyo nos
descubrirá.
-…
-Ya que hemos llegado hasta aquí…
deberíamos ir hasta el final.
Las puertas del tren se cerraron con
un silbido mientras que Yokozawa soltaba un profundo suspiro de resignación.
Continuará…
jajaja genial idea!! cita dobleeeee! muchas gracias por las traducciones!!!
ResponderEliminarKirishima es un miserable, pero ah le adoro. Gracias por la traducción~
ResponderEliminarpobre de yokozawa siempre se deja engañar.... Gracias por traducirlo
ResponderEliminarQué es lo que creerá compra Hiyo,?
ResponderEliminarY Kirishima no podes hacer eso jajajajaja
es obvio que le comprara el regalo de yokozawa y lo que mas me encanta es lo gracioso que es kirishima a todo le saca el lado bueno jajjaja lo adoro
ResponderEliminarjajajajajajaja que hermosos, gracias chicos por traernos tan linda novela.
ResponderEliminarJajajaja morí de la risa en todo el capítulo, ese Kirishima es un desmadre xD
ResponderEliminar