Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 5
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Continuación del capítulo 9
Kirishima llevó el
coche hasta una esquina de un amplio parking cerca del paseo marítimo. A través
del parabrisas, uno podía ver la superficie plana y vidriosa del oscuro mar y
un cielo lleno de estrellas.
-… ¿El océano?
-Oye, no puedes quejarte de un plan
clásico.
-Esto no es clásico, es cliché.- Se suponía que debía ser una cita romántica,
por supuesto, pero si aquello hubiera sido parte de alguna revista de difusión,
Yokozawa estaba seguro de que habría sido uno de los que se hubiera planteado
varias quejas.
Si aquel hubiera sido un día soleado
de verano, el parking probablemente habría estado lleno de coches, pero aquella
noche tan solo había unos pocos vehículos a su lado por el momento.
-Solo quería venir aquí contigo a
solas una vez.
-Estábamos solos no hace mucho rato.- Había sido llevado a casa, y Kirishima
se había auto invitado a entrar. Suponía que a eso era lo que llamaban que el
lobo te siguiera a casa.
-Cierto, pero eso fue entonces. No
era una cita.
-…A veces no te entiendo.- Kirishima
podía ser realmente pesado con lo de ponerlo de humor. Quizá aquello eran sus
instintos como editor, o quizá simplemente era así. A Yokozawa no podía
importarle menos. Así que mientras pudieran estar a solas, el lugar era lo de
menos.
Pero el cielo estrellado de aquella
noche era un verdadero regalo para la vista. El brillo de las estrellas normalmente
era opacado por las luces de los edificios en la ciudad, pero allí fuera, con
la poca luz artificial que había, parecían ser mucho más brillantes.
-Ya que estamos aquí, al menos
salgamos fuera.
-Vale.
Kirishima apagó el motor y salieron
del coche para caminar hasta la parte de delante y sentarse sobre el capó.
Pensándolo bien, Yokozawa se dio cuenta de que probablemente esa era la primera
vez que iba a la playa de noche. Las parpadeantes luces que se veían en la
vasta extensión de color negro azabache parecían ser de barcos, no estrellas.
-Ojalá Hiyo pudiera ver esto…
-¿Te gustaría tomar una foto al
volver?
-Si hacemos eso, se enterará de que
hemos venido solos. Oh, eso me recuerda, ¿Qué hiciste con ella? Más te vale no
haberla dejado sola otra vez.
-Mi madre está de visita esta noche.
Se quedará, así que no hay nada de qué preocuparse.
Una sensación de alivio recorrió a
Yokozawa, pero le trajo a su vez una nueva preocupación. Si él había pedido a
la abuela de Hiyori que se quedara con ella esa noche… eso quería decir que el
ir allí no había sido una decisión tomada en el momento. -… ¿Acaso planeaste
traerme aquí contigo?
-Mmm, sí, algo así. Te has estado
viendo algo deprimido últimamente, así que pensé en traerte para que tuvieras
un cambio de aires. ¿No recuerdas lo que dije? Había algo que quería recoger de
vuelta a casa.
-Entonces eso…
-Sep. Estaba hablando de ti. Entré en pánico al enterarme de que
ya te habías ido cuando bajé a Ventas después de haber pasado tantos problemas
para tener todo preparado.- Por lo visto, aquello debió ser cuando preguntó a
Henmi dónde había ido Yokozawa para ir detrás de él. Debió haber pasado por el
café donde se encontraba cuando estaba yendo hacia libros Marimo cuando
vislumbró a Yokozawa y a Iokawa hablando por pura casualidad.
-Deberías simplemente haber llamado.
-No quería que huyeras de mí.
Después de todo últimamente has estado evitándome.
-No estaba evitándote. Yo solo… necesitaba aclarar algunas cosas en mi cabeza.
-Sí, lo sé. O más bien, lo sé ahora. Realmente necesitas hacer algo
con ese mal hábito que tienes de reprimir tus problemas. Así es como esas cosas
empiezan en primer lugar.
-Qué demonios… ¿crees que se trata
de síntomas de un resfriado o algo así?
-Vamos, no es una comparación tan horrible. Quiero decir que tienes que
cortar las cosas de raíz… Así que, ¿qué vas a hacer? Parecía que ese hombre no
estaba listo para darse por vencido aún.
-Déjamelo a mí. Yo me encargaré de
ello.- Iokawa había visto a través de las preocupaciones de Yokozawa y había
pensado en ello como una oportunidad para meterse en su vida. Pero ahora que
había resuelto esos problemas, simplemente tenía que hacérselo entender a
Iokawa también.
