Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 5
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: Haruna
Continuación del capítulo 9
Tras finalizar su reunión, Yokozawa acompañó a
los representantes de las librerías hasta la estación. A pesar de que el
calendario indicaba que ya estaban en octubre, todavía quedaban vestigios del
calor veraniego.
-Gracias
por su trabajo hoy. Todavía quedan bastantes cosas que hacer, pero espero que
podamos seguir contando con su apoyo en esta empresa.
-El
placer es todo nuestro. Confío en que podamos hacer una campaña exitosa.
-Lo
mismo digo. Gracias de nuevo por su cooperación.- Hizo una última reverencia
con su cabeza. La reunión de ese día había sido entre Yokozawa y algunos representantes
de varias cadenas de librerías. El hecho de que estuvieran cerca de la edad de
Yokozawa y el tener una actitud amistosa, había ayudado a que la junta fuera
aún mejor de lo que se había esperado. Y mientras desaparecían a través de los
torniquetes de la estación, Yokozawa tiró del nudo de su corbata y dejó salir
un suspiro de alivio.
-…Dios,
estoy muerto…- Susurró para sí antes de darse la vuelta para volver a la
oficina. Sus hombros estaban tensos por tener que atender una reunión tras
otra, y tras todas las conversaciones que había tenido que mantener ese día, se
sentía algo exhausto. Había decidido pasarse por la habitación de descanso
antes de volver a su mesa, solo para poder tener unos momentos de paz.
Mientras
se estiraba en una esquina de la habitación donde nadie pudiera verlo, sus
articulaciones crujieron de forma ruidosa, evidencia de cómo de tensos estaban
sus músculos. Definitivamente él no
estaba hecho para pasarse el día sentado. Usó las monedas que tenía en sus
bolsillos para comprarse un fresco y después se sentó en uno de los bancos.
Tras tomar un largo trago de su bebida, sintió cómo el agua de su cuerpo se
reponía inmediatamente.
Las
preparaciones para el festival que se avecinaba estaban avanzando casi sin
problemas. Ahora le tocaba tener una reunión con un representante del
departamento de Literatura. Había estado trabajando muy duro para hacer un plan
que los convenciera de dar su apoyo a aquella campaña, ya que se habían visto
poco dispuestos a ello.
Mientras
se relajaba, su teléfono siguió vibrando avisándole de que llegaban más
mensajes que le pedían su confirmación en distintos asuntos. Todavía no había
tenido la oportunidad de responder a ninguno de los que habían llegado durante
su reunión de aquella mañana tampoco.
Por
el momento se dedicó a dar algunas respuestas a los mensajes más urgentes,
dando su confirmación. Un compañero también le había mandado un mensaje preguntándole
cuándo iba a volver, pero esperaba poder tomarse al menos diez minutos más. Les
dijo dónde estaba y entonces guardó su móvil en su bolsillo.
Cuando
se trataba de trabajo, si uno hacía su cometido correctamente, al final
acabaría llegando a la meta, y los baches podían superarse mediante ensayo y
error. Pero las cosas no eran tan fáciles en su vida privada.
El
problema era simple: cuándo acabar con aquello. Si tan solo fuera capaz de dar
ese paso, si tan solo pudiera acabar de una vez con… Pero era difícil forzarse
a aceptar que las cosas eran como eran.
Si
resolver aquello fuera tan fácil, no estaría allí sentado preocupándose tanto
en primer lugar. Nunca se había parado a considerar que una relación con otro
hombre pudiera causar tanto dolor. Aunque bueno, aquello no era del todo verdad, pero estar allí parado
en medio de la tormenta le hacía ver las consecuencias posibles.
“Me
pregunto… qué pensará hacer...”
Entonces,
la imagen de Takano se cruzó por su mente. Él también estaba involucrado en una
relación con alguien de su mismo sexo, alguien por quien había estado esperando
durante mucho tiempo, y Yokozawa se preguntaba qué pensarían él sobre el
“futuro” de ambos.
“…Probablemente
se volvería loco, como yo…- Aunque años antes Takano podría haberse visto
sobrepasado por la situación y haber entrado en una depresión, él era
claramente el tipo de persona que prefería actuar antes que quedarse sentado a
mirar.
