jueves, 10 de abril de 2014

Yokozawa Takafumi no baai Vol. 3 Capítulo 5 Parte 7

Publicado por KanaAmai en 17:29


Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Retraducción: DrL 











Continuación del Capítulo 5


     -Aquí tienen sus bebidas, señores.
     -Gracias.
     Ambos tomaron en mano los vasos que acababan de dejar frente a ellos, chocando los bordes suavemente con susurros de "buen trabajo hoy".
     Sin importar cuanto lo hiciera parecer como un vejestorio, para Yokozawa, el verano siempre exigía una cerveza al final del día y una jarra fría luego del trabajo era absolutamente deliciosa. 
     Antes de que siquiera alcanzara a probar los aperitivos, había vaciado su vaso de un solo trago, y al devolver la jarra a la mesa, en la que quedaba nada más que la espuma ahora, Kirishima le advirtió: -Oye, cuida tu ritmo ahora. Excédete como antes y dejaré tu trasero aquí esta vez.
     -Nunca me permitiría ir tan lejos otra vez.
     El bar al que Kirishima y él habían ido esa noche, por primera vez en un tiempo, era el mismo en el que Yokozawa había ahogado sus penas algún tiempo atrás. Había estado tan avergonzado del estado al que se había permitido deslizarse que había evitado el lugar por un tiempo, pero extrañando su atmósfera, decidió darse una vuelta una vez más, por supuesto con una disculpa al propietario, quien le había asegurado a Yokozawa que no estaba ofendido en lo más mínimo cuando él hiciera una profunda reverencia. En efecto, él parecía en realidad haberse divertido al haber podido ver a Yokozawa en un estado tan poco usual, y esto se sintió como si un gran peso se levantara de sus hombros, aliviándolo.
     Dado que, para empezar, ellos habían llegado allí juntos, optaron por una mesa en lugar de asientos en la barra, con el convencimiento de que esto les permitiría tener una mejor oportunidad para conversar. Yokozawa ordenó otra cerveza, mientras que Kirishima ordenó un shochuu con hielo como segunda bebida, y de ahí en más comenzaron a picar con sus palitos la comida que les fuera llevada. A Yokozawa le gustaban particularmente los platos de tofu de ese bar, con un menú diagramado y organizado de acuerdo a las estaciones. 
      Los platos del bar tenían un sabor casero y este funcionaba como una cafetería y restaurante durante el día; parecía que la razón por la que ellos nunca se encontraron antes de esa noche, a pesar de frecuentar el mismo negocio a menudo, se debía a que Kirishima esencialmente iba a ese lugar durante el día. 
     -Beber en un verdadero restaurante por primera vez en un tiempo de seguro se siente grandioso -comentó Kirishima, inclinando su vaso hacía él, y fue entonces cuando Yokozawa finalmente abordó algo que siempre se había preguntado.
     -¿Por qué solo bebes cerveza en casa?
     -La cerveza es realmente amarga; pensé que no había forma de que Hiyo jamás quiera probar beberla. Y aunque dudo que ella sepa como saben el sake o el shochuu, podría confundirlos con agua o jugo y beberlos sin darse cuenta. 
     Ah, así que lo estuvo haciendo por consideración a Hiyori; al menos eso parecía. Después de todo, siempre existía la posibilidad de que ella confundiera una lata de Chuu-hi con jugo o algo parecido.
     -Eso me recuerda que la primera vez que probé la cerveza, pensé que era realmente amarga y no podía entender porque la gente pensaba que era sabrosa. Aunque ahora encuentro difícil creer que alguna vez me sentí así.
     -Supongo que tienes razón si lo pones así...
     -¿Cómo te volviste tan conocedor sobre bebidas alcohólicas?
