jueves, 10 de abril de 2014

Yokozawa Takafumi no baai Vol. 3 Capítulo 5 Parte 5

Publicado por KanaAmai en 17:28


Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Retraducción: DrL 











Continuación del Capítulo 5

     Quizás solo estaba poniéndose nervioso por cada pequeñez. Era lo mismo que con la mujer de antes, si iba a estar tan preocupado por esto, pues bien podría ir al frente y preguntar. Seguro, las probabilidades de que Kirishima se riera en su cara eran altas, pero eso era prácticamente cosa de todos los días para ese entonces. 
     -Oye... -pero justo cuando pudo armarse de valor, esperando mencionar el incidente al pasar, el teléfono de Kirishima los interrumpió una vez más. 
     -... 
     Cuando echó un vistazo a la pantalla el rostro de Kirishima pareció arrugarse frunciendo el ceño profundamente por un momento.
     -¿Qué pasa?
     -Nada, solo...
     Yokozawa consideró por un breve instante que sencillamente Kirishima perdió la paciencia pues Katou trataba de ponerse en contacto con él una vez más, pero Kirishima nunca pondría esa cara con un subordinado. Pensando en preguntar de quien se trataba luego de que Kirishima terminara su conversación, la llamada terminó antes de que Kirishima pudiera siquiera contestarla. 
     -¿... Por qué no contestaste?
     -El número estaba bloqueado, así que no estaba seguro si debía. Pero en vista de que contaron inmediatamente, ¿supongo que fue número equivocado? Pero suficiente de eso, ¿qué estabas a punto de preguntarme? 
     -¿Ah? Oh, nada. No era gran cosa. Yo... iré a tomar una ducha -titubeó Yokozawa cuando Kirishima volvió la conversación hacia él; este no era precisamente un tema que simplemente pudiera retomar y tratar de abordar nuevamente así como así. Al final, habiendo perdido el momento adecuado, se dirigió al cuarto de baño como si estuviera huyendo con la cola entre las piernas.
     -... Maldición -dijo entre dientes, maldiciéndose a sí mismo y a su falta de respeto para consigo. Seguro, lo mejor sería sencillamente dejar de preocuparse y dejar atrás todo este asunto, pero cuanto más permitía que estas dudas se arraigaran, más grandes se tornaban. Esperaba ser capaz de poner sus pensamientos en orden una vez que se encontrara a solas, pero sus preocupaciones solo se hicieron más y más acuciadas. ¿Por qué no podía mejorar su forma de lidiar con este tipo de cosas? Sabía perfectamente bien que camino seguir en su cabeza, pero sus emociones y acciones simplemente no se someterían a su voluntad.
     Con un leve suspiro, comenzó a desvestirse cuando una sensación de inquietud se apoderó de él: -Oh, diablos, lo olvidé -solo ahora recordó la muestra que recibió en la estación la cual estaba aún en su bolsillo. Quiso entregársela a Hiyori pero lo olvidó completamente. Sin embargo, justo cuando estaba considerando pasársela al día siguiente, alguien llamó a la puerta del vestidor. 
     -¿Te importaría si te pregunto algo antes de que entres en la ducha?
     -¿Y ahora qué? -tal vez debido a que estaba haciendo tanto esfuerzo por sonar calmado y ecuánime, su tono de voz se oyó particularmente irritado, y aunque estaba más que nada contento de que al menos no se quebrara, probablemente se oyó mucho más frío de lo que deseaba en realidad.
     Kirishima entró en el área del vestidor y cerró la puerta detrás de él mirando la cara de Yokozawa larga y concienzudamente.
     -De acuerdo, entonces, ¿qu-qué quieres?
     Kirishima se cruzó de brazos y habló: -Hay... algo que quieres preguntarme, ¿no es así? -se trataba más bien de algo que había notado que de una pregunta en sí. 
     -No particularmente. ¿Qué demonios te hizo pensar así..?
     -Intuición de hombre.
     -Intuición, un comino...
     Era como si estuviera hablando con toda la confianza del mundo y sin la más mínima evidencia, y ante la expresión de exasperación en el rostro de Yokozawa, Kirishima se dirigió a él con un aire de descontento.
     -Te estás burlando de mi intuición, ¿no? Te haré saber que raramente me ha fallado.
