jueves, 10 de abril de 2014

Yokozawa Takafumi no baai Vol. 3 Capítulo 5 Parte 14

Publicado por KanaAmai en 17:38


Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Retraducción: DrL 











Continuación del Capítulo 5

     -Yokozawa-san, todos vamos a salir a comer juntos luego de esto. ¿Le gustaría ir con nosotros? -dijo Henmi levantando la vista de su teléfono celular mientras Yokozawa se preparaba para salir.
     -¿Adónde van?
     -El mismo lugar de siempre. Yo tengo un cupón, pero se vence a fin de mes, así que... Oh, y si va con un grupo de cuatro o más, tendrá un mayor descuento, así que estamos armando un grupo.
     -De acuerdo entonces, me quedaré para comer algo. Pero para que lo sepas, no te invitaré la cena. -Con las vacaciones, Yokozawa había gastado bastante más dinero de lo que había planeado ese mes, y aunque le hubiera gustado jugar al indulgente senpai, tenía que aguantar hasta el día de la paga.
     -Sí, sí, lo . Las billeteras de todos se sienten un tanto flacas en esta época del mes.
     -¿Ya están listos para salir?
     -Hasta ahora han respondido tres... ooh, espere, puede que haya cazado a otro... -El teléfono celular de Henmi se encendió probablemente indicando que había llegado la respuesta de otra persona a la que había invitado a salir a comer.
     -¿... Hum? -También desde el bolso de Yokozawa su teléfono celular vibró en modo silencioso para indicar la llegada de un mensaje. Se apresuró a sacarlo, revisando la pantalla solo para enterarse de que se trataba de una llamada de Kirishima. Si recordaba correctamente, el hombre había dicho que estaría fuera de la oficina en una reunión con un autor ese día, así que resultaba extraño en él que se molestara en llamar a Yokozawa en un momento así.
     -Sí, habla Yokozawa -respondió con tono de sospecha, y la voz que le respondió sonó un tanto frenética.
     -Oye, ¿puedes hablar ahora?
     -Estaba a punto de salir a comer algo para cenar, ¿qué pasa?
     -Lo siento pero, ¿podrías venir a verme?
     -Y yo te pregunté: ¿qué pasa? -La actitud de Kirishima parecía un tanto diferente de la usual enviando un escalofrío a través de su pecho. Quizás estaba envuelto en más problemas como antes; la mente de Yokozawa estaba llena de pensamientos de lo peor que podría pasar y nada más.
     -Te lo diré cuando llegues aquí. Te enviaré un mensaje de texto con el lugar de encuentro, así que mueve tu trasero y ven lo antes posible.
     Y sin dar lugar a que Yokozawa protestara, Kirishima cortó la llamada, siendo el único sonido que aún hacía eco desde el parlante del teléfono celular, el tono robótico de una llamada cortada.
     -¿Qué sucede? 
     -Yo... no lo sé realmente. -A Yokozawa solo lo habían llamado sin haberle dado absolutamente ningún detalle. Y aun así, no podía imaginar que Kirishima lo llamaría así sin tener ninguna razón en absoluto.
     -¿De quién era la llamada?
     Sin molestarse en responder la pregunta de Henmi, Yokozawa se puso de pie con su bolso y su saco en mano: -Lo siento, tendré que ir a cenar con ustedes en otro momento.
     -¿Qué? ¡¿Yokozawa-san?!
     No tenía sentido quedarse allí sentado partiéndose la cabeza por el asunto, así que calmando cualquier sentimiento que tendiera a la preocupación o la ansiedad, Yokozawa salió a la carrera hacía la dirección que incluyera el mensaje de texto que acababa de recibir.