A
pesar de su mote de “oso salvaje”, Yokozawa siempre había sido del tipo que
prefería buscar una estrategia de salida cuando se trataba de sus cosas. La
impresión enérgica que mostraba diariamente no era más que una fina máscara, la
cual ocultaba cuan cobarde era
realmente.
Y
probablemente era solo gracias a Kirishima… que él hubiera parado de intentar
ignorar esa parte de él. Precisamente por el hecho de que ahora había alguien
que lo había aceptado tal y como era, con lo bueno y lo malo, Yokozawa
finalmente había encontrado el valor para enfrentarse a esa parte de sí mismo.
“…”
Pero
el problema al que se estaba enfrentando ahora no se trataba solo de él. Seguir
ocultando su relación era equivalente a vivir una mentira. Kirishima sería
perseguido para que volviera a casarse más veces en el futuro, y siempre estaba
la posibilidad de que Hiyori empezara a darse cuenta de lo raro que era que
Yokozawa rondara tanto por allí. ¿Cómo reaccionaría cuando todo aquello
pasara? ¿Qué sentiría ella al respecto?
Por
supuesto que podría aceptarlo. Pero
era mucho más probable que ella fuera herida por tal revelación, y él no quería
hacer nada que pudiera hacerle daño.
Pero
mantener las distancias con Hiyori… significaría alejarse de Kirishima también.
Sería
fácil marcharse si al hacerlo supiera que así estaba resguardando su felicidad,
pero el problema sería hacer que Kirishima lo entendiera. Él no era para nada
como Yokozawa, quien se sentaba y aceptaba las cosas aunque no estuviera de
acuerdo con ellas.
Pero
Hiyori era la persona más importante para Kirishima, así que al final acabaría
estando de acuerdo con la decisión de Yokozawa. Incluso alguien como Kirishima
tendría que ser capaz de ver que no había otra opción.
-Ugh…-
Había estado debatiendo en su mente aquello una y otra vez desde el día
anterior, pero siempre acababa llegando a la misma conclusión. Lo que
significaba que la única cosa que lo retenía era… decidir cuándo y cómo acabar
aquello. Siempre había sido malo en ese tipo de cosas; el amor y las relaciones
nunca habían sido su fuerte.
-Te
ves horrible.
-¿¡Ki-Kirishima!?
-¿Qué?
Parece como si hubieras visto un fantasma.
Por
supuesto que lo parecía. No había forma de que se mantuviera sereno teniendo
delante a la persona por la que había estado sufriendo en su mente. Debido al
sobresalto causado por la inesperada voz que había hablado justo detrás de su
cabeza, había estado a punto de tirar su vaso de plástico. Por lo visto ya se
había terminado su bebida, así que al menos no habría derramado su contenido.
-¿Qué
haces aquí…?
-Bajé
a la planta de ventas y me dijeron que estabas aquí, así que decidí alegrarte
con mi presencia. Ten, algo para picar.
-¿Eh?
-Dijiste
que no tenías tiempo para comer, ¿cierto?- Kirishima le entregó una bolsa de
papel, la cual tenía sobre uno de sus lados el logo de la tienda a la que
pertenecía. Vagamente recordaba haber comentado algo al respecto el día
anterior, pero no se había esperado que Kirishima lo recordara.
Al
mirar dentro de la bolsa encontró un sándwich de carne rezumado con una salsa
que olía deliciosa.- Espera, ¿acaso… saliste para comprarme esto?
-Seeeh, pensé que podía ganar puntos contigo haciendo esto.
-Idiota.-
Resopló suavemente. Después de todo el tiempo que llevaban juntos, ya no era hora
de preocuparse por ganar puntos, pero aun así rio ante el pensamiento.
Las
comisuras de los labios de Kirishima se arquearon hacia arriba.- No es que no
te veas atractivo con tu cara seria, pero tengo que admitir que eres bastante
más adorable cuando sonríes.
-...
¡No tienes por qué salir con mierdas como esa todo el tiempo!- Aquello no era
nada nuevo viniendo de Kirishima, pero realmente
deseaba que el hombre dejara de describirlo con aquellas palabras tan poco
apropiadas.
-Bueno,
así es como me siento, ¿acaso puedes culparme?
-Aun
así no hay necesidad de que digas eso en
alto.