     -Bueno, desafortunadamente esta es una de esas veces; lo siento pero, realmente me gustaría tomar una ducha ahora así que, ¿te importaría? O si vas a tomar una primero, entonces me iré -aliviado de que pareciera haber despistado a Kirishima por ahora, intentó cambiar de tema, pero al parecer Kirishima no iba a renunciar tan fácilmente.
     -¿Tiene algo que ver con lo que tienes allí en tu mano?
     -¿Ah? Ah... oh, esto es solo una muestra que me dieron en la estación. Pensé en dársela a Hiyori pero lo olvidé, eso es todo.
     ¿Quizás el sujeto tenía la idea de que alguien se lo había dado a Yokozawa por afecto? Después de todo, en ocasiones Kirishima sufría estos pequeños ataques de celos, pero Yokozawa estaba bastante seguro de que él era una persona más celosa que Kirishima. Aunque hacía un gran esfuerzo para no demostrarlo en su semblante, odiaba el hecho de que incluso se encontrara a sí mismo prestándole más atención de la necesaria al modo en que Kirishima interactuaba con los otros miembros del equipo de edición de Japun.
     -¿... Realmente no tienes nada que quieras decirme, Yokozawa?
     -...
     Cuanto más presionaba Kirishima sobre este asunto, más difícil se hacía expresar sus sentimientos, y por mucho que hubiera querido exclamar "¡¿Y de quién crees que es la culpa de que yo me esté preocupando por tonterías como esta en primer lugar?!", su orgullo le robó la mano.
     Su pecho dolía de vergüenza cuando inmediatamente adoptó la postura de alejar a Kirishima cuando éste se acercó; dolía físicamente darse cuenta de que las reacciones como estas, este tipo de actitudes, eran las que preocupaban a Kirishima. 
     ¿Qué diablos tenía que hacer para poder expresarse correctamente? ¿Qué sentido tenía el orgullo en momentos como este?
     Mientras permanecía allí en silencio con los labios fuertemente fruncidos, Kirishima dejó escapar un largo suspiro: -... A veces puedes ser tan testarudo, ¿sabes? ¿Pero qué puedo decir? Como que me gusta eso de ti. Si alguna vez te sientes con ganas de hablar al respecto, sabes donde encontrarme. Te estaré esperando.
     -¡..! 
     Inconscientemente, la mano de Yokozawa se estiró hacia Kirishima cuando él volvió la espalda para retirarse, pero antes de que pudiera agarrarlo por el hombro, se congeló, apretando el puño firmemente es su lugar.
     ¿Qué pretendía decirle si lo detenía justo ahora? Pero justo cuando bajó la mirada, reprendiéndose a sí mismo por actuar tan impulsivamente, Kirishima giró sobre sus talones y dijo: -¡Y ahí está la grieta en la armadura!
     Tan repentino fue el giro que Yokozawa no pudo reaccionar, y en un movimiento reflejo alzó la vista solo para encontrar sus labios capturados por los de Kirishima.
     -¡..!
     En contraste con la expresión de sorpresa y los ojos desorbitados de Yokozawa, la mirada de Kirishima era sencillamente serena y arrogante. Yokozawa sintió como le hervía la sangre ante la sensación de sus labios siendo devorados, y en el mismo momento en que sus lenguas se rozaron, un vibrante escalofrío se disparó por su espinazo.
     Aunque estaba lejos de estar acostumbrado a esta clase de interacción, al menos él finalmente había dejado de rechazarlas poniendo resistencia simplemente por reflejo. Justo cuando sus fuerzas estaban por abandonar sus piernas completamente, se encontró sostenido por las caderas cuando Kirishima acercó sus cuerpos en un ceñido abrazo, y se le paró el corazón ante el calor corporal que emanaba a través de su delgada ropa de verano.
     -¡Ngh..! 
     Su lengua, atrapada con firmeza, se sentía perturbadoramente como si fuera a derretirse; sabía que estaba allí, pero cada vez que sus lenguas se tocaban, los puntos de contacto se fundían y se sentía como si todo se estuviera derrumbando.
     El núcleo de su mente se estaba derritiendo, dejándolo con el sentimiento de que se estaba ahogando en una sensación espesa y embriagadora, pero mantuvo el sentido de sí mismo como para estirar ambas manos, hundir sus dedos en el cabello de Kirishima y alejar su cuerpo de él.