-Bueno, ten cuidado de que esta vez
no vaya a poner sus sucias manos sobre ti.
-Sí, sí. Lo sé.
-…Joder, definitivamente no me acaba
de convencer. Iré contigo, solo para observar.
-Ni de broma irás. Esto no es un viaje
de estudios.
-Tienes razón. Confío muchísimo más
en Hiyo cuando la dejo ir de viaje de estudios.
-… ¿Así que tú realmente no confías
en mí…?
-No cuando sé lo fácil que eres de
atrapar cuando tienes la guardia baja. Aunque tengo que admitir que lo encuentro
como una ventaja a veces.- Y como si
hubiera dicho “como ahora, por ejemplo”, se deslizó hasta él y capturó los
labios de Yokozawa con los suyos. Sorprendido por el movimiento, su mente se
quedó en blanco por un momento justo antes de que apartara a Kirishima.
-¡Para! ¿¡Qué vas a decir si alguien
nos ve!?- Todo estaba oscuro a su alrededor, y había bastante espacio entre los
coches que todavía estaban allí, lo que quería decir que probablemente no
podían ver sus caras. Pero aquello no les daba permiso para hacer algo tan
estúpido.
-Vamos, solo ha sido un pequeño
beso. ¿Qué tiene de malo? ¿Realmente crees que alguien se está fijando en
nosotros? Todo el mundo aquí está haciendo más o menos lo mismo. No les importa
lo que estén haciendo otras parejas.- Kirishima tenía razón. Las únicas
personas que habían ido hasta aquella playa poco iluminada fuera de temporada
eran las que estaban en citas.
-¡Aun así…!
-Es solo un beso.
-Oye, ¡espera!- Sabía que si se
resistía, cualquier movimiento brusco solo atraería la atención de los demás. Y
esas preocupaciones fueron su perdición, ya que una vez más sus labios fueron
sellados. –¡Mm…ngh…!
Cuando una lengua se deslizó en su
interior, Yokozawa respondió inconscientemente, y a pesar de saber en su cabeza
que necesitaba parar aquello, su
cuerpo se negaba a escucharlo. Esa cálida lengua siempre deshacía a Yokozawa,
paralizándole hasta sus entrañas, y mientras sentía una sensación de sofoco
atravesándole por el inflexible beso, su mente empezó a nublarse.
Su lengua, enredada con la de Kirishima, empezó a entumecerse, y sintió
como cualquier capacidad de pensamiento desaparecía. Una vez que las cosas
habían llegado a ese punto, sabía que no podría negarse a cualquier cosa que
Kirishima le pidiera. Pero justo cuando estaba a punto de tirar la toalla,
Kirishima lo apartó.
-…Mierda.- Susurró amargamente, con
su expresión reflejando su preocupación.
-¿…Qué pasa?- Yokozawa se sintió un
poco ansioso ante la atípica mirada seria de Kirishima, pero la respuesta que
recibió tan solo le dio un dolor de cabeza.
-Se me ha puesto dura.
-¡Tú…!- Yokozawa sintió cómo su fuerza le abandonaba ante la franca
confesión de Kirishima sobre su estado. Realmente
deseaba que el hombre pensara sus palabras y acciones antes de sermonear a
Yokozawa sobre arruinar el ambiente.
-De verdad que solo pretendía pedirte un beso…- Admitió Kirishima, demostrando
arrepentimiento en su tono, antes de arrastrar a Yokozawa rápidamente hasta el
asiento trasero del coche para luego sentarse a horcajadas sobre él.
-¡Oye! ¿¡Hasta dónde planeas llegar
entonces!?- Dijo entre dientes, preocupado por que Kirishima realmente pensaba
llegar hasta el final en un lugar así, y tal y como se temía, Kirishima empezó
a pasar sus manos sobre el pecho de Yokozawa a través de su camisa.- Esp… solo
un minuto, ¡tú…!
-Pudo solo tocarte, ¿cierto?
-Claro, si tuviera aunque fuera algo de fe en que te detendrías
entonces. Cosa que no es así.- No podía confiar en esa situación. Kirishima, ni
una sola vez, se había detenido tras “solo un poco” cuando aquello era lo que
había dicho en un principio. Además, Yokozawa era también un hombre y sabía muy
bien cómo de imposible podía volverse (viéndolo desde un punto de vista físico)
detenerse una vez que habían empezado.
Debió haberlo visto venir cuando
Kirishima le robó el beso. Incluso ahora, pidiendo solo tocarlo, sus
movimientos sugerían una clara intención de ponerse serio.
