jueves, 10 de abril de 2014

Yokozawa Takafumi no baai Vol. 3 Capítulo 5 Parte 4

Publicado por KanaAmai en 17:26


Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 3
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Retraducción: DrL 









Continuación del Capítulo 5



     -Ugh... 
     Por algún tiempo, la mente de Yokozawa había estado solo llena de pensamientos sobre lo que había visto en la estación.
     Estaba más allá de tener una mentalidad cerrada sacar conclusiones apresuradas de esta forma solo porque Kirishima estuviera caminado con alguna mujer por ahí, la conciencia de Yokozawa le recordó rápidamente, pero él sencillamente no podía sacudirse esa sensación de inquietud.
     El hecho de que el regalo que Kirishima hubiera llevado a casa para Hiyori fuera un surtido de postres de gelatina de la mismísima tienda departamental de la estación en la cual Yokozawa lo divisara solo reforzaba el vuelo de la imaginación de su mente. Probablemente lo había comprado cuando Yokozawa y Yukina lo vieron, y Yokozawa deseaba desesperadamente que hubiera alguna forma de sacar de su mente la imagen de la pareja comprando alegremente juntos.
     Así vencido por estos sentimientos de irritación y frustración, salió al balcón para fumar un cigarrillo en el departamento de Kirishima por primera vez. Naturalmente, al menos se había asegurado de que Hiyori ya estuviera dormida, pero a este paso tendría que posponer su meta de dejar de fumar por al menos un tiempo todavía.
     -Dios, soy patético...
     Parte de la razón por la cual estaba teniendo tanta dificultad para calmar sus sentimientos respecto al asunto se debía al hecho de que Kirishima había sido muy vago al hablar sobre su trabajo del día. Había sido franco sobre el hecho de que las cosas habían marchado bien con Ijuuin pero no había dado sino respuestas ambiguas cuando se lo presionara por el segundo asunto de trabajo.
     Yokozawa supo inmediatamente que le estaba mintiendo; después de todo, si se hubiera tratado de algo que Kirishima no tenía libertad de discutir, siempre era rápido en mencionarlo. Aunque tuviera una rostro indiferente, Kirishima no era en realidad muy hábil para ocultar cosas. Él no tenía inconveniente en expresar leves halagos con una sonrisa en los labios, pero cuando ocultaba algo, se tornaba absurdamente sospechoso en sus gestos.
     Yokozawa apagó la colilla de su cigarrillo, ahora en sus últimas y el cual casi no fumara, en su cenicero de bolsillo y regresó a la sala, quedando sin aliento al entrar en la fresca sala de estar con aire acondicionado. Tal vez la razón por la cual no pudo organizar sus pensamientos se debía en parte al sofocante aire nocturno que lo envolviera. 
     Kirishima estaba sentado en el sillón viendo las noticias de negocios mientras hojeaba lo que parecía ser una pieza de literatura. Pasaba las hojas velozmente leyendo a un paso bastante rápido.
     -¿Qué estás leyendo?
     -La última obra de Usami Akihiko. Hoy llegaron las muestras, así que tomé una prestada.
     -Oh, eso... 
     Hubo rumores en la oficina de que la voluble editora del autor finalmente consiguió atraparlo y encerrarlo en el hotel en el cual se había recluido hasta que terminara el manuscrito. Dada la forma en que los ojos de los representantes de ventas de literatura parecían casi desbordar de lágrimas mientras expresaban su alivio de que el libro se terminara a tiempo, probablemente había algo de verdad en el rumor.
     -Él realmente es bueno... Es solo el prólogo, pero sencillamente te atrapa. Eso solo te demuestra su habilidad como autor, pues es capaz de atrapar al lector desde el comienzo.
     -Bueno yo aún no pude leerlo, así que no me adelantes nada.
     -Sí, sí , lo sé.
