Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: DrL
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Fuente: September Scanlations
Retraducción: DrL
Yokozawa estuvo ocupado
desde la mañana pues ese día era finalmente el día del la fiesta de cumpleaños
de Hiyori. Asistirían seis invitados, así que Yokozawa tenía que preparar
suficiente comida para un total de siete personas, y aunque no fue fácil elaborar
un menú que incluyera platos que fueran tanto adecuados a todos los paladares
como así también que lucieran bien, luego de consultar el libro que Hatori le
diera y de discutir ideas con Hiyori, finalmente consiguió llevarlo a cabo.
Incluso preparó una tanda de práctica de los platos más difíciles el día
anterior logrando buenas calificaciones.
-¡Compré el pastel! -se
escuchó la voz de Kirishima desde el genkan cuando llegó de
regreso a casa.
-Guárdalo en el estante de
arriba del refrigerador. Dejé algo de espacio para eso.
A Kirishima lo dejaron a
cargo de recoger el pastel que habían reservado para el cumpleaños de Hiyori, y
con esto hecho, ahora estaría a mano ayudando a servir a los invitados una vez
que la fiesta de cumpleaños comenzara. Sería una gran oportunidad para que él
mostrara ese encanto característico suyo.
-También me tomé la libertad
de comprar unas flores; no hará ningún daño tener un toque de color, ¿no te
parece?
-Bueno, eso es
sorprendentemente considerado de tu... -comenzó a replicar Yokozawa con
indiferencia cuando se quedó sin aliento mientras asimilaba el espectáculo:
Kirishima parado ante él con un bouquet de tantas rosas en sus
manos que parecía como si fueran a desbordarse de sus brazos.
Aunque un ramo como ese
podría no haberse visto bien en Yokozawa, hacían un retrato perfecto con
Kirishima.
-La mayoría de los pimpollos
ya estaban abiertos así que me me hicieron un descuento por ellos. Huelen
grandioso, ¿no te parece?
-... S-sí, es cierto.
-Yokozawa rápidamente se entretuvo, frenético por asegurarse de que Kirishima
no notara su agitación mientras permanecía allí cautivado, cuando Hiyori asomó
la cabeza en la habitación, habiendo finalmente terminado de cambiarse de ropa.
-¡Bienvenido a casa, padre!
Guaaaau, ¡¿qué hay con todas estas flores?!
-Son un regalo. Para ti.
-¿¿Ah?? ¿¿Para mí?? Pero,
¿yo ya tengo un regalo de cumpleaños tuyo...? -El vestido de colores marinos
que estaba vistiendo en ese mismo momento fue el regalo de Kirishima para ella;
ellos habían salido a comprarlo juntos para la fiesta de ese día.
-¡Nah, puedes tener tantos
regalos como quieras! Son lindas, ¿no lo crees? Toma, ve a ponerlas en un
florero antes de que lleguen todos aquí. Oh, y pon algunas al lado de tu mamá
también.
-¡De acuerdo! ¡Gracias,
padre! -Sus mejillas se tiñeron de un profundo rojo carmesí ante la feliz
sorpresa y alzando las rosas con una sonrisa que casi llegaba de una oreja a la
otra, salió disparada como una flecha hacia el cuarto de baño donde guardaban
los floreros.
-Yo también me voy a
cambiar, estoy bañado en sudor, y eso que ni siquiera fue una gran caminata. Ya
que estoy, también podría darme una ducha. -con esto, Kirishima se dirigió a su
habitación ventilándose el pecho.
-...
En realidad, Yokozawa tenía
algo que quería decirle a Kirishima ese día y aunque hubiera sido mejor dejarlo
hasta después de la fiesta, no podía quedarse tranquilo con la decisión de
hablar firmemente atorada en su garganta.
Siguió a Kirishima, dando un
golpe en la puerta, y cuando le permitieron pasar, suavemente se deslizó en la
habitación. Juzgando que era mejor que Hiyori no escuchara esta conversación
todavía, se aseguró de cerrar la puerta detrás de él.
-¿Qué pasa? -se escuchó la
voz de Kirishima desde el armario mientras recorría su guardarropa para
encontrar una camisa nueva, y luego de un momento de vacilación, Yokozawa
finalmente llegó al grano.
-Yo quería... discutir algo
contigo.