-Es algo difícil encontrarlos cuando
llevas una camiseta interior, eh…
-De qué estás hablan… ¿¡!?
Kirishima encontró lo que estaba
buscando. Le dio un pellizco a través de su camisa, y mientras retorcía el
pezón entre sus dedos, Yokozawa gritó entre una mezcla de dolor y placer. – Dijiste…
¡que solo ibas a tocar…!
-Solo estoy tocando. Lo que pasa es que estoy poniendo algo más de entusiasmo.
-¡Ngh…!- Los dolorosos estímulos le
trajeron un placer incluso mejor, causando que Yokozawa se preguntara si quizá
en lo profundo de su interior tenía algunas tendencias masoquistas dado lo
excitado que se estaba poniendo con ese tipo de cosas. Unos suaves labios se
presionaron sobre su cuello y el caliente y pesado aliento lo hizo excitarse,
aun si quería o no. –No… no más…
-Vamos, no te resistas… Seguro que tú tampoco estás satisfecho con esto,
¿cierto?
-¿¡Qué…!?- Kirishima tanteó a
Yokozawa, confirmando sus sospechas, y aunque aún no estaba al cien por cien,
claramente estaba mostrando algunos cambios, con su centro agrandándose aún más
bajo las atenciones de Kirishima.
-¿Lo ves?
-Eso… es solo porque… acabas de
tocarme…
-Ah, ya veo. Así que en otras
palabras, quieres que te toque más…
-Quién demonios ha dicho nada de…-
Kirishima empezó a presionarle sobre sus pantalones, haciendo que se
endureciera aún más. Era en ocasiones como aquella que encontraba realmente inconveniente ser un hombre,
pues aun si quería actuar tranquilo, cualquier podía verlo reaccionar.
-Veo que al menos tu cuerpo no tiene
problemas en ser honesto… ugh, está bien, incluso yo estoy cansado de esta estúpida conversación tan cliché. Aunque
sería agradable que tú cogieras la
iniciativa de ven en cuando.
-Tomar la… ¡cómo si pudiera!- Era ya
bastante vergonzoso hacer ese tipo de cosas como broma; ¿tomárselo en serio? Imposible.
-Por el amor de Dios… Eres siempre
tan jodidamente novato, ¡mira lo roja
que está tu cara!
-¡Está demasiado oscuro como para
que la veas!
-Quizá, pero puedo saberlo de todas
formas. Te noto más caliente de lo normal.
-¡…!- Sintió la yema de un dedo
pasearse por su cuello, enviándole un repentino escalofrío por su espina
dorsal. Aunque le hubiera gustado reprender a Kirishima por soltar palabras tan
vergonzosas como aquellas con una expresión tan seria, sabía que era demasiado
peligroso encontrarse con la mirada del hombre ahora mismo. -¿¡Qué… estás pensando!?
-¿Me vas a hacer decírtelo aun
cuando ya lo sabes?
-¡Estoy reprendiéndote! ¡Piensa en donde estamos!- Ya era bastante incómodo
que dos hombres adultos estuvieran dentro de aquel pequeño coche, así que no
podía ni imaginarse qué se estaría pasando por la cabeza de alguien si pensaba
que aquel podía ser un buen lugar para echar
un polvo.
-Situaciones como esta de vez en
cuando son algo estimulantes, ¿no crees?
-¿Quién demonios necesita estimulantes?- El simple hecho de estar alrededor de Kirishima era de por
sí bastante excitante. Si tuviera que
elegir, probablemente preferiría tener algo menos de emoción, pero no veía a Kirishima cediendo en ese punto.
Kirishima no parecía estar
intentando contenerse, e incluso Yokozawa parecía estar llegando al punto de no
retorno. Si definitivamente iban a tener que hacer aquello, él aún se resistía a hacerlo en el coche.
-… ¿Podemos al menos ir a otra
parte?- Aquella era una gran concesión por parte de Yokozawa. Mientras que lo
hicieran en algún tipo de habitación privada, no le importaba ya dónde a esas alturas.
-… ¿Tanto te incomoda hacerlo en el coche?
-La verdad es que sí.- Hiyori
usaba aquel coche después de todo; no quería manchar aquel sitio. ¿Y si algo
pasaba y acababan ensuciando los asientos?
-…Está bien, entiendo cómo te
sientes.