     Yokozawa se dirigió a la heladera con el objetivo de aliviar su garganta seca. Mientras llenaba un vaso con un poco de té de cebada que había preparado antes, alcanzó a oír el sonido de un teléfono celular llamando, y no era el suyo. Pero aunque Kirishima debió darse cuenta de que se trataba del suyo, no hizo por contestarlo, un hecho que picó la curiosidad de Yokozawa. 
     -Oye, tu teléfono está sonando. Te han estado llamando bastante esta noche, ¿ah? 
     En efecto, había estado sonando una y otra vez por un rato, y por alguna razón Kirishima no hizo nada por chequear quien lo estaba llamando. 
     -Es solo un mensaje de texto; le daré un vistazo después.
     -Si solo es un mensaje de texto entonces, ¿por qué no chequearlo ahora? ¿Qué tal si es uno de tus subordinados necesitando ayuda con algo urgente?
     -Yo tengo como premisa no trabajar en casa. Además, aún si fuera urgente, no podría hacer nada hasta mañana.
     -Supongo... que no, pero... -comenzó a decir pero entonces su propio teléfono comenzó a sonar-. ...Acabo de recibir un mensaje de texto de Katou; pregunta si sé donde estás. ¡Qué diablos..! ¡¿Por qué me está preguntando a ?!
     Kirishima dejó escapar una risa ante el enfado de Yokozawa en este punto: -¿Quizás porque está convencido de que tú me conoces mejor que nadie?
     -Yo realmente... no te conozco tanto... 
     En efecto, aunque pudiera ser que él supiera cosas como cuales eran sus comidas favoritas o su cumpleaños, sabía mucho menos de lo que no; pero inmediatamente lamentó el tono mezquino que había adoptado. Realmente estaba comportándose de un modo infantil esa noche; y todo se debía a un inmaduro y egoísta deseo de monopolizar.
     -¿En serio? Creo que es más que suficiente conocer nuestras temperaturas corporales.
     -¿Qu-? ¡Oye tú, basta de guarradas! ¡Y ya respóndele a Katou! 
     Yokozawa alcanzó el teléfono celular cuando Kirishima continuó rehusándose a contestar, y en el mismo momento que sus dedos rozaron la pantalla, una imagen conocida saltó a la vista. 
     Allí en la pantalla había una foto de Kirishima y Hiyori de buenos ánimos junto a tres de las mascotas de un parque temático y un muy hosco Yokozawa. Era una foto que se habían tomado juntos en una salida reciente. 
     -... Cuantas veces debo decirte... ¡deja de usar fotos como estas como tu salvapantalla!
     -Vamos, no te pongas tan "molesto"; es solo una foto familiar.
     -¡Más vale que me voy a "molestar" por eso! -casi no podía permanecer tranquilo dado que no había forma de predecir cuando alguien podría alcanzar a echarle un vistazo.
     -¿No te parece que ir así, de frente, es mejor que andar a las escondidas y hacer que los demás se pongan curiosos?
     -¡La gente ya tiene bastante curiosidad! Y a propósito, tú  borraste las fotos de antes, ¿cierto?
     Kirishima tenía la mala costumbre de andar mostrando tomas privadas de Yokozawa para que todos sobre la faz de la tierra pudieran quedarse viéndolas embobados. Cuando Hiyori le rogó a Yokozawa que le comprara un anillo en el parque temático, Yokozawa lo hizo, yendo tan lejos como para comprarle a Kirishima uno para él también, sabiendo que el sujeto solo se enfurruñaría por ello después si no lo hacía. Luego de que de alguna manera se encontrara obligado contra su voluntad a posar para un foto de él y Kirishima luciendo sus anillos a juego juntos, lo próximo que supo fue que la foto había llegado a la compañía y estaba circulando.
     -¿Y qué significa "de antes"? ¿La vez que Sorata estaba echado en tu pecho y tú refunfuñabas en sueños? ¿O la de los anillos a juego?
     -Los anillos a juego, por s... espera. Espera un minuto, ¿qué fue eso que dijiste primero?
     Esta era la primera vez que escuchaba sobre este asunto de Sorata y, a pesar de saber que era de mal gusto meterse con el teléfono de otra persona, rápidamente revisó la capeta de archivo. Al abrir la carpeta que databa de la época en la que Hiyori se había ido de viaje, encontró una imagen de Sorata despatarrado sobre él, quien dormía con el ceño muy fruncido.