-Al
contrario que otras personas, a mí me
gusta decir lo que siento.- No parecía nada arrepentido. Probablemente no
pensaba que hubiera hecho nada malo. Y aunque la mayoría pensara en que halagar
a alguien fuera algo bueno, Yokozawa
solo lo veía como una forma de molestarlo. Ser expuesto a esos cumplidos a los
que no estaba acostumbrado siempre lo hacía sentirse avergonzado.
Kirishima
probablemente lo sabía. -…Por el amor de Dios…- Por ello siempre estaba
diciéndole aquellas cosas directamente a la cara. Sabía que todo lo que tenía
que hacer era acostumbrarse a esas
palabras, pero si aquello fuera posible, Yokozawa no estaría en la posición en
la que se encontraba.
-¿Qué
tienes para beber?- Preguntó Kirishima, sacando algunas monedas y con la
clara intención de comprarle algo a Yokozawa.
-Acabo
de beber algo, así que estoy bien.
-¿Seguro?-
Se compró una lata de café para después sentarse en el banco junto a Yokozawa.
A pesar de que había un montón de sitio en la habitación, se había puesto muy
cerca de Yokozawa, sus hombros se tocaban, lo que hacía que Yokozawa se
sintiera tenso por tal cercanía. -¿No vas a comer?
-Es…
difícil comer con alguien mirándote
así…
-Piensa
en ello como mi propina y aguántate.
-Qué
demonios…- Al final acabó dándose por vencido en su intento por escapar de la
mirada de Kirishima y sacó el sándwich. Había pasado tanto tiempo desde su
última comida que casi había olvidado lo hambriento que estaba, pero al momento
en que fijó su mirada en la tira de chuleta su boca se hizo agua. Tomó un gran
bocado del sándwich, un trozo que contenía chuleta recubierta por una fina capa
de rebozado y rodeada por dos rebanadas de pan con una maravillosa
consistencia. La carne estaba jugosa y tierna, bañada en una dulce salsa que la
complementaba perfectamente, y el repollo cortado en finas tiras era fresco y
delicioso. -…Esto está buenísimo.- Se terminó uno de los sándwiches en un abrir
y cerrar de ojos, sabiendo que podría comerse una docena.
-¿¿A
que sí?? Los sándwiches de este sitio están deliciosos, y además tienen una buena
relación calidad-precio, lo que no está nada mal.
Yokozawa
había pasado por aquella tienda a menudo, pero se había resistido a entrar al
ver lo popular que era para las chicas y por aquella estética “mona” que había
en el interior. Quizá no había ido porque siempre había pensado que se quedaría
con el estómago medio vacío.
-Así
que… ¿vas a ese tipo de sitios a menudo?
-Empecé
a ir después de que alguien me trajera comida de allí.
-…Oh,
ya veo.- Probablemente el regalo había sido de parte de alguna compañera de
trabajo. Yokozawa a menudo veía cómo Kirishima recibía ese tipo de presentes
bajo la excusa de ser suvenires o “sobras”. Incluso parecía que últimamente
aquello sucedía más a menudo.
Kirishima manejaba todo aquello magníficamente, desde aquellas que tan solo
tenían un interés pasajero hasta a las que parecía que seriamente estaban
detrás de él. Y era por esa aura encantadora que se había ganado el título de
“El Carismático Editor Jefe”.
-Eso
me recuerda… ¿has hablado por fin con el tipo de ayer?
-¡¡...!!-
Ante el inesperado comentario, Yokozawa estuvo a punto de ahogarse con el
sándwich, por lo que se tuvo que darse algunos golpes en el pecho para poder
tragar.
-Oye,
¿estás bien? Ten, bebe esto.- Tomó la lata de café que le había ofrecido y así
consiguió que el bocado del sándwich pasara a través de su garganta,
consiguiendo calmarse otra vez. –Joder, ten cuidado con la comida. No eres lo
bastante viejo como para tener que preocuparte por que las cosas se te vayan
por el otro lado.
-¡Esto
ha pasado porque tú has sacado un
tema ridículo mientras estaba comiendo!
-Tengo
el derecho a saberlo.
-…-
Tal y como estaban las cosas, Kirishima podría haber esperado a un momento mejor
para decir aquello. “El tipo de ayer” era, por supuesto, referencia a la
confesión de Iokawa, y aunque Yokozawa podía entender su preocupación, no era
algo que pudiera resolverse en una noche.