-Entonces…- Pero justo cuando estaba
empezando a sentir alivio por el hecho de que Kirishima estuviera de acuerdo
con él, asintiendo con la cabeza profundamente, fue sorprendido con una
inesperada alternativa:
-Tan solo tengo que hacerte sentir
tan bien, que te importará muy poco
dónde estemos.
-¡Eso no soluciona el problema!
-He pospuesto cualquier decisión por
ahora, o mejor aún, ¿por qué no dejamos totalmente de lado el asunto?
-Ugh, demonios, esto es importante…-
Que Kirishima se hiciera el tonto era un claro indicador de que estaba
intentando ignorar cualquier otra protesta por parte de Yokozawa, y aunque no
era lo bastante estúpido cómo para dejarse engañar por sus esfuerzos, estaba
perdiendo todo espíritu de batalla. Parecía que iba a acabar en las manos de
Kirishima después de todo.
-…Solo una vez, ¿por favor?
Yokozawa era débil cuando Kirishima
le rogaba así, suavemente y murmurando. La cual era la razón por la que Kirishima usaba ese tono en momentos en los
que sabía que tenía que llevarlo a su terreno.
-…Más te vale que sea solo una vez.- Probablemente era
demasiado ingenuo ceder cuando sabía que la probabilidad de que cumpliera su
promesa era realmente baja, y aunque podía ver claramente que más tarde se
arrepentiría de ello, al menos él estaba tomando algo de responsabilidad.
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-Hnng…- Kirishima se deslizó
lentamente, y Yokozawa apretó los dientes, luchando por reprimir el gemido que
quería salir al sentirse lleno. –…Eso…
-Relájate un poco…- Kirishima usó
una de sus manos para acariciar gentilmente el duro miembro de Yokozawa,
haciéndolo más fácil.
-Solo… apresúrate… de una
jodida vez…- Odiaba que lo molestara de esa forma, así que aun si acababa
doliendo, prefería que Kirishima simplemente se introdujera de un solo golpe.
De hecho, sus caderas le estaban
matando mucho más que su culo ahora
mismo. Su cuerpo estaba colocado de una forma para la que no estaba hecho, y
sus articulaciones rogaban por alivio. Se las estaba arreglando para soportarlo
encontrando una posición algo más agradable, pero el dolor seguía siendo dolor.
-No me metas prisa.
-¡Nn…hnnm…!- Kirishima finalmente se
introdujo, enviando un agudo escalofrío a través de la espina dorsal de
Yokozawa.
-Joder, eres estrecho…-En contraste
con Yokozawa, totalmente desnudo para abajo y llevando solo su camisa,
Kirishima tan solo se había abierto los pantalones, cosa que Yokozawa
encontraba increíblemente injusta.
Y debido a que lo había animado con
su impaciencia, estaba aún más apretado de lo normal. En realidad, Yokozawa se
preguntaba cómo iban incluso a moverse
así. Lo único de lo que tenía control llegados a ese punto eran sus palabras.-
Que te den… habías planeado hacer esto desde el principio…
Alegaba que su cuerpo se había
dejado llevar por el ambiente, pero había venido misteriosamente preparado. A pesar de que había dicho que tan solo
quería un beso, había traído consigo un bote de lúbricamente e incluso había
sacado un fino condón, cuando
Yokozawa se había quejado de que no quería manchar los asientos.
-Ya sabes lo que dicen, ¡ve siempre
preparado! De verdad que tenía la
intención de tener solo una inocente cita. Pensé que podríamos comprar algo de
comida al venir, sin ningún plan en particular…
-Alguien está demasiado seguro de sí
mismo.- Fijó su dura mirada sobre Kirishima, quien le puso su mirada más
inocente en respuesta, y mentalmente pensó “Perro astuto…” O bueno, quizá “zorro”
habría sido más apto.
-Aun así, supongo que es posible
hacer que funcione dentro del coche después de todo, eh…
-¡No, tu tan solo lo forzaste a que funcionara! ¡Joder, si me arruino las caderas por
esto, me las pagarás!- La incómoda posición estaba destrozando sus caderas. La
simple idea de que dos hombres se retorcieran el uno sobre el otro en un
espacio tan reducido tenía lagunas desde el principio.
-No te preocupes. Yo puedo ser un excelente enfermero.
-Al menos especifica que me cuidarías hasta que me recupere.– Lo
corrigió con cansancio. Aquella frase había sonado como si necesitara ser
llevado a un asilo.
-No te preocupes de esas tonterías.
….Entonces, ¿ya estamos bien?- Por lo viso había estado dándole tiempo al
cuerpo de Yokozawa para que se acostumbrara, usando sus bromas como forma para
distraerlo.