-¿Discutir algo? ¿Tiene que
ser ahora mismo?
-Bueno... no. Quiero decir,
me imagino que podemos discutirlo en cualquier momento, es solo que...
-Resultaba ser menos un asunto sobre el momento oportuno y más un asunto de la
propia resolución de Yokozawa. Si no abordaba el asunto mientras estaba
resignado a hacerlo, terminaría perdiendo las agallas-. ¿Ya han... ido a hacer
su visita al cementerio este año?
-Sí. ¿Qué hay con eso?
Yokozawa tragó con dificultad e
inspiró profundamente: -Entonces... Es solo que, no tiene que ser ahora
mismo, y no presionaré por esto si no estás cómodo con ello, pero... si no
te importa... ¿podría yo... quizás ir contigo algún día? -Los ojos de Kirishima
se abrieron de par en par ante las palabras de Yokozawa, y sacudiéndose la
urgencia de dar marcha atrás, él se obligó a continuar con una avalancha de
explicaciones-. Es solo... Verás, yo realmente... solo quiero presentarme como
se debe. Como... para dejar las cosas en claro, ¿supongo? Quiero decir, estoy
seguro de que ella está preocupada por Hiyo, después de todo, y yo quiero que
ella... comprenda que yo no estoy... que no estoy aquí con sentimientos
mediocres ni nad...
Pero las manos de Kirishima
se extendieron, lo tomaron de la cabeza y lo acercaron a él, y con protestas en
la punta de la lengua, Yokozawa instantáneamente encontró los labios de
Kirishima sellados sobre los suyos: -¡Ngh! ¡Mm! -Yokozawa se quedó sobresaltado
por un momento ante el súbito asalto, pero rápidamente recobró el sentido y
empujó a Kirishima-. ¿Qué... demonios estás...?
-Lo siento, yo solo...
estaba un tanto abrumado, ¡y se me fue a la cabeza...!
-¡Entonces reacciona como
una persona normal! -Yokozawa se enjuagó la boca con el dorso de la
mano, consciente de la persistente sensación de los labios de Kirishima sobre
los suyos, luego abandonó su lugar y puso un poco de distancia entre él y
Kirishima. No podía permitirse ser tan descuidado.
-Sin embargo, en serio, me
hiciste... tan condenadamente feliz. ¡Me encantaría que
vengas! ¡Y a Hiyo también!
-... Ciertamente eso espero,
al menos. -Yokozawa nunca había hablado de su madre con Hiyori, en parte debido
a que nunca tuvo oportunidad, pero también porque este era un tema bastante
delicado, uno que generalmente no se trata en una conversación del día a día.
-Lo garantizo. Y, sí,
también podríamos llevar a Sorata. Después de todo, ella siempre quiso un gato.
-Aunque el pedido por parte de Yokozawa pudiera ser egoísta, Kirishima parecía
estar más que emocionado en recibirlo, lo cual no era poco alivio.
-Entonces Hiyori sacó su
amor por los gatos de su madre, ¿ah?
-Quizás. Por mi parte, yo
siempre quise un perrote, pero es difícil, viviendo en un departamento como
este; y luego también está mi trabajo.
-Cierto. Los perros de gran
tamaño necesitan un montón de ejercicio. -Con la actual carga de trabajo de
Kirishima, no había forma de que tuviera tiempo para eso. Además, una vez que
Hiyori comenzara la secundaria, estaría aún más ocupada.
-Lo dejaré para cuando me
retire. Después de todo, estoy muy ocupado con cierto oso salvaje ahora mismo.
-Oi. Cuando lo pones
así, se oye como si fueras tú quien tiene que cuidar a mí.
-Y tal vez eso era cierto en algún sentido en el trabajo, pero en privado,
Yokozawa era quien estaba con los pelos de punta cuidando de Kirishima.
-Es una forma de decir, eso
es todo; no te molestes.
-No me estoy molestando.
Y mientras ellos permanecían
allí picoteando, alcanzaron a oír la voz de Hiyori llamándoles desde la cocina:
-¡Oniichan! ¡Creo que el pastel ya está listo!
-¡De acuerdo! ¡Ya voy!