     Al quedar sin palabras, Yokozawa permaneció temblando en el lugar cuando Kirishima le quitó su teléfono de las manos: -¿Cuándo fue? ¿Supongo que justo antes de que Hiyo regresara? Me desperté alrededor del amanecer para ir al baño y cuando espié en tu habitación, encontré a Sorata durmiendo sobre tu estómago. Era una imagen tan grandiosa que no pude resistirme.
     Yokozawa sintió una leve oleada de mareo inundándolo y masajeó su frente: -... Sabes, tú "no puedes resistirte" un montón de veces. 
     Las inconscientes acciones del sujeto invitaban las sospechas y Yokozawa temblaba de miedo por pensamientos de potenciales peores casos. A Kirishima le gustaba llamarle "señor angustias", pero Yokozawa simplemente sostenía que ellos necesitaban tener tanto cuidado como fuera posible para asegurarse de que lo peor nunca sucediera. 
     -Vamos, no te preocupes tanto; si alguien seriamente tuviera sospecha alguna, esas chicas ciertamente no estarían tan rebosantes de alegría.
     -Ellas son otro problema... 
     Dado que Marukawa Shoten tenía toda una sección de BL, no eran pocas las empleadas que trabajaban en la compañía cuyas preferencias iban en esa dirección. Muchos de los nuevos empleados contratados habían trabajado bajo el concepto erróneo de que la razón por la que tantas mujeres volvían su atención en su dirección se debía a que ellos eran así de populares.
     -Es una coartada perfecta; además, podría funcionar en favor nuestro en la oficina, así que todo lo que tenemos que hacer es darles un poquito de "fan service" de vez en cuando.
     Al fin, Yokozawa se dio por vencido: -De acuerdo, pero será tu trasero el que pague si las cosas se salen de control -no tenía sentido discutir con alguien tan elocuente como Kirishima. 
     -Estaré feliz de pasar el resto de mi vida haciéndome responsable entonces.
     -...
     Por mucho que el comentario pareciera hecho a la ligera, aún estaba fuera del dominio de las respuestas esperadas, y mientras Yokozawa permanecía allí parado luchando contra su reacción, Kirishima, en cambio, volvió su atención a su agenda, en busca del calendario.
     -Sin embargo, ya es suficiente de eso; nosotros realmente necesitamos decidir cuando haremos este viaje. Probablemente estemos bastante limitados con los hoteles disponibles para nosotros, pero estoy seguro de que las cosas funcionarán de alguna manera.
     -¡No cambies así de tema! ¡Y yo aún no he decidido si iré o no!
     -Lo cual significa, sin embargo, que te decidirás pronto, ¿cierto?
     -Deja de sacar conclusiones como mejor te convenga. Aparte, ¿no te parece ni un poco raro que yo vaya con ustedes dos? 
     Yokozawa experimentó antes recelos similares en el parque de diversiones, pero dos hombres y una pequeña corriendo juntos por ahí definitivamente resaltaba, y no de una forma terriblemente buena. Además, se salía aún más de la "norma" que el tercero en discordia no fuera ni siquiera un familiar.
     Los camareros de las cafeterías y demás a menudo preguntaban si era hermanos y, aunque había salido al paso con respuestas vagas e imprecisas hasta aquí, no cabía la menor duda en su mente de que ellos sospechaban de su relación con los Kirishima. 
     No era como si estuviera haciendo nada malo, así que se recordaba a sí mismo de que no tenía ningún sentido prestarle atención a las miradas de aquellos a su alrededor más de lo necesario, pero aun así, cada vez que consideraba que sucedería si él fuera a causar que cualquier rumor avivado por chismes comenzara respecto a Hiyori, no podía evitar sino aumentar su vigilancia.
     -Estás pensando demasiado las cosas; Hiyo ha estado diciendo que ella quiere que tú vengas con nosotros así que, ¿cuál es el problema? Es más probable que hagas que las cosas sean más sospechosas al preocuparte tanto por esto. Se tan descarado como quieras aquí.