     -Eso... fue tan delicioso como decían las reseñas sobre este lugar.
     -Cierto, fue definitivamente delicioso pero... ¿estás seguro de que no quieres que pague nada?
     -Sigo diciéndote que esta es mi disculpa por preocuparte. Solo siéntate, quédate callado y permíteme consentirte. -La "emergencia" de Kirishima resultó ser nada mas que una forma de conseguir que Yokozawa fuera a cenar con él. En realidad, se suponía que esta sería una recepción para un autor, pero las condiciones de autor eran un tanto dudosas, así fue que cada cual siguió su camino luego de tener una simple reunión para discutir algunos asuntos. Luego, simplemente se decidió que si de todos modos tendrían que pagar para cancelar todo, podrían igualmente disfrutar de la cena. De ese modo se decidió que el dúo cenaría junto.
     Y así, aunque en efecto hubo alguna clase de problema, todo el asunto le resultó un tanto anticlimático a Yokozawa, quien se había apresurado seguro de que algo horrible había sucedido. Pero al parecer, toda razón para no explicarle porqué necesitaba que Yokozawa acudiera, fue pura y exclusivamente para convencerlo de que fuera; por lo tanto, el plan aparentemente había funcionado.
     Aun así, si las cosas no hubieran resultado como lo hicieran, ellos probablemente nunca se hubieran visto sentados allí disfrutando de una cena en un restaurante de tres estrellas en un hotel de alta alcurnia como ese. Yokozawa estuvo un poco deslumbrado inicialmente, pero, no obstante, fue capaz de tranquilizarse y disfrutar de la cena.
     Gracias a su reservación estaban sentados en una mesa al lado de las ventanas contemplando la vista nocturna. Se encontraban rodeados por todos los flancos por parejas disfrutando una cena juntos, lo cual dejaba a Yokozawa sintiéndose más que solo un poco incómodo, así fue que se conformó con pretender que estaba allí sencillamente por negocios.
     Se dijo a sí mismo que la única razón por la cual le llamaron así se debía probablemente a que Kirishima esperaba disminuir el impacto económico de tener que afrontar la cuenta de una cena tan onerosa, pero Kirishima arregló la cuenta completamente por su cuenta. Cuando Kirishima incluso se negó a divulgar el total, Yokozawa había intentado hacer que él aceptara lo que se imaginaba que sería la mitad de lo que la cena había costado, pero fue rechazado.
     -Oye, ¿adónde vamos? Todavía no llegamos a la planta baja -protestó cuando el ascensor se detuvo, pensando que Kirishima había apretado accidentalmente el botón equivocado. Trató de llamar a Kirishima de regreso al cubículo mientras él descendía en uno de los pisos de las habitaciones de huéspedes, pero Kirishima simplemente se volteó a verlo, sin hacer ningún esfuerzo para regresar al ascensor.
     -Este piso estará bien.
     -¿... De qué estás hablando? 
     -¿Acaso no puedes hacer lo que te digo al menos cuando estamos en una cita?
     -¿Ah? ¿De qué cita estás hablando? -Yokozawa se sintió confundido ante la extraña elección de palabras antes de salir a los tumbos para alcanzar a Kirishima, quien resueltamente seguía su tranquilo paso adelante.
     -Una cita es una cita, lo sabes. Ahora, después de usted, mi buen señor. -Kirishima pasó una tarjeta para abrir la puerta de la habitación 2411, manteniendo la puerta abierta para invitar a entrar a Yokozawa.
     -¿... Y por qué es que tú tienes la llave de una habitación de hotel?
     -Deja de hacer preguntas y solo entra. -Ante la expresión de sospecha en el rostro de Yokozawa, Kirishima le dio una palmada en la espalda para obligarlo a entrar en la habitación a oscuras y ante esta acción las luces se encendieron inmediatamente, iluminando todo con un suave brillo. Dado lo espacioso de la estancia, esta era probablemente una habitación de alto nivel, y el hecho de que sus pensamientos inmediatamente vagaran hacia "Me pregunto cuanto costará la noche en este lugar..." era un fiel testimonio del hecho de que en efecto, él era un plebeyo.
     -¿Qué, acaso también reservaste esta habitación para el autor? ¿Estás seguro de que no debiste al menos haber cancelado la resevación de la habitación si bien no cancelaste la cena?
     Ante el comentario de Yokozawa, Kirishima soltó un largo suspiro: -¿Podrías caer ya de una maldita buena vez? ¿Por qué alojarían por una sola noche a un autor en una habitación doble?
     -Espera, ¿quieres decir que en realidad tú mismo reservaste esta habitación?
     -Bueno, me pareció que era un desperdició perder la oportunidad al cenar en un hotel tan lindo para luego ir directo a casa, ¿cierto? Además, esto está bueno; así, todo romántico.
     -... Eres tan idiota -murmuró en shock ante Kirishima quien le guiñaba el ojo intencionalmente.
     -Dice el tipo que nunca reservaría una habitación de hotel conmigo si yo no hiciera artilugios como este.
     -Y entonces, ¿toda esa estupidez de que no querías cancelar la cena fue solo otra excusa?
     -Nah, eso fue real. Pero que oportunidad, ¿cierto? Pensé que valía la pena y reservé una habitación mientras esperaba por ti. Ooh, mira. Es bastante raro que haya fuegos artificiales a esta hora...
     Yokozawa echó un vistazo por la ventana, siguiendo la mirada de Kirishima, y a la distancia pudo ver fuegos artificiales explotando en el aire. La vista de los fuegos de artificio explotando contra el escenario nocturno, entre los valles y las colinas del horizonte, resultaba refrescante.
     -¿De qué festival son? Es un poco tarde para fuegos artificiales, ¿no?
     -Dada el área, probablemente Kuma Park, ¿no te parece? Ellos siempre los lanzan antes de cerrar el parque todos los días. -Ante esta explicación, Yokozawa recordó la ocasión en que ellos visitaran el parque, solo los tres, a principios de mes. Ellos se marcharon antes de que fuera la hora de los fuegos artificiales, pero le habían prometido a Hiyori que regresarían para verlos juntos en otra ocasión.
     -... Espera, deja de tratar de cambiar de tema. Fácilmente podríamos haber llegado a casa en media hora así que, ¿por qué demonios estamos varados pasando la noche en un hotel así?
     -Vamos, está bien. Yo solo quería poder relajarme y charlar contigo.
     -Tranquilamente puedes hacer eso en casa.
     -Sin embargo, Hiyo está en casa. 
     -Entonces, pudimos hacerlo en mi casa.
     -Sí, pero tú eres mucho más abierto y honesto cuando se te pone en una situación desconocida. Tú me has estado fastidiando todo este tiempo pero, también me estás ocultando algo, ¿no es así?
     -¿Yo? ¿Ocultando algo? ¿De qué demonios hablas?
     -Tú solo... Últimamente te ves como si en verdad quisieras decirme algo.
     -Eso es... -Y aquí, Yokozawa se dio cuenta solo de que se trataba este algo que supuestamente estaba ocultando. Excepto que él no estaba ocultando nada, per se, solo que... no pudo encontrar el momento oportuno para abordarlo.
     -¿... Qué, se trata de algo que no puedes discutir conmigo?
     -No es que no pueda, solo... que nunca pude sacarlo a relucir; eso es todo. -Diablos, nunca hubiera imaginado que la mismísima persona a quien quería presionar por el asunto, en cambio, lo presionaría a él por una explicación. Pero, tal vez esta era una buena oportunidad; si las cosas no llegaban a este punto, ciertamente hubiera encontrado difícil tratar el tema por su cuenta-. Todo ese asunto de... la entrevista matrimonial. Estuvo molestándome, eso es todo.
     -¿Ah?
     -Escuché de boca de una de las muchachas del trabajo, que un superior tuyo sacó el tema de una entrevista matrimonial contigo. Y como ya que se trataba de la hija de un prominente socio de negocios, no podías rechazarla... -Y aunque esto hubiera parecido un increíblemente enorme problema para Yokozawa en su momento, expresarlo con palabras así era... simplemente vergonzoso. Resultaba patético como se había preocupado por un simple pedido de una entrevista matrimonial.
     Ante su admisión, Kirishima le miró boquiabierto en confusión por el shock un largo rato antes de lanzarse finalmente a una ruidosa explosión de carcajadas: -Que diablos, ¿eso fue lo que te tuvo hecho un manojo de nervios? Ah, ahora lo entiendo. Eso explica porque tuviste una expresión rara en el rostro todo este tiempo...
     -¡No te rías de mí, carajo! -le contestó a Kirishima, quien continuaba riendo a costillas de Yokozawa.
     -Eres tan idiota. Hace años que rechacé esa entrevista. Ni siquiera llegué a ver fotografías de la mujer.
     -¡Entonces debiste decirlo antes!
     -Es solo que nunca pensé que fuera algo por lo que necesitara molestarme en hablar. Mi jefe me lo sugirió y yo lo rechacé al toque. Además, no tenía idea de que esa clase de rumores estuvieran dando vuelta. ¿De quién rayos escuchaste eso?
     -No lo recuerdo. Alguna chica. -Yokozawa estuvo completamente preocupado por las palabras entrevista matrimonial en ese entonces; había perdido la cordura. Haciendo memoria, resultaba vergonzoso como había perdido la tranquilidad de su conciencia por poco más que un chisme de oficina.
     -Bueno, a las mujeres de mi sección ciertamente les gustan los chismes, y no es como si yo me hubiera molestado en tratar de mantenerlo en secreto, así que supongo que alguien pudo escuchar que yo lo mencioné al pasar.
     El hecho de que él hubiera estado tan perturbado al escuchar sobre la entrevista matrimonial hacía parecer como si hubiera desconfiado del mismo Kirishima, y preocupado de que él pudiera haberlo ofendido con esto, Yokozawa se apresuró a explicarse: -Quiero decir... no creas que yo dudé de ti o lago así, ¿de acuerdo? Solo... que me molestó que no dijeras nada al respecto, eso es todo...
     -Sí, lo sé. Entiendo bastante bien que no fue porque no confiaras en mí. Tú realmente no tienes casi nada de autoestima, ¿sabes? -Yokozawa tragó con dificultad cuando Kirishima dio en el clavo y mientras agachaba cabeza avergonzado, se encontró envuelto súbitamente en un abrazo.
     -¡...! 
     -Sé como te sientes. Quiero decir, yo también me preocupo a veces...
     -¿Sí?
     -Seguro. Quiero decir, no es como si yo fuera un adivino que sabe inmediatamente en que estás pensando ni nada parecido. Incluso si puedo adivinar algunas cosas al ver tu expresión, no puedo realmente ver que hay en el fondo, debajo de todo.
     -...
     Kirishima apoyó su frente en el hombro de Yokozawa mientras su confesión escapaba de sus labios con una voz desolada: -Yo aún... no estoy realmente seguro de que es lo que sientes por mí. Tú nunca... te animaste a decirlo, después de todo...