     -Cuando entré a la compañía, mi jefe pensó que era hilarante como podía llenarme de alcohol y yo no me emborrachaba, así que me llevó a bares por toda la ciudad. Fui a tantas degustaciones de vinos que simplemente aprendí en el camino. 
     -Sin embargo, debió ser lindo aprender algo nuevo así. Seguro, tener un paladar menos refinado es a la larga probablemente más barato.
     A Yokozawa le encantaba escuchar sobre como era Kirishima antes de que se conocieran, esto le permitía captar un destello de las raíces que permitieron que Kirishima se convirtiera en el hombre que era ahora. Últimamente, ellos incluso habían comenzado a discutir sobre sus vidas en los días de educación obligatoria.
     -A propósito, deberías saber que Katou andaba por ahí mostrando unas fotos tuyas de gravure en la oficina temprano en la tarde. ¿Por qué no me dijiste sobre la entrevista? 
     Yokozawa expresó deliberadamente su pregunta en tono casual para no interrumpir el flujo de la charla, pero aunque pensó que había conseguido expresarse extraordinariamente bien esta vez, Kirishima se quedó en silencio por un momento.
     -... No es como si fuera algo por lo que tuviera que preocuparme en decirte, ¿no?
     -Esa está buena, dado que tú usualmente no puedes esperar para decirme porquerías que yo no tengo porque escuchar -escupió en respuesta Yokozawa ante la réplica inusitadamente franca de Kirishima y su ira solo se avivó mientas se le recordaba el hecho de que obviamente a él no le importaba que sus propios subordinados andaran mostrando esa clase de fotografías a gusto y paladar.
     Pero en el mismo momento en que abrió su boca para expresarle sus opiniones al sujeto, Kirishima murmuró hoscamente: -... Es porque estaba avergonzado, idiota.
     -¿... Qué? ¿Qué diablos fue eso? No lo entiendo, si no querías pasar por esa sesión de fotografías, no debiste aceptar la entrevista en primer lugar.
     En opinión de Yokozawa, las frases seductoras de pacotilla que le gustaba escupir al sujeto a diestra y siniestra eran mucho más vergonzosas; definitivamente algo andaba mal con la forma de pensar de Kirishima al respecto.
     -Claro que yo no la acepté porque quería hacerlo, sabes.
     -Entonces debiste simplemente rechazarla. 
     -Fue un pedido de un superior; no pode rechazarla. ¿Seriamente crees que yo quería sentarme en una sesión de fotos como esa?
     -De seguro que te veías como si lo disfrutaras en las fotos.
     En efecto, Yokozawa no había percibido ni una pizca de duda o vergüenza en el semblante de Kirishima en ninguna de las fotografías.
     -Ahora bien, yo no podía precisamente sentarme allí con el ceño fruncido para las fotografías, ¿o sí?
     -¿Y aun así las mostraste por ahí para que tus subordinados las vieran? -el tono de voz de Yokozawa tomó un aire de enfado sin intención.
     -Eso solo se debió a que Katou las encontró. Yo no pude decirle que no cuando él me mostró esos ojos de cachorrito preguntándome si podía mostrárselas a los demás.
     -... Siempre tienes que fanfarronear, ¿no?
     -Bueno, yo soy un adulto.
     Si había algo de lo que se había enterado desde que comenzaron a salir fue que Kirishima era inconmensurablemente banal en algunos aspectos, casi nunca se quejaba o lloriqueaba. El hecho de que le permitiera a Yokozawa ver todos estos aspectos de su persona resaltaba cuan profunda era la confianza entre ellos, pero Yokozawa no podía decir que le importaba en absoluto la forma en que el sujeto se daba los grandes aires frente a sus subordinados todo el tiempo. 