-…¿Y bien?
-…¿Te das cuenta de que tan solo ha pasado un día desde ayer y que por lo tanto es imposible que haya tenido tiempo
de hacer nada?- Después de que
Kirishima se fuera la noche anterior, había estado preocupándose de propuestas
y de informes varios. Había trabajado hasta la madrugada para después levantarse
pronto por la mañana y dirigirse directamente al trabajo, así que por supuesto que no había tenido tiempo para
preocuparse de aquello.
Y
a parte de todo eso, cualquier momento que encontraba para pensar en paz, acababa meditando sobre qué hacer con Kirishima y
Hiyori. Ambos ya formaban parte del día a día de Yokozawa, algo que nunca se
hubiera esperado. Cada vez que comía algo delicioso, pensaba en que ojalá
estuvieran con él para compartirlo, o si algo interesante sucedía, no podía
esperar a verlos para contárselo.
-Si
ya sabes lo que le vas a decir, ¿por qué no solo le mandas un mensaje?
-Sabes
que no puedo hacer eso.- Habría
querido hacerlo si hubiera pensado que aquello era el tipo de asunto que podía
tratarse con un e-mail o un mensaje. Pero habría sido completamente grosero
hacer algo así en ese caso. Hacía falta tenerlos bien puestos para decirle a
alguien lo que uno sentía, y solo porque Yokozawa no pudiera corresponder esos
sentimientos no le daba derecho a tratarlo de manera frívola. Iokawa se merecía
recibir el mismo valor que él había puesto al confesarse.
-…A
veces te tomas las cosas demasiado en serio.
-Bueno,
perdóname por ser tan inútil al
tratar con las personas.- A menudo deseaba poder ser tan eficaz en ese tipo de
cosas como lo era Kirishima, pero eso era irrisoriamente imposible. Sabía lo
torpe que podía llegar a ser a veces, así que no le quedaba otra opción que
esperar y rezar por que todo saliera lo mejor posible. Kirishima siempre
desprendía un aura despreocupada, pero rara vez mostraba aberturas en su
armadura por las que alguien pudiera colarse y darle una confesión. Confesión
que inevitablemente sería rechazada.
Y
aquello sucedía porque él era exasperadamente agudo y extremadamente listo y diplomático. La forma en que podía
manipular el ambiente de una habitación era increíblemente calculado, y aquello
asombraba totalmente a Yokozawa. Al contrario que él, Kirishima casi nunca
tenía que levantar la voz, y si alguna vez necesitaba reprender a sus
subordinados, siempre lo hacía de tal forma que conseguía que reflexionaran
sobre lo que habían hecho. Como tal, aunque él era una persona a tener en
cuenta cuando se enfadaba, combinaba aquello con su comportamiento habitual, lo
cual se había convertido en su verdadera arma.
-Vamos,
no te enfades. Te estaba haciendo un cumplido.
Estoy diciendo que esa es una de las cosas que adoro de ti.
-O…Oh…-
No se había dado cuenta que su comentario tenía la intención de halagarlo, y al
ver cómo Yokozawa parecía no encontrar respuesta, Kirishima le dio un golpe
bruscamente en la espalda.
-La
forma en la que actúas tan seriamente y el no tener nunca intenciones ocultas
es otro de tus atractivos. No te disculpes
por ello, ¡siéntete orgulloso!- Por lo visto Kirishima estaba intentando animar
a Yokozawa. Quizá había malentendido por qué parecía estar triste, convencido
de que su única preocupación era el asunto de Iokawa.
-…-
Consideró la opción de sacarlo de su error por un momento… pero al final
decidió que sería mejor guardar silencio por ahora. Tendrían que hacer frente a
ese problema antes o después, pero prefería que fuera después.
En
un esfuerzo por disimular el hecho de que estaba intentando ocultar algo, se
llevó un tercer sándwich a los labios, y mientras lo masticaba tomándose su
tiempo para saborearlo, Henmi apareció en la habitación.
-¡Ah,
Yokozawa-san! ¡Siento volver tan tarde! Le traje un bentou… espere ¿eh?