-Yokozawa se quedó helado por un momento cayendo en cuenta de que ellos
acababan de tener una conversación bastante peligrosa, pero Hiyori no tendría
que haber podido escucharlos. Dejando a Kirishima con lo suyo en la habitación,
Yokozawa se apresuró a regresar a la cocina.
-¿Ves? Ya se terminó de
hornear, ¿cierto?
-Así parece. Debería estar
listo, ya que se ve bien y todo dorado. -El pastel de carne parecía no haber
salido nada mal luego de la cocción.
Exceptuando el uso de una
cubierta congelada, esto era algo en lo que él había trabajado para preparar
junto a Hiyori. No estuvo muy seguro de pedirle a la cumpleañera que ayudara a
cocinar la comida para su propia fiesta, pero la misma Hiyori parecía estar
pasándolo de maravillas durante el proceso, así que él decidió no preocuparse
demasiado por ello.
-El horno aún está caliente
así que ten cuidado de no tocarlo.
-Sí, señor~.
Preguntándose que era lo
próximo en la lista de cosas para hacer, Yokozawa consultó el plan que se había
tomado la libertad de bosquejar de antemano cuando el timbre de la puerta sonó.
-¿No me digas que la gente
ya está llegando...? -Todavía les quedaba más de una hora hasta el momento en
que se suponía que la fiesta comenzara. Si alguna de las amigas de Hiyori se
había apresurado en su llegada, él deseaba al menos haber limpiado las partes
de la casa que ellas verían.
-No lo creo. Me aseguré de
decirles a todas que comenzaríamos a la una del mediodía.
-Tal vez sea una entrega o
alguna colecta para el diario. Iré a ver, así que tu prepara la mesa, ¿de
acuerdo?
-¡Lo haré!
Generalmente era Kirishima
quien contestaba la puerta, pero él se había metido en el tocador justo un rato
antes, y Yokozawa no podía precisamente llamar al sujeto en medio de su ducha.
Echando un vistazo en el monitor, vio a un muchacho que lucía bastante nervioso
devolviéndole la mirada y luego de un momento de confusión ante la inesperada
llegada, presionó el botón de encendido del intercomunicador.
-Sí, ¿quién es?
-Humm, soy... ¡Iokawa de
la clase de Kirishima-san! ¿Podría... hablar con Kirishima-san?
-... Espera un momento, por
favor. -Yokozawa se abstuvo de responder de uno u otro modo; estaba bastante
seguro de que solo habían invitado a niñas a la fiesta así que, ¿tal vez esto
se trataba de alguna clase de malentendido?
Consideró consultar con
Kirishima antes de llamar a Hiyori, pero parecía que él aún no terminaba en el
cuarto de baño, y así, decidió confirmar él mismo cuales eran las intenciones
del muchacho en la entrada.
-Por favor, disculpa la
espera. ¿Puedo preguntar que te trae aquí hoy? -Mientras salía fuera, encontró
a un joven y a un muchacho de escuela primaria parados frente al portón donde
se localizaba el intercomunicador. El muchacho estaba obviamente duro de los
nervios, y fue entonces cuando ese comportamiento súbitamente hizo click en
Yokozawa.
El chico debía tener un
flechazo con Hiyori y el cumpleaños de la persona por la cual tienes
sentimientos es siempre un gran evento.
-Mis disculpas, pero,
¿podría ser usted el padre de Hiyori?
-Oh, no. Soy Yokozawa, un
subordinado del trabajo de su padre, aquí hoy para ayudar con las
preparaciones. ¿Y usted sería...? -Seguro, esa no era una descripciónenteramente precisa
de su relación, pero él no tenía razón para entrar en detalles con esta gente.
El joven parecía estar bien
vestido, con una apariencia bastante seria, y aunque se veía como un adulto
competente, Yokozawa ya había salido allí a recibirlos, así que necesitaba
tomarse su tiempo para confirmar quienes eran esas personas.
-Por favor, disculpe la
súbita intromisión. Yo soy el tío de este muchacho. Vivo en el tercer piso de
este edificio. Aquí está mi licencia, si desea verla. -En la tarjeta estaba
claramente impreso el nombre IOKAWA y una dirección de ese mismo complejo de
departamentos, y un rápido vistazo a la fecha de nacimiento mostró que él tenía
más o menos la misma edad de Yokozawa.
-Que amable, muchas gracias.