     -Eso no es... -"cierto", comenzó a protestar antes de caer en cuenta que en efecto, él nunca lo había expresado con todas las letras y su pecho se estrujó ante la expresión de soledad en el rostro de Kirishima.
     Él siempre huía, todas las veces, y si al hacerlo de alguna manera había herido a Kirishima, entonces él ciertamente nunca tuvo esa intención.
     -... Ser un simple mortal apesta a veces, ah. Supongo que yo solo... asumí que estar así contigo era lo suficientemente bueno, pero solo consiguió que las semillas de la preocupación crecieran con el tiempo...
     Él fue tan feliz... y eso era aterrador. Ganar algo grandioso también traía consigo un gran precio a pagar. Sabía perfectamente bien que su actitud podría llenar fácilmente de dudas y preocupaciones a Kirishima, y aunque sus acciones eran en gran parte simples intentos de ocultar su vergüenza, no podía ser que se sintiera bien que el sujeto viera que sus avances fueran despreciados una y otra vez.
     -Bueno... es solo que, quiero decir... no es como si estuviera intentando escapar de ti porque te odio ni nada parecido. Yo honestamente... te... mo... -Su voz era tan queda y suave que la parte más importante era casi ininteligible, pero esta era la primera vez en su vida que él expresaba sus sentimientos en voz alta.
     Yokozawa se quedó allí de pie, acallando la vergüenza que amenazaba con desbordarse, cuando Kirishima levantó la vista, sonriendo tan feliz que hizo parecer como si su estado melancólico previo fuera una burda mentira: -... Finalmente lo dices.
     -... Tú... solo... -Cayendo en cuenta de que todo ese "humor depresivo" había sido una actuación, Yokozawa sintió que sencillamente podía caer muerto de rabia allí mismo. Toda la sangre se le fue a la cabeza, demasiado rápido, y se quedó mudo.
     Kirishima, en cambio, confesó sin pretensiones: -Y yo te amo a ti también -con una sonrisa tan amplia que parecía al borde de las lágrimas, dejando a Yokozawa sin palabras. Quizás la afición de Kirishima por hacer bromas era igual que los vanos intentos de Yokozawa de ocultar su vergüenza; era demasiado para soportarlo, así que él cubría su vergüenza con bromas.
     -Eso... no fue justo -repicó con despecho, pero la respuesta de Kirishima fue tranquila y serena.
     -Luego te darás cuenta de que los adultos raramente juegan limpio. Tú eres igual, ¿cierto? 
     -Al menos yo no soy tan malo como tú.
     -Bueno, eso es solo una cuestión de edad y experiencia.
     -Sabes, estuve pensando esto por un tiempo pero, estoy bastante seguro de que a aquellos mayores que tú les daría un ataque si escucharan cuan a menudo juegas la carta de la edad a tu edad. Ya basta.
     -Está bien, yo elijo mis momentos con cuidado.
     -Sí, claro, siempre eres rápido para sacarlo cuando te parece.
     -Quizás, pero siempre y cuando suene como si lo hubiera pensado...
     -No hagas trizas los sueños de tus subordinados ahora. -Si cualquiera de los subalternos que adoraban a Kirishima oyeran esa confesión, probablemente se sentirían devastados.
     -Tú eres al único al que le digo como me siento realmente, sabes. Y tú crees que soy increíble sin importar que, ¿cierto?
     -¡... Se supone que eso no es algo que tú mismo debas decir!
     -No es como si yo pudiera remediarlo. Quiero decir, tú no lo dirías otra vez para mí, así que... -anunció Kirishima malhumoradamente con un tono de enojo infantil en su voz. Por cada momento que actuaba mayor de lo que en verdad era, había uno en el que podía comportarse de manera más inmadura que Hiyori. Ocasionalmente Yokozawa se encontraba anonadado ante su comportamiento, pero todas estas eran indudablemente las piezas que constituían el rompecabezas que era Kirishima.
     La adultez no es algo que simplemente se alcance con la edad, las personas maduran al luchar y superar obstáculos, y se debía precisamente a ese lado infantil que Kirishima le mostraba de vez en cuando que ahora ellos eran capaces de pasar sus días juntos así. Si Kirishima hubiera sido un ser humano impecable y perfecto, Yokozawa probablemente se habría rendido a su naturaleza pesimista y hubieran roto mucho tiempo atrás.
     Tal vez era el último del espectáculo, un enorme y brillante artilugio pirotécnico lanzado al aire cuyos últimos rastros de luz brillaban en el cielo nocturno y mientras Yokozawa lo contemplaba, recordó que este estaba lejos de ser un escenario común y corriente.
     A veces el sujeto merecía que se le concedieran sus deseos y entonces Yokozawa dio forma una vez más a las palabras que Kirishima hubiera solicitado antes: -... Tú realmente eres bastante increíble.
     Con esto, el rostro de Kirishima se puso colorando ante sus ojos: -Eso es... No es justo que me salgas con algo así cuando no estoy preparado.
     -Aprendí del mejor -replicó Yokozawa bastante satisfecho de que su intento de venganza sorprendentemente haya tenido éxito. Probablemente tendría que pagarla muy caro más adelante, pero sortearía ese trance cuando llegara el momento.
     Por su parte, Kirishima simplemente devolvió una mirada claramente resuelta hacia el autocomplacido Yokozawa.