-…Solo acaba de una vez.
-…Sabes, cuando me dices cosas como esa, haces que realmente quiera tomarme
mi tiempo.
-Lo prometiste, solo una vez.- Le recordó por enésima vez. Si no se
mantenía haciéndolo, no había duda de que su acuerdo acabaría siendo olvidado.
-Sí, Sí. Lo sé.- En cuanto Kirishima
terminó su frase, dio una fuerte estocada a sus caderas.
-¡Ha…ah…!- Yokozawa aún no tenía
claro si Kirishima lo había entendido de
verdad, pero no estaba en posición de preguntar de nuevo. Una y otra, y
otra vez, Kirishima se introducía profundamente en su cuerpo, con su ritmo
aumentando a cada segundo. Su respiración rápidamente se hizo trabajosa, y ante
el violento empuje de dentro y fuera, sintió cómo el placer aumentaba.
-¡Aah…ha…!
Se estremeció dulcemente con cada
paso, sintiendo como si se derritiera desde dentro hacia afuera, y toda la
incomodidad inicial se vio disipada, dejando nada más que placer.
-Estás muy agradable y apretado hoy…
Se siente aún más increíble de lo normal…
-Cállate…ngh…- Fue lo único que pudo
decir en respuesta, porque era verdad.
Tragándose su irritación, de mala gana cruzó sus brazos alrededor de Kirishima
y clavó sus uñas en la espalda del hombre.
-¿Es esa tu forma de decirme que
acabe con la charla? Alguien está exigente hoy…- Su tono cariñoso mostraba
desaprobación. Pero tal y como Yokozawa lo veía, Kirishima era mucho más exigente y egoísta que él. El
hecho de que estuviera haciendo todo aquello en ese tipo de sitio era algo a lo
que se había opuesto; solo se había dado por vencido de muy mala gana.
-Si… no te gusta… entonces saca tu
polla de mí…
-Como si pudiera contigo aferrándote a mí así…- Con una ligera
risa, dio unos cuantos golpes más, saliendo lo bastante como para asegurarse de
que Yokozawa tenía una buena vista.
Entonces, como si un interruptor
hubiera sido pulsado por las palabras de Yokozawa, Kirishima cambió el ángulo de
sus estocadas y empezó a introducirse profundamente en él, follándoselo de
verdad.
-¡Nngh…! ¡Aah… A-ah….!- Una y otra vez, Kirishima lo
penetraba duramente, y cuando Yokozawa se encontró con su mirada, la sonrisa de
antes había desaparecido completamente. Con cada nuevo golpe, los sonidos de
ellos uniéndose llenaron el coche, y el espacio cerrado hizo que los gemidos de
Yokozawa se escucharan aún más altos.
-Mírame.
-¡¡…!!
Va
a acabar conmigo… Aquel era el único pensamiento que pasaba por su mente
cuando sintió su profunda mirada fija en él.
Las duras estocadas estaban
enloqueciéndolo, y sus dedos de los pies vibraban en el aire al final de sus
piernas, golpeándose de vez en cuando contra el cristal. Podía sentir su clímax
acercándose por las sacudidas de su cuerpo y las trepidantes embestidas.
No
puedo… voy a… Justo cuando
estaba seguro de que no aguantaría ni un momento más, su visión se volvió
borrosa y su mente se quedó totalmente en blanco. -¡¡Uh…hhaa…!!
-… ¡Ngh…!
Llegaron a la cima casi al mismo
tiempo y sus extremidades se tensaron en cuanto el orgasmo se apoderó de ambos.
Continuará…
wooooooo....lo convencio para hacerlo en el auto!!! sexishima es dios jajajaj!! gracias~~~ nada como la reconciliacion~~~~ graciasporel cap!!
ResponderEliminarFalta la off. Ahgsgsgz amo a kirishima y adoro a yokozawa
ResponderEliminarGracias
Ok definitivamente no leere esto en el trabajo.. ( nota mental )
ResponderEliminarXD..
bueno un capitulo mas jejeje .. :P
cada vez se pone mejor....}
ResponderEliminargracias por traducirlo, sin esto la vida seria muy aburrida jeje :3
Ooohhh �������� cuanta intensidad, ver esto en manga hubiera estado estupendo... Me lo imagino y ufff
ResponderEliminarNo pues... las saladitas son horneadas D:
ResponderEliminarGracias por esto, ya es 2022 y no hay arrepentimientos de leer esta novela, muy buena y recomendada. Vivan los novios
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