     Yokozawa odiaba esa costumbre infantil que tenía él de guardar tanto descontento en su interior, pero acalló estos sentimientos y, en cambio, continuó con su hilo de preguntas casuales.
     -Y bien, ¿de qué clase de revista se trataba?
     -Una revistilla de actualidad común y corriente para mujeres. Aparentemente hay unas páginas de entrevistas en las que todos los meses hacen un artículo sobre hombres en sus treintas. Hojeé algunos números atrasados que me dieron como ejemplos y vi artículos sobre un analista financiero, un piloto, toda clase de carreras.
     Con toda probabilidad, a la revista le importaba menos el abanico de trabajos presentados y más presentar a las lectoras "grandes hombres" de diferentes campos.
     -¿Y cómo diablos se las arreglaron para dar contigo entonces?
     -Aparentemente, la hija de un amigo de mi jefe está trabajando allí como editora y parece que ella solicitó una presentación. Era difícil rechazar la oferta también, en vista de que yo conocí al tipo antes cuando me llevaron a una excursión de golf alguna vez.
     -Ah... -la mente de Yokozawa se quedó prendada de las palabras "amigo de mi jefe"; si recordaba correctamente, las muchachas de hacía un rato habían mencionado que la entrevista matrimonial de Kirishima había surgido porque alguien de "arriba" le había cogido cariño.
     Pero Kirishima dijo que lo habían llevado a jugar golf, así que seguramente había sido alguna clase de reunión de trabajo. Además, cualquiera que fuera presentado en esa clase de evento tenía que ser alguien con algo de estatus. Ahora Yokozawa no podía evitar pensar que el objetivo de la reunión había sido menos para conseguir una entrevista y más para encontrarse con Kirishima en privado.
     Recordándose no sacar conclusiones apresuradas, Yokozawa continuó con la conversación en un tono casual: -Katou dijo que quería incluir una de las fotografías como póster de regalo. ¿Dónde hicieron la sesión de fotos?
     -No hay forma de meter esas fotos en una revista de manga. Hicieron la sesión de fotos en un café y se suponía que la entrevista seguiría después, pero la sesión de fotos llevó mucho rato y no quedó tiempo para continuar allí, así que tuvimos que cambiar de locación.
     -Ah, así que fue por eso que llegaste tarde a casa.
     -Tampoco había negocios abiertos en la zona, así que al final terminamos teniendo que ir a la cafetería de un hotel en frente de la estación. Sin embargo, a pesar de todos los problemas por los que pasamos, al final no hablamos realmente sobre muchas cosas.
     -¿De qué hablaron? 
     -Solo lo usual; como conseguiste el trabajo que tienes ahora, que aspecto de tu trabajo te deja sintiéndote satisfecho, ese tipo de cosas. Y luego cosas como mis hobbies, educación, el tipo de persona que me gusta, que clase de cosas busco en una pareja para casarme.
     -¿Qué diablos? Preguntar eso es un poco grosero, ¿no?
     Kirishima rió secamente ante la desvergonzada muestra de desagrado de Yokozawa: -Dejé de responder hacia el final. Pensé que no había razón para responder preguntillas delicadas como esas si no encajarían en la página. Pensé que era por el bien de la revista. 
     -Y... ¿tú estabas de acuerdo con eso? 
     Seguro, quizás ese había sido su razonamiento como un compañero editor, pero como persona, ¿sentía Kirishima que realmente había sido la decisión correcta?
     Kirishima se quedó en silencio por un momento ante la pregunta de Yokozawa, luego habló de nuevo, respondiendo entre suspiros: -... Y es exactamente por esto que no quería hablarte de eso. Es patético tener esas fotografías estiradas al lado de una entrevista superficial. 