-Buenas,
¿también has venido a tomarte un descanso?- Respondió Kirishima en lugar de
Yokozawa, cuya boca estaba aún llena.
-¡Oh,
perdónenme! ¡No me di cuenta de que estaba aquí también, Kirishima-san!- Se disculpó
Henmi por considerar que su tono había sido algo inapropiado al pensar que
Yokozawa estaba solo.
-¿Por
qué te disculpas? No será que me tienes miedo,
¿no?
-Quizás,…
tu gente a menudo nos pone las cosas muy difíciles en ventas…
-No
es… que le tenga miedo…- Henmi se esforzaba por explicarse cuando Yokozawa se
unió a la conversación tras finalizar su sándwich. A pesar de reclamar lo
celoso que estaba de que Yokozawa saliera a beber con Kirishima, parecía que
Henmi perdía los nervios cuando tenía que enfrentar al hombre.
Kirishima
podía aparentar ser afable y generoso, pero también parecía ser alguien difícil
para acercarse, y por lo visto Henmi se había dado cuenta de ello. Quizá era
precisamente porque lo admiraba que
le resultaba imposible mantener la calma delante de él.
-No
te quedes ahí de pie, siéntate con nosotros.
-¡Oh,
no! ¡No podría! Solo vine a entregar esto… pero quizá ya es demasiado tarde.-
Señalando a la bolsa vacía de la tienda, Henmi (con una bolsa de plástico que
llevaba un bentou dentro en la mano) puso una cara de decepción.
-¿Eh?
¿Acaso le pediste a Henmi que te trajera algo de comer? Debiste decirlo antes.
-No
tuve ocasión.- No se había olvidado de que le había pedido a Henmi
aquello, simplemente había pensado comérselo más tarde.
-¿Qué
debería hacer con esto entonces…?- Henmi miró al bentou sin saber qué hacer con
él.
-¿Qué
quieres decir? Pienso comérmelo.
-No
tienes por qué forzarte…
-Estoy
hambriento. Siento que podría comerme una docena de bentous ahora mismo.- Había
desayunado antes de ir a trabajar, pero aquello había sido bastante temprano,
así que su estómago estaba realmente vacío en ese momento. Los sándwiches de
chuleta solo le habían abierto el apetito, y su cuerpo ya le estaba pidiendo
algo más para llenarse.
Cogió
el bentou que Henmi había traído y separó los palillos. Mientras que levantaba
la tapa, Kirishima aplastó la lata vacía de café que acababa de beberse y la
arrojó a la papelera, la cual hizo un bonito arco antes de caer de lleno en
ella.
-Bueno,
yo creo que voy a volver a trabajar.
-¿Eh?
Oh… ¡Yo me voy a marchar en seguida, así que descanse un poco más,
Kirishima-san!- Le instó Henmi, pero Kirishima se levantó abruptamente.
-Me
encantaría, pero me temo que tengo trabajo que hacer. Tengo que terminar
algunos preparativos para esta campaña después de todo. Oh por cierto, te
enviaré los diseños de los panfletos de ventas de artículos, así que revísalos
cuando puedas.
-Entendido.
-Oh,
y también, ¿a qué hora sales hoy, Yokozawa?- Le volvió a llamar Kirishima,
parándose justo antes de salir de la sala.
Entendiendo
que Kirishima quería invitarle a tomar algo, decidió dar su respuesta antes de
escucharle decir nada más.- Ah, lo siento, ya tengo un compromiso esta noche.
-…Entiendo,
supongo que lo dejaremos para otro momento.- Y sin más protesta, Kirishima se
marchó. La pausa que se había tomado antes de responder era un poco
preocupante, pero probablemente solo estaba preocupado por la presencia de
Henmi.
-Umm,
ese compromiso que acaba de mencionar… ¿se trata de mí? ¿Está seguro? Rechazar
la invitación de Kirishima…
-¡Fuiste
tú quien dijo que necesitaba hablar de algo!
-Bueno,
sí, pero…- Miró hacia el lugar por donde Kirishima acababa de marcharse con una
expresión de arrepentimiento.
-…No
pasa nada. Que lo rechace una vez no será para tanto. Él se dedica a cancelar
planes en el último minuto por trabajo después de todo. Además, no está mal que
enseñe mi lado amable a mis subordinados de vez en cuando.