Y bien, ¿cómo podemos serles de ayuda...?
-En realidad, mi sobrino no
se animaba a venir hasta aquí solo, así que yo solo estoy aquí acompañándolo.
-¡Oye, no le digas todo!
-Entonces, tú dile
a que viniste. Tú eras el que estaba rogando que alguien viniera aquí contigo.
-Ante el rebatimiento del tío, el muchacho se quedó en silencio, quedándose sin
palabras, pero poco después, se recuperó y se volvió hacia Yokozawa, luciendo
como si al fin se hubiera preparado.
Luego de inspirar
profundamente, habló con palabras que se oían como si hubieran sido ensayadas:
-¡Yo... yo vine a darle a Kirishima-san... quiero decir, Hiyori-san, un
regalo de cumpleaños!
Dada la expresión acartonada
del muchacho y el complicado trabajo de envoltura del regalo, Yokozawa concluyó
que esto no se trataba de una broma o una simple burla. Él y Kirishima habían
jugado con la idea de que sucedería si, algún día, Hiyori conseguía un novio,
pero tal vez, después de todo, ese día no estaba tan lejos como ellos se habían
imaginado...
Algún día solo
se volvería más y más próximo al ahora mismo, y aunque Yokozawa
había imaginado que solo sentiría irritación y disgusto cuando aparecieran
muchachos deseando conquistar a Hiyori, en realidad se encontró sintiendo...
admiración. A ese muchacho debieron hacerle falta un montón de agallas para ir
así hasta su casa, y más aún, esto hacía que Yokozawa se sintiera orgulloso de
Hiyori, pues había alguien así que tenía sentimientos tan fuertes por ella.
-¿Es este... un mal
momento...?
-Oh, no; no es eso. Espera
aquí mismo, iré a llamarla. -Yokozawa volvió a entrar por un momento y llamó a
Hiyori, quien estaba revisando la rosas que acababa de recibir de Kirishima
para asegurarse de que estuvieran correctamente balanceadas donde las había
colocado-. Hiyo, ¿tienes un segundo?
-¿Qué sucede~?
-Aquí hay un niño con un
regalo para ti, ¿qué deberíamos hacer? No es uno de los invitados de la fiesta.
-¿Para mí? ¿No es Yuki-chan
o las demás? -Ante la pregunta de Yokozawa, ella ladeó la cabeza, obviamente
incapaz de imaginar de quien podría tratarse.
-Sí, parece ser un muchacho
de tu clase de apellido "Iokawa".
-¿Eh? ¿Iokawa-kun? Me
pregunto que querrá... ¡Iré a ver! -Y cuando ella salió disparada hacia la
entrada para saludarlos, el muchacho Iokawa se puso colorado como un pulpo
hervido; pero dado que ellos parecían estar, en su mayoría, en buenos términos,
pudieron conversar sin problemas.
Hiyori aceptó el regalo con
una poca de vergüenza, pero por lo demás, no parecía estar tan preocupada lo
cual sugería que los sentimientos del muchacho no eran correspondidos. Los ojos
del tío se arrugaron detrás de sus anteojos mientras miraba cariñosamente los valientes
esfuerzos de su sobrino.
-Me alegra ver que ella
aceptara el regalo.
-En efecto.
-Aparentemente, él estaba
tan nervioso al respecto que no pudo pegar uno ojo anoche.
Mientras Yokozawa permanecía
allí conversando con Iokawa, Kirishima asomó su cabeza, que todavía goteaba por
la ducha, en el área de la entrada, probablemente con curiosidad por donde se
fueran Yokozawa y Hiyori: -¿Qué está pasando, Yokozawa?
-Ah. Un compañero de clase
de Hiyori trajo un regalo de cumpleaños para ella y este joven lo acompañó.
-Yo soy su tío, Iokawa.
Lamento entrometerme súbitamente de esta manera -dijo inclinando la cabeza
amablemente otra vez.
-Es un placer conocerlo. Soy
el padre de Hiyori. Le doy también mis disculpas por no presentarme antes. He
estado bastante ocupado, vio. -Kirishima extendió su mano apretando la de
Iokawa. Probablemente se comportaba de la mejor manera en vista de que estaba
hablando con el tutor de uno de los compañeros de clase de su hija.
-Lamento que hayamos causado
tanto alboroto, y en su día de descanso también.