     -Yo nunca dije... -pero luego Yokozawa se dio cuenta de que el hecho de que Kirishima le ocultara la entrevista había sido simplemente otro aspecto de su vanidad y comprendiendo finalmente como se sentía Kirishima sobre todo este asunto, se quedó en silencio.
     -Y bueno, aunque no es exactamente un arreglo quid pro quo, ellos harán un especial sobre Za Kan el próximo mes. Parece que ellos querían meter a Kyou-san en la mezcla también, pero yo los rechacé.
     No solo Kirishima sino también Ijuuin había sido bendecido con rasgos apuestos que parecían estar desperdiciados en un mangaka. Cuando ellos dos estaban juntos era inevitable cuanto resaltaban. Si se compilaba un artículo sobre el veterano mangaka Ijuuin y un editor famoso en su campo, indudablemente llamarían la atención.
     Las chicas de la oficina, quienes usaran las fotografías de Kirishima como comidilla de chismes, también habían mencionado que hubiera sido incluso mejor si Ijuuin hubiera estado en la sesión de fotos con él. Probablemente ellos tenían mucha demanda.
     -Quiero decir, no es como si no entendiera adonde apuntan, pero hice que se conformaran solo conmigo al menos esta vez. Y no es que espere que vaya a haber una próxima vez -a Yokozawa no se le pasó por alto la nota de molestia presente en la oración que expresara con una sonrisa; parecía que la paciencia de Kirishima había sido puesta a prueba verdaderamente-. Aún así, debo decir que esto es raro; que te intereses por mi trabajo. Casi nunca tratas nada que no te involucre directamente.
     -Solo... fue mera curiosidad, eso es todo. Con Katou mostrando esa clase de fotos por todos lados, no pude evitar preguntar...
     -¿Qué, querías algunas copias para ti?
     -Tú... ¡no seas estúpido! ¿Quién diablos querría..? -aunque bueno, si él fuera a ser completamente honesto... no era como si no quisiera una completamente... pero no era precisamente capaz de confesarle esto francamente al sujeto en cuestión.
     -Vamos, no seas tímido~ ¿cuáles querías?
     -Ya te lo dije, no necesito ninguna de...
     -¿Kirishima-san..? -una voz los llamó desde una dirección inesperada y Yokozawa se detuvo volviéndose en la dirección de donde venía la voz. Allí, encontró a una joven delgada parada cerca de ellos.
     Dirigiendo su mirada hacia Kirishima, ella dejó escapar un suave hurra: -¡Ooh, lo sabía! ¡Parecía usted de espaldas, así que me arriesgué! ¡No puedo creer que me haya topado con usted en este tipo de lugar!
     -Ah, gusto en verla, Kayama-san. Fue un placer conocerla el otro día.
     Yokozawa podía jurar que justo antes de que Kirishima le devolviera el saludo a la mujer con una sonrisa, su semblante se ensombreció por tan solo un momento.
     -Lo mismo digo, con mis disculpas por haber estado tan cruzada ese día. Estoy segura de que le causé inconvenientes...
     -No precisamente, el trabajo de cualquiera puede estar cargado de problemas, después de todo.
     -¡Oh me alivia tanto oír eso! Fue todo un honor poder trabajar con usted. ¡Realmente disfruté poder discutir sobre manga con usted! Me encantaría tener una conversación con usted otra vez en algún momento.
     -Nooo, no, no, no más entrevistas para mí, gracias. En realidad, yo soy más del tipo de hombre del detrás de escena.
     -¡Entonces tendremos que charlar en privado! Debo confesar que te tengo un interés personal por esos temas también.
     Yokozawa se sobresaltó ante las palabras de la mujer, pero a Kirishima no se le movió un pelo, y en su lugar, cambió de tema.
     -Y bien, ¿qué la trae a este negocio esta noche, Kayama-san? ¿Está sola?