     Kirishima, siempre listo con alguna ocurrencia innecesaria en la punta de la lengua, estaba inesperadamente callado esa noche, dejando la habitación llena de gemidos reprimidos y suspiros por venir.
     Con los dedos pegados a su pecho, ocasionalmente encontrando una tetilla para jugar, pero unido a su cuerpo detrás de él, Yokozawa no podía reunir suficientes fuerzas. Los pensamientos conscientes casi lo abandonaban dejándolo completamente a merced del incansable ritmo impuesto a su cuerpo.
     -Haa...
     Los dedos se deslizaron al sur para envolverse alrededor de su hombría erecta, pero el preservativo que se había colocado para evitar que se manchara la ropa de cama evitaba que disfrutara la sensación del contacto directo piel a piel, lo cual solo sirvió para irritarlo y frustrarlo.
     Yokozawa hundió la cabeza en la almohada, conteniendo los sonidos que amenazaban con escapar de su garganta, y tal vez desconforme con esta acción, Kirishima pellizcó con fuerza la tetilla con la cual estuviera jugando.
     -¡Ay!
     -Haz esos ruidos... como los que hiciste la última vez.
     -Ni con... un demonio... -Definitivamente no apreciaba que Kirishima lo hiciera sonar como si él hubiera estado jadeando y gimiendo desesperadamente; solo sucedió que su ubicación hizo que su voz reverberara más de lo usual-. Ha... ¡ah!
     Kirishima colmó su cuerpo de caricias de castigo y los suspiros que no pudo contener escaparon de sus labios. Llevado hasta el límite, se sintió como si se derritiera desde adentro, y aun así, obstinadamente hincó los talones rehusándose a renunciar a su orgullo hasta el final. Ya le estaban haciendo a un lado ese orgullo al estar siendo follado allí; al menos, esperaba poder arreglárselas sin desbaratarse.
     Pero luego, como si estuvieran haciendo el ridículo de su intento de obstinación, Kirishima susurró su nombre a su oído suavemente: -Takafumi... 
     -¡...!