-Para nada, después de todo
mi hija parece estar disfrutándolo.
-Me complace oír eso. Hace
un momento le mencioné lo mismo a Yokozawa-san, pero vivo en el tercer piso de
este complejo. Aunque sea grosero de mi parte aprovechar esta oportunidad para
decirlo, espero que podamos tener una buena relación a partir ahora.
-¿Es así? Entonces yo
también espero que podamos llevarnos bien. -Luego se entretuvieron con una
ligera charla, y la sonrisa de Kirishima no vaciló ni un milímetro.
Hiyori concluyó su charla
poco tiempo después, despidiéndose de Iokawa con un "¡Te veré el próximo
semestre!". Y luego de que regresaran al genkan y se
aseguraran de que la puerta estuviera cerrada, Yokozawa habló de aquello que
estuviera preguntándose, incapaz de quedárselo para él solo a pesar de sentir
que era grosero sacarlo a relucir: -Y bien... ¿quién era ese muchacho?
-Él dijo que era porque
siempre estoy cuidando de él. ¿Probablemente porque siempre le ayudo con las
cosas que no entiende en clase?
-Ah... ¿Así que ustedes dos
se sientan cerca?
-¡Sip! Él está justo al lado
mío. ¡Iré a dejar esto en mi habitación!
Parecía que el muchacho no
había podido hacerle llegar claramente cuales eran sus sentimientos por ella.
Probablemente también estuvo haciendo su mejor esfuerzo, pero Hiyori era
abierta y honesta y nunca buscaba significados ocultos en las palabras de las
personas, y no estaba realmente claro si esto había sido mejor o no para el
joven Iokawa.
Revisando para asegurarse de
que Hiyori estuviera en su habitación, Yokozawa expresó sus pensamientos: -No
parece que ella sienta nada por él, ah.
-Nop.
-¿... Por qué te estás
poniendo de tan mal humor? No tiene sentido ponerse celoso por eso.
-No estoy celoso del
muchacho. -Lo cual significaba que su comportamiento se debía al tío.
-Tú... No te vayas a poner
celoso del tutor del compañero de clases de tu hija. -A Yokozawa
le pareció que Kirishima había estado innecesariamente
charlatán con el sujeto antes y esta parecía ser la razón. Pero mientras
permanecía allí, estupefacto ante la reacción, Kirishima fue y culpó al mismo
Yokozawa.
-Es tu culpa por poner esa
cara frente él.
-Eres tan infantil.
Era una expresión perfectamente normal. -Si parecía particularmente feliz, no
había sido por ninguna otra razón sino por poner buena cara por el bien de la
interacción de Hiyori con los Iokawa. Él era un tipo cualquiera, ni siquiera
era de la familia, en casa de Kirishima en fin de semana; no podía ser maleducado con
ellos.
-No precisamente; estabas
siendo más agradable de lo que jamás eres en el trabajo.
-¿De qué diablos estás
hablando? ¡No fui ni la mitad de malo con él de lo que tú!
-Y encontrando la hosca expresión en el rostro de Kirishima demasiado
divertida, dejó escapar una gran carcajada.
Fin
_________________________________
N. del T.: Y bien, señoras y señores, hemos llegado al final del último volumen de las novelas Yokozawa Takafumi no baai. Ahora solo resta esperar la entrega del manga omake y la compilación en PDF que ojalá sea muy pronto. Deseamos hayan disfrutado su lectura y los esperamos pronto con más más entregas!
N. del T.: Y bien, señoras y señores, hemos llegado al final del último volumen de las novelas Yokozawa Takafumi no baai. Ahora solo resta esperar la entrega del manga omake y la compilación en PDF que ojalá sea muy pronto. Deseamos hayan disfrutado su lectura y los esperamos pronto con más más entregas!
me encanto ...me gusta mucho esta pareja
ResponderEliminarmil gracias por subirla :3 ....adoro esta pareja son realmente de comedias matrimoniales de repente recalcando las gracias a las personas encargadas de esto son los mejores por ayudar a que podamos leer estas novelas...
ResponderEliminarNo había encontrado el volumen 3, pero gracias por subirlo, ahora entiendo ciertas cosas que vienen en el volumen 4
ResponderEliminarMe encanta kirishima celoso
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