lunes, 4 de agosto de 2014

Yokozawa Takafumi no baai. Vol.4 Capítulo 8 parte 2

Publicado por Unknown en 20:33

Tipo de texto: Retraducción de novela
Clasificación: +18
Título: Yokozawa Takafumi no baai Volumen 4
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor: Fujisaki Miyako
Ilustraciones: Nakamura Shungiku
Retraducción: Haruna





Continuación del capítulo 8...





           Tal y como había sospechado, el consuelo de Kirishima solo le había dado una tranquilidad pasajera.

            -…

            Hiyori aún no había perdonado a Yokozawa por no haberle dicho nada sobre su cumpleaños. La mayoría de los días, ella se dedicaba a llenarle el correo de historias que le habían sucedido en el colegio o de fotos de Sorata. Pero en toda esa semana no había recibido ni un solo mensaje de ella, y tampoco había respondido ninguno de los e-mails que él le había mandado.

            Naturalmente había estado reflexionando sobre su falta de tacto, pero nunca se había esperado que su enfado fuera a durar tanto. De todas formas no había nada que pudiera hacer al respecto ahora.

            Se encontró a sí mismo revisando su móvil una y otra vez, como un adicto esperando sin esperanzas por su dosis, pero no llegaba ningún mensaje, y él se dedicaba a revanarse los sesos intentando encontrar una forma para rogar por su perdón.

            -Yokozawa-san, ¿le pasa algo? Lo he visto un poco decaído últimamente…

            -…No es nada.- Hiyori seguía enfadada con él, por supuesto que estaba deprimido. La expresión alegre de Hemni le molestaba más de lo normal ese día.

            -Sin embargo esa no parece una cara de “no es nada”. ¿Acaso tuvo una pelea con su novia? Oh, espere, usted dijo que no tenía, ¿verdad?

            -…- Echó una mirada mordaz a Hemni por su comentario irrespetuoso, pero como no estaba mirando a Yokozawa no sirvió de nada.

            -¡Anímese! ¡No parece usted mismo cuando no actúa de forma fuerte e intimidante!

            -…Métete en tus propios asuntos.- Si hubiera sido Kirishima con quien se hubiese peleado, habría sido capaz de encontrar alguna solución a todo el asunto, pero se trataba de Hiyori. La culpa era enteramente suya, pero aun cuando había intentado todo lo posible por quitarle el enfado, aún no había podido ganarse su perdón. Se estaba quedando sin opciones.

            -Oh, ¡Oiga! ¿Por qué no discute sus preocupaciones con Kirishima-san? Él parece ser del tipo que entiende cómo piensan las mujeres.

            -Idiota… como si yo fuera…- A hacer algo como eso, empezó a decir, pero se detuvo. Pedirle ayuda a Kirishima parecía ser la única opción que le quedaba para arreglar las cosas, y aunque no estaba totalmente seguro de que Kirishima pudiera hacer algo por ayudarle, él era el padre de Hiyori y por lo tanto seguro que entendía a su hija mejor que nadie.

            -… ¿Yokozawa-san?

            -Olvídalo. Además, ¿crees que deberías estar parloteando aquí conmigo? Si ya has terminado con el trabajo que tenías, estaré encantado de encontrar algo más que puedas hacer.

            Ante la sugerencia de Yokozawa, Hemni se puso rojo y rápidamente volvió a su mesa, centrando su atención en la pantalla de su ordenador. –Esto… ya tengo suficiente. ¡Con lo que tengo está bien!

            Tras asegurarse de que nadie más le estaba prestando atención, Yokozawa sacó su teléfono móvil y miró a la pantalla. Una vez más no había ningún mensaje nuevo de Hiyori. -…- Tras pensarlo un poco, envió un mensaje a Kirishima. Esto querría decir que una vez más se encontraría en deuda con el hombre, pero a veces era necesario un sacrificio pequeño por un bien mayor.



*-*-*-**-*-*-*-*-*-*



            A cambio de ayudarlo con sus problemas, se decidió que beberían juntos en el apartamento de Yokozawa. En parte porque Yokozawa realmente no quería hablar de su triste historia en un lugar público, pero también porque se lo había pedido especialmente a Kirishima. Compraron algo de comida y alcohol en el camino a casa, y cuando llegaron Yokozawa encendió las luces de su apartamento.

            No había tenido la oportunidad de limpiar mucho últimamente, pero dado que no pasaba demasiado tiempo en casa, no estaba realmente desordenado, y aunque había un poco de polvo en los rincones de la entrada, dudaba que Kirishima pudiera darse cuenta de ello.