    
     En ese instante, todos los sentidos de Yokozawa se volvieron indefensos, indudablemente ese era el objetivo de Kirishima, ya que reubicó sus manos en las caderas de Yokozawa y aumentó el ritmo de sus ataques, dejando a Yokozawa incapaz de disipar las persistentes dudas en el fondo de su mente.
     La sensación de unos dientes rozando su nuca fue el golpe final, empujándolo más allá de sus límites: -¡Ngh!
     Todo frente a sus ojos se encendió en destellos cegadores y para cuando sus sentidos retornaron, encontró que había dejado escapar la evidencia de su pasión mientras su estómago se estremecía debajo de él.
     El clímax pasó, la hombría de Yokozawa se tornó serena y mientras se esforzaba por calmar su cansada respiración, Kirishima salió de él sin decir una palabra con un rápido movimiento.
     -¡¿Qué?! -Yokozawa tuvo poca libertad para sentir el duelo por la súbita sensación de pérdida cuando Kirishima se separó de él, aunque rápidamente se vio tumbado de espaldas-. ¿Qué diablos estás...?
     Ni siquiera tuvo tiempo para concluir su protesta antes de que Kirishima abriera sus piernas y lo penetrara de nuevo: -¡Ah! -Su voz se alzó en sorpresa ya que había bajado la guardia pero rápidamente cerró la boca, apretando los dientes ante la sensación de la penetración. Mientras Kirishima prácticamente lo montaba, se encontró prácticamente hundiéndose en los resortes del colchón-. Apreciaría... una pequeña... advertencia...
     -Nunca dije que habíamos terminado. Además, yo definitivamente prefiero poder verte la cara... 
     -¿Qué hay de divertido en ver...? -La única luz que aún permanecía encendida era una lámpara de pie a los pies de la cama, pero con los ojos ya adaptados a la penumbra, fácilmente podían adivinar las expresiones del otro; y esa mirada lasciva en el rostro de Kirishima resultaba irritante a más no poder.
     -No es tan divertido como sí resulta un gran estímulo. Me calienta verte así, todo molesto.
     -Maldito pervertido.
     -Tomaré eso como un cumplido. Además tú no eres mucho mejor, corriéndote con la follada de este pervertido.
     -Cállate. -Yokozawa no se encontraba precisamente en condiciones de refutar la acusación, así que se conformó con voltear el rostro. No podía seguir el ritmo de las chacharas de Kirishima de todos modos. El hecho de que él continuara aceptando estos retos a pesar de saber perfectamente bien que no podía competir con el sujeto no era nada más que puro orgullo caprichoso.
     -Te amo. -La confesión al azar probablemente era una venganza por la previa ocurrencia de Yokozawa, y allí estaba él, sin lugar a donde huir y sin forma de tapar sus oídos, con ambas manos sujetas como estaban.
     -No... tienes que dar la cara y decirlo...
     -Solo pensé en asegurarme que lo supieras.
     -Nunca sabes cuando rendirte...
     -Y no planeo rendirme... en toda la noche... -le replicó lascivamente con una sonrisa intencional en la punta de sus labios.