-¡Yokozawa-san…!-
Lo miró con una expresión de admiración, y Yokozawa sintió cómo algo le oprimía
el pecho. Sabía que los compromisos hechos con anterioridad tenían prioridad,
sí… pero también lo había usado como una excusa para no salir con Kirishima.
El
lugar de trabajo era una cosa, pero todavía no quería quedarse a solar con
Kirishima en sus horas libres. Cuando se encontraba cara a cara con el hombre,
Yokozawa temía que Kirishima pudiera ver a través de él. Se la había arreglado
para engañarlo antes gracias a que lo había malentendido, pero si intentaba
indagar un poco más, Yokozawa no tenía duda de que acabaría descubriendo su
verdadera preocupación.
Al
menos hasta que arreglara las cosas, quería algo de tiempo a solas para pensar
seriamente. Cuando estaban juntos, se sentía tan bien, tan cómodo, que siempre
acababa dejándose llevar y acababa relajándose con Kirishima
-…-Dejó
salir un suave suspiro, esperando que Henmi no se diera cuenta.
-Lo
siento… no es nada demasiado importante…
-¿Algo
que ver con el trabajo?
-Parece
que aún no puedo reunirme con el representante de Seirin Shoten, así que las
cosas no están yendo tan bien con ellos. Usted estaba al cargo de esa tienda
antes, ¿cierto? Puede que no estén de acuerdo con cómo llevo las cosas…
Henmi,
con su energía y su actitud animada como características más visibles, dejó que
sus hombros cayeran de forma abatida. No era extraño sentirse deprimido por la
sensación de que no eras lo suficientemente bueno, era un sentimiento que
Yokozawa conocía bastante bien.
Era
importante que Henmi superara los obstáculos por sí mismo, pero Yokozawa tenía
la responsabilidad como su senpai de mostrarle el camino adecuado. A menudo sus
superiores le habían regañado por su actitud testaruda y también le habían dado
palabras de ánimo, y era gracias a ello que había llegado a donde estaba.
-Sí,
sus representantes son un poco caprichosos. No es un mal tipo, pero puede
llegar a ser bastante cabezota. Podemos hablar de ello más tranquilamente esta
noche.
-¡Lo
estaré esperando!- Dijo, haciendo una reverencia con su cabeza.
-Pero
esto significa que no podemos quedarnos hasta tarde haciendo horas extras. Así
que pongámonos a trabajar en cuanto acabe con esto.- Y así, empezó a comerse el
bentou que Henmi le había traído.
Continuará…
Gracias por su trabajo!!! Esta muy buena la historia :)
ResponderEliminarHenmi es tan adorable~ <3
ResponderEliminar¡Muchas gracias por el esfuerzo que hacen traduciendo la novela! Nos llena de felicidad >v<!
De verdad, se agradece su trabajo. Esperaré con ansias la próxima parte.
¡Que estén bien~!
Gracias, les queda espectacular la traduccion.
ResponderEliminar>.< Mi sentido BL se esta emocionando con la historia. >3< creo que Kirishinma esta celoso de Henmi. eWe
ResponderEliminarJaja, eso mismo pensé yo. Y como este tipo de historias están siempre llenas de hombres homosexuales, ¿Cómo no esperar que Henmi se enamore de Yoko-chan?
EliminarMuchísimas gracias por la traducción amo a esta pareja estaré esperando.
ResponderEliminarÁnimo
gracias por el cap! lastima que tan solo se pudieron ver un ratitito :c...no termines con el yokozawa nouuuuu
ResponderEliminarHola! excelente traducción De las mejores que leído, gracias! se que es un gran esfuerzo de vuestra parte hacer estas traducciones y además con tanta calidad. Sigan así por favor.Estaré pendiente de la continuación ^u^
ResponderEliminarGracias por el arduo trabajo. Me gusta mucho, pero pobre yokozawa enserio esta sufriendo, ganbaro yokozawa san!
ResponderEliminarNo importa que hayan pasado cuatro años desde esto, yo lo sigo leyendo y disfrutando porque me encanta :D
ResponderEliminarEn fin, sé que muchas se piensan que Henmi tal vez pueda estar enamorado de Yokozawa, pero por alguna razón yo me estoy viendo venir que éste está enamorado de Kirishima...
Es sólo una teoría...