            -Con permiso~ Joder, este sitio sigue tan vacío como siempre…

            -Cállate.- La verdad era que no había forma de negar aquel ambiente desolado, pero la falta de cosas en ese piso era en gran parte debido a Sorata. Dada la tendencia del gato a saltar y escalar, no podía dejar cosas por en medio, y aunque Sorata ya no iba por allí muy a menudo ahora que vivía con los Kirishima, no había tenido la oportunidad de cambiar nada. –Prepararé todo, siéntete como en tu casa.

            -¿Necesitas ayuda?

            -Solo estarías en medio, siéntate.- Metió las cervezas a la nevera y, tras lavar el arroz, sacó la máquina que lo prepararía y unos platos en los que poner lo que habían comprado. Aun cuando se trataba de comida instantánea era demasiado triste dejarla en sus envases de plástico.

            -Realmente puedes saber mucho de una persona mirando su estantería de libros… No solo tienes todo organizado por el nombre del autor, sino que también están colocados alfabéticamente de acuerdo a la Editorial a la que pertenecen. ¿Qué demonios eres, una librería?

            -Es fácil encontrar las cosas de esta forma. Asegúrate de poner lo que saques en el lugar en el que lo encontraste.- A pesar de que le había dicho que se sentara, por lo visto Kirishima había decidido ir a mirar el contenido de las estanterías de la habitación de Yokozawa. Tenía un poco de curiosidad por saber lo que el hombre estaba haciendo, pero no había nada por lo que regañarlo. No tenía nada que pudiera ser vergonzoso a la vista, de hecho, dudaba que tuviera algo que mereciera ser escondido para empezar.

            -Pero qué… ¡me dijiste que no querías esa revista! Y ahora voy y me entero de que compraste tu propia copia. Te habría dado una gratis si me lo hubieras dicho…

            -Oye, ¿¡qué demonios haces rebuscando entre las cosas de alguien sin permiso!?- Dijo mientras entraba a la habitación rápidamente. Estaba seguro de haber escondido esa revista donde nadie pudiera encontrarla, pero cuando vio a Kirishima en frente de la estantería… no había nada en sus manos.

            -… Así que realmente la compraste.

            -…- Apretó sus dientes al darse cuenta de que Kirishima, quien lo miraba con una gran sonrisa en la cara, lo había engañado ¿Cómo había podido ser tan estúpido?

            -… ¿Quieres una copia extra de repuesto?

            - Joder, no.- La “revista” de la que hablaba Kirishima, no era otra que aquella de que contenía la entrevista con la sesión de fotos para la que Kirishima había posado recientemente. Habían mantenido en secreto el hecho de que se la había comprado, guardándola en los más profundo de su armario, ya que le avergonzaba el tenerla colocada a la vista en su estantería.

            -Aww, ¿qué? ¿De repente nos ponemos tímidos?

            -No.

            -Ahora esa respuesta agresiva hace todo aún más sospechoso. Suéltalo, ¿para qué ibas a usarla?

            -¿¡Quién demonios iba a usarla para nada!?

           -Ah… ¿acabas de imaginarte esos usos? Te estás poniendo rojo, lo sabes. Probablemente estabas pensando en algo sucio, ¿verdad?

            -Quién iría a…

            -¿Debería adivinarlo? Veamos… probablemente terminaste…

            -¡Para de una vez!- Espetó para después empujar a Kirishima sobre la cama mientras él continuaba riéndose sin piedad. Sabía que no podía competir contra él si se trataba de una discusión, pero aunque Kirishima pudiera ser más fuerte que él físicamente, Yokozawa confiaba en que si lo tomaba por sorpresa podía tener una oportunidad. -¿Cuánto tiempo más planeas seguir molestándome?

            -Ooh, alguien está muy dispuesto hoy. La verdad es que no puedo decir que me moleste que las tornas hayan girado de esta manera.

            -… ¿Cómo demonios te las arreglas para ver todo de forma tan positiva?- No importaba cuánto se enfadara con él, todas su quejas le entraban a Kirishima por un oído y le salían por el otro.

            Kirishima rió suavemente, con ambas manos bien sujetas, mientras que Yokozawa dejaba caer su cabeza de forma derrotada. –Porque estoy enamorado de ti.