     
     -Vine luego de que un amiga me recomendara este lugar como uno realmente delicioso. Se suponía que la encontraría aquí pero ella está retrasada y me dijo que me adelantara y buscara una mesa. ¡Aun así, nunca me esperé que fuera a toparme con usted, Kirishima-san! ¡Estoy encantada! ¿Viene aquí a menudo?
     -Ah, más o menos.
     En casi cualquier ocasión, Kirishima usualmente trataría de llevar adelante la conversación por su cuenta, pero por alguna razón, esta noche sus respuestas estaban quedando en la nada. Pensando que tal vez él simplemente no era bueno interactuando con este tipo de persona, Yokozawa miró a la mujer con indiferencia; y ahí fue cuando dio un salto.
     Era la misma mujer que estuvo con Kirishima el otro día. Esta noche, ella había cambiado el traje de pantalón que llevara antes por un conjunto bastante llamativo: una blusa con un escote pronunciado y una falda acampanada bastante corta.
     El rostro de Yokozawa se retorció en una mueca ante el dulce aroma que flotaba hacia él cada vez que ella colocaba una mecha de cabello detrás de su oreja. No se trataba de un olor desagradable ni nada por es estilo, pero no era precisamente apropiado para un comedor. Otra cosa sería si ella hubiera estado allí de casualidad, pero en vista de que ella había dicho que estaba allí con el explícito propósito de comer, parecía faltarle previsión.
     -Humm, si no le importa... ¿estaría bien que si me uno a usted en la mesa? Es un poco solitario sentarme aquí sola esperando a que llegue mi amiga.
     -Oh, mis disculpas, pero estoy acompañado aquí, así que...
     -¿Eh? ¡Oh! ¡Oh por supuesto! ¡Lamento haber sugerido algo tan maleducado! 
     Parecía que ella ni siquiera había notado a Yokozawa. Tal vez ella no había esperado que Kirishima la rechazara ya que su expresión empalideció por el shock un momento. Sin embargo, rápidamente puso una sonrisa de disculpa.
     -Lamento haber hecho un pedido tan extraño. ¡Mis amigas me dicen que hago ese tipo de cosas todo el tiempo! ¡Siempre dicen que soy tan cabezahueca!
     -Para nada, no se preocupe por eso. 
     -Espero que podamos pasar algún tiempo juntos en el futuro si tenemos la oportunidad.
     -Por supuesto, si la ocasión lo permite -replicó Kirishima con una sonrisa precavida. Saludando también a Yokozawa con la cabeza, Kayama se retiró.
     Luego de asegurarse de estar lejos del alcance de los oídos de Kayama, Yokozawa susurró suavemente: -¿No te parece que fuiste un poco duro con ella? 
     Estaba claro que ella no parecía ser del tipo de persona que capta una indirecta fácilmente, pero probablemente hubiera sido justo ser un poco más suave con ella de lo que Kirishima había sido. Después de todo, ella era bastante bonita y probablemente no tenía mucha experiencia siendo rechazada con tanta frialdad luego de mostrar sus intenciones tan claramente, pero estaba claro que ella había sido desalentada por la forma directa en que había hablado Kirishima un momento atrás.
     Kirishima siempre era de los que se comportan con el máximo tacto con las mujeres, dejándolas con la impresión de que él era un picaflor, así que probablemente ella había sido tomada por sorpresa más que solo un poco por su respuesta. 
     -Solo pensé que probablemente debía ponerme firme con ella. Hubiera sido más problemático de lo que valía la pena ceder y permitirle que se sentara con nosotros.
     -Bueno, seguro, pero... ¿no es ella alguien con quien tú haces negocios? -aquí estaba Yokozawa preocupándose por la actitud cortante de Kirishima y el sujeto parecía estar casi conteniendo la risa-. ... ¿Qué diablos es tan gracioso?
     -Nada; solo me divierte ver como a veces suceden cosas extrañas. Esta debe ser la primera vez que  me dices a  que capte una indirecta, ¿no es así?
     -... Esa forma de hablar hace que parezca que yo nunca soy considerado con aquellos a mi alrededor -pero si lo pensaba bien, Kirishima tenía razón; era Yokozawa a quien, en su mayoría, debía decírsele que tuviera consideración de los sentimientos de los demás. Y era por esa misma razón que él estaba sorprendido por la reacción de Kirishima.
     No constituiría una exageración del asunto decir que era la primera vez que él jamás veía al sujeto tratando a una mujer con esa actitud. Después de todo, en la oficina él era tan cortés y amable que uno podría decir que era demasiado informal con ellas. 
     -Captar una indirecta y ser considerado son dos cosas diferentes. No es que tú no puedas captar una indirecta, sino que generalmente eliges no hacerlo. Aunque supongo que nuestra compañía está llena a reventar de tipos igual que tú en ese aspecto. 
     Esperando evitar ser usado como remate de más bromas, Yokozawa retomó el tema nuevamente: -Lo que sea; ¿estás seguro de que estuvo bien que le hablaras con ese tono? ¿No era ella la editora de esa revista? 
     -No, ella es solo una periodista free-lance. Ella es quien me entrevistó.