     -... 
     -Además, romperás el corazón de Hiyo si no vienes. Si alguien pregunta, solo di que eres un subordinado obligado a ir como botones de su superior. Ahora, vamos, dame tu agenda -sin esperar por su permiso, Kirishima se estiró para hurgar en el bolso de Yokozawa, sacando su agenda.
     -¡No toques las cosas sin preguntar!
     -Sí, sí~ lo siento.
     Dado lo fácil que le resultó a Yokozawa sacarle su agenda, parecía que Kirishima no pretendía seriamente inspeccionar los contenidos; probablemente solo estaba disfrutando crispar a Yokozawa. Cada vez que Yokozawa reaccionaba exageradamente a sus bromas, solo servía para divertir al sujeto. Era mejor no prestarle atención en primer lugar.
     Tal vez presumiendo que Yokozawa se estaba recordando este hecho, Kirishima le lanzó una mirada lasciva y agregó de manera sugerente: -¿Qué? No me digas que tienes alguna pequeña etiqueta marcando el último día que follaste o algo así.
     -¡Quién demonios haría..! -Yokozawa lamentó inmediatamente alzar la voz ante la insulsa broma de Kirishima, reprendiéndose a sí mismo por permitir que Kirishima lo manipulara tan fácilmente en la palma de su mano.
     La mayoría de lo escrito en su agenda tenía que ver con el trabajo, así que no era precisamente un problema que Kirishima la viera, pero él definitivamente no quería que Kirishima se diera cuenta de que se había asegurado de marcar su cumpleaños para que no lo olvidara el siguiente año.
     -Vamos, solo estoy bromeando. Probablemente no se trata más que de cosas del trabajo, ¿cierto? Solo ábrela en agosto; ¡anda, anda!
     -... De acuerdo.
     Si solo se trataba de agosto entonces no tendría que haber ningún problema y con un sentimiento de alivio interior, renuentemente abrió su agenda en la página correcta. Cada mes de su agenda tenía sus planes claramente anotados, y este mes también él tenía algo que hacer casi todos los días. La agenda de Kirishima estaba prácticamente en las mismas condiciones.
     Luego de colocar las agendas una al lado de otra y comparar los fechas, Kirishima apuntó un período alrededor de la mitad del mes: -Probablemente puedas tomarte unos días alrededor de esta fecha, ¿no?
     -¿Qué, la próxima semana? ¡Sí claro que voy a poder poner las cosas en orden para entonces!
     -Sin embargo, no es imposible, si solo le pides ayuda a los que están contigo. Tú ya estás haciendo más trabajo que la mayoría de los demás en tu división, así que te mereces que les pidas el favor por unos días de vacaciones.
     -...
     -Si aun así se ve difícil, entonces, ¿crees que podrías al menos tomarte el viernes y el lunes alrededor de ese fin de semana? Probablemente podamos hacer algo para entonces. 
     Con el ofrecimiento de este arreglo, sería más que infantil seguir dando pelea. No haría ningún daño si al menos viera si podía arreglar algo, siempre y cuando lo hiciera sin darle demasiadas esperanzas. De ese modo, Kirishima no tendría otra opción sino darse por vencido si aún parecía imposible.
     -... Bien, le preguntaré a mi jefe mañana.
     -¿Quieres que le hable bien de ti?
     -Gracias, pero no gracias. 
     Aunque probablemente saliera a la luz eventualmente, Yokozawa esperaba mantener en secreto del resto de la compañía el hecho de que tomarían los mismos días libres por tanto tiempo como fuera posible.
     -Hiyo y yo nos encargaremos de ver adonde iremos. 
     Era más problemático de lo que valía la pena encarar al sujeto por dar por hecho que todos irían a este viaje, así que Yokozawa se conformó con solo suspirar para sí mismo.

Continuará...

1 comentario:

  1. me gusta se esta poniendo interesante ya quiero ver el siguiente captulo

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