            -Se supone que deberías hablar en sueños después de dormirte.- No podía seguir el ritmo de las bromas de Kirishima, pero cuando intentó moverse para levantarse, se dio cuenta de que sus caderas estaban siendo atraídas hacia abajo, causando que casi cayera encima de Kirishima. –Pero qué demonios…

            - fuiste el único que me empujó, ¿cómo puedes considerarte un hombre después de hacerme ilusiones?

            -No te estoy haciendo ilusiones.- Tan solo pretendía parar las provocaciones de Kirishima, pero no parecía que hubiera funcionado del todo.

            -Mmm, volver a casa por la mañana no debería estar mal de vez en cuando. Hiyo se está quedando con mi madre después de todo, y ella se encargará de Sorata, así que…

            -Espera, ¿te refieres a pasar la noche?

            -No te importa ¿verdad? ¿Y ya estamos en la cama, así que por qué no nos aprovechamos de la situación?

            -¡No te traje para eso!- Él quería intentar preguntar a Kirishima sobre su problema con Hiyori, no tenían tiempo para andar haciendo otras cosas.

            -Vamos, déjate llevar un poco. No es como si no lo desearas.
       
        -~~~~~ngh, ¡mira donde tocas!- Kirishima había empezado a pasear sus dedos de forma descendente por su espina dorsal, enviando un escalofrío a través de toda su espalda. Las cosas iban a ir en aumento si seguían así de cerca. Así que con algo de vacilación, Yokozawa intentó de nuevo levantarse, pero dado que el fuerte agarre que Kirishima tenía sobre sus caderas, todo lo que podía hacer era moverse un poco para dejar algo de distancia entre sus rostros.

            -Es tu culpa por ser tan sensible.

            -Deja de echarme la culpa por todo.

            -Ah, ya veo. Así que simplemente es que soy así de bueno. También estoy de acuerdo en que eso es parte del problema.

            -No era un cumplido, ahora déjame ir, joder. No estoy de humor para esto hoy.

            -¿En serio, hoy?- Kirishima deslizó sus piernas entre las rodillas de Yokozawa, rozándose contra su entrepierna insistentemente, haciendo que su algo endurecido miembro se convirtiera en una erección debido a la atención inesperada.

            -¡…!

            -Con que no estás de humor, ¿eh?

            -Para de una... ¡to-todo el mundo reaccionaría de la misma forma si alguien le hiciera eso!

            -Ah, pero la naturaleza de un hombre es algo delicado. No estarías en ese estado si realmente no lo quisieras.

            -Hng… para… eso

            -¿Por qué te haces el tímido justo ahora? Si ambos ya conocemos nuestros cuerpos de proa a popa.

            -¡Deja…de decir frases tan raras! ¿¡Solo cállate un rato, podrías!?

            -Oye, tú sabes cómo mantenerme en silencio, ¿verdad? ¿O acaso necesitas una demostración?

            -¡Cállate!- En ese punto, era más fácil simplemente rendirse a las provocaciones del hombre, y tras quitarse el nudo de la corbata y desabotonar el cuello de su camisa, Yokozawa se inclinó sobre Kirishima para besarlo, introduciendo su lengua en un arrebato de indignación.

            -Hnn…ngh…- Las manos de Kirishima acariciaron sus caderas en respuesta a su “ataque”. Como Yokozawa tenía la intención de mantener su ventaja, deslizó su rodilla para presionar la entrepierna de Kirishima. Había decidido presionarlo de esa manera y echarle un buen polvo, cuando el hombre de repente pasó sus manos por la espalda de Yokozawa para acabar dándole un apretón en el culo. Yokozawa se congeló, con sus extremidades paralizadas, y tomando ventaja de esta abertura en su armadura, Kirishima los hizo girar para cambiar posiciones con un suave movimiento. -¿¡Qué…!?

            -Sí… creo que me gusta más de esta forma. ¿A ti no?

            -¡N-no me pidas que esté de acuerdo contigo!

            -¿Oh? ¿Así que preferirías montarme?         

            -¡No me refería a eso!- Con la esperanza de volver a llevar la ventaja, luchó por intentar cambiar de nuevo las posiciones, pero no tenía caso.

            -Tut tut, qué inocente.- Usando su mano izquierda para presionar sobre la clavícula de Yokozawa y así mantenerlo en su sitio, Kirishima se deshizo de su cinturón con la derecha.

            Habiendo aceptado que ya no sería capaz de volver a cambiar la posición, Yokozawa buscó la cintura de Kirishima para devolverle el favor, pero debido a cómo lo tenía sujeto, no podía estirar su mano lo suficiente. – ¡Nngh…!