Continuará...

6 comentarios:

  1. demasiado lindo no me canso de leerlo, me encantaaaa esta historia esta es en realidad la primera novela que sigo y estoy totalmente atrapada jejeje arigato n,n

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  2. La historia ciertamente es entretenida y me gusta, pero lo que quiero agradecer es la traducción porque por muy buena que sea una historia sino está bien traducida termina frustrando ( por lo menos en mi caso) mil gracias por hacer dulce mi lectura.

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  3. Oh! Kirishimaaa por Dios! Estas arrebatándole el puesto a Usagi San!!! Eres malo Kirishima pero rebuenote! Creo que es la relación mas sana y creíble de toda la saga.

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    Respuestas
    1. Perdió pero creo que jamás lo alcanzara....porqués esto es como Goku y Begeta, no importa que tan bueno se a Begeta jamás alcanzara a Goku, así es con Usagi sama, digo Kirishima san es bueno pero jamás lo superaras ni el ni ninguno.

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    2. Para el comentario de arriba: es cuestión de gustos. Para mí, por ejemplo, Kirishima es mucho mejor que Usagi, por mucho, me gusta mucho mas Kirishima, igualmente para ti podría ser al revés.
      Lo de Goku y Vegeta no se me hace la mejor analogía en este caso ya que ellos es por fuerza y poderes (aunque quitando eso Vegeta también es mi favorito xD).
      Bueno, es todo. Saludos.

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    3. X2 pienso que es cosa de gustos, personalmente prefiero mil veces más a Kirishima. De hecho yokozawa no baai es la única obra de esta autora que realmente me gusta.

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