     -Oh, ¿no son la misma persona? -Yokozawa estuvo convencido de que ella era la potencial pareja de matrimonio. Había asumido que la forma en que ella parecía un tanto informal y familiar con él se debía a las conexiones de su padre con Kirishima, pero ahora que sabía que ese no era el caso, estaba comenzando a tener un mal presentimiento acerca de todo este asunto.
     De hecho, ella ahora parecía excesivamente informal en retrospectiva; que atrevimiento tenía al pedir tan descaradamente que compartieran su mesa, lo cual hubiera sido grosero incluso si ellos se hubieran encontrado antes en un buen número de oportunidades. 
     -De todos modos, estoy seguro de que no tendré que encontrarme con ella en persona otra vez. Después de todo, toda confirmación para el artículo puede manejarse por correo electrónico. Exceptuando encuentros por casualidad como ahora, ella está bastante lejos de mi campo.
     -¿"Fuera de tu campo"?
     -Bueno, ella escribe para una revista de mujeres. Parece que se especializa en artículos sobre cosméticos y moda; nunca ha leído ningún manga aparte de aquellos realmente famosos que se llevan a la pantalla de televisión como series.
     -... ¿Alguien que nunca lee mangas podría saber algo sobre cuales son las preguntas apropiadas para hacerle a un editor de mangas?
     Para este tipo de entrevistas, ¿no se usaban generalmente a escritores que fueran de alguna manera versados en el campo en el que estaba involucrado su entrevistado?
     -Supuestamente ellos querían un artículo escrito desde el mismo punto de vista que sus lectoras. Después de todo, las fotografías son usualmente más importantes que el artículo en la página y si la entrevista fuera demasiado forzada, nadie leería el artículo de todos modos.
     -Supongo que no... -pero entonces, si solo necesitaban tirar un poco de lenguaje superficial en la página, ¿qué razón había para retener al sujeto por tanto tiempo? Resultaba más que solo un poco desagradable darse cuenta de que a Kirishima prácticamente lo habían usado.
     -Oye, vamos, no te pongas así. Sabes como son las cosas a veces.
     -Sí, sí, lo sé -dijo Yokozawa bruscamente y luego de un momento de silencio, Kirishima respondió con una sonrisa lasciva.
     -¿Por casualidad... acaso tú estás celoso? Idiota, sabes que no hay forma de que yo jamás tenga ojos para alguien que no seas tú -Kirishima estiró una mano y despeinó su cabello adquiriendo repentinamente unos ánimos mucho mejores.
     -Uwah. ¡Oye! ¿Qué diablos estás..? ¡Idiota, ya basta! -Yokozawa apartó la mano de Kirishima de un golpe y comenzó a acomodar sus mechones despeinados.
     -Rayos, esta parte de ti es tan condenadamente adorable, sabes.
     -... Tú realmente necesitas llevar tu trasero al oftalmólogo.
     -¿Para qué? No hay nada de malo con mis ojos. Te haré saber que estoy muy lejos de tener la vista afectada por los años.
     -Entonces tal vez sea tu cabeza la que necesita que la revisen.
     -Sabes, estuve pensando que el alcance de mi atención se ha estado reduciendo últimamente; pero bueno, no hay hombre en la tierra que no se animaría en presencia de su querido amante.
     -... Dices tantas pavadas -Yokozawa había considerado espetar ante lo que podría considerarse como si Kirishima hubiera estado hablando dormido, pero se rindió rápidamente; se debía precisamente al hecho de que él siempre aceptaba estos retos que Kirishima se dejaba llevar. 
     -Oh cierto; bien, te daré copias de cualquiera de esas fotografías que te haya gustado. De ese modo podrás ponerlas en tu agenda o colgarlas en tu casa, haz lo que quieras con ellas.
     -No las pondré en mi agenda y ciertamente no las colgaré en mi departamento.
     -Pero aun así las quieres, ¿sí?
     Las palabras de Yokozawa se atoraron en su garganta por un momento mientras recordaba que las quería un poquitín; un error: -... ¡¿Quién demonios necesitaría alguna de esas fotografías?!
     Sin embargo, no había forma de que Kirishima fuera a dejar pasar ese momento de duda e hincó un dedo justo en el centro de la frente de Yokozawa: -¡Así que tú  las quieres! ¡Yo digo diciéndote: siéntete libre!
     -Yo no necesito sentirme libre, muchas gracias. 
     Pero Kirishima no parecía oír ninguno de sus reproches, simplemente sonreía con malicia alegremente. No había manera de detenerlo una vez que se ponía así; la única opción que quedaba era sencillamente contestar sus continuas bromas y esperar a que se cansara de estar en "modo bravucón".
     -Quizás imprima alguna de las fotos de antes y decore mi escritorio con ellas...
     -¡Más te vale que no! ¡Así darás lugar a más rumores raros! 
     -¿Qué hay de malo en imprimir fotos de Hiyori? Oh Dios, ¿asumiste que se trataba de fotos tuyas?
     -... 
     Al darse cuenta de que estaban jugando con él otra vez más, el rostro de Yokozawa estalló en llamas, dejándolo incapaz de responder cuando reconoció que solo estaría cavando su tumba aún más profundo.
     -Sabes, tu cara está colorada.
     -¡Es solo el alcohol! 
     Y aunque sabía perfectamente bien que no había forma de que su rostro cambiara de color por beber tan solo una o dos jarras de cerveza, simplemente no pudo mantener la boca cerrada esta vez.