            Mientras Yokozawa seguía intentándolo, Kirishima metió la mano en la expuesta ropa interior de Yokozawa, agarrándolo apretadamente y haciéndole soltar un grito ahogado ante la sensación de esos dedos envueltos a su alrededor. Con su miembro ya bastante duro, sus caderas empezaron a temblar ante las sensaciones que le provocaban aquellos lentos movimientos. Haciendo un gran esfuerzo, se las arregló para mantener un cierto grado de control sobre su mente, no dejándose llevar completamente por el placer y haciendo acopio de fuerzas para intentar alejar a Kirishima

            No había forma de que pudiera volver a presionar al hombre sobre la cama, pero se las arregló para al menos conseguir que se alejara un poco de su cuerpo. Antes de que Kirishima pudiera retomar su posición, deslizó su mano por su cintura hasta ser capaz de desabrocharle los pantalones y colar su mano en su interior del mismo modo en que Kirishima lo había hecho antes.

            -Oh Dios, pero qué atrevido eres~

            -…Ugh, no utilices ese tono tan pervertido.

            Mientras Yokozawa estaba distraído por aquella nueva burla, Kirishima vio la oportunidad de volver a tocarlo. –No deberías bajar la guardia.

            -Eso… no es justo…

            -Oye, mi plan funcionó, eso es lo que importa.- Se regodeó, sonriendo como un niño que acababa de hacer una broma mientras que sus dedos, hábiles y experimentados, seguían llevando a Yokozawa al límite. Se introdujo aún más en su ropa interior consiguiendo liberarlo por fin de ella, y una vez expuesto intensificó los movimientos de su mano.

            -Haa…¡ah…!- El líquido que se filtró fuera facilitó el trabajo a esos dedos, y la sensación resbaladiza solo aumentó el placer, haciendo que Yokozawa perdiera todo sentido de la razón. Aunque intentaba devolverle el favor, simplemente era incapaz de pensar con la claridad necesaria para centrarse en su propia mano, y si bien el miembro de Kirishima estaba bastante endurecido, no se podía saber cuál de los dos estaba más cerca del final.

            -Levanta tu cara.

            -Para… qué…nngh…!- El agresivo beso que recibió lo dejó totalmente sorprendido. La lengua de Kirishima se deslizó en su interior haciendo una barrida a toda su boca. Se quedó desconcertado por cómo Kirishima succionaba su lengua con tanta fuerza, llegando al punto de adormecerla.
           
           

           
           

            A penas podía respirar, pero su cuerpo seguía totalmente caliente, como si la sangre que corría por sus venas estuviera hirviendo. –Hnn…¡nn!- El calor de su cuerpo seguía aumentando y con apenas un par de movimientos más de esos dedos, rápidamente llegó al clímax. –¡¡Ngh…!!- Con una sacudida de sus caderas, su pasión finalmente explotó, y apretó los dientes antes las olas de placer que le recorrían el cuerpo.

            -Oye… yo no me voy a correr solo.

            -Cállate…ngh…- Y con la esperanza de conseguir al menos un poco de venganza, mordió suavemente el cuello del sonriente Kirishima, como si se tratara de un ratón acorralado tratando de luchar contra un gato.




            Continuará…

8 comentarios:

  1. Kirishima es el puto amo, fin de todo alegato.

    Me encanta ese chara, esta parte estuvo bastante buena y Yokozawa queriendo tomar el control sólo me causa ternura. es irónico porque antes no lo habría visto de pasivo. Tenía que existir alguien como Kirishima para que esto sucediera.

    Muchas gracias por la traducción, leerlo en español es 100 veces más placentero.

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    1. tienes toda la razón!!!!!!! amo esta pareja.
      pero yokozawa no puede dejar de intentar tomar el control
      gracias por la traduccion...

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  2. Jajaja siempre será ukezawa... perdón... Yokozawa...
    gracias por compartir!!!!!!
    ^\\\^

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  3. Verlo a Yokozawa tratando de dominar y mantener el ritmo me mato de risa xD y fue muy tierno :')
    Es un amor yokozawa, el que dice lo contrario que vaya a la hoguera!! (?)

    En fin, kirishima es un desgraciado, lo amo <3

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  4. (': Yokozawa queriendo dominar el asunto fue lo mejor de la vida <3 me gustaría ver algún día a Kirishima de Uke, aunque segursmente no pasará.

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  5. nunca voy ha entender por que le dicen oso y Kirishina siempre resulta dominandolo jajajajaj

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