     -¡Dije que ya fue suficiente!
     -Yo solo estaba comenzando... 
     Golpeado por la mirada fulminante que Kirishima le lanzara, Yokozawa titubeó por tan solo un momento, y aprovechando la oportunidad, Kirishima hizo por capturar sus labios nuevamente. 
     -Tú... ¡nunca aprendes
     A este paso, no cabía duda de que perdería todo sentido de sí mismo y del decoro, pero Kirishima continuó presionando, haciendo caso omiso de la consternación de Yokozawa.
     -Vamos... Solo un poquito más...
     Yokozawa presionó sus manos sobre la frente y la barbilla de Kirishima y lo fulminó con la mirada estando cuerpo a cuerpo: -No. Hiyo está aquí.
     Sin embargo, Kirishima no iba a ser intimidado por esta expresión y en cambio disparó: -Ella duerme; ¿cuál es el problema?
     -Es todo un problema; así que no -con esto fue firme. No se trataba simplemente del asunto de asegurarse de que no los pescaran; si se permitía tomar la mano, temía que agarraría el codo.
     Tal vez la convicción de Yokozawa respecto a esto alcanzó a Kirishima, pues él al menos cedió diciendo: -... Rayos, eres tan aguafiestas. ¿Cuánto tiempo más pasará antes de que  pongas tus brazos alrededor mío por propia voluntad..?
     -¡Tú nunca piensas las cosas!
     Si Hiyori algún día se enteraba de ellos dos, él nunca podría pasearse por ese departamento otra vez. Su situación ya era bastante anormal como estaba, él no quería aumentar aún más la incomodidad.
     -Bien... Supongo que tendré paciencia; hasta la noche de nuestro viaje al menos. Pero a cambio... -Kirishima esgrimió un dedo y lo clavó en la cara de Yokozawa justo más allá de la nariz- más vale que estés preparado.
     Sacudido, Yokozawa le respondió con la voz quebrada: -Pr-preparado... ¿para qué?
     -Para algo que tú ni siquiera te puedes imaginar. Aunque siéntete libre de intentarlo tanto como gustes hasta entonces.
     -¡¿Qué..?! 
     Y con una sonrisa de sabelotodo y escandalosas palabras de despedida, Kirishima dejó inmediatamente el área del vestidor. 
     Yokozawa estaba seguro de que no pasaría nada malo con la forma en que reaccionaba, pero... no podía sacudirse ese presentimiento ominoso. ¿Qué diablos quiso decir el sujeto con "algo que ni siquiera puedes imaginarte"?
     Estaba bastante seguro de que ninguno de ellos tenía fetiche alguno en particular; aunque él tenía una pizca de conocimiento que venía de la mano de la adultez, nunca había experimentado ningún deseo en particular de hacer nada fuera de lo común.
     Pero... quizás Kirishima era diferente. Si él estuvo conteniendo algún deseo sexual disparatado e inimaginable...
     -¿... Cuál demonios es el punto de romperme la cabeza con esta clase de porquerías? 
     El único motivo por el que Kirishima había expresado su ultimatum se debía a que quería que él se volviera loco imaginando lo peor que podía suceder. Cuanto más se preocupara, más estaría bailando al son de Kirishima, y con la intención de dejar de ser su juguete de una vez, Yokozawa se obligó a dejar de lado esa clase de pensamientos.



Continuará...

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