Continuará...

5 comentarios:

  1. Tengo q admitirlo... esta pareja me encanta xD puede ser que al principio tenia cierto recelo con respecto a Yokosawa, no es que me caiga mal o algo, solamente es que nunca me imagine que seria asi xD
    Me recuerda a mi ._.
    Y me encanto este cap xD aunque mi sobrina me miro raro cuando le grite zorra a la compu ._. tiene que entender que su tia no esta bien :P
    Gracias por subir estos caps! :D me vuelves una chica feliz xD matane! :D

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    1. Me paso lo mismo con Yokozawa :D, uno simplemente tiende a odiar a los personajes que se entrometen en una relación. Que risa lo de tu sobrina xD yo siempre me rio con estas historias y mama me mira y hace la seña de que estoy loquita :d

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    2. Me paso lo mismo con Yokozawa :D, uno simplemente tiende a odiar a los personajes que se entrometen en una relación. Que risa lo de tu sobrina xD yo siempre me rio con estas historias y mama me mira y hace la seña de que estoy loquita :d

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  2. grité mentalmente la palabra "Zorra" a esa muchacha entrometida. Pero es que no pueden existir estorbos xD
    A pesar de eso se dice "que sin estorbos no hay más refuerzo en el enlace"

    Así que... ¡Que vivan los estorbos! :V

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  3. esta hermosa esta historia, tengo que admitir que... me frustra un monton. asi como me pone de repente feliz al siguiente quiero llorar y como ahorita me siento super frustrada a morir. si yo fuera yokosawa ya huviera ahorcado a kirishima y le ubiera dejado (si probablemente pareceria una loca psicopata celopata de mierda). pero asi es comoo me siento ahorita demonios...

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